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LUZZU
INFORMACIÓN
Titulo original: Luzzu
Año Producción: 2021
Nacionalidad: Malta
Duración: 95 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Drama
Director: Alex Camilleri
Guión: Alex Camilleri
Fotografía: Léo Lefèvre
Música: Jon Natchez
FECHA DE ESTRENO
España: 18 Marzo 2022
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Wanda Films


SINOPSIS

Jesmark, un pescador maltés, se enfrenta a una nueva vía de agua en LUZZU, su barco de madera. El barco apenas da para sobrevivir y Jesmark ve como su medio de vida y una tradición familiar de generaciones están en peligro por la disminución de la faena, una industria pesquera despiadada y un ecosistema estancado. Desesperado por mantener a su mujer y a su hijo recién nacido, que necesita de un tratamiento médico especial, Jesmark se implica poco a poco en una red de pesca ilegal en el mercado negro...

INTÉRPRETES

JESMARK SCICLUNA, MICHELA FARRUGIA, DVID SCICLUNA GIUSTI, FRIDA CAUCHI, UDAY McLEAN, STEPHEN BUHAGLAR

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- Mostra de Valencia 2021

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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Conocías bien el mundo de la pesca en Malta antes de rodar la película?...
Antes de hacer LUZZU, sabía muy poco sobre la pesca en Malta. No solo eso. ¡De hecho no había ido nunca a pescar! Sin embargo, hacía tiempo que sentía un gran interés por el hermoso y olvidado mundo de los pescadores tradicionales de Malta y eso despertó mi imaginación. Cuando comencé mi investigación para la película, enseguida surgieron temas como la familia, el destino, el sacrificio, cosas que me planteaba en mi propia vida y que pesaban sobre muchos pescadores.
Empecé a ir al mar con Jesmark y David, el pescador que se convirtió en mi protagonista, y filmé documentales cortos mientras trabajaban. Fue una manera de aprender sus métodos de pesca: cómo funcionaban los aparejos que llevaban en los barcos, cómo había que echar las redes al mar y las diversas especies de peces y su respectivo valor de mercado. Esos días que pasamos juntos también permitieron que Jesmark y David se acostumbraran a la cámara. Me inspiré mucho en estas expediciones de pesca y escribí los escenarios que después se trasladaron directamente al guión. ¡Lo único que lamento es que ahora solo me gusta el marisco de primerísima calidad porque me acostumbraron a comer las capturas frescas que pescaban mis protagonistas!

Tu película es un ejemplo perfecto de las luchas que uno experimenta entre la tradición y la modernidad. ¿Cuál es tu posición?...
Simpatizo con Jesmark porque lidia con deshacerse de este legado increíblemente rico con el que creció. Nuestras familias nos proporcionan los cimientos que dan significado a nuestras vidas. Al mismo tiempo, pueden limitar nuestra libertad y el crecimiento que podría ser necesario.
El barco de Jesmark es su conexión con el pasado: generaciones de padres e hijos que han ido heredando este barco con amor y orgullo. Pero el LUZZU adquiere un nuevo significado para Jesmark a medida que alcanza la mayoría de edad en un país que se moderniza rápidamente y donde no hay lugar para los pescadores tradicionales. Creo que este tipo de dilema se produce a menudo en las familias de inmigrantes, incluida la mía. Mis padres hablaban maltés en casa, pero creían que enseñarles a sus hijos esa lengua sería un obstáculo para integrarnos en Estados Unidos. No los envidio, aunque me sigue produciendo cierta tristeza. Parece que cada familia tiene un LUZZU.

