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SINOPSIS
J. Edgar Hoover llegó muy joven a ser el director de la Oficina Federal de Investigación (FBI), cargo en el que estuvo durante casi 50 años. Durante ese tiempo hizo cualquier cosa para proteger a su país. Ejerció su cargo durante tres guerras y los mandatos de ocho presidentes...
INTÉRPRETES
LEONARDO DiCAPRIO, ARMIE HAMMER, NAOMI WATTS, JUDI DENCH, GEOFF PIERSON, CHERYL LAWSON, KAITLYN DEVER, BRADY MATTHEWS, DERMOT MULRONEY, JOSH LUCAS, DENNIS O'HARE, STEPHEN ROOT, LEA THOMPSON, ADAM DRIVER
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J. Edgar Hoover fue un personaje complejo y persuasivo que cautivó a Norteamérica, cuyo legado todavía se respira en los pasillos del edificio del FBI que llevan su nombre. Fue el catalizador de las ciencias forenses actuales y creó un sistema de leyes federales que transformaron el país en muchos sentidos, cambios que hoy en día siguen teniendo gran importancia. Era un hombre temido y venerado a partes iguales, una dicotomía andante cuya vida pública y privada suscitaba muchos rumores, pero, gracias a su eterno secretismo, la cuestión de quién era realmente sigue siendo a día de hoy una mera especulación.
El director, Clint Eastwood, que creció durante su mandato, estaba fascinado por el hecho de poder explorar a Hoover en el largometraje. “Hoover era un poli de primera, o, más bien, un federal de primera”, pero la verdad es que no sabía demasiado sobre él. Siempre fue un hombre destacado (se le veía con actores y escritores famosos en eventos sociales y demás), pero seguía siendo un enigma en muchos aspectos”.
Así que cuando le llegó el guión de ‘J. Edgar’ “Ya tenía curiosidad, especialmente por el enfoque del guionista, Dustin Lance Black, era realmente un estudio sobre el personaje. Me encantó la historia”, comenta Eastwood.
El director tenía muchas ganas de estrenarse trabajando con DiCaprio. “Leo es brillante y le gusta interpretar papeles fuera de lo común que le obliguen a exprimir la imaginación”, añade.
“Este ha sido uno de los personajes más complicados que he visto sobre el papel", comenta DiCaprio a propósito del guión de Black, que abarca toda la vida profesional de Hoover, comenzando con las invasiones bolcheviques en 1919, cuando el comunismo empieza a llegar a territorio norteamericano.
El proyecto llegó a manos de Black por medio del veterano productor Brian Gazer, que ya había trabajado una vez con Eastwood, y estaba deseando repetir: “Quería hacer una película sobre J. Edgar Hoover, no un documental, sino un largometraje de verdad”, apunta. “Me interesaban el poder y la corrupción que J. EDGARhabía en su mundo, mucha de la cual era provocada por él mismo, a pesar de su patriotismo”.
Black y Grazer establecieron una serie de directrices para hacer la película, incluyendo el secuestro de Lindbergh y la creación del FBI.
“Me preguntaba cómo este hombre, que comenzó su carrera con la mejor de las intenciones, continuando con la fundación del FBI y derrotando a algunos de los gánsters más célebres del país, se convirtió en alguien tan paranoico y, según algunas fuentes, diabólico”, explica Grazer.
Después de leer casi todo lo que se había publicado sobre Hoover, Black buscó todos los testimonios de primera mano posibles, de todos aquellos que le habían conocido y aún vivían. Complementó la película con información de otras personas que quizá no conocieron al hombre personalmente, pero vivían en Washington DC durante su período en el FBI, para lograr formar una imagen completa de él, con lo bueno y con lo malo.
Confirmando la teoría de que la historia tiende a repetirse, los cineastas se dieron cuenta de que la que ha escrito Black sobre J. Edgar Hoover es muy actual, a pesar de que murió hace casi 40 años.
“Uno de los aspectos más llamativos del guión es que trata de un tipo que se dedicaba a manipular a los medios, y era realmente bueno haciéndolo”, observa Lorenz.
