|
SINOPSIS
Roland, escritor, en compañía de su esposa, una ex bailarina, se instalan en un pueblecito de la costa francesa. La pareja parece estar sufriendo una crisis, mientras Roland entabla amistad con el dueño de una cafetería y con un hotelero...
INTÉRPRETES
BRAD PITT, ANGELINA JOLIE, MÉLANIE LAURENT, SARAH NAUDI, MELVIN POUPAUD, NIELS ARESTRUP, RICHARD BOHRINGER, GEORGE CAMILLERI, ANNA CACHIA, FRÉDERIC DESSAINS
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CLIPS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE
GALERÍA DE FOTOS
https://cineymax.es/estrenos/fichas/105-f/97128-frente-al-mar-2015#sigProIde38602143f
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
Angelina Jolie Pitt escribió el guion de FRENTE AL MAR antes de dirigir la épica historia bélica Invencible, e incluso antes de dirigir su primera película, En tierra de sangre y miel, para explorar el dolor y el amor.
La cineasta reflexiona sobre los motivos que la llevaron a escribir el guion: "Escribí FRENTE AL MAR porque quería explorar el dolor, tanto a través de personas que no lo han conocido como a través de otras que han encontrado formas de superarlo. Cada uno de los personajes de la película representa una forma diferente de hacer frente al dolor". Ahora, bien, en principio nunca tuvo la intención de encarnar a la protagonista. "Escribí el guion antes de empezar a dirigir, y nunca pensé en que Brad y yo íbamos a interpretarlo. Al escribir no eres consciente de lo que haces; sientes que algo te molesta o afecta cuando ya estás dentro de la historia. No se me ocurrió pensar que seríamos los intérpretes, lo que me proporcionó mayor libertad escribiendo".
Angelina Jolie Pitt reconoce que se siente fascinada por la fluidez de la existencia humana y que gran parte del guion trata de eso. "La tragedia, la risa o la alegría nunca vienen solas en la vida", explica. "La vida está llena de extremos. Las relaciones también tienen extremos. Veinte minutos después de tirarte al suelo sollozando es perfectamente posible que te rías a carcajadas por cualquier cosa. Esta película retrata estos extremos. Creo que todos entendemos que alguien puede estar locamente enamorado de la persona a la que estrangularía de vez en cuando. Y esa persona puede hacerte sentir atolondrada, en las nubes, y deprimirte en otros momentos. Son las mareas de una relación. Nada encaja a la perfección, nada funciona sobre ruedas, pero es lo que da libertad al guionista".
A medida que su impulso artístico la empujaba a colocarse detrás de la cámara, volvió a interesarse en el guion: "No hemos enfocado FRENTE AL MAR como una película comercial. Para todos nosotros, como artistas, fue una oportunidad de explorar y crear algo delicado, especial. Nos sentimos mucho más libres al no hacer una película comercial; nos permitió ser más atrevidos, experimentar. También es más complicado emocionalmente y mucho más creativo. Un artista necesita probar diferentes caminos y no siempre escoger el más seguro. Espero que esta película la disfrute un público que aprecie un reto cinematográfico diferente".
Brad Pitt, el marido de Angelina Jolie Pitt, se le une delante de la cámara y también en calidad de productor. Hablando de la historia y de la experiencia, comenta: "Al ser una narración escueta y elegante, puede decirse que Angelina ha escrito una película muy europea. Nuestro cometido, como actores, era hacerla lo más personal posible. Pero al hacer esto, todo se vuelve confuso. Llevamos muchos años juntos, nos respetamos profundamente, esperamos mucho el uno del otro, de nuestra familia. Reconozco que ha sido uno de los mayores retos de mi carrera. Sin embargo, también es verdad que disfrutamos de una mayor libertad, experimentamos, jugamos. Curiosamente, el entorno nos hacía sentir seguros y nos dejamos llevar".
