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SINOPSIS
Tres adolescentes británicas se van de vacaciones por ritos de iniciación: beben, van a discotecas y se enrollan, en lo que debería ser el mejor verano de sus vidas...
INTÉRPRETES
MIA McKENNA-BRUCE, SHAUN THOMAS, LARA PEAKE, ENVA LEWIS, SAMUEL BOTTOMLEY, LAURA AMBLER, DAISY JELLEY, EILIDH LOAN, ELLIOT WARREN
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ORIGEN Y DESARROLLO...
How To Have Sex fue una sorpresa totalmente inesperada para Molly Manning Walker. Al terminar su formación como directora de fotografía en la Escuela Nacional de Cine y Televisión de Londres, comenzó a trabajar tras las cámaras en publicidad y en televisión, incluyendo la miniserie titulada Mood de 2021 y Scrapper, ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Sundance en 2023.
Fue entonces cuando Walker se dio cuenta de que era hora de dar paso a su primer largometraje.
Después de que su primer corto titulado Good Thanks, You? fuera seleccionado para la semana de la crítica en Cannes, Film4 le brindó a la cineasta la oportunidad de escribir un guion preliminar.
A Walker le llegó la inspiración en una boda, rodeada de amigos del colegio, al recordar unas vacaciones en una ciudad muy turística del Mediterráneo: las vacaciones del verano antes de la universidad que tanto anhelan los adolescentes británicos. Unas vacaciones similares al spring break americano, aunque más cutres, más asquerosas, más mugrientas y, si es posible, incluso más desinhibidas sexualmente.
Walker pensó que había imaginado algunos de los recuerdos que tenía de ese viaje de chicas: «Les dije que recordaba haber visto cómo le hacían una mamada a un chico en el escenario de una discoteca, medio convencida de que me lo había imaginado, pero todas lo recordaban de la misma manera».
Este fue el empujón que Walker necesitaba para escribir su historia. «No me había dado cuenta de cuánta influencia sexual habían tenido esas vacaciones en mi vida, y no solo en la mía, sino en la de todos con quienes hablé en esa boda», dice Walker.
«Ese tipo de vacaciones son mundos construidos alrededor de la presión sexual; es muy extraño».
Lo que empezó como un guion preliminar, se convirtió rápidamente en 58 páginas. Una vez que Walker reabrió esos recuerdos, la historia de estas tres chicas fluyó, ya habla de chicas que o bien hemos sido o que conocemos.
Lo único que la escritora y directora debía hacer era contar la historia y Film4 accedió. Walker utilizó fotos a modo de brújula, rememorando el mundo de los estridentes destinos de fiesta como Malia, Magaluf, Ibiza y las discotecas barateras, todas agrupadas en una sola calle como si fuera un Disneyland de adultos.
Ivana MacKinnon y Emily Leo de Wild Swim se unieron al equipo de Walker desde las primeras etapas de How To Have Sex, ya que quedaron cautivadas por la energía del guion y porque se sentían identificadas con las jóvenes. «Molly había creado un mundo aparentemente simple y una historia que habla abiertamente sobre cuestiones muy importantes y complejas que pueden resultar difíciles de expresar».
How To Have Sex fue aceptada en el programa Next Step de Cannes en su séptimo año, instaurado por la Semana de la Crítica. Fue entonces cuando todo cambió. Gracias a Cannes y a la progresión en su carrera tras su cortometraje de éxito y su largometraje en proceso, Molly Manning Walker sabía que su película se llevaría a cabo.
Good Thanks, You? traza las consecuencias de una violación y esto le dio a Walker las herramientas para explorar qué sucede después: cómo la conversación sobre una agresión sexual a menudo se ve ahogada por el silencio y cómo se malinterpreta y manipula el consentimiento en todas las edades. «A la gente le asfixia este tema», dice Walker. «A mí me ha afectado directamente y me provoca muchas emociones. No sentía que hubiera terminado de hablar de ello».
Walker esperaba que la conversación y las actitudes sobre este tema hubieran evolucionado con el paso de los años desde aquellas vacaciones de chicas, pero la cineasta necesitaba saber si su esperanza era real. La directora y su equipo montaron grupos de debate en todo el Reino Unido, centrándose en ciudades clave como Manchester, Nottingham y Londres, para descubrir cómo se sienten los jóvenes acerca del sexo hoy en día.