‘J. Edgar’ comienza a mediados de los años 70, casi al final de su vida y de su mandato como Director del FBI; quiere preservar todo lo que ha construido y empieza a dictar sus memorias, volviendo a sus inicios como veinteañero, cuando empezó a trabajar en lo que entonces era simplemente la Oficina de Investigación
J. Edgar Hoover consagró su vida al servicio público, fundamentalmente anteponiendo cualquier causa que considerara un bien mayor sobre cualquier relación personal que pudiera haber querido tener. Siempre trabajó para conseguir autoridad y la adoración de la sociedad y vio la oportunidad de alcanzar sus objetivos convirtiéndose en una figura suprema de la lucha contra el crimen, en un héroe para la ciudadanía.
“De joven, Hoover era un hombre increíblemente ambicioso”, comenta Leonardo DiCaprio, quien encarna al personaje desde que es un veinteañero hasta que cumple los 77. “Estaba totalmente decidido a triunfar en Washington, principalmente por las expectativas que su madre tenía de él”.
Como no se sabía mucho sobre la vida privada de su personaje, DiCaprio investigó muchísimo para poder recrear a Hoover en pantalla con el mayor realismo posible. “Dar vida a esta persona fue un reto asombroso, porque era un hombre verdaderamente enigmático”, afirma. La confianza era vital para J. Edgar Hoover y, aunque solo otorgó la suya a unos pocos individuos a lo largo de toda su vida, él sabía que esos pocos le eran leales de verdad. Para terminar de retratar por completo a Hoover, para los cineastas era crucial capturar esas relaciones clave que reflejaban yJ. EDGAR revelaban quién era, comenzando por su compañero y amigo Clyde Tolson.
Grazer opina: “Estos dos hombres mantenían una relación jovial y de compañerismo, pero también compartían la soledad y el aislamiento. Los dos eran producto de su época”.
Aunque J. Edgar Hoover vivió toda su vida en Washington, D.C., los cineastas empezaron a explorar otros lugares para la producción, “se nos ocurrió que podríamos rodar casi todo en California”, dice Lorenz. “Solamente había una cosa por la que sabíamos que teníamos que volver seguro a Washington, la Biblioteca del Congreso. La conocía, pero nunca la había visto de cerca. Así que cuando vi que aparecía en el guión e investigué un poco, me di cuenta de por qué Lance Black eligió ese lugar para la escena en que Hoover intenta impresionar a Helen Gandy. Es sencillamente una obra maestra de arquitectura”.
A pesar de que el edificio está abierto al público, el diseñador de producción James J. Murakami tuvo la feliz sorpresa de que permitieron acceder al equipo de producción.
También se permitió a los cineastas acceder al FBI y al Departamento de Justicia, donde se situaba el FBI cuando Hoover trabajaba allí. Lorenz recalca: “El FBI y el Departamento de Justicia se mostraron muy colaboradores y nos ayudaron a ver todo lo que Hoover pudo ver en su día. Probablemente nos hubieran permitido rodar en el despacho de Hoover si no tuviéramos que rodar tantas escenas allí. Les habríamos causado demasiadas molestias utilizando el lugar durante todo el tiempo que necesitábamos. Sin embargo, rodamos desde su balcón para conseguir la perspectiva de las tomas que necesitábamos”.
Para transmitir al público lo que Hoover veía desde su despacho en Pennsylvania Avenue, el supervisor de efectos visuales Michael Owens y su equipo crearon diferentes versiones de la calle en diferentes épocas, incluyendo los desfiles inaugurales de dos presidentes, Franklin D. Roosevelt y Richard Nixon.
“La vista de diferentes épocas llevaron un tiempo de investigación”, cuenta Owens. “Fotografiamos las localizaciones reales y las modificamos. El modelo, la textura y la creación de estos escenarios por ordenador nos permitió hacerlo de forma mucho más sencilla que si tuviéramos que crear un escenario real entero”.
Para repetir los lugares en los que Hoover pasó mucho tiempo de su vida, Murakami y su equipo crearon escenarios prácticos, como un amplio vestíbulo y varios despachos del Departamento de Justicia, en el gran Estudio16 de la Warner Bros. Studios. “El pasillo principal medía 4 metros de ancho, con techos de 5,5 metros y tenía que medir aproximadamente 36 metros de largo para que se pudiera rodar con comodidad”.
Sin embargo, este no era el reto más difícil del diseñador. “El suelo de terrazo en el Departamento de Justicia no se podía recrear sin utilizar materiales reales muy caros, así que al final decidimos hacerlo utilizando un nuevo método digital. Hicimos fotografías del suelo real y después lo plasmamos en tableros DM”.
