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¿QUIÉN FUE JOSEP BARTOLI?...
Nacido en 1910 en Barcelona, Josep Bartolí i Guiu fue un dibujante y caricaturista de prensa de gran relevancia en el siglo XX. Militante del Partido Comunista de Catalunya, fue un firme defensor de la II República, que defendió con sus lápices y también con las armas.
Empezó a trabajar como dibujante de prensa a muy temprana edad, publicando sus viñetas en distintos diarios y revistas catalanas como La Veu de Catalunya, Papitu, L’Esquella de la Torratxa, La Ciutat y L’Opinió. En 1936 fundó el Sindicato de Dibujantes de Catalunya, y durante la Guerra Civil se convirtió en comisario político del POUM (Partido de los trabajadores de Unificación Marxista).
Tras el colapso de la República el 14 de febrero del 39, Bartolí se exilió en Francia. En dos años pasó por siete campos de concentración distintos, incluyendo Lamanère, Rivesaltes, Saint-Cyprien, Agde y Perpignan, donde contrajo el tifus. Con la ayuda de un capitán del ejército francés (al que obsequió como agradecimiento con diversos dibujos) logró escapar de Perpignan. Fue de nuevo detenido en Burdeos, cuando se disponía a coger un barco rumbo a Sudamérica, y trasladado al campo de concentración de Bram, donde empezó a dibujar, en secreto, en un cuaderno. Allí coincidió con su hermano Salvador, que trabajaba de panadero.
Huyó de nuevo de Bram pero fue detenido en Vichy por la Gestapo, y enviado a Dachau, rumbo a una muerte segura. Milagrosamente, logró saltar del tren que le conducía al campo de exterminio nazi y tras un largo viaje desembarca en 1943 en México, refugio para muchos exiliados españoles. Allí conoce a Diego Ribera y a Frida Kahlo (de quien fue amante) junto a los que vive en primera persona la ebullición de la Revolución Mexicana.
En Estados Unidos se integra en el grupo 10th Street junto a artistas como Pollock, Rothko o De Kooning, y se convierte en primer dibujante de la revista Hollyday. Dibuja además diversos decorados para grandes producciones de Hollywood. En 1973 recibió el premio Mark Rothko de Artes Plásticas. Bartolí falleció el 3 de diciembre de 1995, a los 85 años, en Nueva York.
SOBRE LA PELÍCULA...
El origen de esta película se encuentra en un hallazgo casual. El dibujante Aurel fue invitado a una feria del libro y allí se topó con la ilustración que protagoniza la portada del libro que Georges Bartolí le dedica a su tío Josep, “La retirada: Éxodo y exilio de los republicanos españoles” (editado en España por El Mono Libre). Aparece el dibujo de un republicano español desplomado en sus muletas, mitad hombre, mitad cadáver, de una fuerza singular, recuerda Aurel: Aquello solo podía ser obra de un autor brillante, algo que me fue confirmado en cada página del libro, repleto de ilustraciones políticas ricas en detalles y significado, críticas al poder, al estado, a la religión, a la cobardía de los líderes internacionales...
Aquella obra animó a Aurel a sumergirse en la historia de Josep Bartolí, digerirla y a continuación darle una nueva vida: Entendí que mi lápiz debía rendir homenaje a Josep, pero era obvio que este homenaje tenía que ofrecer algo más, un movimiento, un sonido, una música, una respiración, un ritmo... todo lo que el dibujo no podía ofrecer. Por ello entendí que la animación podía resucitar a Bartolí de la mejor manera posible, explica el director sobre la génesis de su primer largometraje de animación, tras su experiencia previa con el corto “Octobre noir” (2011).
Más allá de relatar la apasionante historia de Josep Bartolí, el director ha logrado también recrear las distintas etapas de su obra como dibujante. Encerrado en los campos de concentración, Bartolí dibujaba a lápiz, sin una pizca de color. Éste se reveló en Ciudad de México, cuando Josep conoció a Frida Kahlo. En sus últimos años de vida, Josep dio vida a objetos y figuras sin línea, conservando únicamente las masas y colores, lo único que podía percibir cuando empezó a perder la vista, recuerda Aurel. Esta progresión está presente también en una película en la que el director pone su universo gráfico al servicio de la historia sin olvidar sus propios sentimientos alrededor de la figura y obra de Bartolí. En pocas palabras, es una película muy personal al servicio de otro dibujante, afirma.
En la película, Bartolí habla con la voz del actor catalán Sergi López, mientras que la cantante ampurdanesa Sílvia Pérez Cruz, autora de la banda sonora, le presta su timbre a Frida Kahlo. Tras su exitoso estreno en Francia (más de 100.000 espectadores en sus dos primeras semanas en cartelera), el film tendrá su premiére española en la Sección Oficial del Festival de Valladolid.