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CRITICA
Por: PACO CASADO
María es una mujer mayor, 70 años, y Verónica una chica joven que ronda los treinta, son dos inmigrantes españolas de generaciones muy distantes, que se encuentran internadas en la misma habitación en un hospital en Bélgica y durante su estancia allí, cada una por un motivo diferente, crean una buena amistad entre ellas.
María lleva tiempo viviendo en Bélgica, mientras que Verónica llegó recién en busca de la oportunidad que no encontraba aquí.
Verónica es joven y muy aficionada a la fotografía, por lo que usa a María como modelo para practicar con sus fotos.
Inesperadamente una patología aguda del corazón acaba con la vida de Verónica y tras su muerte nadie reclama sus restos.
Tras ese inesperado acontecimiento luctuoso María emprende un viaje a un pueblo en el sur de España en busca de la familia de Verónica en compañía de sus cenizas.
Una vez allí María hace amistad con Hristo un inmigrante de Europa del Este muy aficionado a las motos, que hace que surjan en ella unos deseos ocultos que Verónica le había despertado.
La búsqueda de las raíces de Verónica le ofrecerá la oportunidad de cambiar de idea acerca de su vida a partir de ahora.
El encuentro entre las dos mujeres da lugar a un duelo interpretativo entre la seriedad que aporta Petra Martínez y la juventud y alegría que destila Anna Castillo que lamentablemente resulta demasiado breve desarrollado únicamente durante el primer tercio de la historia ocupando la otra actriz el resto del metraje.
'La vida era eso' (2020) es una interesante ópera prima del joven director David Martín de los Santos llevada a cabo con sensibilidad en el acercamiento de la vida de esas dos mujeres que interpretan dos actrices como la veterana Petra Martínez y la juvenil Anna Castillo que a pesar de la diferencia de edad y de experiencia ante las cámaras se entienden casi con la mirada, sin palabras.
Mientras, de paso, se tocan otros temas, como la emigración, el desarraigo de la tierra y la influencia que las raíces ejercen en nuestro interior cuando nos vemos obligados a dejar atrás nuestro país y lo que hemos perdido, en esta historia intimista.
La fotografía muestra con acierto algunas estampas del terruño almeriense donde fue rodada fundamentalmente y por otra parte parece que la cámara no quiere ni molestar la interpretación de los actores.
Mejor actriz Petra Martínez y premio Asecan a mejor película en el Festival de cine europeo de Sevilla. Premio a la actriz Petra Martínez en el Festival de Transilvania. Premio de la RTVA a Petra Martínez por su trayectoria en el Festival de Almería. Cuatro nominaciones Asecan: película, dirección, guion y Petra Martínez. Dos nominaciones a los Feroz: Anna Castillo y Petra Martínez. Dos nominaciones a los Goya: Director y Petra Martínez. Nominada a los Forqué Petra Martínez.
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