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NOTAS DE LA DIRECTORA...
El sueño de Lis de hacer circo se conecta con su necesidad de escapar de un pueblo y una familia que la encierran en un mundo que no está de moda. Un ambiente que se le queda pequeño, viejo y algo arcaico. Un espacio que no le ofrece la intimidad necesaria para desarrollarse, madurar y descubrir quién quiere ser.
Para mí era de vital importancia que ese ambiente y ese espacio que contiene la historia de Lis, tuviera una personalidad propia y bien definida, una personalidad parecida a la visión que tenía yo cuando me fui huyendo de un lugar que me destinaría a ser algo que yo no quería ser.
Ese mismo lugar es el que nos ha acogido con brazos abiertos para ser el escenario de LA INOCENCIA. Y es allí donde se desarrolla un contexto social y unas formas de pensamiento opresivas que Lis debe vencer. Lis es un pez fuera del agua, una nota discordante, un personaje fuerte que debe enfrentarse a sus miedos para avanzar hacia su futuro.
En esa búsqueda de su válvula de escape, Lis encuentra a su salvador, su novio Néstor, que luego se le volverá en su contra, no en vano, sino para impulsarla a romper unos patrones familiares aprendidos que la llevarán, finalmente, a liberarse de su carga familiar y a la consecución de su objetivo.
LA INOCENCIA es, a su vez, la historia de su protagonista y la descripción de un lugar, un ambiente y un espacio: un retrato personal de un pequeño pueblo valenciano llamado Traiguera.
Desde que vimos el cortometraje de Lucía, 14 ANYS I UN DIA, supimos que estábamos delante de una de las futuras promesas del cine español.
La propuesta de Lucía con LA INOCENCIA no era fácil: escenarios reales, improvisación como clave del acting, mezcla de actores naturales con profesionales; todo esto en medio de las fiestas patronales de un pueblo con sus toros, verbenas y procesiones.
Aun así nos contagió de su fuerza y amor por los personajes. Y la apuesta no ha sido en balde.
LA INOCENCIA ha sido todo un desafío para nosotras, como productoras noveles (Lina Badenes y Belén Sánchez), pero también ha sido un absoluto placer trabajar con Lucía. Lucía ha dirigido esta película desde el apego al realismo, a la autenticidad y a la fortaleza natural de cada actor, demostrando que es una excelente directora de actores.
Contar con Sergi López, Laia Marull y Joel Bosqued en el elenco ha sido también fundamental para coronar un acting realista y colorido.