En LUZZU trabajaste tanto con actores profesionales como no profesionales. ¿Cómo lo hiciste?...
Supe desde el principio que tenía que elegir a actores no profesionales para los papeles de pescadores. Y esa decisión ha dado una de las mayores satisfacciones de todo el proyecto.
Salimos a la calle a buscarlos con mi director de casting, Edward Said. No hay fotos de pescadores en las agencias de casting e internarse en las comunidades de pescadores no ha sido un camino fácil. Después de meses de búsqueda, Ed y yo habíamos perdido las esperanzas de encontrar a alguien. Pero la víspera de mi vuelo de vuelta a Nueva York, tuvimos un golpe de suerte: encontramos a Jesmark y a David Scicluna, primos en la vida real y socios en la pesca en Ghar Lapsi, una pequeña aldea de pescadores al sur de la isla. Teníamos poco tiempo para las formalidades así que les pregunté si podíamos salir todos juntos en el barco de David. En el mar, saqué mi pequeña videocámara y pedí a los pescadores que improvisaran una pequeña escena.
¡Cuando empezaron a hablar entre ellos, toda la película discurrió ante nuestros ojos!
Ambos hombres tenían un talento innato para el cine, sin olvidar la autenticidad de unos papeles para los que habían nacido. Jesmark y David interpretaron esa breve escena mejor de lo que yo la había concebido en un principio. Comprendimos que estos actores no profesionales darían una nueva dimensión al proyecto infundiéndolo de una sinceridad emocional que hubiera sido imposible de otra manera.
Después de este encuentro, me puse a reescribir gran parte de mi guión para que se ajustara a lo que había aprendido sobre Jesmark y David. Cuando volví con ellos unos meses después, los pescadores no tenían idea de lo que había planeado. ¡Era un riesgo enorme! Si decían "no", tendríamos que volver a la casilla de salida. Jesmark y David nunca habían actuado, ni tampoco sabían en qué consistía todo el proceso. Pero les interesó lo suficiente para que me dejaran contarles el proyecto. A partir de ahí, ensayamos durante muchos meses; al igual que hice en la audición, describía un escenario y dejaba que los chicos improvisaran los diálogos sin enseñarles un guión. Grababa esas improvisaciones con mi videocámara y luego reescribía las escenas basándome en lo que habíamos descubierto en las improvisaciones filmadas.
Mientras tanto también buscamos a una actriz con formación que hiciera el papel de Denise, la mujer de Jesmark en la pantalla. Recorrimos la isla en busca de nuevos talentos y me quedé impresionado cuando conocí a Michela Farrugia, que en ese momento solo tenía veintiún años.
Había dejado el colegio a los dieciocho años y estaba totalmente dedicada al teatro. Vi que Michela combinaba una gran inteligencia con instintos emocionales muy fuertes; Las pruebas de pantalla de Michela con Jesmark y David también demostraron su capacidad para adaptarse sin problemas a nuestro estilo improvisado. Michela explota ante la cámara en LUZZU, su primera aparición en una película, y creo que anuncia una actriz con gran potencial en la escena internacional.

A veces LUZZU parece un documental por su gran realismo. ¿Te interesa ese aspecto del cine?...
Lo que más me conmueve son las películas que saben aprovechar lo que les ofrece la realidad. Para mí, esta es la mayor fortaleza de las imágenes en movimiento: mostrar al público algo que sea convincentemente real e inesperado.
En LUZZU, he querido transportar al público a mundos múltiples y sucesivos que nunca habían visto. Fueron necesarios años de investigación. No solo he aprendido en qué consiste la pesca tradicional en Malta, también sobre cómo funciona la industria pesquera en general, incluidas sus economías paralelas donde hay contrabando, sabotaje e incluso "pescado fraudulento", como se muestra en la película.
También quería que LUZZU se insertara en el momento actual y pusiese a prueba la visión nostálgica de la pesca en el Mediterráneo. Al principio de mi investigación, conocí las redes de mano de obra contratada del sur y sudeste de Asia: trabajadores del mar (como el personaje de Uday) que viajan por el mundo para ganarse la vida en diferentes industrias del mar. En Malta, a estos hombres se les niega el estatus de residencia oficial, y debido al vacío legal estos pescadores asiáticos viven cerca de la costa, en sus barcos.
Para los ancianos pescadores malteses, muchos de los cuales no tienen hijos dispuestos a heredar el negocio, estos hombres asiáticos cumplen un papel necesario; de hecho, algunos acaban siendo miembros de la familia del pescador.

