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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Cómo surgió LA ÚLTIMA PELÍCULA y de qué trata?...
Podríamos decir que LA ÚLTIMA PELÍCULA es un drama lleno de emociones sobre un don nadie en ningún sitio, sin nada. Empieza a soñar con algo, con ser alguien. Tenía muchas ganas de rodar una película en la que celebrar la ligereza y la inocencia, en la que volver a una manera de vivir natural, orgánica e intemporal. Una historia muy sencilla de un héroe sencillo que no posee nada y que por tanto no tiene nada que perder. Está en una edad tierna, 8 o 9 años, y de todas maneras nadie lo toma en serio. Pero cuando no tienes nada, a menudo sueñas con grandes cosas o con hacer que otros sueñen con grandes cosas. Así pues cuando nuestro héroe Samay descubre el cine, su vida da un giro de 360 grados y se siente atrapado y fascinado por las películas.
No estoy fanfarroneando, pero aún no he encontrado a un aficionado al cine más grande que yo. Lo veo todo: soy capaz de saltar de Tarkovksy a Teshigahara pasando por las películas de culto de Taiwán o a los films para televisión de Tanzania. He dirigido cine clubs y reunido unas 35.000 películas en DVD y Blu-ray. He asistido a más de 200 festivales de cine como participante o miembro del jurado. Fue durante estas aventuras y mientras rodaba películas cuando me di cuenta de lo mucho que estaba cambiando, y lo mucho que cambiaban las películas. Empecé poco a poco a regresar a mis raíces, pensando en Kathiawad (una zona de Gujarat). ¿Cómo fue crecer allí? Y, sobre todo, mis muchos y sonados encuentros con las películas y su magia. Esta efervescencia introspectiva dio como resultado LA ÚLTIMA PELÍCULA.

Por lo tanto, LA ÚLTIMA PELÍCULA ¿es una película autobiográfica?...
Sí, efectivamente, pero solo en parte. La aventura de Samay y su pandilla en la película es lo que hice de niño con mi pandilla de amigos. Mi padre vendía té en una remota estación, una estación que no era el destino de nadie. No había nada excepto extensos campos y cielos abiertos. Además de trenes, pasaban aviones a lo lejos en el cielo, era nuestra conexión con el resto del mundo. Mi madre era una excelente cocinera. Mi padre fue haciéndose más y más pobre a medida que sus propios hermanos le arrebataban las tierras y después las vacas, dejándole sin nada excepto su pequeño puesto de té en una remota estación ferroviaria. Así pues, nunca había ido al cine hasta que tuve ocho años. Y el día que vi una película, fue como una iluminación antes de cumplir los nueve años.

¿Cuáles son los “homenajes” conscientes a directores en LA ÚLTIMA PELÍCULA?...
Siendo como soy el mayor aficionado al cine del universo, ¿cómo puedo refrenarme y no rendir un tributo o un homenaje o, como dirían los franceses, hacer un “clin d’oeil” a algunos de los directores que han tenido un impacto más profundo en mi vida y mi obra. Así pues, es algo tan sutil e integrado en el tratamiento cinematográfico de LA ÚLTIMA PELÍCULA que si no eres un cinéfilo a lo mejor no notas nada. Pero esta era la idea; no quería que la gente se diera cuenta fácilmente de los homenajes a directores.

Aún así, ¿puede citar los nombres de algunos de ellos?...
Vale. Aunque se desvanezca la magia, lo haré. El más obvio lo encontramos en la primera secuencia; vemos el plano de un tren que se acerca hacia nosotros; empieza en blanco y negro y se transforma en color. Es claramente mi tributo a los Hermanos Lumière y su Llegada del tren a la estación de
La Ciotat, aquella pequeña película que cambió para siempre el mundo de la narración. A continuación está Muybridge en el laboratorio de la escuela de nuestro héroe Samay; durante unos pocos segundos vemos una imagen de un caballo corriendo en un praxinoscopio. Muybridge fue pionero en el movimiento fotográfico, creando la ilusión de la imagen en movimiento.
Entonces saltamos a Kubrick; mientras Samay está en la cabina de proyección, el motivo gráfico de 2001: una odisea en el espacio centellea en su rostro y se evapora. Poco después Samay está en el campo, enciende una cerilla y contempla la llama; esto es Peter O’Toole en Lawrence de Arabia de David Lean. El homenaje final es para mi favorita de todos los tiempos, Stalker de Tarkvosky, donde la cámara resigue los rostros de tres viajeros en su misión mientras conducen una vagoneta por las vías en dirección a la Zona.

