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NOTAS DEL DIRECTOR...
'The wound' (La herida) nace de mi deseo de abordar los estereotipos asociados con gran frecuencia a la masculinidad negra en el cine, tanto en África como en otros lugares. Como hombre blanco, representar la vida de hombres negros marginados, llevar a escena un mundo ajeno a mí, no parecía natural. Es más, fue increíblemente complicado. Me importaba que la historia en sí reflejara esta problemática, por lo que creé el personaje de Kwanda, que es ajeno a este mundo de tradiciones y manifiesta una perspectiva parecida a la mía sobre los derechos humanos y la libertad individual. Sin embargo, él también forma parte intrínseca del problema. Sus ideas preconcebidas ponen en peligro a personas que tienen bastante más que perder que él. Era mi manera de decir: «No tengo las respuestas, y mis propios valores no son aplicables necesariamente a esta situación.» Una película de este tipo no pretende aportar soluciones al infierno que viven millones de homosexuales en el continente africano y en el mundo, pero espero que consiga representar esta crisis como lo que es: un abismo profundo que no deja de crecer.
Contra todo pronóstico, al escribir La herida, me inspiré en Robert Mugabe. Sus declaraciones, así como las declaraciones realizadas por otros jefes de Estado africanos desde inicios de los años noventa, dan a entender que la homosexualidad es un signo de la decadencia occidental que amenaza a la cultura «tradicional». Entonces me dije: «Bien, pongamos en práctica esta idea, imaginemos la homosexualidad como una especie de virus que penetra en un organismo patriarcal y lo pone en peligro, y veamos cómo responde el organismo ante la amenaza.»
ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Qué te llevó a realizar una película sobre un asunto tan sensible?...
Estaba interesado en explorar lo que ocurre cuando un grupo de hombres se reúne y se organiza fuera de la la sociedad y de los códigos de la vida cotidiana. Quería mostrar el intenso intercambio emocional y físico que se origina en estos espacios y como la represión de sentimientos fuertes puede conducir a situaciones de toxicidad y de violencia. Como un extraño a esta cultura, era importante que me acercase a esta historia desde la perspectiva de los personajes, que son forasteros y luchan por cumplir con el status quo del que forman parte.
¿Cómo fue el proceso de escritura de The Wound?...
Empezamos con un montón de investigación. Pasé un tiempo en Cabo Oriental, que es donde, principalmente, se practica esta ceremonia. Hemos escuchado muchos testimonios y conversaciones con hombres Xhosa que habían pasado por el ritual. Hombres homosexuales, hombres heterosexuales, poco urbanos y prósperos, otros de zonas rurales remotas. Estos relatos despertaron nuestras primeras ideas acerca de la narrativa. La investigación del ritual despertó sentimientos contradictorios en mi. Por un lado, escuché historias acerca de cómo puede ser un caldo de cultivo para comportamientos homófobos e hiper masculinos. Por otro, llegué a conocer de primera mano el efecto transformador que tenía en algunos hombres. En un mundo donde se sufre la ausencia de la figura paterna, hay algo profundo en un ritual que muestra a un niño su lugar en el mundo de los hombres.
Como director blanco, ¿cómo afrontas el retrato de personajes con realidades tan diferentes de la tuya?...
He tratado de evitar en lo posible mis propias ideas preconcebidas. Como la mayor parte del público de clase media que va a ver la película, me resultaría fácil ver a Xolani y decir, aquí hay un personaje homosexual que se reprime y merece ser emancipado de su opresiva comunidad y expresarse como individuo. Al perfilar al personaje me resistí a ese tipo de conclusiones y traté, en su lugar, de presentar su problema como lo que es, un conflicto grande y difícil, sin respuestas obvias. El personaje de Kwanda se acerca más a la expresión de esos valores, pero él es también el origen del problema. Sus preconcepciones ponen en peligro y generan una crisis en otras personas que tienen mucho más que perder. Esa fue mi manera de decir: “No tengo las respuestas y mis propios valores no pueden aplicarse necesariamente aquí”.
Dada la controversia del ritual en Sudáfrica, ¿Cómo crees que será recibida en tu país?...
El Ukwaluka es un ritual tabú y representarlo de la manera en que lo hacemos es polémico. Sabíamos desde el principio que podría provocar reacciones fuertes de los tradicionalistas. Pero también había mucho ánimo de una generación más joven de Xhosa que parece ansiosa por romper el silencio alrededor de una iniciación que se teme puede perpetuar algunos de los peligros que lleva asociados. Es una práctica amplia y matizada. Hay mucho que decir sobre el ritual, pero no es mi Son asuntos que que se deben abordar desde dentro de la cultura. Que podría provocar algo de eso. Quizás, un niño Xhosa gay pueda ver un día mi película es inspirarse para contar su propia historia.
Háblenos de Nakhane Touré, que interpreta a Xolani...
Nakhane es cantante. Lo conocí hace cerca de dos años, y enseguida me conquistó. Comencé a escribir el papel principal pensando en él, sin comunicárselo. Aunque él no tenía experiencia como actor, estaba seguro de que su presencia en la pantalla sería hipnótica. NaKhane es un artista de los pies a la cabeza; es audaz y posee múltiples talentos. Pronto comprendió que debía salir de su zona de confort para obtener un resultado interesante. Lo hizo de manera instintiva, sin oponerse ni ofrecer resistencia; se mostró con sinceridad y ofreció su vulnerabilidad a la cámara. No se encuentra un actor como él todos los días. Y al igual que Bongile Mantsai, hablaba xhosa y había practicado el ritual.