Los jóvenes con los que hablaron Walker y su equipo se dividieron en grupos de hombres y grupos de mujeres.
Se les invitó a leer partes del guion de How To Have Sex y compartir su opinión. «Cuando leían la primera escena de agresión decían: “Eso no es una agresión”, e incluso una chica dijo: “Las chicas tienen que asumir la responsabilidad y no emborracharse tanto”. Así que al final, nos dimos cuenta de que era muy importante que hiciésemos esta película», dice Walker.
Leo se sorprendió cuando varios chicos y chicas comenzaron a hablar de sus propias agresiones, «a veces por primera vez, porque se había creado un espacio seguro para hablar de ello y porque podían ver que no estaban solos». El objetivo de esta película se convirtió en reflejar la «sutileza de las presiones sociales en torno al sexo», permitiéndonos «un producto sobre este tema» y encontrar el camino a seguir con nuevas soluciones para que la próxima generación se sienta menos sola.
EL CASTING...
Walker sabía que el casting era fundamental.
Su misión era encontrar a tres chicas que interpretaran a tres mejores amigas y llevar a la audiencia en un viaje que les recordara la libertad y la euforia de unas primeras vacaciones de adolescente. El proceso empezó pronto, anticipándose a una larga búsqueda, pero también dejando espacio a que la historia se desarrollara con los actores que dan vida a los personajes.
Walker trabajó con la directora de casting Isabella Odoffin, con quien ya había trabajado en sus anteriores cortos.
Mia McKenna Bruce, que interpreta a Tara, lleva el peso de la mayor parte de la película y consigue llamar la atención de todos desde el principio.
«Para mí era muy importante que no hiciera el papel de víctima indefensa», dice Walker. McKenna Bruce trasmite una entusiástica energía en la pantalla: compasiva y cariñosa cuando es necesario, pero siempre deseosa de vivir la vida. «Queríamos que Tara fuera follonera, dicharachera y divertida, incluso después de la agresión, porque desafortunadamente eso también es una realidad para muchas personas. Tienes que levantarte y seguir adelante».
Para encontrar actrices que parecieran amigas de verdad, Walker ideó un casting en TikTok en el que las candidatas debían subir un vídeo y tener así una idea de cómo eran personalmente las candidatas. Pero Lara Peake, que trabajó con Walker en Mood, fue un poco más allá, creando un perfil de TikTok del personaje de Skye, y ganó así el papel de la mejor amiga de Tara.
El verdadero rompecabezas fue para encontrar a la pieza restante del grupo de McKenna Bruce y Peake, quienes pusieron el listón por las nubes.
«Creo que vimos a 350 chicas para el papel de Em», recuerda Walker. Pero cuando vieron a Enva Lewis, se dieron cuenta de que tenía lo que Manning necesitaba: unas habilidades de actuación increíbles y la capacidad de improvisar, sobre todo cuando tenía que actuar que estaba borracha.
Después llegó la hora de elegir a los chicos. Gracias a su papel en la maravillosa película inglesa Ali & Ava de Clio Barnard, Shaun Thomas encajaba a la perfección en el papel de Badger, el rubio platino que conoce a Tara piropeándola por el balcón. Pero la búsqueda de su mejor amigo, Paddy, que es una pesadilla de tío según Badger, fue más complicada. Paddy tenía que ser complejo pero reconocible.
Una persona a quien quieres acercarte, pero que posteriormente traerá unas consecuencias que nunca olvidarás. Samuel Bottomley (Somewhere Boy, Get Duked!) hizo el casting pero pensaron en otro papel para él hasta que Walker y Odoffin se dieron cuenta de que no podrían hacer la película sin él. «Nos miramos fijamente la una a la otra durante un segundo y sabíamos que teníamos que ir a por él. Es un actor increíble.
Sabíamos que los hombres podrían identificarse con él».
Una vez seleccionados Samuel y Shaun, ambos de Bradford, la tercera persona tenía que ser también de ahí.
Al principio el personaje iba a ser un chico llamado Greg, pero poco después, una búsqueda en TikTok le dio la vuelta a las cosas. «Pensé que Em podría ser gay cuando una chica hizo el casting del personaje. Para buscar algo de inspiración, busqué en Tik-Tok “Lesbiana de Bradford” y me apareció Laura Ambler. Desde ese momento, el personaje de Greg dejó de ser un chico. Cuando le dije a Laura que hiciera el casting, pensó que era una broma, estaba temblando. Pero lo hizo genial, es muy carismática».
