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LA PRODUCCIÓN...
   Esta película, en palabras de su director, Daniel Calparsoro, es “un thriller de atracos y emociones fuertes: una película sexy, lúdica y veloz, con trasfondo social que narra las peripecias de los delincuentes criados tras las grúas de la burbuja inmobiliaria, detrás de las oportunidades, que han hecho del robo un arte, una forma de llegar a los placeres y lujos que ofrece nuestra sociedad, pero que están reservados solo para unos pocos”.
  Sobre el reparto, asegura el cineasta que “Hemos contado con un elenco en el que se han combinado actores de reconocido prestigio con estrellas emergentes de muchísimo talento, y además hemos hecho un laborioso casting para encontrar a personas de la calle y contamos con raperos: gente muy auténtica que aporta a la película bastante frescura y veracidad. Quería narrar una trama real y genuina, una historia de amor pero con trasfondo social, porque Hasta el cielo cuenta la historia de un sueño: de todo lo que tienes que sacrificar para alcanzarlo”.
  “La idea surgió hace unos ocho años, cuando vi la noticia de un atraco y me impresionó lo bien organizado que estaba y la juventud de los integrantes de la banda: investigué sobre el caso y estuve varios meses haciendo una composición de la historia”, continúa el cineasta. “Intenté lanzarme, con un productor y guionista, a hacer la película, pero justo surgió Cien años de perdón y dejé de lado Hasta el cielo. Pero después del estreno de aquella película retomé el asunto, hablé con Emma Lustres, Borja Pena y Jorge Guerricaechevarría y les dije que quería llevar a cabo este proyecto. Tenía una idea difusa del personaje central y mucha información: a Jorge le gustó mucho y proseguimos investigando, llegando todavía más lejos, descubriendo nuevas cosas que nos dieron aspectos interesantes para sostener una historia de ficción basándonos en casos reales”.
  “El rodaje fue muy divertido y complicado a la vez por las escenas de acción, aunque el peso del film descansa sobre los personajes: chicos y chicas de extrarradio que buscan conseguir -a cualquier precio- lo que otros tienen. Es una película de quinquis contemporáneos”, asegura Calparsoro. “El film pasó de ser una crónica del ascenso y caída de un criminal a convertirse en una historia de personajes que están desconectados de la sociedad: no pueden conseguir trabajos como la mayoría de nosotros, sin embargo tienen delante el mismo escaparate, ven los mismos lujos, pero no pueden alcanzarlos fácilmente. Son por eso como un grupo de piratas que vive al margen de la ley, son criminales y peligrosos, pero personas, por eso hacemos un retrato humano de ellos. Es una película con mucho ritmo, fresca y emocionante de ver”.
  Para Miguel Herrán, su personaje es, según sus propias palabras “un cóctel de emociones y acción. He disfrutado mucho en el rodaje y he dado el 100% de mí con este personaje, quea se llama Ángel, tiene muchos deseos y seguirá el camino que le parece más fácil, soñando con llegar a lo más alto”.
  “Daniel Calparsoro” -continúa el actor- “es muy exigente, porque nunca aceptará que la película no quede perfecta: eso a mí me tranquiliza mucho. Como en A cambio de nada, he puesto mucho de mí en ella y he hecho todo lo posible para dar todo lo que tengo en esta película. El espectador se encontrará una historia oscura de codicia y, sobre todo, con un componente visual muy potente.”
  Carolina Yuste confiesa que su personaje Estrella “es una chica de barrio, de clase trabajadora, que tiene sus objetivos muy claros y que de alguna manera quiere convertirse en dueña de su destino. He conocido a muchas mujeres así, e incluso de alguna manera cuando yo dejé mi mundo, iba buscando otra cosa que me iba a hacer más feliz”. La actriz ganadora del Goya 2019 comenta: “Me interesa dar voz a mujeres que vienen de lugares difíciles y me identifico con ellas. Además, hemos tenido muy buena energía durante el rodaje.”
  Luis Tosar dice que su personaje, Rogelio, “es un capo doméstico, de andar por casa, metido en negocios poco limpios en su intento de medrar socialmente.
  Es un tipo de bajo perfil y no le gusta alardear, pues prefiere mantenerse en la sombra. Me gusta mucho como escribe Jorge Guerricaechevarría: me encanta la maestría con la que retrata a los personajes, que se definen no solo por lo que hacen, sino también por lo que dicen”, continúa. “Y Calparsoro es una bestia con su energía y su forma de plantear las secuencias, algo que admiro en él: su capacidad de identificar tanto los errores como la manera de detectar lo que se puede mejorar. Con Daniel nunca te aburres como actor”.
  “Miguel Herrán es ya como un hijo para mí: tuve la suerte de compartir su primera película y luego coincidimos en 1898. Los últimos de Filipinas. Su energía es muy blanca y sana, poderosa; él es inocente, pero con mucho oficio. Maneja el lenguaje cinematográfico y lo tiene integrado en su ADN.
  Además tenemos muy buena relación personal, casi paterno-filial”, asegura.
“Y creo que con esta película el espectador se va a encontrar un thriller muy actual y reconocible para la gente: los acontecimientos del film son trepidantes, y enganchan con los jóvenes de hoy en día también en lo musical y lo estético”, concluye el actor.
  Asia Ortega Leiva, que interpreta a Sole, la hija de don Rogelio, dice que su rol es el de “una mujer con carácter y empoderada, heredera del negocio de su padre: conoce los mundos de la clandestinidad. Es una princesa de barrio: tiene genio, pero es fina, con dinero y mucho poderío. Me fascinó el guion porque es muy físico y por la cantidad de relaciones que contiene: pasan muchas cosas que no se esperan. Trabajar con Calparsoro ha sido un regalo: te afirma en las cosas claras y te despeja las dudas, dándote explicaciones muy precisas, sabiendo de dónde sale cada emoción del personaje. Y Miguel Herrán es un regalador de escenas: te mira desde la verdad del personaje, lo cual ayuda a que salga la emoción pura”.
