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NOTAS DEL DIRECTOR...
Si me atreví a aceptar el reto de rodar mi primera película en el extranjero, en un idioma que no es el mío y con un equipo totalmente francés, fue sencillamente porque tuve la enorme suerte de conocer a intérpretes? y colaboradores que querían hacer una película conmigo.
Juliette Binoche fue la autora de la primera chispa. Nos conocimos cuando vino a Japón en 2011 y sugirió que, algún día, deberíamos hacer algo juntos. Y esa sugerencia se convirtió en el punto de partida de este proyecto. Por eso quiero empezar expresando mi respeto y gratitud por su valentía.
La base del guion es una obra teatral que empecé a escribir en 2003. Todo ocurría una noche en el camerino de una actriz de teatro al final de su carrera. Acabé por transformar la obra de teatro en guion y contando la historia de una actriz de cine y de su hija, que abandonó su sueño de seguir los pasos de su madre.
Durante la reescritura, pregunté en varias ocasiones a Catherine Deneuve y a Juliette Binoche qué significaba realmente actuar para ellas, y sus palabras nutrieron el guion y le imprimieron vida.
Quería que la historia transcurriera en otoño para poder superponer lo que le está pasando a la protagonista al final de su vida con los paisajes parisinos que abandona en verano. Espero que los espectadores se den cuenta de los sutiles cambios en las tonalidades verdes de los jardines a medida que se acerca el invierno, acompañando la relación entre madre e hija y dando el tono a sus vidas.
Durante el rodaje, Ethan Hawke me dijo: “Lo importante no es hablar el mismo idioma, sino compartir la misma visión de la película”. Estas palabras me ayudaron a permanecer fiel a mí mismo sin perder la seguridad.
También gracias a Ethan, la joven Clémentine (Grenier), que nunca había pisado un plató de cine, encontró su sitio con absoluta naturalidad y demostró una personalidad y una presencia llenas de vida. Dirigimos a Clémentine juntos, Ethan delante de la cámara y yo, detrás. Como suele ocurrir con los niños en mi cine, la niña observa con cierta filosofía el enfrentamiento entre estos hombres y mujeres algo abrumados y atrapados en el pasado.
Quise hacer una película seria y ligera a la vez, donde pudieran coexistir el drama y la comedia, como ocurre en la vida real. Espero que la química entre los intérpretes y la divertida mirada de la niña consigan imprimir el tono adecuado a la película.
Y para acabar…
No puedo terminar sin hablar de Catherine Deneuve. A pesar de los constantes cambios en el guion, nunca se quejó y mantuvo intacta la alegría de la actuación. Que una de mis películas esté incluida en su filmografía, tan prestigiosa como la historia del cine francés, es para mí una fuente de orgullo y de preocupación. En el plató, Catherine siempre estaba de buen humor, era adorable, deliciosamente traviesa, y supo conquistar a todo el equipo.
Si sopla una brisa fresca y optimista en LA VERDAD, a pesar de transcurrir casi en su totalidad en el interior de la casa familiar, no me cabe la menor duda de que se debe a que el atractivo y la bondad de Catherine y de Juliette inundan la película de principio a fin.
LA VERDAD es el resultado de los esfuerzos del elenco y del equipo, y también de la fe que tuvieron en mí; conté con los mejores profesionales, empezando por el director de fotografía Eric Gautier.
Espero que lo mucho que disfruté trabajando se vea reflejado en la pantalla y que los espectadores dejen la sala con la sensación de que han catado un trocito de felicidad.
Este deseo es aún más fuerte debido a la pérdida de la gran actriz japonesa Kiki Kirin, fallecida el año pasado, que me conmovió profundamente como director, como hombre y como amigo.
¿Qué hace que una familia sea una familia? ¿La verdad o las mentiras? ¿Cómo se escoge entre una verdad cruel y una mentira bondadosa? Estas son las preguntas que no dejé de hacerme durante todo el rodaje. Espero que todas las personas que vean la película tengan la oportunidad de encontrar las respuestas.