Brad Pitt habla de los seis personajes principales que ocupan el centro de la narración: "Es la historia de varios personajes y diferentes puntos de su vida. Están Léa y François, que acaban de casarse y solo piensan en el potencial que ofrece el futuro; luego están Michel y Patrice, a los que une una profunda amistad y que se han visto endurecidos, encallecidos y a la vez engrandecidos y tranquilizados por la experiencia. Y finalmente están nuestros personajes, Roland y Vanessa, que han llegado a ese punto en que la novedad ha desaparecido y aparece todo lo demás. De ellos depende que lo superen y tengan una relación más fuerte o que cada uno vaya por su lado".
Angelina Jolie Pitt y Brad Pitt decidieron interpretar a los dos personajes, explorar los peligros de la segunda etapa del amor y cómo se enfrenta una pareja a los inesperados golpes que hacen tambalearse una relación basada en promesas eternas, pero que ya no va en una dirección clara.
La directora explica qué le atrajo de los personajes: "Creo que muchas parejas, en las circunstancias de Vanessa y Roland, optarían por separarse. Ellos dos se agarran a la promesa de entrega que hicieron. El matrimonio no siempre es fácil, pero hay un compromiso, una historia conjunta, y se sabe por qué se está con esa persona. También es verdad que a menudo uno de los dos está dispuesto a dar más que el otro, como ocurre con Roland en la película, y que esa persona mantiene viva la relación.
Ambos reconocen que la película les dio la oportunidad de redescubrir lo mucho que aman su profesión de actores. "Hacía tiempo que, como actriz, me sentía libre para interpretar, jugar, ser irreverente e impertinente, incluso un poco vulgar, y atreverme a todo. Quería hacer algo diferente, explorar, y no preocuparme en encajar en un patrón para que se vendiera".
Cuando Brad Pitt y Angelina Jolie Pitt decidieron que encarnarían al novelista neoyorquino Roland y a la bailarina Vanessa, su esposa, ambos empezaron a pensar en cómo dar vida a sus personajes. ¿Cuál era la mejor forma de encarnar a la pareja que llega al pequeño pueblo del sur de Francia en 1973? ¿Qué les ha llevado a la Costa Azul? ¿Se irán más fuertes que cuando llegaron o se irán cada uno por su lado?
Roland y Vanessa, a pesar de ser una pareja que no sabe enfrentarse al terrible dolor que se ha apoderado de sus vidas y cuyo matrimonio se resiente por eso, siguen amándose profundamente. Pero la pérdida que han sufrido ha deteriorado su relación y cada uno reacciona a su manera ante la desgracia.
La productora y directora presenta a los dos protagonistas: "Nada más verlos, se piensa que Roland es un borracho con mal genio. Ya no soporta a Vanessa y solo piensa en sí mismo y en su novela. A la vez, Vanessa da la impresión de que solo se preocupa por su aspecto, de que no le cae bien la gente y de que está por encima de todo. En realidad, Vanessa está medicada en una época en que la depresión no era tan conocida como ahora. El espectador descubre poco a poco que hay una razón de peso por la que se evitan, ambos bullen de ira. Hace tiempo que vivieron una tragedia, pero no han sido capaces de hablar abiertamente de lo que pasó. Cada uno sufre por su lado e intenta hacérselo pagar al otro. Curiosamente, al interesarse por otras personas a su alrededor, consiguen olvidar momentáneamente lo que les pasa, vuelven a salir del caparazón y se redescubren".
La cineasta dice que se trabaja y piensa de otra forma cuando se está detrás de la cámara: "Al ser la realizadora y la protagonista, tuve muy poca simpatía por mi personaje, al menos al principio. Durante el primer montaje me centré mucho en los otros personajes; tardé un tiempo en poder ver a Vanessa y darme cuenta de que era una parte importante de la historia. Tuve que distanciarme para reencontrarla".
En lo que a Brad Pitt respecta, disfrutó encarnando a un personaje totalmente diferente de papeles anteriores. "Roland está centrado en su libro, por eso han ido a un pueblecito, en busca de inspiración. Estoy seguro de que piensa en Hemingway y en los personajes de sus novelas. Pero termina por escribir acerca de ellos dos, de la gente que les rodea, de sus experiencias... y del efecto que el lugar ha tenido en ellos, y de cómo han conseguido superar el enorme bache".
