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SINOPSIS
El marido de una mujer regresa a casa sin apenas vida ya que le han disparado, conteniendo su cuerpo 8 balas. Ahora, ella en compañía de su amante deciden sacar adelante la granja y defenderla del grupo del marido...
INTÉRPRETES
NATALIE PORTMAN, EWAN McGREGOR, RODRIGO SANTORO, NOAH EMMERICH, BOYD HOLBROOK, ALEX MANETTE, TODD STASHWICK, JAMES BURNETT, SAM QUINN, JOEL EDGERTON
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Cuando Duffield comenzó La venganza de Jane en 2011, como posible guión que intentar vender, tenía una idea muy clara del tipo de historia que quería relatar. “Quería escribir sobre una mujer cuya mayor victoria consistiría en plantar cara”. --comenta Duffield. Tras experimentar varios géneros, Duffield optó por el western con una mujer llamada Jane como personaje principal.
Mientras escribía, Duffield vislumbró a Natalie Portman como Jane. “Me gustaba el peligro y la amenaza que el tamaño y el comportamiento de Natalie conferían al film” --sigue Duffield. De tal modo que ni por un segundo dudó en enviar el borrador a Kim Barton y Jon Cohen, ejecutivos creativos de Handsome Charlie Films, sello de Portman. La fisicidad de la actriz no era el único aspecto que hizo que escribiera con ella y su compañía de producción en mente. “Natalie también es una mujer de extraordinario talento.”
Portman fue rápida en ver el potencial de la historia, y se arriesgó con el proyecto. “Me atrajo el uso que Brian hace del western para explorar la creciente consciencia de Jane respecto de su propio poder, que finalmente usa para proteger a la familia”. La relación de Jane y Dan era otro factor que pesó en la decisión de la actriz. Duffield recuerda: “A Natalie le gustaba que la relación entre Jane y Dan se diera en “el lugar y en el momento equivocados”.
El periodo histórico elegido por Duffield era otro atractivo que influyó en la decisión de Portman. “El Oeste era un territorio virgen, por lo que había para las mujeres muchas más oportunidades de ser libres” --percibe la actriz--. “Las mujeres podían sostener trabajos y un rancho, e ir a escuela, y votar por vez primera. Esos derechos primero los tuvo la mujer en el Oeste”. El poder en manos femeninas fue un aspecto esencial para la supervivencia. Para la actriz, la dureza del entorno también significaba que los personajes, tanto hombres como mujeres, tenían que identificarse como una cosa u otra. Tenían que autodefinirse con fuerza para sobrevivir.
Hacia finales de 2011, el guión fue considerado uno de los mejores de la lista negra de los no producidos. Esta distinción contribuyó a que el proyecto avanzara y lograra financiación.
Conocido por su capacidad para adaptar a la pantalla obras literarias, Scott Steindorff y su sello, Scott Pictures, se unió a Portman en la producción. Steindorff describe el guión como “el mejor que haya leído jamás”. También le atrajo el tipo de película que el guión aspiraba a ser. “Es una historia de superación en el marco del western” --apunta Steindorff--. “Jane se halla en una situación insoportable, y debe defender la familia. Nunca antes se narró este tipo de historia”.
CAA negoció el acuerdo y se avino a administrar los derechos a nivel nacional. Terry Dougas, de 1821 Pictures, ejerció como productor, igual que Scott LaStaiti, quienes se situaron al frente; poco después, Zack Schiller y Regency Boies se unieron al equipo productor. LaStaiti comenta: “Me encantó la idea de realizar un western con un personaje femenino como principal protagonista. Y me encantaba la idea de que el papel lo encarnara Natalie Portman”.
A Zack Schiller le agradaba la idea de que la historia “con una mujer fuerte e independiente hablara de lo que ocurre hoy en el mundo”. Mary Regency Boies añade: “La intensidad emocional y la fuerte componente visual hacen que La venganza de Jane sea singular y apasionante”.
El director, Gavin O’Connor, apareció con una visión nueva de la historia. “La primera vez que leí el guión, lo que me interesó fue el triángulo amoroso” --comenta. Incorporó al guionista Anthony Tambakis, quien también se interesó en explorar esa relación amorosa entre Jane, Ham y Dan. “Queríamos un western clásico con una historia de amor trágica como eje principal; algo a un tiempo comercial y artístico” --dice Tambakis.
El clímax de la película confiere un giro nuevo al género wenstern. Tambakis continua: “Bastimos ese marco en que una mujer descubre su propio sentido del yo, su propio coraje; se hace a sí misma. Cuando la cinta llega al final, hay una única mujer en pie, que ha agitado los arquetipos tradicionales del wenstern.”
La historia de La venganza de Jane se enmarca en Nuevo Méjico, pocos años después de la Guerra Civil, por lo que la producción decidió rodar en localizaciones de Santa Fe, y hacer uso de la agreste y abierta belleza de la región que así contribuye al realismo de la historia. La fotografía enfatiza unos paisajes inmensos, magníficos, en tanto el diseño de producción contrasta esa belleza escénica con una autenticidad de corte realista fundamentada en la investigación histórica acerca de las décadas de los sesenta y los setenta del siglo XIX.