LOCALIZACIONES...
La localización original de How To Have Sex iba a ser Magaluf, en Mallorca, lugar de vacaciones estudiantiles tras su graduación, ya que allí fue donde Walker presenció cómo le hacían una mamada a un chico en un escenario, como sucede en la película. «Fueron muy criticados públicamente y no les gustó que lo recreásemos», dice la directora sobre la decisión de buscar otra localización.
«Nuestros maravillosos coproductores de Heretic sugirieron Malia, en Grecia, porque era un lugar similar y la infraestructura de la isla era muy buena». Costó un poco convencer a Walker, porque sabía lo crucial que era la localización, pero al final sintieron que todo fue el destino.
«Nos lo pasamos como nunca grabando allí», dice. «Por suerte grabamos en temporada baja, pero lo preparamos todo en temporada alta y fue una auténtica locura». La primera vez que fueron a explorar las localizaciones de Malia, la cineasta conoció a un hombre que tenía acceso a seis discotecas y cuatro hoteles. «Nos dimos cuenta de que él era la clave para nuestro éxito. Toda la comunidad de Malia nos apoyó mucho. Trabajaron mucho para ayudarnos a conseguir todo lo que necesitábamos para la película. Un día teníamos que grabar en la calle de las discotecas y se puso a diluviar, pero no fue un problema porque uno de los dueños de una discoteca nos abrió la suya solo para nosotros».
¿Y el hotel de la piscina con forma de pene? Parecía el destino. Después de ver 30 o 40 hoteles y reajustando las prioridades a medida que iban apareciendo, el equipo sabía que la visión que tenían de un hotel gigante con muchos balcones, como en Magaluf, tendría que cambiar ligeramente.
Pero una noche, cuando estaban visitando un hotel, el equipo se topó con un grupo de jóvenes gritando «¡Tara!», y entonces lo tuvieron claro. «Tenía la esencia de un hotel de fiesta», dice Manning Walker. «Pero no fue hasta que empezamos a concretar los últimos detalles cuando nos dimos cuenta de que había una piscina con forma de pene. ¡Ni habiéndolo planeado habría salido mejor!».
LA MÚSICA...
Aunque How To Have Sex está ambientada en 2023, la música de la película hace un guiño al peculiar ambiente en este tipo de fiestas, que permanecen estancadas en el tiempo.
«Mi Spotify jamás se recuperará de este proyecto», se ríe Walker. «En estas discotecas todavía ponen a Dizzee Rascal».
Walker denomina como «imparables» a estas vacaciones en las que no se pega ojo. A las cinco de la mañana, tras una noche de fiesta cuando ya hay plena luz del día, la música es casi constante. «Anoté los momentos en los que hay silencio en la película y creo que fueron solo dos».
Pero Walker tuvo que aceptar el desafío de llenar con música este esencial espacio con un presupuesto limitado.
Fue entonces cuando entraron en escena el compositor James Jacob, un ex-DJ de Ibiza, y Ayia Napa, que estaba de gira bajo el nombre de Jakwob.
Creó un set de 70 minutos de música solo para la película. «Gran parte de la música se basa en los temas que arrasaron en las discotecas. Hay poca música en la película que se salga de ahí», dice Walker.
Jacob añade: «Después de haber dedicado gran parte de mi carrera musical a ser DJ, conozco muy bien la sensación que se tiene en estos lugares tan ruidosos y desorientadores en los que la gente te rodea bailando como zombis». Jacob reconoce que las experiencias en discotecas, especialmente para los británicos en el extranjero, no siempre son positivas.
«La soledad y el agotamiento son muy visibles en estas discotecas tan grandes », dice. «Hablamos sobre el zumbido en los oídos y cómo puedes sentir los efectos de las noches de fiesta en tu interior a la mañana siguiente.
El zumbido distante que produce ansiedad, resacas y bajones».
PREPARACIÓN Y PROCESOS ESTÉTICOS...