Roland habla con los habitantes del pueblo mientras busca desesperadamente la inspiración y superar la crisis que amenaza con destruir su matrimonio, y encuentra un inesperado consuelo en su impotencia. "Es muy complicado ver lo que se entromete en los verdaderos sentimientos; es difícil amar a alguien de verdad", explica el actor. "Surgen las inseguridades del pasado, deseas tanto a una persona que solo piensas en no perderla. Esta historia muestra todo eso y más".
Hablando de la experiencia de trabajar con su marido en la vida real, Angelina Jolie Pitt es franca y directa, como siempre: "Hace diez años que estamos juntos, y queda reflejado en nuestras interpretaciones. Fue un reto. Desde el punto de vista artístico entendí que lo mejor es usar la intimidad que compartes con tu compañero, empujarse mutuamente, pelear para que las cosas sean aún mejores. Solo así se saca algo de los dos que me pareció realmente diferente".
Los recién casados Léa y François son un recuerdo constante para Vanessa y Roland de lo que fueron en una época. La joven pareja no ha pasado por el dolor de una pérdida y sus terribles consecuencias. Acaban de casarse, están llenos de esperanzas y el hambre que sienten el uno por el otro les parece insaciable.
La alegría y ganas de vivir de sus jóvenes vecinos deleitan a Vanessa y a Roland, pero también les entristece. Ven en ellos lo que fueron antaño y que ahora se les escapa de las manos. Léa está encantada con su marido, al que adora y por el que siente una fe ciega. Por su lado, François solo empieza a entender lo que significa ser responsable económicamente de otra persona y de una familia potencial.
La idea que se hacen Léa y François de la pareja estadounidense tiene poco que ver con la realidad, según explica Brad Pitt: "Roland y Vanessa intentan superar un dolor enorme. Más aún, Roland intenta desesperadamente volver a conectar con su mujer porque se da cuenta de que la está perdiendo. La joven pareja vecina es un instrumento momentáneo que les sirve para hacerse la ilusión de que vuelven a recuperar parte de lo que fueron".
El actor francés Melvil Poupaud, que encarna a François, se sintió atraído por el tono intimista de FRENTE AL MAR, y cuenta lo que ocurre en el hotel La Moët: "Vanessa y Roland descubren que sus vecinos son una joven pareja opuesta a ellos. Entra en juego el efecto reflejo, 'l'effet miroir' como se dice en francés. Léa y François son felices, se ríen, hacen el amor y se lo pasan bien. Las dos parejas están en el mismo sitio, pero en lugares muy diferentes. Un matrimonio está en el epicentro de una crisis, y el otro acaba de empezar una historia genial, o al menos eso esperamos".
La riqueza y complejidad de la historia y de los personajes, a pesar de una cierta languidez, atraparon al actor: "Todo está impregnado de una sensación de pereza; es el final del verano, ya queda muy poca gente. No hay mejor sitio para unas vacaciones tranquilas. Este es el telón de fondo de la historia. Me sorprendió lo intimista y libre que era el guión cuando lo leí. Me pareció muy valiente por parte de Angie querer explorar los problemas que suelen aparecer en la historia de una pareja".
Mélanie Laurent encarna a su esposa en la gran pantalla. Ya había trabajado con Brad Pitt en Malditos bastardos. Melvil Poupaud describe la relación con su compañera de reparto: "Mélanie y yo somos buenos amigos, nos conocemos desde hace bastantes años. No nos fue difícil trabajar juntos. Primero hablábamos con Angie de lo que teníamos pensado hacer, ella nos daba más ideas y probábamos para ver qué quedaba mejor".
Mélanie Laurent habla de su personaje: "Léa está llena de energía, es una persona luminosa, siempre sonríe y tiene una idea bastante ingenua de la vida en general. Cuando conoce a la elegante Vanessa, solo desea ser como ella. Es una recién casada empeñada en creer que después de quince años de matrimonio, todo sigue igual, todo es posible".
