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LOS HOMBRES QUE MIRABAN FIJAMENTE A LAS CABRAS
INFORMACIÓN
Titulo original: The Men Who Stare At Goats
Año Producción: 2009
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 94 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Comedia
Director: Grant Heslov
Guión: Peter Straughan. Inspirado en la novela escrita por Jon Ronson
Fotografía: Robert Elswit
Música: Rolfe Kent
FECHA DE ESTRENO
España: 5 Marzo 2010
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Sony Pictures - Columbia Films


SINOPSIS

Con una mirada cómica a hechos reales que son casi imposibles de creer por lo extraño que resultan, un reportero descubre una división secreta de las fuerzas armadas americanas, cuando acompaña a un enigmático miembro de las Fuerzas Especiales en una sorprendente misión...

INTÉRPRETES

EWAN McGREGOR, GEORGE CLOONEY, KEVIN SPACEY, JEFF BRIDGES, STEPHEN LANG, ROBERT PATRICK, WALEED ZUAITER, STEPHEN ROOT, GLENN MORSHOWER, NICK OFFERMAN, TIM GRIFFIN, REBECCA MADER, JACOB BROWNE, BRAD GRUNBERG

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MÁS EXTRAÑO QUE LA FICCIÓN...
   Algunas historias parecen destinadas a convertirse en películas, como es el caso de ésta: Un ejército de guerreros “New Age” financiado por el gobierno norteamericano para desarrollar métodos de combate utilizando sólo la mente. Por increíble que parezca, esta historia es real. En el libro con gran éxito de ventas ‘Los Hombres que miraban fijamente a las cabras’, el periodista Jon Jonson, tras una intensa investigación, desvela la historia del Ejército de la Nueva Tierra y en el proceso, prepara el terreno para una increíble y divertidísima mirada a un capítulo prácticamente desconocido de la historia militar norteamericana.
  Cuando el productor Paul Lister recibió los dos primeros capítulos del libro de parte del agente editorial de Ronson, el título le pareció irresistible. “Es un título grandioso”. comenta Lister.
  El libro contiene algunas revelaciones que distan mucho de ser normales y hay material como para hacer dos películas, al no ajustarse al tradicional formato de tres actos narrativos. El guionista Peter Straughan se sumó al equipo para adaptar la novela. “Me encantó el libro, pero no estaba hecho para una película. Peter tenía la idea de que teníamos que transformarlo por completo, así que dejó de lado los hechos concretos y los convirtió en una serie de eventos y personajes ficticios inspirados en el libro”, comenta Lister.

  Straughan comenta que su reto fue encontrar el hilo conductor de las entrevistas de Ronson para así poder transformarlo en un argumento narrativo. “Literalmente cogí el libro con un rotulador y me puse a subrayar todo aquello que no debía de quedarse en el tintero. A partir de ahí, intenté trazar la historia para que encajara lo más posible”, recuerda.
  “Lo que añadí fueron escenas del día a día”, comenta. “La gente puede pensar que hemos añadido las cosas más tontas, verdaderas bufonadas, pero todas son reales. Todas estas historias, desde atravesar paredes o matar un hamster con sólo mirarlo, las sacamos de diferentes experimentos utilizados por el ejército o la CIA en los años 60, 70 y 80. Algunas de las escenas más delirantes del film se cogieron palabra por palabra de las entrevistas que hizo Jon”.
  El guión, una vez acabado, era una combinación de sátira inteligente y de dulce esperanza, al más puro estilo del libro.
El guión llamó la atención de Grant Heslov y de George Clooney, socios de la productora Smokehouse.
  El guión de Straughan le dio una capa más emotiva a Los Hombres Que Miraban Fijamente a Las Cabras. “A primera vista, parece que es la historia de un grupo de militares que estudian la guerra síquica. Pero se trata también de una ‘road-movie’ sobre dos tipos que se encuentran perdidos sin rumbo y que forjan una verdadera relación”, revela Heslov.
  Jon Ronson se inspiró para escribir Los Hombres Que Miraban Fijamente a Las Cabras, después de escuchar la poco probable y fascinante historia sobre un grupo poco prominente de soldados de las Fuerzas Armadas Americanas, que utilizaban la telepatía y la percepción extrasensorial al servicio de la guerra.
  “Se trataba de un grupo de militares, algunos con altos cargos, que deseaban aprender habilidades paranormales. Intentaban atravesar muros y volverse invisibles. Practicaron saludar al enemigo ‘centelleando los ojos’ y con el tiempo en Fort Bragg, cuando las ideas se enturbiaron, intentaron matar cabras con tan sólo mirarlas fijamente”, recuerda Ronson.
  Straughan tomó la decisión de no entrevistar a ninguno de los personajes reales para su guión. “Jon ya lo había hecho y pensé que emborronaría mi forma de verlo. Necesitaba ir justo en dirección contraria, y crear un argumento de ficción que convirtiera a la obra de Ronson en una comedia, así que me mantuve al margen deliberadamente hasta que el guión estuviese terminado”, explica.
  Heslov y Clooney se enorgullecen de haber dirigido un rodaje muy sencillo, y que el tono desenfado del film continuara incluso cuando las cámaras dejaban de grabar.

