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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Cómo te involucraste en este proyecto?...
El productor Nicolas Duval me envió el guion. Disfrutamos trabajando juntos y pensó en mí para este proyecto. Me gustó el guion. Entonces me presentó a los otros productores, Guillaume Colbod y Guillaume Lemans, quien también coescribió el guion, y hablamos sobre cómo podíamos hacer la película. Les debió de gustar lo que dije porque después de esa reunión me eligieron como director.
¿Qué es lo que te gustó del guion?...
He querido hacer una película de género desde el lanzamiento de mi primera película 'White Skin', que fue una película de terror y suspense. Este proyecto me intrigó de inmediato. Luego estaba la enfermedad que tiene la hija de la pareja, el hecho de que la niña esté atrapada en esa capsula de filtración de aire. Pensé que era original y que estaba lleno de posibilidades. Además, la búsqueda de la pareja era simple y eficiente. Era un guion bastante único y me gusta cuando leo un guion y no tengo la sensación de que ya lo he leído antes.
Me afecto de esta manera cuando lo leí.
¿Cómo personalizaste la historia? ¿Había algo que querías cambiar?...
Sobretodo quería enfatizar lo que hace a los dos personajes principales diferentes. Quise resaltar el hecho de que Mathieu y Anna son geniales y buenos padres, pero ellos no viven la vida de la misma manera. Una persona optimista e instintiva frente a una realista y lógica con una mente científica. En cuanto a la estructura y suspense de la película, apenas toqué nada de eso.
Principalmente me centré en los personajes, quiénes son, por qué rompieron, y cómo esta historia los junta. Volvimos a dar una vuelta a todo esto cuando subí a bordo del proyecto.
¿Cómo lograste crear esta inmediata empatía con los personajes?...
¡Creo que los actores hicieron la mayor parte del trabajo! ¡Romain y Olga son entrañables! Además, sus personajes están tan comprometidos con hacer que su hija enferma tenga una buena vida que se conecta con ellos desde el principio.
¿Podemos categorizar esta película como una película “urbana de supervivencia”? ¿Cómo fue tu enfoque para jugar con las convenciones de este género?...
No analicé las convenciones de ningún género en particular. Siempre me centro en preguntarme a mí mismo qué es por lo que está pasando el personaje, qué siente y qué dilemas tiene, y buscar la mejor manera de que el espectador lo experimente. Así es como elijo el enfoque estético de cada película, así como el estilo de dirección y el tono.
¿Ser canadiense ayudó a eliminar el estrés de hacer una película distópica de catástrofes, totalmente inusual en el cine francés?...
No ser francés tuvo el efecto de que no me tuve que preguntar a mi mismo si la película encajaba en la historia del cine francés. Cuando hice mi primera película, la gente decía “no hay muchas películas de terror en la historia del cine de Quebec”. Pero nunca pienso de esta manera. Simplemente me pregunto a mi mismo cómo puedo hacer que una película funcione, cómo puedo llevar al espectador a una intrigante, interesante y original aventura.
El edificio donde vive la familia es a la vez un refugio y una trampa. ¿Cómo hiciste esto visualmente? ¿Utilizaste un estudio para grabar interiores de los apartamentos, edificios y escaleras?...
Quería que sobretodo pareciera un típico apartamento parisino, para que los espectadores parisinos al ver la película sintieran que les podía pasar a ellos, como si estuviera pasando a la vuelta de la esquina.
Nuestro diseñador de producción, Arno Roth, construyó escenarios para el apartamento de Anna, la pareja de jubilados y el Sr. Belkacem, el vecino de abajo, para facilitar el trabajo con el humo y hacer un diseño funcional de los apartamentos. Grabamos las escaleras en una localización y los exteriores en otro sitio, en una calle que nos gustaba por su típica arquitectura parisina. El apartamento fue construido desde piezas separadas que se juntaron, ¡como un rompecabezas!
¿Cómo creaste la sensación de claustrofobia que puede sentirse constantemente?...
En realidad no sabíamos cómo iba a hacer sentir, cómo todo ese humo iba a afectar al espectador. Sabíamos que sería un poco especial. Hicimos todo lo que pudimos para crear una atmósfera tan sofocante como fuera posible.
Trabajamos mucho en la densidad y el color del humo, para intensificar la sensación de que el humo es tóxico, y descubrimos al principio de las pruebas que hicimos, que dependiendo de los colores, si era amarillo, azul o blanco, todos tenían un efecto psicológico muy diferente para el espectador.
Cuéntame sobre los actores. ¿Qué te llevo a elegir a Romain Duris y Olga Kurylenko?...
¡Grabar una película en Francia con Romain es un sueño para un director de Québec! Romain es extraordinario. Es tan carismático, no pude esperar a verlo en su papel, que es mucho más físico de lo que estamos acostumbrados a verlo en sus películas. En realidad quedé muy sorprendido con lo bueno que era en las escenas de acción, ¡es muy talentoso! Fue a la primera persona a la que le ofrecimos el papel. En cuanto al papel de Anna, cuando descubrí que Olga podía actuar en francés, me enamoré de la idea. La encuentro muy fotogénica. Es una verdadera “estrella de cine” en el sentido clásico de la palabra. A menudo pensaba que no la veíamos suficiente en este papel de mujer fuerte, brillante y capaz, por lo que me pregunté: esta puede ser la oportunidad de trabajar con ella y crear un personaje profundo. Es fantástica.
Muy profesional y apasionada por su trabajo. Me encantó trabajar con ella.