La actriz añade que durante el rodaje de FRENTE AL MAR, sintió que actuaba en un teatro y no en un plató. "Es maravilloso para un actor estar en la misma habitación, el mismo café cada día, y no tener que pasar de decorado en decorado", explica. "Tenía la impresión de actuar en un escenario. Nos permitió olvidarnos de la cámara y dedicarnos únicamente a interpretar. En las escenas con Melvil en nuestra habitación, la cámara estaba escondida en la pared, no la veíamos, al equipo tampoco. Estábamos solos en el decorado. Nos olvidábamos de todo, interpretábamos libremente. Es maravilloso que Angelina dé tanta libertad a los actores".
Y sigue diciendo: "Me impresionó que Angelina dirigiera e interpretara a la vez. Dirige a los actores como lo hace una actriz, hablamos el mismo idioma. Siempre pregunta si necesitamos algo, si estamos cómodos con esto o aquello, si queremos hablar de una escena".
Michel y Patrice, dos hombres mayores que perdieron a sus esposas, pero que han conseguido encontrar cierta paz, uno mediante la fe, otro mediante la fuerza y el humor, forman la tercera "pareja" de la historia. Michel, el dueño del café Chez Michel, sabe mucho acerca de las relaciones y transmite esa sabiduría a Roland, que va al bar cada día a escribir y a beber. Michel aún echa de menos a su esposa y le enseña a Roland a aceptar el pasado y a amar a Vanessa tal como es ahora. Por su parte, Patrice, el dueño del hotel, es muy reservado y no suele hablar de su dolor. Como dice Michel: "Nunca mira atrás".
El muy querido actor francés Niels Arestrup da vida a Michel, que le enseña a Roland lo que significa amar para toda la vida. El actor dice que FRENTE AL MAR es, en realidad, una película en torno a "muchas y difíciles historias de amor. Michel es el dueño del único café del pueblo; todo el mundo acaba siempre allí. Vivió una historia de amor muy intensa con su esposa recientemente fallecida; se esfuerza en superar la herida abierta por su muerte y en encontrar una razón para seguir adelante. Por suerte, puede agarrarse a su profunda fe religiosa, lo que le permite mantenerse de pie, seguir adelante con su negocio y recibir a los clientes a pesar de estar roto por dentro".
Niels Arestrup no duda en decir que la película está claramente influenciada "por el corazón y la cabeza de Angelina". Y añade: "Me parece muy audaz por su parte haberse lanzado a un proyecto tan inconformista y experimental. Creo que no solo los norteamericanos, sino también los europeos, se quedarán sorprendidos al descubrir sus dudas, inseguridades y fragilidad, así como su valentía y su fuerza". También cree que Angelina Jolie Pitt ha contado un relato de talla universal: "La historia me pareció asombrosa cuando la leí. ¿Se pueden sentir las mismas emociones a un lado y otro del océano? Espero que así sea y que el público responda positivamente a esta 'escapada'".
Richard Bohringer, que interpreta a Patrice, cree que Angelina Jolie Pitt "ha hecho 'una película fin del mundo' en el sentido de que la historia de amor y la búsqueda del deseo perdido se encuentran en el fin del mundo. El pequeño café de Michel está en el fin del mundo, como el hotel. Hay algo muy crepuscular en todo esto. Todos se pasean con sus pequeños secretos".
Está de acuerdo con su amigo Niels Arestrup en que el trabajo de la directora es muy matizado y hábil: "Es una historia de amor que intenta revivir. Como gran amante del cine que soy, me intrigó la forma en que trabaja Angelina. Sabe exactamente dónde quiere llevarnos, pero al mismo tiempo está llena de curiosidad y en una búsqueda constante. Para ella, el guión es una mera base para seguir construyendo. Por ejemplo, edificó mi personaje a medida que avanzábamos. Al principio, Patrice es un hombre tranquilo que no habla mucho, pero según pasaban los días, añadía capas y más capas, modelándolo. Angelina es más que una directora, es una auténtica realizadora. Me gusta diferenciar entre los dos aspectos. Un director es alguien estricto y riguroso. Un realizador es un tono, un punto de vista que puede alcanzarse técnica y psicológicamente. Angelina tiene una forma muy sensible, intuitiva, orgánica incluso, de trabajar".
