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LA PRODUCCIÓN...
   Al igual que en sus aclamados cortos, el guionista y director Ari Aster apuesta por los rituales domésticos y las experiencias traumáticas en su debut cinematográfico: una aterradora historia sobre una familia y su lucha por impedir que fuerzas maléficas infiltren su descendencia. La película se inspira en las vivencias del propio Aster, cuya familia vivió una serie de acontecimientos tan terribles que llegaron a pensar que les habían echado un mal de ojo, y le posiciona como un auteur nato, con la precisión y maestría de un realizador experto. Gracias a su atención al detalle y a su innovadora visión, este impresionante debut transforma un drama doméstico en una obra maestra del terror, con aires de aquellos clásicos de los años sesenta y setenta de la década pasada.
  Aster da buena muestra de su enorme talento en los primeros segundos del filme de la mano del director de fotografía Pawel Pogorzelski, con quien estudió en el American Film Institute Conservatory, y un equipo técnico de primera que le ayudó a diseñar la película antes de empezar a rodar. Como carta de presentación, una primera secuencia con un elegante travelling que fusiona dos mundos, uno habitado por miniaturas diseñadas meticulosamente por Steve Newburn (Inception; El caballero oscuro: La leyenda renace) y otro habitado por humanos que interactúan en un plató fabricado por el equipo de arte en Utah, una visión siniestra de una familia que convive con un mal de ojo. “Es la historia de una familia sin voluntad propia”, dice Aster. “Los Graham son como marionetas en una casa de muñecas, manipuladas por fuerzas externas”.

GENTE CORRIENTE TRASTORNADA...
  Aster concibió la historia de Hereditary después de que su familia soportara una racha de mala suerte que duró tres terribles años. “Las cosas se pusieron tan mal que llegamos a pensar que nos habían echado un mal de ojo. Siempre escribo desde lo que conozco, desde las experiencias personales, pero también soy amante de este género. No he querido exagerar las cosas por las que hemos pasado en mi familia, pero al plantear la maldición que persigue a esta familia pude trasladar muchas de las emociones a través del filtro del cine de terror, en el que se exige siempre un alto nivel de catarsis. Este género se presta muy bien a las películas que retratan una situación injusta. Es una especie de lugar perverso en el que las injusticias llegan incluso a celebrarse”.
  Inspirándose en dramas tan desgarradores como Gente corriente, La tormenta de hielo y En la habitación, en los que varias generaciones de una familia se enfrentan a la muerte, a los problemas mentales y a los abusos emocionales, Aster le da una vuelta de tuerca a la tragedia doméstica para llevar a Hereditary al campo de lo sobrenatural.
  El director fusiona con gran maestría la esencia de aquellas películas dramáticas con la inspiración creativa y el ritmo pausado de clásicos del terror de las décadas de 1960 y 1970, como La semilla del diablo, Amenaza en la sombra y Suspense. “Esas eran desarrollando sin prisa”, comenta Aster. Al ponerse con el guion, Aster fue dando forma a esta historia sobre una familia maldita y las terribles situaciones a las que se enfrenta hasta descubrir que forman parte de un plan maquiavélico.
  “Es una película sobre la herencia, sobre el concepto de no poder elegir a los miembros de la familia ni la sangre de cada uno”, dice Aster. “Habla del horror de nacer en una situación sobre la que no tienes ningún tipo de control. No se me ocurre nada más terrible que la noción de estar absolutamente indefenso”. 
  Hereditary analiza con rigor la voluntad propia y la irrecusable insistencia de que todo está escrito y es inevitable, y plantea un discurso fatalista sobre la procreación y la generación. “El hecho de que los Graham no tengan voluntad propia es una de las claves de la película, y nos deja con una sensación de desesperanza y futilidad”, dice Aster. “Quería crear una película de terror que fuera íntima pero que a la vez tuviera los medios de una gran producción, que atrapa al espectador desde el primer minuto y mantiene la tensión hasta el final. De hecho, espero que el público siga dándole vueltas al tema después de salir del cine. Ojalá les lleve a plantearse algo más profundo y primitivo, a analizar la sensación que deja algo inevitable”.

RITUALES FAMILIARES...
  Aster ha dejado una huella importante en el circuito de los festivales y se ha convertido en un nombre conocido entre los internautas gracias a sus impresionantes cortos, psicodramas que a pesar de su duración tienen calidad suficiente para plantar cara a algunos clásicos del género. En la película muda Munchausen, Bonnie Bedelia interpreta a una madre trastornada por el dolor y el sentimiento de culpa causados por inmiscuirse en las experiencias de su hijo universitario. En The Strange Thing About the Johnsons, un bombazo que se proyectó en el Festival de Cine de Nueva York antes de hacerse viral, Aster le da una vuelta a los típicos melodramas de los años cincuenta al plantear una escabrosa historia sobre incesto en la que un hijo adulto abusa de su padre anciano.
  Ambas películas plantean ritos familiares sagrados y tradiciones que se vuelven tóxicas, con toques de comedia negra e histeria al tratar temas tan reconocibles como inquietantes. Los guiones son magníficos y las historias se desarrollan con la maestría de un realizador nato que no da puntada sin hilo al jugar con los tiempos, las tramas y los efectos visuales. Al igual que en Hereditary, su trabajo anterior examina las dinámicas de poder en la familia desde una perspectiva original e impredecible.
  “Siempre me ha interesado cuestionar las dinámicas de poder”, dice Aster. “Y las que se dan en el seno de la familia son las más insidiosas y difíciles”. Las películas de Mike Leigh son una inesperada fuente de inspiración en el cine de Aster, por esa forma tan única de trabajar con los actores para crear “personajes y relaciones realistas. No hay otro director con esa misma capacidad narrativa. Vi Todo o nada con el equipo para que entendieran lo que buscaba conseguir con esta película”.

