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LA TRAICIÓN DE HUYDA
INFORMACIÓN
Titulo original: Huda's Salon
Año Producción: 2021
Nacionalidad: Palestina, Egipto, Países Bajos
Duración: 87 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Drama
Director: Hany Abu-Assad
Guión: Hany Abu-Assad
Fotografía: Ehab Assal, Peter Flinckenberg
Música: Jeffrey van Rossum
FECHA DE ESTRENO
España: 29 Julio 2022
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Karma Films


SINOPSIS

Reem, una joven madre palestina casada con un hombre celoso, acude a la peluquería de su amiga Huda, en Belén, y lo que debía ser una visita rutinaria se convierte en una desagradable experiencia cuando Reem empieza a desvanecerse en su silla. Huda le ha tendido una trampa. Con la ayuda de un cómplice le hacen una sesión de fotos con poses comprometidas para chantajearla, y conseguir así que colabore con el servicio secreto israelí, traicionando a su pueblo...

INTÉRPRETES

ALI SULIMAN, MAISA ABD ELHADI, SAMER BISHARAT, OMAR ABU AMER, KAMEL EL BASHA, MANAL AWAD

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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
LA TRAICIÓN DE HUDA comienza con una tranquila conversación entre Huda (Manal Awad), una peluquera, y Reem (Maisa Abd Elhadi), una joven cliente que ha ido a su salón de belleza. No obstante, las cosas rápidamente devienen mucho más oscuras y complejas, de una forma que nadie espera. ¿De dónde le vino la inspiración para esta historia?...
La historia está basada en hechos reales. En Palestina, los agentes del servicio secreto usaban determinados salones de belleza para drogar a las mujeres, ponerlas en posturas incómodas y hacerles fotos con una polaroid para poder chantajearlas y que se convirtieran en traidoras a Palestina. Y utilizaban a las mujeres vulnerables de la sociedad árabe, mujeres que no habrían recibido apoyo de sus maridos o familias.

Entonces, ¿hubo una mujer real en la que basó el personaje de Huda?...
Sí, todavía vive en Cisjordania, en un área protegida. Sucedió hace unos veinte años. La película está basada en una historia real, pero quiero dejar claro que los personajes son ficticios.
El relato es mío.

Debe de haberle resultado interesante escribir el personaje de Huda. Es alguien ante quien la audiencia quizá no sepa cómo reaccionar, incluso al final...
Bueno, comprendo a la audiencia. Cuando estaba escribiendo el guion, se suponía que debía odiarla a ella y a lo que hacía, pero seguía sintiendo que ella era también una víctima. A mi modo de ver la película, los personajes de Huda y Reem funcionan como conjunto. Aunque comparten el mismo espacio y tiempo, Reem es el flashback de lo que una vez fue Huda. Y Huda es el flashforward de aquello en lo que Reem podría convertirse.

El tema principal de la película es la traición. ¿Era muy consciente de ello mientras escribía?...
Lo tenía en la cabeza. En realidad, la película trata sobre la contradicción entre traición y lealtad.
Al hacer esta película fue cuando me di cuenta de que la una no puede existir sin la otra. El bien no tiene sentido sin el mal. Pero pueden cambiar. Y hay un punto de contacto en el que se vuelven casi iguales. Me fascinó esa dinámica mientras escribía el guion.

La traición, especialmente en el ámbito de un thriller político, es un tema que ya había explorado antes, ¿verdad? ¿Por qué cree que vuelve?...
Bueno, si eres una persona vulnerable —como creo que soy yo—, hay cosas que pueden acompañarte toda tu vida. Cuando tenía 11 años, traicioné a una persona. Para evitar un castigo, eché la culpa a un amigo mío. El maestro le impuso un castigo muy severo. Y me sentí terriblemente culpable; incluso hoy me sigo sintiendo así. Tengo casi 60 años y todavía siento la culpa igual que entonces. Pero cuando tenía 16 años, otro amigo me traicionó a mí. Me dolió tanto que apenas pude dormir los siguientes seis meses. Y esos acontecimientos —especialmente el segundo— aún resuenan como uno de los traumas más grandes de mi vida. Esas cosas te acompañan para siempre.

