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NOTAS DE LA PRODUCTORA...
   ¿Qué sucedería si mezcláramos las bases de “Pa negre”, la anterior película de Agustí Villaronga, con “El tercer hombre” de Carol Reed, “Johnny Guitar” de Nicholas Ray y “Perdición” de Billy Wilder? Puede resultar difícil imaginar un cocktail semejante, pero, probablemente, nos hallaríamos ante una película muy cercana a lo que pretende ser “Incierta gloria”. Porque, a pesar de suceder durante la guerra civil, no se trata de una película bélica y mucho menos de “una película más sobre nuestra guerra”. Por el contrario, es un drama romántico con toques de película de espías, cierto aroma de western y una pizca de cine negro.
  La guerra es fondo y causa de gran parte de lo que sucede en ella, pero son las pasiones, amores, traiciones y deseos de venganza de cuatro seres humanos los que mueven el molino de una historia llena de claroscuros, en la que resulta muy difícil diferenciar a las víctimas de los verdugos.
  “Incierta gloria” según opinión unánime de la crítica, es la novela sobre la Guerra Civil por excelencia de los cincuenta y de todos los tiempos y, por supuesto, la más cinematográfica, traducida a 20 idiomas. Se compara a Joan Sales con Dostoievski, Bernanos y Graham Greene. Por la categoría y complejidad psicológica de sus personajes, por la profundidad filosófica, espiritual y vital de sus diálogos, por la espectacularidad de sus paisajes y por la grandeza poética de todo el conjunto, siempre transportable a metáfora visual. Por eso, creo sinceramente, que sólo Villaronga está a la altura de gestionar con sensibilidad e inteligencia toda esta complejidad para hacer una película de un enorme atractivo para el público amplio, y una vez más, para acontecer internacional. Massa d’Or, con la confianza y la seguridad que nos da haber compartido tres películas y haber aprendido y madurado juntos, pondrá, como siempre, el resto.

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