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SINOPSIS
5300 años atrás un clan neolítico se establece cerca de un arroyo, siendo el líder del clan el guardián del santuario sagrado del grupo. Mientras éste se encuentra un día cazando la tribu es brutalmente asesinada. Ahora cegado por el odio solo busca venganza sobre quienes han cometido tal barbarie...
INTÉRPRETES
JÜRGEN VOGEL, ANDRÉ HENNICKE, SUSANNE WUEST, SABIN TAMBREA, MARTIN AUGUSTIN SCHNEIDER, VIOLETTA SCHURAWLOW, ANNA F., AXEL STEIN, PAULA RENZLER, FRANCO NERO, NORA PIDER, ANN-BIRGIT HÖLLER, HENRY BUCHMANN, KONRAD HOCHGRUBER
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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
Hasta ahora, nadie había presentado una película sobre Ötzi, el hombre del hielo, a pesar de que la momia de la Edad de Piedra ha despertado el interés de la gente y los medios de comunicación. ¿Creías que era el momento de contar la historia de esta figura legendaria en una película antes de que lo hiciera otra persona? ¿Por qué nadie había hecho una película sobre este personaje hasta ahora?...
Cuando empezamos a meternos en materia, fue una sorpresa para nosotros ver que éramos los primeros en hacer esto. Estoy seguro de que si Ötzi se hubiera descubierto en las Montañas Rocosas, en Estados Unidos ya se hubiera hecho unas cuantas películas sobre él, con algunos cambios, por supuesto. Estuve buscando durante mucho tiempo algún personaje mítico de nuestra cultura que me sirviera de base para una historia arcaica, el drama de un hombre, por así decirlo. Ötzi simplemente llegó a mí y fue un regalo que acepté encantado.
Grabar una película en la montaña conlleva muchos riesgos, sobre todo si le añades la innegable presión de tener una fecha límite...
Tuvimos mucha suerte. Las peores tormentas cayeron el fin de semana, cuando nosotros no teníamos que grabar. Y el día antes de empezar la grabación, nevó todo lo que necesitábamos para las escenas de nieve. El tiempo estaba de nuestro lado. Corrimos un gran riesgo, pero no teníamos otra opción. Al fin y al cabo, la naturaleza es impredecible.
Además, el cámara Jakub Bejnarowicz y yo queríamos crear un concepto visual muy complicado con coreografías sin cortes muy arriesgadas. Durante la mayor parte del día, ensayábamos las secuencias para coordinar a los actores, los cámaras y el equipo técnico y ya al anochecer grabábamos de verdad. Nos la jugamos bastante, porque grabar tres minutos en una sola toma al anochecer no es un reto fácil. Todo el equipo entendió a la perfección que solo teníamos dos oportunidades antes de que anocheciera del todo. Tuvimos mucha presión, pero al final todo salió perfecto.
¿Cómo te preparaste para la montaña y cómo conectaste con el entorno?...
Jakub y yo estuvimos más o menos un año buscando la ubicación perfecta en la zona sur del Tirol. Nos dimos cuenta de que, junto a Jürgen Vogel, la naturaleza sería la segunda protagonista. Ante este paisaje monumental, te sientes pequeño. Cuando estás arriba del todo de alguno de los picos, por un lado, te sientes encerrado, pero por otro lado te sientes majestuoso. Pero creo que en la época de Ötzi, las personas tenían una relación con la naturaleza muy diferente a la que tenemos hoy en día. Para nosotros, la naturaleza es básicamente algo positivo, un lugar donde refugiarse, que contrasta con nuestra vida en la civilización. En mi opinión, en aquel tiempo, la gente debía de ver la naturaleza como algo hostil, algo que debía dominar. Y eso fue lo que buscamos. No pretendíamos encontrar el paisaje perfecto, queríamos un entorno hostil que al mirarlo no fuera placentero. La indiferencia de la naturaleza en contraste con nuestro determinado protagonista, de eso trata.
Jürgen Vogel fue el candidato ideal para el papel protagonista. ¿Qué hizo destacar a este actor para que dijeseis: «este es Ötzi»?...
Buscamos un actor que fuera físicamente verosímil en este entorno natural. Creo que Jürgen es uno de los pocos actores que realmente pueden correr delante de una cámara, por ejemplo, de una manera que resulte convincente no solo a nivel de interpretación. Todo lo que hace, lo hace de una forma muy natural. Nunca vimos una interpretación marcada entre el personaje y el espectador, veíamos al personaje. Además, Jürgen irradia una especie de calidez natural que fue muy determinante para este papel.
Acompañamos a nuestro protagonista por lugares muy oscuros, pero en el proceso siempre permanece el humano. Por todo esto, Jürgen era el candidato perfecto. Además, enseguida se vio en el papel. Le enviamos el guion un viernes y el sábado me llamó y aceptó en el momento.
¿Cuánto protagonismo tienen en el guion los hallazgos de las investigaciones?...