En LA TRAICIÓN DE HUDA, nos encontramos con el personaje de Hasan (Ali Suliman), que interroga a Huda sobre sus acciones y le cuenta una historia sobre cómo traicionó a un amigo suyo cuando era pequeño...
Exacto. Ahí me inspiré en mi propia experiencia. En su caso, provocó la muerte de un niño. Y fue lo que lo motivó para convertirse en un luchador por la libertad, solo para redimirse de su culpa por causar la muerte a su mejor amigo. Así de fuertes siguen siendo para él los sentimientos de su juventud.

Además, las escenas entre Huda y Hasan resultan convincentes por lo inteligente y astuta que es Huda frente al hombre que la está interrogando. Ha descrito la película como un “thriller feminista de espías”. ¿Era esa su idea al grabar esas escenas?...
Cuando escribo, trato de ser honesto desde el punto de vista de cada personaje. Al meterme en la cabeza de Huda, pensé: “Esta mujer ha pasado por muchas cosas con los hombres”.
Tiene mucha calle. Así que sentí que, en cierto modo, Huda comprende el sentido común de los hombres mejor que ellos mismos. Ella sabía que podía utilizar las debilidades de Hasan para hacerse con él. Y en el transcurso de la película, sus ideas sobre cómo piensan los hombres es lo que en última instancia la ayuda a lograr su redención.

Hay algunos planos largos muy bellos en la película, incluida la escena inicial, que dura casi diez minutos. ¿Siempre tuvo en mente esa técnica para contar la historia?...
Sí, pero también nos ayudó a idear una técnica más simplificada para rodar la película con muchos planos largos en una única ubicación. Pensé que era una forma práctica de avanzar aunque creo que si usas un plano largo todo el tiempo, se nota forzado, pero me encanta cuando uno de ellos tiene sentido dentro del conjunto de la película. Quería que la audiencia se sintiera bastante atrapada en el lugar y en el tiempo. Especialmente en la escena inicial, ya que el tono de la película cambia de forma muy abrupta. Es importante que, como espectador, no puedas escapar.

¿Rodó la película en Belén?...
Parte en Belén y parte en Nazaret. Encontré una ubicación subterránea que era un depósito de agua abandonado. Y sentí que era el lugar perfecto para las escenas del interrogatorio entre Huda y Hasan. En realidad, el interrogador podría haber llevado a Huda a un espacio más pequeño pero sentí que ese escenario podría representar visualmente lo que estaba sucediendo en la historia, porque era oscuro y misterioso, y no tienes idea de dónde están las paredes que lo rodean.

¿Puede hablarnos de Manal y su actuación en el papel de Huda?...
¿Sabes que probablemente es la mayor estrella que tenemos en Palestina? Más aún en comedia, pero donde quiera que vaya en Palestina es un éxito. Todo el mundo quiere hacerse selfies con ella. La había visto en la película “Dégradé” (2015), de Arab y Tarzan Nassar, y estuvo increíble en ella. Así que sabía que tenía gran potencial como Huda.

Y si es famosa por las comedias, su papel aquí sorprenderá mucho a los espectadores...
Absolutamente. También por eso quise hacer la escena inicial en una sola toma larga. En esa escena, el personaje pasa en tiempo real de un papel cómico a dramático.
Y Manal logró muy bien esa transformación.

¿Qué puede decir sobre volver a trabajar con Ali Suliman, dieciséis años después de su papel en Paradise Now?...
Fue increíble volver a trabajar con él. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y para mí es especial cuando tengo la oportunidad de dirigirle. Es un actor maravilloso.

