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SINOPSIS
María (70 años), una mujer inmigrante española en Francia, comparte habitación en el hospital con Verónica, una joven también española, que le transmite la curiosidad por el erotismo que siempre mantuvo dormido. Inesperadamente, una patología aguda del corazón, acaba con la vida de la joven, y nadie reclama sus restos. Guiada por sus viejos valores, María viaja con las cenizas a su pueblo en el sur de España, en busca de la familia. Allí conoce a Hristo, un peculiar motorista de Europa del Este, que consigue despertarle un deseo oculto, que parece haber heredado de Verónica...
INTÉRPRETES
PETRA MARTÍNEZ, ANNA CASTILLO, RAMÓN BAREA, FLORIN PIERSIC JR., DANIEL MORILLA, PILAR GÓMEZ, MARÍA ISABEL DÍAZ
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PREMIOS Y FESTIVALES
- Festival de Málaga 2021
- Festival de cine europeo de Sevilla 2020: Premio ASECAN, Mejor actriz Petra Martinez
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
NOTAS DEL DIRECTOR...
“Cuando no se tiene un nombre para decir las cosas, entonces se utilizan las historias”, dice Baricco. La primera idea de esta película llegó mientras acompañaba a mi madre cuando se iba de este mundo. Una amiga muy sabia que también falleció, decía que ese guion que empezaba a gestarse era un intento de mantener a mi madre viva. Tal vez esta película sea un modo de trascender la impotencia ante la muerte. La pérdida de mis padres, y de algunos familiares y amigos, abrió en mi memoria aquello que me transmitieron para, de algún modo, mantenerlos vivos. Esta es la esencia y el principal motor de la película. María y Verónica, dos personajes sin vínculos aparentes, conectan a través del cordón umbilical imaginario que nos une a todo: la naturaleza, los alimentos, el otro…
Desde esa perspectiva uno ya no está solo.
LA VIDA ERA ESO nace del cruce entre estas dos mujeres de distintas generaciones en una época de enormes y acelerados cambios sociales. A partir de ese encuentro, la película explora la transmisión vital y espiritual que se genera entre ellas, creando así un diálogo entre los valores tradicionales del arraigo a la familia y a nuestro lugar de pertenencia y entre la levedad de los vínculos humanos y el individualismo.
Esto desembocará en un viaje iniciático hacia una experiencia de libertad e intimidad, incluso de despertar al erotismo de María, una mujer representativa de una generación educada para satisfacer las necesidades afectivas de otros (marido, hijos/as, padres), subordinadas bajo la represión de los propios deseos.
NOTAS DE LA PRODUCTORA...
Ésta película es una reflexión sobre la herencia y la transmisión de los valores en nuestra sociedad a través de dos generaciones pertenecientes a una época en el que el ritmo de cambio social nunca en la historia fue tan acelerado. Por un lado, el valor tradicional, representado en el personaje de María (70 años), del arraigo, de la familia, del cuidado hacia el otro. Valores que a menudo se pierden en estos nuevos tiempos de libertades, incertidumbres y velocidades a la que pertenece la otra protagonista, Verónica (24 años), en la que todo es inestable: el trabajo, la política, el amor y los vínculos humanos. También cuenta el descubrimiento de la libertad y del erotismo de una mujer de avanzada edad, representativa de una generación de mujeres que les tocó vivir bajo las condiciones de una educación dirigida a satisfacer las necesidades afectivas de otros ; llevándolas a subordinar y a reprimir los deseos propios.
ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Cómo nace LA VIDA ERA ESO y cómo surgen las dos protagonistas femeninas, María y Verónica?...
La primera idea que me llegó fue la del encuentro de dos mujeres de diferentes generaciones en la habitación de un hospital y según fue madurando, surgió ese cruce vital y espiritual que se genera entre ellas. También me interesó plantear un retrato de una mujer perteneciente a esa generación de mujeres españolas nacidas en la postguerra, inspirado principalmente por mi madre. Hasta donde yo sé no hay muchas películas donde se ponga el foco en ellas.
En el caso de Verónica, la joven, me influyó un documental que hice en el que retratábamos a la juventud española en plena crisis. Haciéndolo, explotó el 15M y durante el proceso pude acercarme a ellos y conocerlos mejor. Como todo el mundo sabe, muchos emigraron huyendo del paro y de la precariedad laboral, como el personaje de Verónica.
María y Verónica pertenecen a dos generaciones distintas de mujeres: ¿Qué valores comparten y que es lo que las diferencia?...
En la película quizá compartan el valor del cuidado hacia el otro. Se encuentran ahí a pesar de que los valores heredados de sus contextos sociopolíticos sean diferentes. Esta película tiene un germen en la reflexión sobre los cambios de valores que estamos viviendo tan aceleradamente. También transita por la idea, para mi real, de la desconexión y del olvido de la espiritualidad que vivimos ahora en occidente.