Me leí unos cuantos libros sobre las últimas investigaciones que se habían hecho de Ötzi. Y los conocimientos científicos que teníamos sobre este primer caso de asesinato sin resolver de la historia fueron una guía que me mostró el camino para contar la historia de los últimos días de este personaje. Al mismo tiempo, me dio mucha libertad en los aspectos ficticios que podía mezclar, de una manera lógica y natural, con los hechos históricos que conocemos sobre él. Mi idea era contar la historia de Ötzi como podría haber ocurrido en realidad. Además, fue muy bonito tener, en este aspecto, el apoyo de la comunidad de investigadores. Cuando ya habíamos empezado a grabar, un perfilador hizo una reconstrucción del asesinato y su versión de los hechos se acercó mucho a la que contamos en la película.
Durante la película no se habla mucho, solo se oyen algunas palabras y gritos. Un importante lingüista os ayudó a crear este lenguaje. ¿Cuál es el papel de este lenguaje en la película?...
Escribí la historia de una manera que el lenguaje no tuviera una función dramatúrgica en el sentido clásico. La trama no avanza por el diálogo, pero sí que es verdad que hay situaciones en las que los personajes se comunican entre ellos.
Necesitábamos un lenguaje para cuando se saludaban o se despedían y para los rituales. El problema es que nadie sabe a ciencia cierta cómo hablaban en aquel tiempo. El lingüista Chasper Pult desarrolló las palabras y frases necesarias, basándose en la idea de que hace 5000 años, en la región de los Alpes, se podía hablar una especie de lengua rética.
Igual que ahora, por aquel entonces existían discrepancias entre las personas. ¿Qué significado tiene la violencia en esta película?...
Para mí, era muy importante que la violencia fuera directa, cara a cara, en contraste con cómo hoy en día, con solo apretar un botón, un dron puede hacer ese trabajo con una precisión letal a miles de kilómetros de distancia. No usamos la violencia como un mero entretenimiento, ni de una forma exagerada que rozara la comicidad, como ocurre a menudo. Intentamos mostrar cómo aparece la violencia, qué causa en la víctima y, particularmente, qué causa en el perpetrador.
DATOS SOBRE ÖTZI, EL HOMBRE DEL HIELO...
El 19 de septiembre de 1991, a más de 3000 metros de altura sobre el nivel del mar, en los Alpes de Ötztal, cerca de Tisenjoch, una pareja de alpinistas descubrió un cuerpo preservado en el hielo. Era Ötzi, el hombre de la Edad de Piedra, que estaba en perfecto estado de conservación con todos sus ropajes y su equipamiento. Hoy en día, la momia más antigua del mundo se encuentra a menos 6 grados centígrados en una cámara frigorífica en el Museo Arqueológico del Tirol del Sur, en Bolzano. Cada dos meses la sacan y la rocían con agua esterilizada para prevenir su descomposición.
Cada año, unas 250.000 personas visitan el museo para observar a la momia más antigua del mundo a través de una pequeña ventana. Para todos ellos, es tanto una ventana a la época neolítica como un espejo en el que vemos reflejadas nuestras raíces. Según algunos estudios, Ötzi es un europeo representativo de la edad más temprana y eso es lo que le hace tan valioso para la ciencia. Esta momia tan bien conservada sirve como modelo para los investigadores, quienes la usan para establecer métodos científicos y aplicarlos con otras momias y restos arqueológicos. Ötzi ha sido examinado con los métodos de análisis más modernos, hasta llegar a su estructura celular y su ADN. Basándose en el análisis del polen y del estómago, los investigadores fueron capaces de averiguar dónde estuvo el hombre de la Edad de Piedra antes de morir.
Pesaba unos 50 kg, medía 1,6 metros de alto y tenía alrededor de 45 años. Tenía el cuerpo lleno de tatuajes. Lo último que comió fue carne de ciervo seca, carne de cabra montesa y cereal. Llevaba consigo un hacha de cobre, un arco, una flecha y un cuchillo. Sus ropajes estaban hechos de lana de oveja, piel de cabra y piel de oso. Se ha demostrado que tuvo una pelea antes de morir, ya que se encontraron marcas en sus herramientas y tenía un corte en la mano. En 2001, un radiólogo encontró una punta de flecha clavada en su hombro izquierdo, la cual le había perforado la arteria subclavia, lo que probaba que le habían atacado por la espalda. Algunos expertos en medicina también descubrieron lesiones en la cabeza. Además, los escáneres TAC realizados en el hospital de Bolzano revelaron una arterioesclerosis grave en diferentes arterias. Esto implicaría que Ötzi no estaba en muy buen estado de salud. Los investigadores están seguros de que el hombre del hielo viajó del sur al norte, gracias a los restos de polen de carpe lupulino que había en sus intestinos. Este árbol solo crece en la zona sur de los Alpes. Aun así, Ötzi sigue siendo un misterio. Gracias a los métodos más modernos, los científicos descubren continuamente nuevas pruebas que refutan las suposiciones anteriores. Pero hay algo que es seguro: Ötzi fue atacado durante su viaje, le lanzaron una flecha por la espalda desde cierta distancia. Un perfilador del Departamento de Policía de Múnich ha estado investigando el móvil y cómo se sucedieron los hechos con los métodos más recientes de análisis criminológico.
GALERÍA DE FOTOS
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