Maisa Abd Elhadi quizá tenga el papel más difícil de toda la película, el de Reem. ¿Cómo fue el casting y trabajar con ella?...
No he podido encontrar una actriz más valiente para interpretar a Reem. En especial cuando tienes en cuenta el desnudo que requiere la escena inicial. Tenía que saber si iba a hacer esa escena antes de elegirla para el papel. Hablé con ella al respecto y me dijo: “Hany, tengo que pensármelo”. La entendí perfectamente. No es una decisión fácil. Después me envió un mensaje y me dijo que lo haría. Y créeme, va a recibir muchos correos y ataques de odio por esa escena.
También estuvo hace poco en una manifestación pacífica en Palestina y una bomba la hirió de gravedad en una pierna. Necesitó veinte puntos, y le va a quedar una cicatriz fea. Pero ella se reía del asunto. Hablé con ella mientras estaba en el hospital y su voz sonaba muy agradable a pesar de los dolores.
Así es ella.

Una vez dijo que una gran película tiene que enfrentar al público con su propio miedo e hipocresía. Y tiene que plantear a la audiencia cuestiones difíciles, sobre cómo piensan y lo que han hecho. ¿De dónde viene esa convicción como cineasta?...
Siempre vuelvo a la historia de por qué me convertí en cineasta. Todo se remonta al día que vi “Alguien voló sobre el nido del cuco” (1975). La vi siendo adolescente y por primera vez sentí que una película me había cambiado. Las demás películas habían sido puro entretenimiento.
Hizo que me enfrentase a mis miedos. Cuando era niño, siempre me dijeron que siguiera las normas del sistema en la sociedad, pero yo estaba siempre desafiando esas normas en mi cabeza.
“Alguien voló sobre el nido del cuco” me mostró que está bien cuestionar las normas, y aunque te castiguen por hacer preguntas, no pueden aplastar tu espíritu.

¿Qué otro tipo de cine le ha influido? Sus películas, incluida esta última, tienen un marcado carácter de thriller político...
Me encantan las películas como “El fugitivo” (1993), con Harrison Ford, y “La tapadera” (1993), con Tom Cruise. Son películas increíbles. Y también películas como “Círculo Rojo” (1970), del gran Jean-Pierre Melville, que hizo tantos thrillers franceses. Además, soy un gran admirador de los thrillers egipcios, que tienen un enfoque diferente. También “Los tres días del cóndor” (1975), y me encanta “Donnie Brasco” (1997), que es una película sobre agentes encubiertos. Cuando vi “Donnie Brasco”, me di cuenta de que era un ejemplo perfecto de película de este género.
Me tuvo en vilo durante toda la película, pero después me sentí muy enriquecido. No pude dejar de pensar en ella durante días.

LA TRAICIÓN DE HUDA es una película política, pero no se oyen nombres de organizaciones, ni siquiera nombres de países. Cuando escribe, ¿cuánta atención presta al clima político?...
La verdad es que no me interesa dar una lección de historia. De hecho, es cierto que nunca se escucha la palabra “Israel” en la película. Creo que si quieres
hacer una buena película, debería tener un lugar y una época determinados, pero también debería ir más allá de esos límites. Para lograrlo, no caigo en la trampa de tener que explicarlo todo. La discusión entre Huda y Ali es necesaria para la historia de sus personajes. No obstante, cuando hablan de política, es solo lo necesario para su historia.

¿Pero le cuesta lograr ese equilibrio en una película como esta?...
Bueno, sí, hay muchos espectadores que no percibirán exactamente cuál es la situación en Palestina al ver la película. Cuando escribía el guion, a veces escribía un montón de diálogos explicativos, solo para poder verlo en negro sobre blanco, y luego lo tiraba todo. Como ya he dicho, en realidad esta situación no tiene que ver con polí- ticas concretas. Tiene que ver con el comportamiento humano universal: traicionarte a ti mismo y traicionar a tu país. No necesitas que tu tierra sufra una ocupación para entender lo que es eso.

LA TRAICIÓN DE HUDA es su octavo largometraje en las últimas dos décadas ¿hacia dónde se dirige ahora?...
Pues esta es la primera vez en mi vida que realmente no tengo ni idea. Por supuesto que voy a estar pensando siempre en las cosas importantes: ¿Quién se beneficia del sufrimiento? ¿Por qué no podemos encontrar soluciones?
¿Cómo vamos a vivir en el futuro? Personalmente, no tengo ni idea, pero seguiré planteando esas cuestiones.

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