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CRITICA
Por: PACO CASADO
Esta película recrea los últimos días de lo que pudo haber sido la vida del hombre de las nieves europeo, que vivió hace más de 5300 años y murió violentamente, según han desvelado sus restos momificados encontrados por un matrimonio alemán en los Apes de Ötztal el 19 de septiembre de 1991, que actualmente se conserva en el Museo arqueológico del Tirol.
Más de un año después de investigar a esta momia rodeado de científicos y arqueólogos, el director alemán Felix Randau escribió el guion para hacer este film que ha resultado ser una reflexión sobre la violencia, el miedo y el egocentrismo masculino de los hombres del neolítico.
Cuenta la historia ficticia de Kelab, jefe de un poblado neolítico situado cernano a un arroyo, que un día cuando se va de caza para alimentar a los suyos, su campamento es atacado por varios hombres y asesinan a los componentes del mismo, entre ellos a los mimebros de su familia, la mujer y su hijo, quedando vivo unicamente un bebé de pocos días que recoge Kelab y se lo lleva consigo cuando va en busca de los asesinos para satisfacer su sed de venganza, mientras mantiene vivo al niño, lo que se convierte en toda una auténtica odisea, teniendo que luchar además por la supervivencia del bebé y contra los inconvenientes de la naturaleza.
Es el primer asesinato conocido de la historia de la humanidad, según nos revela la momia más antigua que se conserva en Europa, que se cuenta en este thriller de carácter prehistórico.
La premisa de la que parte es esa momia que es real de hace varios siglos atrás y lo que hace aquí el director germano es contar o imaginar cómo puso suceder o fue su vida hasta el mismo momento de su muerte.
La momia fue encontrada por unos excurionistas que pensaban que se trataba la de algun excursionista que habia muerto de frío, dado el buen estado de conservación en que se hallaba, pero realmente resultó ser el testimonio de un asesinato, debido posiblemente a un auténtico ajuste de cuentas.
La cinta apenas tiene diálogos y los pocos que posee son incomprensibles ya que se asemejan a bramidos en un idioma descoocido, ideado por un filólogo que lo ha inventado para la película, tratando de parecerse a lo que pudiera haber sido así coómo se comunicaban las personas en aquella época.
Además nos suministra datos de algunas de sus costumbres los ritos religiosos, las formas de defenderse de los enemigos para preservar el territorio o el culto a los fallecidos.
El quien tiene una historia mínima, elemental, rodada en unos bellos paisajes con una brevísima intervención de Franco Nero como actor más famoso o conocido del reparto, pero está realmente irreconocible.
La narración de este tercer largometraje de Felix Randau, primero suyo que podemos ver en nuestros cines, se sigue con interés, además de con curiosidad, con una más que aceptable puesta en imágenes.
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