FRENTE AL MAR se rodó durante nueve semanas en el pueblo de Mgarr ix-Xini, en la isla de Gozo, Malta. El café y los exteriores del hotel se construyeron expresamente para que tuvieran vista a la preciosa bahía. Hablando del rodaje en la isla, Brad Pitt dice: "Pudimos rodar en una bahía increíble en Gozo que hace las veces de una cala cerca de Marsella. El Ayuntamiento de Gozo fue muy generoso al permitirnos construir los decorados allí".
Angelina Jolie Pitt quiso que la historia transcurriera en los años setenta del siglo pasado porque fue una época interesante tanto política como artísticamente. Esta decisión afectó a los decorados del diseñador de producción Jon Hutman, con el que ya había trabajado en Invencible y En tierra de sangre y miel. La directora explica por qué se empeñó en dicho momento: "Mientras escribía el guión, siempre pensaba en el año 1973, me parecía y me sigue pareciendo un año muy interesante por todo lo que ocurrió en el mundo y también desde el punto de vista creativo".
A pesar de estar en Malta, la localización es casi idéntica a una "calanque", una de las famosas calas cercanas a Marsella. Actualmente quedan pocas "calanques" libres de construcciones, pero en los setenta había un pequeño hotel y un café, como mucho, dentro del mismo edificio que daba al mar.
Angelina Jolie Pitt añade que la época le procuró una mayor libertad: "En las películas que transcurren en la actualidad, el comportamiento del malo siempre deja muy claro quién es quién. Pero la película necesitaba que dos adultos se comportaran mal - como hacen todos los adultos -, sin por eso ser 'malos'. Creo que la época que escogí no delimita tanto el comportamiento".
Brad Pitt está de acuerdo y dice, riendo: "Supongo que seguimos comportándonos mal, pero éramos un poco menos dóciles entonces, y no tan políticamente correctos".
Mélanie Laurent también comenta el periodo escogido por la realizadora: "Hay algo especial en torno a la sensualidad y el sexo a principios de los setenta. Creo que Angie quería alejarse de lo moderno y plasmar algo precioso en la pantalla. Su personaje es una mujer que se siente muy sola y que se pierde con facilidad".
El microcosmos de serenidad que representaba esta zona de la costa en la época se convierte en un refugio para los cansados neoyorquinos, además de ofrecerles una energía nueva y tiempo para la reflexión. "Cada día, Vanessa ve por la ventana al mismo pescador salir al mar a ganarse la vida. Poco a poco, Roland y ella empiezan a estar rodeados de figuras simbólicas; desde el pescador, al viejo del café, pasando por la joven pareja que también se hospeda en el hotel".
El paisaje único de Gozo, con sus estrechas y sinuosas carreteras, la aldea, el café y las maravillosas panorámicas de la pequeña bahía, visibles desde cualquier parte del hotel, no solo fue un regalo para los actores, sino también para todo el equipo que se ocupó de la producción in situ de la película. Todos sin excepción sintieron que estaban en un lugar casi mágico, lejos del mundanal ruido.
El actor Niels Arestrup reconoce que le impresionaron los logros del equipo de diseño artístico: "Cualquiera que la vea pensará en una de las 'calanques' que rodean Marsella. Angelina trabaja como hacían los pintores impresionistas. Es un lugar aislado al que llegan los dos protagonistas sin saber realmente qué les espera".
La diseñadora de vestuario Ellen Mirojnick, que se ha ocupado del vestuario de películas y telefilms de épocas totalmente diferentes, diseñó el magnífico vestuario de Angelina Jolie Pitt, inspirado en Yves Saint Laurent, y el de Mélanie Laurent, además de crear los trajes de Brad Pitt y Melvil Poupaud. La joven actriz cree que el vestuario no deja duda de la época en que transcurre la historia: "Los sentimientos de Vanessa se notan en su forma de vestir. Lleva ropa que compró a finales de los sesenta, en una época en que era feliz, como si no quisiera seguir adelante".