Como directora de fotografía, Walker sabía que el lenguaje visual de How To Have Sex sería crucial. Encontró al compañero perfecto, el director de fotografía Nicolas Canniccioni, cuyo trabajo con la cámara en películas como Yo maté a mi madre (2009) de Xavier Dolan, reflejaba la emoción y la energía necesarias para capturar esta visión del mundo a través de los ojos de las chicas: esa libertad y sensación de tener posibilidades, sin sentirse manipuladas. Se trataba de confiar en las jóvenes actrices y permitirles ser quienes querían ser.
Canniccioni optó por una cualidad expresiva y natural, tratando siempre de «inspirarse en el trascurso de un día, con las variaciones de luz que lo componen». El trabajo de cámara abrió el camino para crear un lenguaje visual «íntimo e instintivo» que se mantuviera lo más cerca posible de los personajes. Walker hizo el guion gráfico de toda la película a mano, pero se lo guardó para sí misma, y luego hizo una lista de planos de toda la película con fotografías. Actualmente hay una «biblia» de 300 páginas de toda la película, plano por plano.
Muchas de las referencias de Walker provienen de TikTok, aunque el diseñador de vestuario George Buxton también se inspiró en gente que veía por la calle a la que se paraba a hacerles fotos de sus outfits. Walker también grabó innumerables vídeos durante las noches de fiesta y recopiló vlogs de YouTube de los turistas para dar referencias a diseño de producción y vestuario. Buxton diseñó el vestuario en torno a los propios personajes: quiénes son, quiénes son sus amigos, a quién siguen en Instagram o TikTok, cuál es su bebida favorita...
«Teníamos que conocerlos», dice. «Podría ser nuestra mejor amiga o nuestra hermana». Para cada diseño también se tuvo en cuenta el presupuesto que tiene un adolescente: «Diseñé el vestuario pensando en que solo se habían llevado una maleta de mano, ya que nadie paga las tarifas tan desorbitadas de facturación».
El diseñador de vestuario trabajó muy cerca con el diseñador de producción Luke Moran Morris. Los accesorios se convirtieron en disfraces y los disfraces en accesorios: «La colaboración entre nuestros equipos es fundamental: el color lo es todo y compartimos ideas constantemente en cada etapa de la película». Morris menciona el libro de fotografía The British Abroad de Peter Dench como una referencia clave para inspirar al Departamento de Arte. «Refleja la diversión, el desenfreno, la tristeza y todo lo que ocurre en estas fiestas», dijo.
LA CONCLUSIÓN...
La ambición de Walker era que la película capturase los altibajos por los que pasan los adolescentes. Obviamente quería reflejar la oscuridad de la agresión sexual, pero también la resiliencia, las fiestas y, por último, la diversión. «La fiesta me ha dado un lugar en el que desarrollarme, me ha dado amigos nuevos y consuelo», dice la cineasta. «Creo que también es importante recordar las alegrías que dan estos espacios».
A menudo se tienen conversaciones binarias sobre la agresión sexual, pero How To Have Sex ofrece un diálogo más complejo sobre el consentimiento, con un lenguaje más fluido.
Walker también quiere luchar contra lo que ella denomina la «no conversación» en torno a estas experiencias, ya que «deja a todos sin palabras cuando se habla de ello». En definitiva, el objetivo es que las mujeres jóvenes se rodeen de amistades femeninas y que todas comprendan la importancia del consentimiento.
La directora también prevé cierta incomodidad por parte de los espectadores masculinos. «La película molestará a muchos hombres, porque muchos de ellos han participado en estas situaciones», dice. «No estamos retratando la agresión de forma violenta o exagerada, sino como algo real». Muchas de las mujeres que trabajaron en la película comentaron haber experimentado situaciones similares, lo que demuestra la cuestión que cuenta Walker.
El objetivo fundamental de How To Have Sex es iniciar una conversación, especialmente entre los adolescentes, sobre los recuerdos de esos momentos de euforia y la importancia de las amistades, pero también de esos momentos que a menudo están acompañados de vergüenza y silencio.
Molly Manning Walker quiere que la gente se abra a sus amigos: ya se trate sobre la violencia sexual, la agresión, el abuso o la coacción, que estas experiencias tan difíciles se traten con un nuevo tipo de comprensión.
«Que esas conversaciones nos ayuden a reaprender cómo tener relaciones sexuales, enfatizando y explorando el placer femenino y asegurándonos de que el sexo es para ambas personas involucradas. El consentimiento es lo mínimo que hay que esperar».
GALERÍA DE FOTOS
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