UN REVÉS NADA MERECIDO...
  Los Graham son una familia aparentemente normal, que sufre un duro revés durante los primeros minutos de Hereditary: la muerte de Ellen Leigh, la madre de Annie. Cada uno de los miembros de la familia procesa de forma diferente la muerte de la matriarca, una mujer bastante siniestra y desconocida cuyo legado va tornándose más extraño según avanza la película. Durante las sesiones de terapia de grupo, Annie habla de la vida y el legado de su madre y de cómo se ha sentido siempre alienada dentro de su propia familia.
“Annie siempre ha tenido muchos problemas con su madre, pero parece incapaz de superarlos”, dice Aster. “Annie tiene una idea general sobre cómo era la vida de Ellen, pero no consigue encajar las piezas para entenderla. En parte puede que no quiera saber a qué se dedicaba su madre. En el fondo quizá lo sepa, pero intenta negarlo. Si se enfrentara a ello, la destrozaría”.
  Annie es artista y está preparando una exposición. Vuelca su ansiedad en las casitas de muñecas que retratan los problemas a los que se enfrentan los Graham en la vida real. Incluso ha recreado la residencia en la que vivía Leigh antes de morir. “Crea miniaturas de lugares reales y situaciones por las que ha pasado. 
  Steve (Gabriel Byrne), el marido de Annie, es un tipo afable pero poco presente, que pasa largas horas atendiendo a sus pacientes en su clínica de psicoterapia. Peter (Alex Wolff), el hijo adolescente de la pareja, va al instituto donde pasa de estudiar a los clásicos de la mitología griega a fumarse porros a escondidas con sus amigos fumetas. Charlie, la hija pequeña, va a clases de recuperación, pasa las horas muertas en una casa en un árbol y diseña extraños tótems que fabrica con restos de animales y baratijas que encuentra por casa.
  “Peter anda un poco perdido y no se interesa mucho por nada. No tiene una identidad sólida y durante la película se bromea con que al final encontrará su propósito en esta vida”, dice Aster. Charlie es muy cuadriculada, tímida e introvertida. Las fobias sociales le impiden relacionarse con la gente con normalidad. Pero esta chica tan rara esconde algo más. Según va avanzando la trama, los Graham se sienten como peones a merced de unas fuerzas oscuras que actúan desde los márgenes de la historia.

UNA PREPARACIÓN MUY EXIGENTE...
  Hereditary se gestó a lo largo de varios años antes de que empezara el rodaje en primavera de 2017. Aster creó meticulosas biografías con información contextual para los personajes incluso antes de empezar a escribir el guion. También diseñó un listado de escenas de 75 páginas explicando el estilo visual de la película mucho antes de conseguir la financiación, dar con las localizaciones o empezar a filmar. Aster creía tanto en su proyecto que empezó a ponerse en contacto con posibles colaboradores antes de que el filme fuera aprobado por los productores. Le pidió a Colin Stetson, conocido saxofonista y compositor (que ha trabajado con músicos de la talla de Arcade Fire, Bon Iver y Tom Waits), que compusiera la banda sonora dos años de empezar a rodar. Trabajó con otros miembros del equipo técnico durante meses y años antes de empezar a rodar para crear una red de colaboradores que le ayudasen a conseguir su singular visión. Aun sin tener ninguna garantía de que la película llegaría a ser una realidad y siendo un realizador novel bastante desconocido, convenció a mucha gente de gran talento para que le acompañaran en estas fases iniciales del proyecto.
  Durante la preproducción, Aster contactó con Steve Newburn, un especialista de efectos visuales de Toronto a quien conocía por las increíbles miniaturas que creó para Team America: La policía del mundo. Newburn se especializa en maquillaje y prótesis y ha trabajado en la película Escuadrón suicida y la serie de televisión “12 monos”, que va ya por su cuarta temporada. Además de diseñar las miniaturas de Annie Graham, incluidos los dioramas con esos muebles y objetos minúsculos, los versátiles profesionales del equipo también contribuyeron efectos de maquillaje y maniquíes que se utilizaron en algunos de los momentos más perturbadores de la historia.
  Antes de que Newburn se pusiera con las miniaturas (réplicas a escala real de las localizaciones que van apareciendo durante el filme), Aster y la directora de producción Grace Yun (Beach Rats; First Reformed) diseñaron y fabricaron el interior de la casa de los Graham, que se convierte en otro personaje más de esta película.
  Al diseñar la vivienda de los Graham, Aster se esforzó por no crear un ambiente demasiado explícito que pudiera destripar la trama. “Quería evitar los típicos clichés de las películas de terror. Aquí no hay suelos de madera que chirrían ni paredes con manchas ni arquitectura gótica”, apunta. “Intentamos rodar en casa reales, pero hubiera sido más caro que construirlas de cero. Se nos hubiera disparado el presupuesto al tener que tirar paredes para lograr el espacio necesario para colocar la cámara y todo el equipo técnico. Como ya tenía las escenas pensadas, buscar localizaciones se convirtió prácticamente en misión imposible”.
  El departamento de arte creó todos los interiores de la casa de los Graham en los platós de Park City Studios, desde las habitaciones a los pasillos pasando por la casa del árbol de Charlie, que desempeña un papel importante en el diabólico clímax de la película. Aunque el rodaje tuvo sus momentos difíciles, fue la mejor forma de que Aster llevara su visión a la gran pantalla. “Necesitábamos mucho espacio según el listado de planos que había compuesto. Quería rodar en pasillos y habitaciones que fueran los suficientemente amplios como para que un dolly pudiera atravesar la puerta”, dice Aster. “Queríamos decidir cómo rodar cada escena, en vez de adaptarnos a las posibilidades que nos ofrecían las localizaciones. Hay muchas escenas en las que las habitaciones parecen miniaturas y viceversa, y para eso tuvimos que rodar sin paredes ni techos”.
  Después de construir los decorados, Newburn se puso con las versiones en miniatura de la casa, con sus habitaciones y pasillos, e incluso con las alfombras, el papel pintado y demás objetos del mobiliario.