El primer diálogo de FRENTE AL MAR es el siguiente: "Por algo los pintores se asientan en el sureste de Francia". Esa idea es la que prevaleció en la fotografía de Christian Berger, el director de fotografía escogido por Angelina Jolie Pitt. Hace tiempo que estudia la luz y ha desarrollado un sistema de iluminación que permite el uso de luz natural. En esta película, el método de trabajo difirió de lo acostumbrado en un rodaje con el fin de subrayar la época, los decorados y la atmósfera.
La cineasta solo tiene cumplidos para el trabajo del equipo: "Era un grupo asombroso; desde Jon Hutman, que diseñó los decorados, hasta Christian Berger, que se ocupó de la iluminación y de la cámara. La elegancia y belleza de lo que crearon estos dos artistas nos permitió ir todavía más allá, ser más irreverentes, porque nos servía de soporte. El sistema de iluminación de Christian es muy discreto, intimista, no realza las imperfecciones, es muy humano".
"El lugar, la época, el tema de la historia, para mí todo era algo muy especial. Supe desde el principio que la persona que rodase la película debería ser capaz de llevarnos a otro momento en el tiempo", sigue diciendo la realizadora. "Tendría que crear algo maravilloso. También quería que los decorados fueran como un escenario donde movernos libremente sin preocuparnos de si salíamos del cuadro de luz. Christian ha inventado un sistema extraordinario que usa la luz reflectante. Es totalmente natural. No se sabe de dónde viene la luz, es una maravilla".
Brad Pitt está totalmente de acuerdo: "Su sistema es único, y suele trabajar con muchos prototipos. Cada noche, cuando visionábamos el copión, tenía la impresión de ver una habitación bañada por el sol. El sistema de Christian hace que la luz se refleje o rebote e ilumine una zona mucho más amplia. Solo al visionar escenas iluminadas así comprendemos que nos hemos acostumbrado a una iluminación desde puntos concretos. No nos molesta, pero cuando vemos una película sin esas fuentes concretas de luz, todo parece mucho más natural, más real".
La iluminación C-System inventada por Christian Berger deja intacta la belleza de la luz natural, además de permitir a Angelina Jolie Pitt crear un abanico de atmósferas con un equipo mínimo. Para la directora, el sistema ofrecía una increíble flexibilidad. Por ejemplo, se tardaba solo unos pocos minutos en cambiar la iluminación de una escena.
"La luz debe salir de un rostro, de una figura, de un objeto, incluso de un paisaje, no de los focos", dice la cineasta. "En la naturaleza somos conscientes de la luz cuando se refleja en las superficies que nos rodean. Christian respeta el camino natural de la luz en el mundo real y ha creado un sistema que lo imita a la perfección. El equipo es más reducido, el tiempo de iluminación más corto y, quizá esto sea lo mejor, consume casi siete veces menos energía que la iluminación clásica. Me hizo muy feliz saber que dejamos una huella de carbono menor a la habitual".
Melvil Poupaud dice que la sencillez de la iluminación hizo que Angelina Jolie Pitt tomara otras decisiones en cuanto a la dirección: "Me sorprendió mucho que Angie dejara la cámara rodar durante diez minutos seguidos para que improvisáramos antes de la escena propiamente dicha. Una vez rodada la escena, la cámara seguía otros cinco minutos. Para Mélanie y para mí era como la vida real, pero lo mejor era no ver la cámara ni el equipo. Estábamos solos en la habitación, fumando, tomándonos una copa, discutiendo, riendo. Es una forma muy sencilla, muy directa de hacer cine. Me recordaba a las películas de John Cassavetes con Gena Rowland".
Mélanie Laurent opina que las decisiones de Angelina Jolie Pitt acercan aún más a FRENTE AL MAR a una historia de amor llena de poesía: "Hay tomas muy cercanas, pegadas a la piel, muy sensuales, y de pronto, tomas muy amplias, donde el espectador nota la pérdida, la soledad, el alejamiento".