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   ‘Los becarios’ es el metafórico grito de guerra de los habitualmente considerados perdedores; está dirigido a todos los que alguna vez han sido golpeados pero no vencidos, a los que les dijeron que no podrían conseguir algo pero demostraron que sí podían, y se atrevieron a seguir sus sueños contra viento y marea. “Es una oportunidad para Billy y Nick, que se han despertado y proclaman, ‘Hicimos todo como se suponía que debíamos hacerlo, pero nos tocó la china a nosotros”, tal y como señala el guionista, productor y actor Vince Vaughn.
   El director y productor Shawn Levy redunda en las observaciones de Vaughn respecto a la identificación con la premisa de la película. “Yo creo que esta película es asombrosamente pertinente”, afirma Levy. “Hay toda una generación que se siente excluida dentro del actual sistema económico. ¿Qué se supone que tienes que hacer? ¿Cómo te puedes reinventar para poder escribir el siguiente capítulo de tu vida?”.
   Aunque se exploran todo ese tipo de eventualidades, ‘Los becarios’ es ante todo una inspiradora historia llena de sentido del humor e idealismo. “El optimismo que se desprende del mensaje del filme es que quizás hay algo que cada generación puede aprender de la otra. En buena medida, por eso la película no es solamente divertida sino también muy oportuna, alentadora y esperanzadora”, dice Vaughn.
   ‘Los becarios’ introduce al espectador en la innovadora alquimia de Google, ofreciendo una excepcional visión de su dinámica y pionera cultura de la alta tecnología. “El proyecto empezó a ser realmente emocionante cuando visité Google”, recuerda Levy. “Aunque se trata de una compañía tecnológica, están firme y diariamente comprometidos con intentar hacer del mundo un lugar mejor. En su cultura empresarial hay un altruismo genuino que resulta realmente inspirador, y yo quería reflejar eso”.
  Bajo la tutela de Google, Levy y Vaughn pudieron capturar la esencia del excepcional espíritu empresarial de la compañía. “Yo creía que los becarios, por regla general, se dedicaban a ir a por café o a hacer recados”, refiere Vaughn. “En Google, sin embargo, se les ponía efectivamente a trabajar de manera inmediata”.
   La implicación de Google en el filme fue absolutamente esencial para Shawn Levy. “Yo tenía muy claro desde el principio que sólo quería hacer la película si era en estrecha colaboración con Google”, afirma el director.
   “Visité Google en numerosas ocasiones”, prosigue Levy. “Google colaboró en el guión instruyéndonos sobre su cultura empresarial y ambiente laboral, y proporcionándonos pleno acceso a su campus. Google contribuyó a mantener la veracidad y el realismo tanto en el diseño de producción como en el lenguaje técnico”.
   Durante las primeras fases del proyecto, Vaughn contactó con el actor Owen Wilson, amigo y compañero suyo en el filme “De boda en boda”, para que interpretara a Nick; el yin del yang que representa el personaje de Billy. Nick es un maestro en el arte de la persuasión sutil, mientras que Billy es un genio del discurso hábil y trepidante. Juntos forman un equipo imbatible.
   “Owen fue la primera persona a la que recurrí”, dice Vaughn. “Pensé que sería divertido volver a trabajar juntos”.
Para llevar a la pantalla esta cómica historia de regeneración vital, Vaughn supo desde el principio que Shawn Levy era la opción ideal para asumir la dirección. “Shawn apela a la esperanza, al optimismo humano, lo cual es un importante elemento del filme”, señala Vaughn.
  Levy no se pudo resistir a contribuir al reencuentro en la gran pantalla de Vaughn y Wilson. “Cuando vi ‘De boda en boda’, reparé en la guasa y la química que emergía de ambos, siendo actores de un ritmo cómico tan distinto”, recuerda Levy.

  Se requirió cierta dosis de Googliness en la parte que Levy y el diseñador de producción Tom Meyer debían llevar a cabo para recrear un mundo donde la innovación se entrecruza con la diversión y la obtención de objetivos. “Examinamos el edificio de Google en numerosas ocasiones. Es poco convencional, idílico, extraño y muy peculiar”, dice Levy. “Sin embargo, para nosotros estaba claro que rodar la producción allí durante todo un mes y medio era algo totalmente imposible, puesto que es una empresa que está desarrollando un negocio. Por lo tanto, necesitábamos encontrar la manera de replicar Google en Atlanta, lo cual inicialmente me pareció irrealizable”.
   “Entonces Tom Meyer se topó con el edificio Georgia Tech, que tiene un estilo arquitectónico muy progresista y extravagante”, prosigue Levy. “Georgia Tech nos brindó una hermosa carcasa, con una estética bastante parecida a la del edificio Google, y nuestro mobiliario y elementos de diseño de la compañía, incluyendo algunos tan característicos de Google como el tobogán, la copia de la nave espacial Space Ship One, y variados y abundantes cojines y almohadas, completaron la transformación”.
   “Yo creo que el resultado está muy conseguido. Es difícil distinguir qué rodamos en Google y qué rodamos en Georgia Tech.”
“Hacíamos un dibujo, una maqueta, o ambas cosas, de cada uno de los sets que habíamos fotografiado, y luego lo enviábamos a Google y manteníamos constantes conversaciones al respecto”, añade Meyer.
   Meyer señala que era imprescindible que la transformación del Georgia Tech en la sede de Google desencadenara una auténtica experiencia de inmersión en la particular mística de Google.

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