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NOTAS DE DIRECCIÓN...
Sobre la adaptación:
La primera vez que vi la obra de teatro de Alfredo Sanzol descubrí muy claramente su gran potencial para ser llevada al cine. En ella se da una curiosa mezcla/homenaje de algunas comedias de Shakespeare, -podemos ver referentes muy claros de La Tempestad, El sueño de una noche de verano, Mucho ruido y pocas nueces, o Como gustéis, entre otras-, y, curiosamente, la propuesta no se queda en un mero homenaje, sino que conforma brillantemente una historia nueva y original que funciona por sí misma, con entidad propia.
La pieza parece concebida como el guión de una gran película de aventuras. Hay enredos, vodevil, romanticismo, guerra de sexos, magia, suspense, cambios de identidad y género. En definitiva, ingenio y comedia pura y dura. Un engranaje que, bien producido, puede funcionar a muchos niveles, -como película “culta” y como película para el gran público-, y engrandecerse gracias al lenguaje audiovisual. Me aventuro a decir también, convertirse en un auténtico clásico del divertimento.
En mi labor de adaptación de obra de teatro a guión cinematográfico he tratado de ser muy fiel a la esencia del libreto original. Se ha potenciado lo audiovisual, añadido elipsis, arrancando secuencias ya empezadas y acabándolas antes de tiempo. Se han abierto nuevos espacios que entran en juego. Se ha hecho una “limpieza de diálogos”, concretando situaciones y motivaciones. También se han “picado” estos diálogos para dotar de ritmo a la acción e ir a lo esencial.
Se han añadido situaciones que en la obra se obviaban por las lógicas limitaciones de una representación, -como ver cómo llegaron en el pasado a la isla el leñador con sus hijos, o la gran tormenta que asola a la Armada Invencible. En definitiva, se ha dotado al material de una entidad propia como guión cinematográfico.
Puesta en escena:
Mi intención no consiste en rodar de forma “clásica” o “convencional” la obra de teatro confiando en las bondades del texto y de los actores, sino convertirla en una película dinámica, visualmente expresiva e interesante, donde la cámara sea un elemento narrativo más, que no sólo “retrate” la acción, sino que interactúe con ella.
Encuadres elaborados, picados, contrapicados, angulares, movimiento de cámara y de actores basados en acciones. Potenciar gags visuales y de interpretación. En definitiva, huir del “estatismo” en el que se ha caído muchas veces en ciertas adaptaciones de clásicos de época. La propuesta nos permite ir desde la commedia de ll´arte hasta los dibujos animados, pasando por el cine fantástico y de aventuras.
Desarrollar como recurso cómico los apartes que en la obra se realizan mirando al público y que aquí se resolverán con rápidas miradas a cámara haciendo partícipe al espectador.
Rodaremos muchos valores de planos para que el montaje sea realmente invisible, la acción respire y ayude a que las,sobre papel, largas escenas de diálogo pasen inadvertidas ante los ojos del espectador, convirtiéndolas en un valor añadido.
Será una película con un acabado contemporáneo y actual, que nos hará olvidar su origen teatral, con todos los prejuicios negativos que se pueda tener sobre esto.
Dirección de actores:
Una de las grandes bazas de esta película será el disfrutar de un trabajo actoral que cualquier película de tono realista o costumbrista no permite. Será una oportunidad para que actores de primera línea se luzcan dándolo todo en un recital interpretativo, viajando por toda una escala de matices, mezclando géneros, estilos, desde lo más íntimo hasta lo más expresivo, desde lo más dramático a lo más divertido.
Profundizaremos en las contradicciones de los personajes para potenciar la comedia, nunca jugaremos a una sola carta en las intenciones, subrayando la diferencia entre lo que dicen, hacen y sienten, que, como en la vida, irán en direcciones muy distintas.