Murakami tuvo que hacer una amplia investigación para recrear las oficinas en los estudios, ya que se tenían que adaptar a las diferentes épocas que aparecen en la película, que comprenden desde 1919 hasta principios de los 70. El departamento de diseño se centró en los detalles que naturalmente cambiarían con el tiempo, como elJ. EDGAR alumbrado que pasó de incandescente a fluorescente.
“Nos tomamos algunas libertades cuando tuvimos que hacerlo, pero intentamos que todo pareciera y se sintiera lo más auténtico posible”, dice. Algunos de los escenarios creados por el equipo se utilizaron de nuevo con otra capa diferente de pintura, diferente mobiliario, las paredes cambiadas de sitio, etc.
La casa de Hoover, donde vivió toda su vida, era el escenario clave para la producción, puesto que muchas de las escenas más importantes de la película ocurren en su casa. Con respecto a la decoración de las habitaciones, Murakami dice: “Él recogía de todo. Su casa estaba llena de baratijas, incluyendo un montón de estatuas y biombos chinos, además de muchas cosas que llevaban en su familia desde que era niño”.
“Cada escena era algo nuevo, necesitaba un nuevo escenario, una época diferente”, cuenta Lorenz. “Pero si hay alguien que pueda hacerlo, ese es Jim. Él y su equipo, junto con el equipo de Michael Owens, saben realmente cómo juntar todas las piezas del puzle”.
‘J. Edgar’ transcurre en un período de tiempo de más de sesenta años, desde principios del siglo XX hasta 1972, por lo que la diseñadora de vestuario, Deborah Hopper, tuvo que crear trajes que reflejaran estos cambios de época. Leonardo DiCaprio por sí solo ya cuenta con 80 cambios de traje, lo que supone un emocionante reto para Hopper y su equipo.
“Hoover iba siempre impecable”, comenta Hopper. “Incluso aunque no tuviera mucha ropa al principio de su carrera, siempre lucía un aspecto profesional y meticuloso e insistía a sus agentes a que hicieran lo mismo. Tenía una imagen concreta en mente para el FBI”.
El vestuario para un reparto tan grande y una historia que abarca tantos años requería mucha planificación. “Al menos una parte de la historia tiene lugar en cada década del siglo XX, pero retrocede y avanza sin seguir una línea cronológica”, afirma Hopper. “De forma que, además del vestuario del reparto con el estilo adecuado para cada época, sentí que mi trabajo era ayudar al público a saber en qué momento se encuentran en la vida de Hoover”.
Hopper elaboró una gama de colores para que sirvieran como pistas visuales. “Pensé que sería más fácil tener una paleta de colores diferente para Hoover en cada época, empezando con el marrón y tejidos rugosos para los años 20; sombras de grises y azul marino con algunas rayas para los años 30 y tejidos sólidos y suaves en colores gris marino y marrón oscuro para los años 60. En ese sentido, la ropa le ayuda a contar su historia”.
“Grigg, que ha trabajado con el actor durante 15 años, dice que para esta película, DiCaprio tuvo que sufrir todo el proceso de fabricación de la cara de yeso. “No es una experiencia agradable en absoluto, pero para esculpir ese trabajo tan fino y fabricar las piezas que encajen a la perfección, debes tener un molde con la cara de la persona en ese momento. Duncan Jarman hizo un trabajo como escultor excelente que nos permitió hacer el resto”.
El efecto general era quizás mejor de lo que Grigg y su equipo esperaban. Robert Lorenz recuerda caminar por el escenario con Eastwood, pasando por donde estaba DiCaprio maquillado con prótesis para que pareciera viejo, pero todavía vestido con su ropa. “Fue el primer día que rodábamos con él de viejo y Clint todavía no le había visto”, dice el productor. “Giró a la derecha pasando de él. No se dio cuenta de que era Leo”.
Eastwood apreció el esfuerzo que Grigg y su equipo hicieron para el maquillaje de Leo. “Era extraordinario, creo que la creación de su rostro quedó fenomenal. Sientes realmente que estás ante J.Edgar Hoover”.
El director Clint Eastwood dice: “Lo que hace la historia tan interesante y, espero, también la película, es que llegas a conocer a Hoover lo suficientemente bien como para entenderle, entender su amor a su madre, su necesidad de proteger el país, su relación con Tolson y todas las cosas que conforman una vida. Era más que el director del FBI, era un hombre complejo. Espero que podamos introducir al público en su mundo durante un par de horas para que vean la historia a través de sus ojos.
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