  Patricia Vico asegura que su personaje, Mercedes, “es la abogada de estos chavales, una tipa bastante seria, directa, que le gusta el dinero y bastante leal con ellos: además, con Ángel mantiene una relación especial, le cae bien, le gusta y le provoca cierta ternura, como de hermana mayor. Y la película es auténtica y viva, con una energía preciosa, con esos chavales entregados, tanto los actores como los debutantes”.
  Fernando Cayo, por su parte, declara: “Miguel Herrán y yo hemos estado juntos en la serie La casa de papel. Siendo tan joven, es un chico con las ideas muy claras y tiene un sentido del juego que viene muy bien a la hora de actuar. La película se inspira en el cine quinqui de los setenta y ochenta, cuando actores naturales se mezclaban con otros de oficio y esa combinación es muy fructífera: eso le da una potencia callejera fundamental al film.
  Y además, he conocido en el rodaje a músicos de rap y trap que mi hija adolescente escucha”.
Ayax, una de las sensaciones del hip hop patrio, debuta en el cine en esta película como el personaje de Motos, integrante de esta banda ibérica de jóvenes atracadores: “Mi rol es un presidiario que conoce al protagonista, Ángel. Siempre me había picado la curiosidad por actuar y en mi música siempre hago referencias al cine. Me atrajo la originalidad del guion, porque no es habitual en el cine español. Tiene mucha acción y es muy dinámico/explosivo, es una película neo quinqui. Respeto mucho a Calpasoro por darme la oportunidad de actuar y así poder mostrar la realidad de la calle”.
  Dollar Sellmouni afirma que “Gitano es un chico normal, de barrio, que tiene compañeros y amigos muy cercanos que se empiezan a meter en algunas cosas a las que se ve arrastrado. Y lo hace con su mejor amigo, Ángel. Hasta el cielo es un peliculón: yo no podía parar de leer el guion cuando me lo mandaron. Yo estoy todo el día en la calle y me quedé loco cuando vi ese mundo tan bien descrito. Y el director y todo el equipo son un diez, pues nos han tratado estupendamente a pesar de que no somos actores profesionales”.
  Richard Holmes comenta sobre su personaje, Poli, el líder de la banda de aluniceros: “Es violento y respetado en su barrio, viviendo la noche y el momento, robándolo todo y gastándolo en una semana. Me atrajo de él su impulsividad, su velocidad y que ve la vida como un juego. Y Daniel Calparsoro es fuego, un terremoto, no sabes con él lo que va a pasar en el rodaje, estando abierto a todo y echándole coraje: hay que ser valiente e ir hacia adelante con todo lo que te propone”.
  Borja Pena, productor, asegura que “Hasta el cielo despertará curiosidad en el espectador, que tras verla seguramente buscará en las hemerotecas e internet los hechos reales en los que se inspira la película.
  Pero es también lúdica y divertida, con momentos distendidos de esta pandilla de chicos de barrio que provocarán más de una sonrisa. También es una historia de amor, un triángulo entre el protagonista y dos chicas con mucha personalidad. Es la historia de ascenso y caída de un personaje con ingenio y agallas que bebe de clásicos como Scarface y de otros films de atracos y mafia, y de películas recientes como El niño, con chavales de extrarradio metidos en clanes mafiosos. Es una coctelera muy interesante donde se mezcla todo esto con un trasfondo social, porque no deja de ser un retrato de la realidad de los barrios más pobres de las ciudades: cómo esos chavales que han vivido el boom de la sociedad consumista, desde la nada quieren conseguirlo todo y llegar Hasta el cielo”.
  El guionista Jorge Guerricaechevarría asegura que “el proyecto del film surge de conversaciones con Daniel, en las que me habla de ese mundo de chavales que se dedican a empotrar coches contra tiendas de lujo y me muestra noticias sobre ellos que ha ido recopilando. Él y yo nos conocemos mucho de otras películas y en un año nos dedicamos a recopilar información sobre ese universo, se lo contamos a Vaca Films y nos facilitaron hacer una serie de entrevistas y, al cabo de un año, ya teníamos lo que iba a ser el guion. Esto nos permite hablar de la riqueza y la ambición, pero hacen falta unos personajes concretos, con interacción entre ellos para que se construya así una trama: ese triángulo entre Ángel y dos mujeres, a la vez que se desarrolla su carrera criminal”.
  El músico y compositor Carlos Jean afirma que “Hasta el cielo es mi quinta colaboración con Daniel Calparsoro y ha sido, de nuevo, una aventura trepidante.
  Buscamos una música que acompañara perfectamente a la trama de la película, pero con el aliciente de la parte de acción, siempre presente
en sus films. Por este motivo, he trabajado en texturas que tuvieran que ver con la música electrónica, que sus armonías contaran en paralelo la historia, que combinara bien con los golpes, la acción y la rotura de cristales, conjugándose así una gran banda sonora. A eso añadimos rap y algunas canciones, como la de C. Tangana y Rosalía, que ayudan a entrar en el film.
  Hay mucha música en la película y he trabajado con José Luis Crespo en las mezclas, cuidando mucho el sonido envolvente, pudiendo jugar así con un volumen fuerte que genera esa acción que contiene. Por todo ello, estoy muy contento con el resultado de la banda sonora de Hasta el cielo”.

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