HURACANES, VENTISCAS Y CABRAS QUE SE DESMAYAN...
  Los Hombres Que Miraban Fijamente a las Cabras lleva a los personajes desde una pequeña ciudad de Michigan hasta el desierto iraquí, con diferentes paradas en el camino. Paul Lister comenta, “es un pequeño film con grandes ideas y grandes localizaciones. Hay un montón de contradicciones. Esta historia tiene lugar en el Vietnam de los 70, salen los años 80, pasamos por 2003, Irak, Fort Bragg, abarcamos un montón de lugares y eso significaba que había un gran trabajo de producción por hacer”.
  El experto en localizaciones, S. Todd Christensen recorrió más de 22.500 kms buscando los lugares adecuados para la película, todo un record personal. “Hubo un día que comenzamos en Alburquerque, fuimos a 130 kms hacia Zia Pueblo, después a Roswell, Mescalero Flats, White Sands y Alamogordo. Cuando volvimos a Alburquerque, habíamos conducido más de 1.100 kms en 16 horas. Como le dije a Grant, fue el día más largo de mi vida”, nos recuerda Christensen.
  Christensen encontró varios escenarios para la película durante sus viajes, “encontré un lago seco en Willard (Nuevo Méjico) en Google Earth. Son 16 kms de lago de suelo alcalino, muy blanco y absolutamente alucinante. Resulta también tremendamente desolador. No hay vida vegetal, hay muy poco de todo excepto arena, tanta como quieras”, dice Todd.
  Rodar en Nuevo Méjico en vez de en el desierto iraquí resultó muy bien visualmente, pero el clima no siempre ayudaba. “Empezó a hacer un tiempo muy frío según nos acercábamos al final del rodaje. En la película, se suponía que estábamos a más de 37 grados y en cambio estábamos a bajo cero. George y Ewan iban en camiseta y tuvieron que arreglárselas. Cuando comenzaba a nevar, teníamos que parar un par de horas y esperar a que se derritiera”, nos cuenta Heslov.
  Esto es lo que McGregor llama “un interesante ejercicio para un actor”. Te quitas todos los prejuicios y te dices a ti mismo, no hay problema, hace calor, hace calor. Encima nos ponían como si estuviéramos sudando y pasábamos más frío. Resultaba muy extraño”. Para simular Vietnam, los directores rodaron en Puerto Rico durante la época de huracanes. Jon Ronson y Peter Straughan juntaron allí al reparto y al equipo.
  A la hora de recrear Fort Bragg (Carolina del Norte) elegimos la Academia Militar de Nuevo Méjico. Christensen comenta que “no se había rodado allí desde Dress Gray en 1986.
  El equipo de producción necesitaba un rebaño para algunas de las escenas más críticas de la película. Heslov había oído algo acerca de una clase en particular de cabras que parecían perfectas. “Se las llamaba “Las cabras que se desmayan”, por alguna razón estas cabras pierden el conocimiento cuando algo las altera. Nuestro director de fotografía, Robert Elswit, las había visto en televisión y parecían perfectas. Así que cogimos unas cuantas e hicimos una prueba. Pero cuando las asustamos, no se desmayaron, ni hicieron nada. Eran cabras normales. Yo sabía que esas cabras existían pero no las encontramos, así que tuvimos que utilizar las normales”.
  Mary Duree, la adiestradora, dice que las cabras son muy inteligentes y que no les hace falta ningún tipo de entrenamiento. “Es muy fácil hacer que parezcan como si estuvieran hipnotizadas. Son muy curiosas, así que las reunimos y simplemente se quedaron mirándonos fijamente. Son animales que resultan muy cómicos”.
  A pesar de que el equipo tenía algunas dudas, fue muy fácil trabajar con ellas. El director afirma que “son muy responsables.

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