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NOTAS DEL DIRECTOR...
Los buenos vínculos entre las personas, sea una amistad, una pareja o una relación familiar, se dan cuando uno puede proveerle al otro lo que el otro necesita y viceversa. Esto es lo que sucede de manera extraordinaria entre Felipe y Tito. Dos hombres que pertenecen a mundos completamente opuestos, pero que sin embargo uno y otro completan la falta que el otro tiene, apelando a un enorme sentido humano. Sin querer, casi de manera imprevisible y sorprendente, nace una amistad singular. Una de esas amistades envidiables en la que las firmas, los mandatos de la cultura y los prejuicios quedan inexorablemente de lado. Esta es una historia tan maravillosa y sensible como real, Felipe y Tito existen, lo que nos recuerda que algo así, tan precioso, es posible. Yo me intereso por este tipo de humanidad, yo hago este cine. Un cine que puede ser un espejo para que el que logre mirarse, pueda pensar y reflexionar.
LUGARES DESTACADOS DE FILMACIÓN...
El Palacio Bencich, de la ciudad de Buenos Aires, dio el marco ideal para rodar una gran cantidad de escenas de la película. Esta extraordinaria mansión afrancesada, la casa de Felipe -el personaje protagonizado por Oscar Martínez- remarca la distinción de su dueño, que se mueve con naturalidad por sus salones de altos techos y su jardín de invierno.
La entrada a la aristocrática casa de Felipe, así como el patio, se rodó en el Palacio Basabilbaso, emblemático por su arquitectura señorial, con un camino de carruajes y un majestuoso portón de hierro.
En la fiesta de cumpleaños de Felipe, que transcurre en su mansión, con alrededor de 100 invitados, actúa amenizando la reunión un cuarteto de cuerdas, y en el concierto en el que asisten luego, se contó con la actuación de la prestigiosa cantante lírica Carolina Gómez.
Otra escena importante del film, transcurre en un hangar de aeropuerto, desde donde Felipe y Tito salen para realizar un paseo en avión en un impresionante Learjet DG60.
Las playas de Cariló también aparecen en la película, allí se rodaron las escenas en las que Felipe puede volver a cabalgar, con la presencia de caballos entrenados para carreras de endurance, es decir para correr maratones de más de 80 kilómetros.
Finalmente, se cortó la Avenida del Libertador para la realización de las escenas de la persecución a gran velocidad del coche de Felipe, que conduce Tito. Se usaron para ello coches de alta gama conducidos por pilotos reconocidos como José Luis Di Palma, Stefano Di Palma, Christian Rubinet, Nicolás Petroli, Maximiliano Milone y Quique Gómez.