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CRITICA
Por: PACO CASADO
Es la historia, bastante desconocida, de Josep Bartolí, un pintor que nació en Barcelona en 1919 y falleció en Manhattan en 1995, contada a través de esta producción de animación para adultos del director francés Aurel, dibujante del periódico Le Monde, que hace su ópera prima.
Era un dibujante español, republicano, que vivió en el exilio, que sufrió las consecuencias de la dictadura franquista y también de la policía francesa que lo maltrató y casi lo dejó morir de hambre, hasta que logró huir y escapar a México en 1943 y posteriormente se fue a vivir la última etapa de su vida en Estados Unidos.
Fue un hombre que nunca se olvidó de su pasado de supervivencia y de su lucha contra los totalitarismos que fue una historia de miseria, amistad y solidaridad.
La acción se desarrolla en el año 1939, durante la dictadura del general Francisco Franco en España durante la cual cerca de quinientos mil españoles, catalanes por más señas la mayoría, pertenecientes a la ideología republicana, cruzaron la frontera de los Pirineos huyendo del régimen para encontrar refugio en Francia y allí fueron metidos en improvisados campos de trabajo en diversas localidades, en condiciones infrahumanas, donde algunos murieron de hambre y por contraer diversas enfermedades como el tifus o el escorbuto entre otras.
El mal trato de la policía francesa contrasta con la buena acogida por otra parte del ciudadano medio francés.
En uno de ellos fue recluido Josep Bartolí, un notable dibujante y caricaturista, que luchaba contra el régimen franquista, y al otro lado de la alambrada que los separaba vivía Serge, un gendarme de buen corazón, con el que traba una gran amistad.
Ante sus compañeros Serge disimula que se lleva bien con él, pero a escondidas le da una libreta y un lápiz para que dibuje las cosas que ve en el campo de concentración, mientras sueña con encontrar a su compañera María Valdés, que huyó estando embarazada, y con algún día poder conocer a su admirada pintora mexicana Frida Kahlo.
En un momento determinado Serge consigue libera a Josep.
La película, que fue presentada en el Mercado del film del Festival de cine de Cannes, está contada a través del relato que le hace el gendarme Serge a Valentín, su nieto, cuando ya muy mayor y enfermo, está postrado en la cama.
El guion se concentra prácticamente en ese período de la historia de Josep, desde que huye a Francia, hasta que logra llegar a México, momentos en los que se desarrolla esa bonita amista entre Serge y Joseph durante su cautiverio.
El film hace una denuncia del mal comportamiento de la policía francesa durante la Segunda Guerra mundial en esta especie de lección de historia, aprovechando los dibujos de Bartolí que tienen un estilo casi surrealistas, con pocos trazos sobrios, sencillos, sin perfeccionar, con colores apagados casi grises para el pasado que se convierten en más alegres en la etapa mexicana y norteamericana que son utilizados con fluidez, al igual que se hace del uso del color.
Por su parte la música la pone la cantante española Silvia Pérez Cruz que también presta su voz a la pintora mexicana.
Premio al mejor guion y del público en el festival de Atenas. Premio Ribera del Duero en la Seminci. Nominada al mejor fin de animación en los premios del cine europeo.
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