LA ELECCIÓN DE LOS PROTAGONISTAS...
  La primera persona en confirmar su participación en el proyecto fue la actriz que daría vida a la protagonista de Hereditary: Toni Collette, nominada a los Oscar y a los Emmy y conocida por sus interpretaciones en La boda de Muriel y la serie “United States of Tara”, además de otros proyectos en los que ha destacado en cine y televisión. Al poco tiempo se sumó al reparto Ann Dowd (Captain Fantastic; “The Leftovers”) para interpretar a Joan, la parlanchina amiga con predilección por lo sobrenatural. Dowd terminó de rodar sus escenas en Hereditary semanas antes de lograr un Emmy por el sádico personaje de Aunt Lydia en el distópico thriller "The Handmaid's Tale (El cuento de la criada)” (Hulu).
  Aster y la directora de casting Jessica Kelly (Jackie; Patti Cake$) hicieron pruebas en Nueva York para encontrar a los personajes más jóvenes, entre ellos los actores que darían vida a Peter y Charlie Graham. La joven promesa Alex Wolff (Jumanji: Bienvenidos a la jungla; Mi gran boda griega 2) se presentó al papel de Peter y fue contratado inmediatamente por su entusiasmo y compromiso con el personaje, que no abandonó durante todo el rodaje. Milly Shapiro, que ganó un premio Tony a los 10 años por protagonizar la obra Mathilda en Broadway, cautivó al equipo de casting con su valentía y desenvoltura, y con su determinación para meterse en un papel tan difícil.
  El último en llegar fue Gabriel Byrne (Sospechosos habituales; Muerte entre las flores), ganador de un Globo de Oro y nominado en dos ocasiones a los premios Emmy por el papel del Dr. Paul Weston en la serie dramática de HBO “En terapia”, que también era psicólogo como Steve Graham. “De adolescente vi millones de veces Muerte entre las flores así que me parecía surrealista poder trabajar con Gabriel. No sé si la gente sabe que es muy cinéfilo. Entre escena y escena nos poníamos a hablar de Powell y Pressburger y del cine polaco. Todo muy friki”.

TRANSMITIR TERROR A TRAVÉS DE LA MÚSICA...
  La guinda del perturbador cóctel cinematográfico que sirve Hereditary es la música de Colin Stetson, un saxofonista y compositor de vanguardia que ha grabado y girado con Arcade Fire, Bon Iver, TV On the Radio y Tom Waits, además de crear bandas sonoras y temas para varios largometrajes. Las composiciones de Stetson se han incluido en 12 años de esclavitud, De óxido y hueso y The Rover.
  “Hay algo muy siniestro en los instrumentos de viento que usa Colin”, comenta Aster.
“No solo toca el saxo, sino que hace cosas increíbles con la respiración circular, los multifónicos y las válvulas de percusión. Estuve escuchando sus discos en solitario New History Warfare 2 y 3 mientras escribía el guion. Por eso asocio siempre su música a la película”.
  Teniendo en cuenta que el sonido de Stetson le acompañó mientras desentrañaba la historia, Aster se puso en contacto con el músico durante las primeras fases de desarrollo y le convenció para que compusiera esta banda sonora tan intrépida, extensa y compleja.

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