|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Tres adolescentes británicas, Tara, Skye y Em, que acaban de terminar el curso escolar, se van de vacaciones, mientras esperan sus notas, para ingresar en la universidad, pero entre tanto tratan de conocer lo ritos de iniciación, como beber, ir de discotecas, cómo tener sexo, en lo que se plantean para disfrutar del mejor verano de sus vidas, que así se lo plantean.
Una de ellas es virgen y trata de ver cómo perder su virginidad.
La película no tiene los tópicos de las de este género sobre la llegada de las chicas a la edad adulta, pero la verdad es que este film, prácticamente, no tiene un argumento, todo se reduce a ir las chicas de fiesta en fiesta y de pillar una borrachera tras otra, en los días que dura su relación con los chicos que viven en el mismo hotel con los que se juntan para pasarlo lo mejor posible en las discotecas.
Se trata de la ópera prima de la directora británica, londinense por más señas, Molly Manning Walker, que tras graduarse en la rama de fotografía y trabajar un tiempo en lo suyo, decidió pasarse a la realización de su primer largometraje y en este primero que realiza nos ofrece una visión del sexo que tienen generalmente las adolescentes, algo descarnada de la realidad de ideas confusas debido al alcohol y el consentimiento sexual.
Al escribir el guion ha recordado algunas experiencias personales y de otras chicas, que ha tratado de plasmar con las actrices que protagonizan esta historia.
Es un film sobre la llegada a la mayoría de edad.
Un drama británico adolescente, con un tema intrascendente, que deja las emociones sin resolver, con una perspectiva realista.
Muestra la alegría y el dolor de la juventud, de noches de borracheras y juergas interminables.
Un tema espinoso de complejidad moral, con la primera experiencia de una chica ante el sexo con el sabor de la resaca.
La cinta hace una foto de esta juventud sin los conocimientos necesarios para afrontar la madurez, mostrada con un cierto realismo.
Una película de mayores hecha para mayores con un drama muy realista, en el que salvo las tres chicas, los demás actores no están muy bien definidos, siendo algunos de ellos unos personajes ciertamente descerebrados en sus comportamientos.
Le cuesta llevar bien el ritmo de la narración a tono con la música, y está falta de sensibilidad ante el problema que plantea, entre otras cosas, la primera experiencia en el sexo.
Tara finge que lo pasó bien, pero tiene miedo.
Premios del cine británico independiente a Mia McKenna-Bruce,, Shaun Thomas y al casting. Premio Una cierta mirada en el Festival de Cannes.Premio Fipresci en los Premios del cine europeo. Premio en el Festival de Hamburgo. Dos premios de los críticos de Londres al mejor film del año. Premio a Molly Manning Walker como mejor debut en la dirección y Bronze Horse en el Festival de Estocolmo. Premio del jurado y mejor director en Valladolid. Premio mejor film en el Festival de Atenas.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
PREMIERE