El mundo en el que evolucionan esos personajes refleja el duro entorno de la época. “Se trata de un enfoque resuelto de cómo era el viejo Oeste. Esto no es la serie La ley del revólver. Éste es un mundo muy real, muy violento, muy colérico” --precisa Stashwick. Portman se muestra de acuerdo: “Este mundo es muy austero. Ante uno, está ese paisaje increíblemente bello, pero está seco, con tonos desérticos monocromos, a excepción de las puestas de sol, que devienen irresistiblemente bellas”.
Los codiseñadores de producción Tim Grimes y James Oberlander se sumieron en una investigación intensa sobre los sesenta y setenta del siglo XIX con el fin de asegurar la autenticidad de la época. “Nos importaba el realismo” --explica Grimes--. “Queríamos mostrar un Oeste que era una parte ingobernada del país, y que con frecuencia se glamoriza en las películas. Queríamos mostrar el lugar oscuro que en realidad era”. En consecuencia, la apagada paleta de colores del film se basa en tonos de gris, negro y ocre.
La principal localización de la película era la cabaña de Jane y Ham, construida para la película en una zona remota del Rancho San Cristóbal, al sur de la comunidad de Lamy, Nuevo Méjico, a media hora hacia el sur de Santa Fe. “Se trata de un lugar muy virgen. Fuimos los primeros en construir una cabaña allí” --informa el jefe de localizaciones Dennis Muscari. Se eligió esta localización para la cabaña por el risco rocoso a un costado y el arroyo al otro, con amplias vistas a la llanura de Nuevo Méjico. “Necesitábamos algo remoto, de espaldas a un gran escarpe. Nuestra investigación dio con una fotografía y basamos nuestro diseño en esa referencia histórica. Las paredes eran de madera sin pulir, y el suelo alisado” --informa Oberlander. La casa se oscureció para aumentar el aspecto deseado. La mayoría de los edificios eran estructuras de madera, otros, de hojalata oxidada y ajada. “Queríamos que todo fuera sucio y tuviera textura. Vivir en el desierto, con el viento soplando polvo que se metía en las casas, hacía imposible la limpieza. Queríamos una capa de Oeste en cada cosa” --añade Grimes. Y O’Connor precisa: “Se trata de un film realista, y queríamos yuxtaponer la auténtica suciedad y la magnitud de la belleza del lugar”.
'La venganza de Jane' es el fruto de una suma de profesionales internacionales que configuran reparto y equipo técnico, entre los que están los australianos Joel Edgerton y el director de fotografía Mandy Walker; el actor escocés Ewan McGregor: el actor brasileño Rodrigo Santoro; y el instructor dialectal irlandés Gerry Grinnell: todos han aportado nuevas perspectivas al western americano clásico.
Portman añade: “Siempre resulta maravilloso que la gente haga arte en entornos desconocidos. La teoría de Tolstoy habla de que al arte concierne hacer extrañas las cosas; con un australiano y un brasileño trabajando juntos la extrañeza está garantizada, y deviene arte inmediatamente. Por eso Sergio Leone hizo aquellos grandes westerns que resultaban totalmente distintos, una visión no americana del Oeste”.
“La venganza de Jane' se ha revelado un curso intensivo de producción” --comenta Portman sobre su primera experiencia a la producción--. “A menudo parecía que la ley de Murphy se aplicaba sistemáticamente”. En el último día de rodaje, había una gran sensación de logro entre el reparto y el equipo técnico. LaStaiti precisa: “Lo que hace que continúe es la inquebrantable fe y la lealtad de todos: tanto del reparto, como del equipo técnico y de los inversores”.
“Esta película trata de amor y redención, de la larga sombra del pasado, y de hallar coraje” --sugiere Tambakis--. “Trabajamos en el marco establecido del western clásico, y también añadimos un profundo elemento: una historia de amor no correspondido de unos amantes desafortunados que perdieron su oportunidad, lo que hubiera podido ser”.
Mary Regency Boies añade: “La venganza de Jane' es una historia emocionante sobre una mujer que descubre su propia fuerza en circunstancias difíciles. El relato se ve complementado por una fuerte narrativa visual y por personajes emocionalmente ricos que han hecho que este esfuerzo creativo bien valiera las energías vertidas por todos los involucrados”.
Una vez claro que Portman encarnaba a Jane, los realizadores comenzaron a buscar quienes interpretaran los papeles masculinos. Tras un extenso proceso de selección, Joel Edgerton firmó para dar vida a Dan Frost, un antiguo soldado y pistolero; Noah Emmerich se hizo con el papel de marido de Jane, Ham; Rodrigo Santoro se incorporó como Fitchum, un miembro de la banda de Bishop, a quien da vida Ewan McGregor.
