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   “¿Qué pasaría si estuvieras atrapado en una casa con tus amigos mientras fuera el mundo se está acabando?”, dice Seth Roger, guionista y director junto a su compañero Evan Goldberg, que responde a esta pregunta en la comedia ‘Juerga Hasta El Fin’.
  “Nos resultaba bastante intrigante. Se han hecho películas sobre dos o tres amigos, pero ¿qué pasaría con un grupo entero de amigos?, ¿cómo interactuarían unos con otros?”, nos comenta Goldberg. Así que la pareja se puso a escribir y dirigir una loca y extravagante comedia acerca del fin del mundo, sin perder el foco de la idea central, seis amigos y la locura que significaría estar atrapados en una casa.
Este film también se convertiría en el debut como directores de Roger y Goldberg, y cómo encontraron la manera de hacer esta aventura de la mejor manera posible, rodeándose de sus mejores amigos. En ‘Juerga Hasta El Fin’, los seis amigos, James Franco, Jonah Hill, Seth Rogen, Jay Baruchel, Danny McBride y Craig Robinson, se encuentran atrapados en una casa mientras llega el fin del mundo. Y no estamos hablando de los pasados maremotos de California, sino del Apocalipsis del fuego y del azufre, tal y como lo relata la Biblia.
  Hacer de ti mismo puede ser un gran reto, incluso para un nominado a un Premio de la Academia®. Tal y como dice Hill, “nunca me he salido más al hacer un papel que haciendo de mí mismo”.
  Se trata de un terreno fértil para la comedia, ya que no hay nada como el Apocalipsis para hacer reír a la gente. “Los chicos están al límite e intentan sobrevivir, pero su amistad empieza a deteriorarse”, comenta el productor James Weaver.
  Antes de ‘Juerga Hasta el Fin’, hubo un adelanto. En 2006, Jason Stone, el compañero de fatigas de Rogen y Goldberg, quiso hacer un corto. Sus amigos, cuyas carreras estaban a punto de verse catapultadas al éxito, estuvieron encantados de participar. “Jason y yo sabíamos que teníamos un gran concepto, pero que debería de desarrollarse en tan sólo en una habitación”, cuenta Goldberg. “¿Cuál es el tema más crucial que puede existir? El fin del mundo. Por eso pensamos hacer una película sobre el Apocalipsis, con Seth y Jay encerrados en una habitación”.
  Después de dos días de rodaje, el proyecto no llegó tan lejos como habíamos esperado. Pero no lo dimos por perdido. “Grabamos durante dos días y no teníamos mucho material, así que Jason lo editó e hizo un corto”, recuerda Rogen. “Nunca pensamos hacer un largometraje. Eso llegó más tarde, cuando lo subimos a internet y la gente empezó a mostrar interés”.
  “Cuando nos sentamos a escribir, no estábamos seguros de poder conseguirles a todos, no porque no les interesara participar, sino porque tuvieran compromisos y podrían no estar disponibles,” comenta Goldberg. Lo suyo era empezar por el reparto ideal, uno que estuviera lo más unido posible. En caso de que alguno no pudiera, lo valorarían después, aunque no se vieron en esa situación. “Nunca pensamos que les conseguiríamos a todos, pero así fue. Es alucinante, ya que puede que sea el grupo de mejores amigos que jamás hayan rodado una película juntos”.
  El hecho de que los actores se conocieran tan bien fue un plus, sin duda, aunque también generó una energía interesante en el set, ya que dos de ellos eran los responsables de dirigir a los actores. Ambos supieron cómo hacer que todo funcionara.
  Parte de la razón de que el rodaje funcionara tan bien fue que Rogen y Goldberg son viejos amigos. “He trabajado con otros directores antes, pero Seth y Evan bien podrían ser hermanos”, añade Trost.
  Aunque ‘Juerga Hasta el Fin’ es una comedia, de eso no hay duda, Rogen y Goldberg buscaron darle una vuelta para que la película se saliera fuera de lo convencional. Después de todo hay un tema claro, el fin del mundo, y eso fue lo que les dio la idea creativa para hacer algo diferente. Así que en vez de darle el aire típico de comedia, fueron en otra dirección.
  “Estábamos muy influenciados por la estética de las películas de terror, de acción y de guerra”, dice Rogen. “Cuando nos dimos cuenta de que la película podía ser divertida, incluso incorporando la gran variedad de escenas que se salían del género habitual, unas oscuras, movidas, otras locas… más nos gustaba la idea de hacerlo así”.
  De hecho, Rogen y Goldberg hicieron un libro de referencias para ayudar a dar con la idea de lo que estaban buscando. Estas influencias estaban más en la línea de los thrillers post-apocalípticos que en las comedias por las que se las conoce.
  Chris Spellman, diseñador de producción, ideó los sets. “Viendo lo que Rogen y Goldberg habían hecho con Jason Stone, las imágenes tenían mucho que contar, llevándote casi al extremo”. Todos quisimos reflejar esa sensación”, comenta Spellman.
   El proceso comenzó con el diseño del set principal: la casa de Franco. “Mostramos a Spellman cientos de fotos de casas que nos gustaban para representar la de Franco. Le dimos una idea aproximada del plano y Spellman le sumó un montón de cosas que ni si quiera nos hubiéramos podido imaginar. Resultó que se parece a una casa que él ya había diseñado y fue de mucha ayuda. ¡Directamente copió esa misma casa!”, comenta Goldberg.
  “Construimos la parte principal para que cupiera toda la parte de acción,” comenta Spellman. “Diseñamos un plano diáfano, no sólo entre el salón, el comedor y la zona de la cocina, sino también con la parte de arriba y de abajo. Hicimos una pasarela descubierta cruzando las escaleras, para ver de manera simultánea la zona superior e inferior”.
  La casa, que según estimaciones de Spellman era de 700 a 900 m2, debería de cumplir otros requisitos del guión. “Necesitábamos un dormitorio principal, con su armario y su baño, una habitación de invitados, una biblioteca, un sótano y una habitación a la que llamamos el mirador, en la que el personaje de Franco pinta”.
  Spellman y su equipo dieron con una ingeniosa solución para el objetivo central: la película tendría que ser rodada en secuencia, algo completamente imposible por los horarios súper ajetreados de los seis actores principales; o encontrar la manera de que la casa pase de ejemplarmente ordenada a extraordinariamente revuelta como si hubiera pasado un terremoto. Y claro, tendría que ser esta última, pero, ¿cómo hacerlo? Logramos que la casa tuviera una enorme grieta resultado del terremoto, y otras más pequeñas repartidas por otras zonas”, añade Spellman. Entonces cortábamos la parte de la grieta de la pared y grabábamos sobre la pared perfecta. Usamos este recurso en tres secciones diferentes de la casa. Sacábamos un panel y poníamos otro, mientras que los pintores retocaban un poco. Teníamos dos sets de paneles y de mobiliario, los que estaban en buen estado y los estropeados”.

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