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El objetivo creativo que se ha perseguido al producir ‘La abeja Maya, la película’ en 3D es conseguir una película llena de imágenes asombrosas, una celebración de la belleza de la naturaleza en su máximo esplendor y la plasmación de la admiración y el asombro de Maya al descubrir la riqueza de la naturaleza. La texturas con un elevado grado de detalle y la iluminación de las imágenes generadas por ordenador, incluidos efectos estereoscópicos, se combinan con un empleo inteligente de la fotografía macro, lo cual da como resultado una película como ninguna otra. El largometraje además recibe un tratamiento contemporáneo en consonancia con los criterios imperantes en la actualidad, todo ello, como no podía ser de otra manera, con el debido respeto a ‘La abeja Maya’ existente. Se trata de crear algo nuevo, que sin embargo conserve el aire y la esencia, el encanto y el carácter entrañable de ‘La abeja Maya’.
ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿En qué punto se encontraba la producción cuando se unió usted a ella?... .- He estado presente en ella desde el principio, y es estupendo empezar así, ya que de ese modo pude reflejar de manera concreta en la producción mis ideas en lo tocante a cómo debía ser Maya.
¿En qué medida se benefició usted de su amplia experiencia en películas de animación cuando asumió la dirección?...
.- Está claro que 25 años de experiencia ayudan mucho. Llega un momento en el que uno acaba intuyendo qué es lo que divierte a los niños de las distintas generaciones y cómo plasmar debidamente la visión de uno en la película.
A ese respecto, ¿qué vivencias le resultaron especialmente útiles?...
.- Uno intuye qué es lo que funciona bien y menos bien. Con la experiencia se aprende a calibrar que, ante todo, es preciso invertir mucha energía en la historia y la creación de los personajes. No es necesario que todos y cada uno de los píxeles estén en el sitio adecuado, eso es algo que se puede corregir posteriormente.
¿Conocía bien 'La abeja Maya'?...
.- Crecí en Alemania. Me gustaba mucho jugar en la calle y, como era un niño curioso, explorar mi entorno. Si hubo una serie de televisión que me hizo entrar en casa, sin duda fue La abeja Maya. Sencillamente porque me identificaba mucho con ella.
¿Cómo describiría usted a la protagonista?...
.- Maya es un torbellino, un personaje alegre y vital que no siempre se atiene a las normas de su colmena. Esto se debe, en ocasiones, a su curiosidad insaciable y a las tremendas ganas que tiene de descubrir el mundo que la rodea.
¿Hasta qué punto se implicó en el desarrollo del guion?...
.- Participé en él desde el principio, y desarrollé la historia con nuestros guionistas. También tuve absolutamente claro desde siempre que Maya necesitaba un contrapunto, y aquí es donde entra en escena el avispón Sting, que pasa de ser supuesto enemigo a amigo y desempeña un papel muy importante en nuestra historia. Sólo entonces se desvela la identidad del verdadero adversario, que no es otro que Zumbina, la consejera de la reina. Con ella he dado vida a una abeja verdaderamente antipática y estrecha de miras, que no conoce ni quiere otra cosa que no sean las normas.
¿Estuvo claro desde el principio que la máxima consejera de la abeja reina sería el personaje malvado o fue objeto de muchos cambios este papel en el transcurso del tiempo?...
.- Estuvo claro desde el principio que Zumbina encarnaría al personaje malvado. La película gira en torno a acercarse a los demás sin prejuicios y con franqueza; aceptar a los demás tal y como son. Estaba claro que Zumbina sería la antítesis de esto. Y, para colmo, es una auténtica aguafiestas, lo cual hace que resulte todavía más antipática.
¿Cuál fue la dificultad de, por un lado, ser fiel al espíritu de los libros y la serie de televisión y, por otro, idear una historia completamente nueva, con algunos personajes nuevos?...
.- No hubo tal dificultad. En todas las fases de nuestra película Maya es un personaje con el que se pueden identificar perfectamente mayores y niños. El hecho de que lleve más de cien años evolucionando y pese a ello sigua siendo querida constituye una base excelente sobre la que trabajar.
¿Cómo logró encontrar el equilibrio entre no hacer la historia demasiado “peligrosa”, para no asustar a los más pequeños, y al mismo tiempo dotarla de interés para los mayores?...
.- Como soy padre, sé de sobra que hay muy pocas películas que se pueden ver con niños pequeños. Por ello era muy importante para mí filmar una película que también fuese indicada para los pequeños. Supone un gran desafío que además nos resulte entretenida a nosotros, los mayores. Con 'La abeja Maya, la película' hemos hallado ese equilibrio incorporando dos hilos argumentales. Por una parte ofrecemos a los pequeños una aventura clásica, en la que Maya busca al ladrón de la jalea real; por otra, contamos a los adultos una historia que narra la búsqueda de un sitio/lugar en la sociedad. Y por último, pero no por ello menos importante, está nuestra pareja de extravagantes y ocurrentes hormigas, que contribuye mucho a este objetivo. Estos dos personajes son una verdadera bomba, para los más pequeños y para los que no lo son tanto.
En su opinión, ¿qué mensaje transmite la película?...
.- En la película se hace mucho hincapié en aceptar y respetar a los demás; en dejar a un lado los prejuicios y ser sinceros.
En total ¿cuánto tiempo invirtió en la producción?...
.- Desde su concepción hasta la imagen final he trabajado alrededor de tres años en la producción. Una velocidad asombrosa, casi un récord. Trabajar de manera tan provechosa y dura sólo es posible si la visión y la orientación están claras desde el principio y se pueden llevar a la práctica de manera creativa con el equipo.