Pero la película también es muy ficticia y contiene maravillosas escenas repletas de emoción, sobre todo en lo que concierne a los dilemas y luchas de los personajes. ¿Qué personajes y qué películas son tu fuente de inspiración?...
Las películas del neorrealismo italiano forman parte de mi formación de director. Las obras de De Sica, Visconti y Rossellini son fundamentales para mí. Me conmueven particularmente esas películas, que ofrecen no solo una expresión artística, sino un enfoque ético que las eleva por encima de las obras cinematográficas comunes. Estas películas dan testimonio de la vida de la gente común, de las interpretaciones de actores no profesionales y de rodajes en localizaciones reales. Son auténticas, vitales y ofrecen una reflexión personal y permiten participar en una especie de ajuste de cuentas nacional. Se elaboran grandes dilemas emocionales, pero se evitan juicios morales y gracias a eso parece que lo que le sucederá a los héroes del neorrealismo siempre va a estar en manos del público.
Espero que LUZZU haya sabido capturar esa electricidad que se siente en las obras del canon neorrealista pero ofreciendo al mismo tiempo la energía del cine moderno. Nuestra película podría considerarse una continuación de la línea de pensamiento que inició Visconti con LA TIERRA TIEMBLA. Filmada hace setenta años en un pueblo de pescadores de Sicilia, a un tiro de piedra de Malta, la película de Visconti también está protagonizada por pescadores que no son actores profesionales. La grandeza del mundo de la pesca tradicional resulta igualmente inspiradora varias décadas después, y es extraño ver cómo la película de Visconti anticipa los vientos en contra que vendrán a golpear a las familias de pescadores del Mediterráneo. Y no puedo evitar notar un ligero parecido entre el pescador principal de Visconti y nuestro Jesmark.

Es tu primer largometraje, pero ya tienes mucha experiencia en cortometrajes y en montaje. ¿Cómo ha sido dirigir tu primera película?...
Durante la producción, estaba obsesionado por partes del guión que no llegaba a resolver y reescribía secciones clave en medio del rodaje. Mirando hacia atrás, reconozco que el problema al que se enfrentaba el personaje de Jesmark era el mismo con el que luchaba yo en mi propia vida.
Escribí el guión con la esperanza de resolver algo de mi propia existencia, pero no estaba listo para cambiar; como consecuencia, tenía miedo de dejar que Jesmark se transformara como necesitaba hacerlo. Aunque en ese momento no fui capaz de comprender su verdadero significado, le escribí a Jesmark la conclusión que necesitaba... al final las historias saben cómo sacar a la luz la verdad.
Reescribir mientras rodaba no era lo ideal, sobre todo con un presupuesto súper reducido. Pero conté con el apoyo incansable de mi mentor y productor, Ramin Bahrani, quien estaba rodando en India TIGRE BLANCO, y de mi entregado equipo en Malta. Habíamos reunido a algunos de los mejores artesanos de la industria cinematográfica de la isla, decididos a trabajar en un proyecto local tan poco habitual que llegaron a rechazar trabajos en la película de Terrence Malick que se rodaba simultáneamente en Malta.
Nuestro vertiginoso rodaje de 25 días contó con la experiencia de años de mis fantásticos socios productores en Malta, Rebecca Anastasi y Oliver Mallia. En Malta no hay un sector consolidado de cine independiente, así que tuvimos que recurrir a nuevas prácticas creativas y estructuras logísticas para realizar este tipo de proyecto. Abordar LUZZU con la mentalidad de una producción de Hollywood o incluso de una coproducción europea habría sentenciado a muerte nuestro proyecto. Basándome en mi experiencia en la escena indie de Nueva York y con la perspectiva de las primeras películas de bajo presupuesto de Bahrani, redujimos la producción a lo más esencial.
Pasara lo que pasara, estábamos decididos a hacer esta película.
Y aunque no creo en dejar las cosas al azar, sentí una extraña racha de suerte en cada escena que rodamos con nuestro heroico elemento de atrezzo, el hermoso LUZZU de madera de Jesmark. Se convirtió en una especie de talismán para todo el equipo. Cuando cada mañana conducía a mi director de fotografía Léo Lefèvre al set, nos sentíamos tremendamente felices si ese día había una escena con LUZZU. Sabíamos que iba a ser un gran día.

En tu presentación en Sundance, dijiste que la película trata sobre el dolor de crecer. ¿Cómo lo explicas?...
Para Jesmark, convertirse en padre exige un sacrificio extraordinario, mucho más de lo que podría haber imaginado al principio de la historia. Al final, lograr encontrar un nuevo propósito en la vida y una manera de darle a su hijo una oportunidad real de sobrevivir. Pero hacerlo exige deshacerse de partes de sí mismo y establecer una relación incómoda con una industria que él mismo había denunciado anteriormente. En cierto sentido, Jesmark se libera, pero la transformación siempre tiene un sabor agridulce porque es inevitable perder algo.
Empecé a escribir LUZZU cuando cumplí treinta años; de repente, cosas que siempre parecían perspectivas lejanas, la paternidad, la vida familiar, parecían estar llamando a mi puerta. Ahora tengo treinta y tres pero el paso a la edad adulta me sigue pareciendo algo misterioso. ¿Cómo nos convertimos en nosotros mismos y cuándo sabemos que ya somos adultos?

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