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NOTAS DE LA DIRECTORA...
La profesora de parvulario es un thriller psicológico sobre una mujer, Lisa Spinelli, que vive una vida mundana en Staten Island y enseña en una escuela local. Lisa asiste a clases nocturnas de poesía y, aun siendo consciente de su mediocridad, disfruta de la motivación para la búsqueda de la inspiración artística. Un día descubre que un niño de su clase tiene un prodigioso don para la poesía y, a partir de ese momento, hace todo lo que está a su alcance para apoyar y cultivar su talento hasta llegar a extremos peligrosos para entregar este arte al mundo.
Esta película es un proyecto emocionante para mí porque es la historia de una mujer. Me ha brindado la oportunidad de profundizar en la fascinante psicología de Lisa: explorar su funcionamiento interno, sus buenas intenciones y su deseo de vivir una vida más significativa. La historia también proporciona lo que creo que es un papel principal, complejo y lleno de matices, para una mujer de más de 40 años, una rareza tanto en Hollywood como en la industria cinematográfica independiente. Finalmente, ha sido una oportunidad única para discutir qué papel, si es que tiene alguno, tiene la poesía en la vida estadounidense moderna. ¿Hay espacio para la belleza, el significado y la expresión humana en la sociedad actual y en un mundo de smartphones, videojuegos y guerras remotas en el extranjero? Es una pregunta vital, y creo que vale la pena enfrentarla a las audiencias estadounidenses e internacionales.
La profesora de parvulario trata sobre el deseo insatisfecho de ser poeta, sobre el prodigio, sobre la mediocridad, sobre esforzarse por ver el mundo desde nuevos enfoques, sobre la búsqueda de la belleza en lugares poco comunes. Y espero que surjan preguntas interesantes sobre la autoría, sobre quién decide qué es el arte y sobre quién puede elogiar a quién.
El poeta Carl Sandburg escribió que "la poesía es el diario de un animal marino que vive en tierra, queriendo volar en el aire". Algo sobre esa representación de la poesía me recuerda mucho a Lisa. Es una mujer de mediana edad que despierta gracias al arte por primera vez. En muchos sentidos, es una criatura desplazada que quiere volar, quiere ser una mejor versión de sí misma y quiere sentirse más viva. Cuando Lisa no puede cumplir sus propias ambiciones artísticas, decide que lo hará a través de su estudiante. Ella está en una búsqueda, una búsqueda seria, bienintencionada, pero retorcida, para entregar un pequeño poeta al mundo y asegurarse de que su voz se escuche en medio del ruido y la banalidad de la vida moderna.
ENTREVISTA A LA DIRECTORA...
¿Qué te conectó con el personaje de Lisa Spinelli cuando leiste el guion por primera vez?...
Bueno, cuando leí el guión por primera vez, creo que fue más bien una conexión visceral. La escritura era muy buena y sentí un impulso magnético por interpretar el papel, pero ahora que lo he hecho y lo he digerido, creo que lo que me conectó fue el tipo de sensación que muchas mujeres tienen en la actualidad, un despertar ante una especie de muerte interior por haber pasado la mayor parte de la vida comprometiéndose en una cultura que realmente no fue creada para nosotras. Y qué sucede cuando ya no puedes soportarlo más, porque La profesora de parvulario es sobre una mujer que se desmorona. Es un ejemplo extremo y es una película de suspense, pero al mismo tiempo creo que es una descripción real: "¿Qué aspecto puede tener una mujer cuando se desmorona?".
La película también trata sobre la educación, las artes y la expresión. Como artista, ¿cómo abordó este aspecto del papel?...
Creo que el filme trata las consecuencias de lo que sucede cuando desfallece una mujer vibrante, quizás una artista femenina vibrante. No creo que Lisa Spinelli sea una poeta terrible, a pesar de que eso es lo que piensa su profesor de poesía en la escuela nocturna (Gael García Bernal). Creo que es una poeta inaudita y mal entendida. ¿Es ella el genio más grande del mundo? No. Pero es interesante considerar quién puede decidir qué trabajo vale la pena. ¿Quién decide qué se publica y qué se alaba? Creo que, en muchos sentidos, la película es mucho más triste y, en realidad, mucho más trágica si consideras que su obra (en realidad) fue escrita por un poeta publicado que recuperamos. A la vez no creo que el niño sea un súper genio. No creo que ese sea el punto de la película. Creo que es más la necesidad de Lisa de interactuar artísticamente, de expresarse artísticamente, poyectándose en su pequeño alumno. Eso es realmente lo que más la mueve: de alguna manera está hambrienta, pero va por el camino equivocado para tratar de alimentarse.
Usted es el personaje central y fuerte de la película y está dirigido y escrito por Sara Colangelo. Precisamente esta no es una película donde falte la expresión y empoderamiento femenino.
MG: Hicimos esta película desde la nada. Literalmente me cambiaba mi ropa en el baño del ferry de Staten Island. Corríamos y rodábamos en Nueva York con el clásico estilo de película independiente, en el que realmente no hay margen para mucho ni demasiado. Pensábamos, “lo haremos por nada. Voy a diferir todo mi salario. Tendremos Doritos para el almuerzo o lo que sea". También pienso que, de alguna manera, es parte de lo que trata la película.
Tampoco creo que algo que esté escrito o dirigido por una mujer sea necesariamente una expresión de algo particularmente femenino. Creo que vivimos en un mundo en el que estamos acostumbrados a contar una historia masculina. Estamos acostumbrados a que el personaje más interesante sea un hombre, y ahora estamos abriendo espacios para hacer algo diferente, para decir las cosas de otra manera.
¿Y sobre la dificultad de trabajar con los niños?...
Sobre la actuación de los niños, fue favorable que yo fuera productora de la película, que asistiera a las reuniones de producción. Originalmente habían planeado filmar a los niños de manera convencional, y dije: "Como actriz, sé de qué hablo. No hay forma de que obtengamos lo que queremos obtener de estos niños de esta manera”. Así que los filmamos como si de verdad estuviéramos relacionándonos en un jardín de infancia. Me llamaban Señora Spinelli. Cuando estábamos pintando dibujos, realmente estábamos pintando dibujos. Cuando estábamos aprendiendo las letras, realmente estábamos aprendiendo las letras. Realmente estábamos cantando las canciones. No puedes hacer que los niños simulen que están cantando esa canción o incluso que la escuchen más de una vez y pretender que todo salga según lo previsto. Así que los niños me llamaban Sra. Spinelli y me preguntaban si podían ir al baño y luego se me acercaban para susurrar.