A María y Verónica les diferencia la educación que han obtenido y el momento que les ha tocado vivir. Una con una educación muy dirigida a servir a los demás y con muchas limitaciones de libertad a la hora de poder elegir y decidir. Y la joven, educada en un contexto más libre, pero sin estructuras sólidas. En tiempos más líquidos, como dice Bauman donde prima lo inestable en el trabajo, el amor, la política, la amistad; los vínculos humanos provisionales, y donde el único largo plazo es uno mismo.
Dices que María representa a esa generación de mujeres que les ha tocado vivir bajo las condiciones de una educación dirigida para satisfacer las necesidades afectivas de otros (marido, hijos/as, padres, etcétera), llevándolas a subordinar y a reprimir sus propios deseos y necesidades...
Mujeres a las que se les cortó las alas “por su bien”. Discriminadas en sus derechos y libertades, alejadas del espacio público y laboral. Fueron educadas bajo la excusa del proteccionismo y la buena moral, en el silencio y en la invisibilidad.
Se les asignó el papel de ser buenas hijas, buenas madres y buenas esposas, sin posibilidades de autodeterminación.
Presionadas y anuladas en su voluntad individual de ser y hacer lo que sintiesen. Ese era el modelo. ¿Y ésta represión qué provocó? Frustración, depresión, miedo, sumisión… Esta película responde y explora en este sentido. Es probable que también responda a una necesidad inconsciente de sanar.
Soy hijo de una de ellas.
Ambas parecen estar desconectadas o desarraigadas de su entorno más cercano, del círculo familiar. ¿Cómo es el entorno afectivo de las dos protagonistas de LA VIDA ERA ESO?...
María vive en un entorno familiar con un rol asignado. Y en el momento de la película sus hijos ya son mayores y emancipados hace tiempo. Esa sensación de soledad le genera un vacío emocional, pero también siente vacío por un conflicto vital más relacionado con su realización personal. Verónica viene a recordarle algo que ella no pudo vivir con naturalidad por la coyuntura cultural en la que creció. Y gracias a ella, algo se despierta en María. También hay una desconexión con la raíz porque está lejos de su lugar de pertenencia. Emigró por necesidad económica y vive con ese anhelo de volver a su lugar.
En el caso de Verónica hay un desarraigo heredado por una madre que se vio obligada a romper con una tradición familiar culturalmente machista (la madre es, o era, francesa de origen magrebí). La película no pone el foco en la madre de Verónica, pero Anna y yo trabajamos estas circunstancias.
Verónica ha sido educada con esa proyección de libertad, dentro de la huida (de su madre) por el condicionamiento y los límites impuestos por unas tradiciones con los que no se identifica. La consecuencia es una cierta pérdida de referencia espiritual. Romper con la tradición y los orígenes es doloroso, aunque no te identifiques con ello.
En LA VIDA ERA ESO, la soledad es un punto de partida para explorar el significado de la unidad. Campbell dice que estamos perdiendo el significado del grupo y que ahora nos centramos más en la expresión individual. Y así nos limitamos.
María experimenta el despertar de su erotismo a medida que avanza en su viaje. ¿Crees que existe un tabú social con respecto al erotismo y la sexualidad de la mujer madura, madre y esposa?...
El sexo era un tabú en la época en la que creció. Mayormente no vivieron el descubrimiento del sexo y del erotismo con naturalidad, condicionadas por una mala educación, basada en la represión y en una asociación moral negativa con el deseo.
¿Pero hasta qué punto es posible reprimirlo? ¿Qué consecuencias tiene? Porque la energía sexual es innata al ser humano.
Para Verónica el sexo es algo natural y divertido. En cambio, María tiene bloqueos porque todo lo relacionado con el sexo le fue transmitido de otro modo. Cada una lo vive en contextos diferentes. La joven ha tenido la oportunidad y la libertad de experimentar lo que la otra no.
Buscamos reconocimiento y afecto intentando ser lo que se espera de nosotros. Se nos educa con esa proyección y nos liberamos cuando dejamos de sentir la mirada de quien nos juzga y examina. María se libera del ser para el que fue educada, y en esa liberación conecta con otra parte más esencial.
En el fondo, algo muy sencillo y natural. No quiero decir que el rol familiar no lo sea.
¿Qué supone para María conocer a Luca?...
Luca es un hombre que la mira y la respeta. Valora su buen hacer y le ofrece trabajo. La mirada y el reconocimiento de Luca (y la de Verónica) le hace sentir parte de la vida y es algo a lo que no está acostumbrada. Cuando le conoce, María tiene una pequeña semilla heredada, que la lleva a tener una cierta fantasía con él. Luca es atractivo, extraño, divertido… un naúfrago solitario y libre con el que se puede permitir soñar y vibrar un poquito, trascendiendo algunos miedos que arrastra, contagiada por su desparpajo, sin juzgarla. En cualquier caso, es una relación asimétrica. También lo es la de Verónica, de otro modo. Me interesan las relaciones asimétricas que se salen de las típicas relaciones de amistad, familiares, amantes, de pareja…
María está casada desde hace años con José y los hijos ya tienen una vida hecha como adultos. ¿Cómo se siente María en esa relación?...
