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NOTAS DEL DIRECTOR...
Del libro a la película...
Cuando leí por primera vez LACCI (ATADURAS), el libro de Domenico Starnone, me di cuenta de que abordaba temas que me preocupaban y personajes con los que me resultaba fácil identificarme.
El libro cuenta una historia familiar que abarca 30 años, dos generaciones y lazos que se parecen más a alambres de púas que a los lazos de amor, y cuando lo acabas tienes una pregunta en mente: ¿has dejado que tu vida gire en torno al amor?
Las fuerzas secretas que nos unen...
LAZOS es una película sobre las fuerzas secretas que nos unen. El amor no es lo único que une a las personas, también existe lo que queda cuando el amor desaparece. Las personas pueden seguir juntas por resentimiento, vergüenza o miedo a la deshonra, en un desesperado intento de cumplir sus promesas. LAZOS habla del daño que produce el amor cuando nos hace cambiar bruscamente de rumbo y, peor aún, el daño que causa cuando nos abandona.
Las relaciones y los tiempos que vivimos...
Hace tiempo que, sobre todo como espectador, he asumido que lo que me interesa en una historia son las relaciones. Por eso, cada vez que tengo que lidiar con estos temas como director, me siento incapaz de dejar de lado lo que constituye la base de mi pasión.
Las relaciones, ya se desarrollen en un contexto social o político o bien en el ámbito privado, no son solo una forma de contar lo que somos, sino también lo que nos ocurre en los tiempos que vivimos.
Palabras, palabras, palabras...
Francesco Piccolo, Domenico Starnone y yo hemos escrito un guión que no teme a las palabras, donde no hay miedo a hablar. Por eso, durante el rodaje, opté por un sonido muy limpio, sin perturbaciones, que recuerda al cine clásico, porque casi todo lo que ocurre en la película pasa por las voces de los personajes.
Los actores...
Y en este viaje, quería contar con los actores que me gustan. Para algunos fue un reencuentro maravilloso y para otros una primera vez también maravillosa. Los torturé filmando con la cámara muy cerca porque quería profundizar en sus reacciones, tratar sus rostros como paisajes que hay que explorar.
Yo siempre había pensado que la cámara era el centro de mi trabajo. Pero lo cierto es que el trabajo que surge entre el guion, el director y el actor ha puesto patas arriba lo que creía inamovible. No busco la perfección en el trabajo de los actores: Busco lagunas, distracciones, alguna verdad. A veces les digo en broma que soy un director ‘imperfeccionista’. El resultado que prefiero es lo inesperado, lo que me coge por sorpresa, y eso sucede cuando cuentas con actores que no ponen barreras, que confían en ti. Que el actor sea el centro de todo significa mantener la mirada fija en nuestras emociones, es decir, en todo lo que tenemos. Se narran relaciones para intentar poner orden en las lagunas de nuestra vida, para entenderlas mejor y para engañarnos a nosotros mismos creyendo que pueden comprenderse, aceptarse, resolverse.
Venecia...
En los últimos tiempos, temíamos que el cine desapareciera. Pero lo cierto es que durante el confinamiento el cine nos ha aportado consuelo como una vela encendida en una cueva. Ahora somos conscientes de algo muy importante: las películas, las series, las novelas son indispensables en nuestras vidas. Y deseamos larga vida a los festivales porque nos permiten a todos celebrar juntos el verdadero sentido de nuestro trabajo. Si en algún momento alguien pensó que hacer películas era inútil, ahora sabe que es bueno para todos. Con LAZOS tengo el honor de abrir el baile del primer gran festival de una era imprevisible.