LA ÚLTIMA PELÍCULA, ¿por qué ahora?...
Hace unos años, era una época del Cine, cuando los teléfonos no eran inteligentes, Netflix no existía, la tele no era una oficina, ¡y las películas no eran “contenido”! Vivimos en un tiempo extraño para alguien que creció amando el cine, que ahora está reduciéndose a mero contenido y producto comercial. Es muy triste. Cuantos más guionistas y directores formamos en las escuelas de cine, más estamos inundando el mundo con emociones fabricadas y estafadores que deshonestamente son unos maestros a la hora de manipular emociones humanas. El contenido es el rey, y el cine ahora no es más que su compinche. Por tanto, antes de que fuera demasiado tarde, tenía que hacer LA ÚLTIMA PELÍCULA. Sin embargo, deseo enviar un mensaje positivo y optimista y decir que los medios de la narración continuarán evolucionando y los narradores de historias tendrán que seguir el ritmo de esta evolución. Tienen que continuar decorando nuevos avatares si quieren que se escuchen sus voces.

Desde Samsara a Valley of Flowers y 7 Diosas, parece que está reinventando constantemente su estilo cinematográfico. ¿Qué pasa con LA ÚLTIMA PELÍCULA?...
Siempre he creído que cada historia nace con un ADN, como huellas de tu propio estilo cinematográfico. Como director, encuentro que esto es verdaderamente inspirador y emocionante.
Tengo la historia, ¿y ahora cómo la explico? Siempre supe que la historia de LA ÚLTIMA PELÍCULA no se podía explicar sin celebrar el lirismo y la luz. Con el director de producción Swapnil Sonawane hablamos de los movimientos y ángulos de cámara líricos. Observamos la luz, tanto natural como “fabricada”. Queríamos que la luz se convirtiera en ese personaje visible-invisible en LA ÚLTIMA PELÍCULA para que cuando lleguemos al final de la película ocurra literalmente una revuelta de colores a través del vivaz espectro visible. Por tanto, el despliegue lírico de emociones de LA ÚLTIMA PELÍCULA tiene un fuerte vínculo con la luz.

¿Y el diseño de sonido?...
Los diseños de imagen y de sonido se tejen alrededor de los temas de capturar la luz para crear un estilo cinematográfico holístico. Siempre he creído que la vida continúa incluso cuando no conversamos.
Si el cine es imitación de la vida, entonces ¿por qué tener inacabables diálogos tipo ping-pong en nuestras películas?
Nunca lo he entendido. Si analizamos de cerca mis películas, puede haber pasajes de 10 a 12 minutos en los que nadie habla, y hasta ahora nadie se ha “dado cuenta” porque la idea fundamental de las películas es explicar historias.
Como en los diálogos, a menudo olvidamos que el silencio habla. Y esto también se da con un lenguaje mucho más universal que los diálogos. Y una vez los espectadores están emocionalmente implicados e inmersos en el mundo que has creado normalmente siguen y fluyen con las emociones.

¿Qué retos afrontó a la hora de encontrar a quien hiciera de Samay?...
Hicimos una prueba a unos 3.000 chicos porque una cosa estaba clara: Samay y su pandilla tenían que ser de la misma parte remota de Gujarat donde crecí yo, para poder contar con el lenguaje corporal adecuado. También estos chicos tienen el sentido de crecer en amplios espacios y cielos abiertos y hablan el dialecto. Y sobre todo estos chicos provienen de familias modestas, están acostumbrados a no tener “nada”. Es por esto que tienen un increíble sentido de la innovación y la creación a partir de nada. Todas estas cualidades me permitieron centrarme en los personajes y la narración. Una vez elegido a Samay, el resto del reparto se configuró por orden natural. Hacer el papel de Samay, para un chico de nueve años, que ha ido en pocas ocasiones al cine, suponía un reto. Debido a su tierna edad, mi equipo y yo teníamos que tener mucha paciencia. Al fin y al cabo, Samay prácticamente carga con todo el peso de la película.
Por tanto, si no encontrábamos al Samay adecuado, simplemente no teníamos película.

¿Qué quiere que se lleve consigo el público de LA ÚLTIMA PELÍCULA?...
¡Luz! Que se lleven consigo algo de luz. El mundo está pasando por momentos terribles, una época que nunca habíamos visto. Como narrador, quiero compartir sentimientos de esperanza y de aire fresco. Quiero celebrar la belleza de nuestro planeta y mostrar cuánto más sencilla solía ser nuestra vida. En solo cien años, ¿qué le hemos hecho a esta tierra? ¿Qué les hemos hecho a nuestras almas? Para mí, LA ÚLTIMA PELÍCULA es una meditación sobre todas estas inquietudes. Una llamada a despertar y a la atención plena. Es una historia de júbilo sobre el nacimiento, la vida, la muerte y la resurrección de las películas. LA ÚLTIMA PELÍCULA también tiene que ver con celebrar la naturaleza y sobre cómo podemos vivir en armonía con las lluvias, los relámpagos, los lagos o los leones. Se trata de una experiencia orgánica. Quiero que la gente se emocione, se anime y, al final, se empape de un mundo de narradores repleto de colores. LA ÚLTIMA PELÍCULA es una parábola parecida a una historia zen Ox Herder; buscar la luz, observar la luz, percibir la luz, capturar la luz, domar la luz, proyectar la luz, trascender la luz, trascender la Luz y el Yo, alcanzar la fuente, y devolverla a la sociedad.

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