María parece algo desatendida por ambas partes. Algo frecuente en las relaciones familiares. Madre e hijos que no se conocen mucho más allá de los roles establecidos y que no comparten ni saben de las intimidades del otro. También tiene que ver con la cultura de aquella época, y también hay algo de esto ahora. ¿Hasta qué punto podemos trascender los roles familiares y mantener las relaciones sanas y respetuosas entre padres e hijos? Hay muchas circunstancias, culturales y generacionales, que vician y limitan… la (in)comunicación, creo que es clave. En fin, la familia es un tema complejo. Pero, sí, entre María y sus hijos, hay amor, pero también distancia.
Tanto el cine como la sociedad comparten un prejuicio en torno a la vejez y siempre que se habla de ella se hace desde un punto de vista condescendiente, dramático, pesimista y vulnerable. ¿Se debe simplemente a que tenemos miedo a envejecer y a la muerte?...
Siempre no, y esta película es un ejemplo. Mayormente es posible, y supongo que algo tendrá que ver vivir en un contexto cultural donde prima la productividad, el hedonismo, crece el narcisismo y donde cada vez más sólo damos valor a lo que tiene precio. Las personas mayores son transmisores de sabiduría y de memoria. Parece que no es comercial la vejez. Tal vez interese que perdamos la memoria para alienarnos a esta tendencia compulsiva de producir sin sentido.
Tenemos miedo a la decadencia asociada hoy en día a la vejez.
Miedo a perder la salud, a que los demás nos olviden y nos aparten. Si cuidásemos y escuchásemos más a nuestros mayores no nos daría tanto miedo. En otros momentos de la historia de la humanidad las personas de edad avanzada han sido mucho más respetados y venerados. Tienen sabiduría y experiencia. Y más conciencia del amor porque a amar hay que aprender y requiere experiencia, tiempo, paciencia, humildad, voluntad… Nos iría mejor si les cuidásemos y les escuchásemos más.
Hay que hablar sin miedo de la enfermedad y de la muerte. Y hablar de la vejez por otro lado, que puede ser un momento maravilloso. Pero sobre todo de la importancia de cuidar a los mayores, como nos cuidaron y ayudaron ellos, p.ej., al venir a este mundo y a desenvolvernos en él. Y también hay que hablar de la importancia de no asociarlos a una carga. También pasa, que los mayores se sienten culpables e incómodos por verse como una carga. Y el resentimiento y la frustración que genera, rompe el hilo (el cordón) con los hijos y los jóvenes.
Entre otras cosas, LA VIDA ERA ESO es una película que habla de la oportunidad que es la vida en cualquiera de sus capítulos.
Pensar que deja de serlo en la tercera edad es una limitación de nuestro contexto cultural.
¿Cómo ha sido trabajar con Petra Martínez y Anna Castillo?...
Las dos son maravillosas como actrices y como personas.
Han sido muy generosas y estoy muy agradecido por la fidelidad y por la confianza que han depositado en mí y en el proyecto. Cada actor y cada actriz, tiene algo genuino por su personalidad y aprendizaje, independientemente de la edad.
Lo importante es desarrollar el trabajo desde cada diversidad para confluir en la verdad. Con ellas todo es divertido y fácil. Hubo una bonita química y respeto entre ellas, y disfruté mucho con la conexión que se generó.
¿Qué aportan esos dos contextos geográficos tan diferentes, Gante y la costa de Almería, a la película?...
Para mi Bélgica es desconocida y no me atrevería a definirla.
Realmente es la película y el personaje quien me lleva allí. Fue un destino de gran parte de la inmigración española de los años 60 y 70. Y la Bélgica de ahora no es la de antes, tampoco.
Es un destino circunstancial y obligado de nuestras protagonistas.
No llegaron allí por gusto.
Almería sí que la conozco más. Siempre soñé con rodar allí. Es un lugar que amo y la historia se gestó allí. La conozco desde siempre, así que no tengo el recuerdo de haberla descubierto.
Pero si estoy siendo testigo de su transformación y haciendo la película he sido más consciente de esto. La película ocurre entre esas fronteras y contrastes. Tiene algo idílico y a la vez algo duro. Esa dualidad me intriga. Almería me transmite pureza aunque en cierta medida esté desapareciendo.
¿Es la ficción un buen entrenamiento para la realidad o al revés? ¿Qué hay de tu faceta de documentalista en tu primer largometraje de ficción?...
El cine de ficción y de no ficción es un instrumento para dialogar con la realidad. Es un modo de reestructurarla y de condensarla. En la ficción tienes que recrear la realidad totalmente y eso da otras posibilidades. Pero cada vez miro más la realidad para construir ficciones porque las posibilidades son inagotables. En esta película hay realidades cercanas y también hay realidades que me encontré haciendo documentales, como uno que hicimos sobre desaparecidos sin motivo aparente o el que mencioné anteriormente, en el que hicimos un retrato de la juventud en el 2011.
¿Por qué el título de LA VIDA ERA ESO?...
La película es una exploración sobre el sentido de la palabra ESO. Cualquier definición concreta limitaría el significado.
Creo que es subjetivo, y que cada persona debe encontrar el suyo propio.
GALERÍA DE FOTOS
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