Mientras el primer actor se incorporaba a la película, Portman disponía de amplio tiempo para explorar la caracterización de Jane. “Me encantaba ver a esta mujer enfrentándose a tanto y extrayendo de sí misma la fuerza necesaria” --recuerda Portman. Producir La venganza de Jane le pareció una experiencia inapreciable que aportar a su papel. “El proceso de Jane lo fue también el mío” --comenta la actriz--. “Fue una experiencia reveladora paralela acerca de cómo resistir los embates, afrontar tiempos duros y no desfallecer”.
Edgerton opina que Portman ha sido una excelente elección para el personaje, física y mentalmente. “Jane debe ser una mujer en verdad fuerte. En Natalie hay dulzura, pero también se le puede percibir una gran fuerza. Vulnerabilidad y acerado vigor van cogidos de la mano en ella. Esa fuerza va a provenir de dentro, y cuando ello acontece en alguien como Natalie, se hace más interesante”.
Portman ve las mismas cualidades en Edgerton. “La capacidad de Joel para ser a la vez fuerte y vulnerable es exactamente lo que necesitaba para encarnar a Dan” --opina Portman--. “Dan elige lo difícil, y arriesga su propia vida para salvar a Jane y a su familia. Su decisión se explica por el amor hacia esta mujer”.
Joel Edgerton entiende a Dan como el veterano soldado y pistolero al que se le da una segunda oportunidad. “Dan deviene alcohólico porque ha perdido a Jane. Es una historia de amor sobre dos personas que se reencuentran y entienden su pasado. Descubren la verdad bajo circunstancias extremas y regresan al lugar donde estuvieron antes”.
“La ética de trabajo de Joel es asombrosa. Hace algo grande no sólo en cada escena sino en cada toma” --cree LaStaiti--. “Me honra trabajar con él en este momento de su carrera. Hemos sido muy afortunados de poder contar con él para el papel de Dan. Él, Natalie y Noah constituyen la base de esta historia”.
El tercero de este triángulo amoroso, Bill “Ham” Hammond, es el marido de Jane tras haberla rescatado de la banda de Bishop. “Asiste a Ham un profundo concepto de lo moral; es un buen hombre que acaba con un puñado de forajidos” --explica Emmerich. Su relación con Jane le aporta felicidad y sentido a su vida pero también los expone a peligros. “Jane se casa con Ham como modo de salir de su terrible situación” --comenta Portman--. “Lo que se inició como necesidad de protección muta en amor creciente”.
Emmerich añade: “Tenemos este gran triangulo amoroso entre Jane, Ham (mi personaje), y Dan, el de Joel Edgerton. Nunca he visto esto en un western. De tal modo que tenemos la esencia masculina asociada con el género, pero se hace interesante tener una voz femenina en medio de todo esto”.
El ataque a Ham por parte de la banda de Bishop deviene el punto de inflexión en la vida de Jane. “Con el fin de salvar a la familia, Jane ha de dejar de correr y comenzar a luchar” --explica Portman--. “Decide hacerse con el control y, al hacer eso, descubre aspectos de sí misma que siempre había buscado en los hombres de su vida”.
“No es una historia que tenga que acabar bien necesariamente, pero por fin Jane experimenta un auténtico desarrollo, algo que la inspira” --explica Edgerton--. “Cuanto ha sufrido la ha dañado, pero también le provee de algo por qué vivir, y la concienciación de que en realidad no necesita a nadie para seguir adelante”.
“La condición de western de esta película deviene metáfora del amor y de las maneras en que nos herimos unos a otros sin posibilidad de volver atrás” --explica Portman--. “Una vez que haces algo, la relación puede dañarse irreparablemente. Lo devastador en Dan y Jane estriba en que ya es demasiado tarde para ellos”.
Ewan McGregor da vida a John Bishop, la pesadilla de Jane. Aquél describe a éste como “alguien con quien uno no desearía cruzarse. Es capaz de recurrir a su encanto para lograr lo que quiere de modo manipulativo, aunque yo no pienso en el personaje como alguien encantador propiamente dicho”. McGregor no tiene reparo alguno en encarnar al malo de la película. “¿Quién se negaría a participar en un western? ¿Y quién se negaría a ser el malo de ese western? El actor no debe enfocar el personaje en términos de chico malo o chico bueno. Debe hacerlo como ser humano. Así que no lo abordé de modo distinto a como lo haría con cualquier otro papel”.
Portman añade: “Ewan es un actor fenomenal, y creo que nunca antes le habíamos visto realmente dar vida a un tipo malo. Resulta tan cautivador que en verdad puedes ver cómo te seduce para que destruyas tu propia vida, como lo hace con Jane”. Steindorff coincide: “No puedo pensar en nadie más para el papel. Ewan resulta sorprendente, es la mejor opción para encarnar a John. Le asiste el carisma, la energía, y la emoción que el papel necesita”.
