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Titulo original: Ma
Año Producción: 2019
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 99 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Terror
Director: Tate Taylor
Guión: Scotty Landes, Tate Taylor
Fotografía: Christina Voros
Música: Gregory Tripi
FECHA DE ESTRENO
España: 7 Junio 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

Una solitaria mujer se hace amiga de un grupo de adolescentes y decide dejarlos hacer una fiesta en su casa. Justo cuando los jóvnes piensan que su suerte no puede mejorar, comienzan a ocurrir cosas que les hacen cuestionar la intención de su anfitriona...

INTÉRPRETES

OCTAVIA SPENCER, MISSI PYLE, LUKE EVANS, JULIETTE LEWIS, ALLISON JANNEY, McKALEY MILLER, DIANA SILVERS, DOMINIC BURGESS, COREY FOGELMANIS, VICTOR TURPIN, KYANNA SIMONE SIMPSON, DANTE BROWN, TANYELL WAIVERS, SKYLER JOY

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UNA PROFUNDA AMISTAD...
  Tate Taylor, el director y productor de EL SÓTANO DE MA, así como su protagonista y productora ejecutiva, Octavia Spencer, son amigos inseparables. Todo empezó cuando tenían veinte y pocos años y compartían un piso; pasó el tiempo y juntos hicieron Criadas y señoras y I Feel Good: La historia de James Brown, lo que les permitió crecer personal y profesionalmente. EL SÓTANO DE MA nació de la profunda amistad que les une.
   “Octavia es mi mejor amiga”, dice Tate Taylor. “Nos conocimos en 1995 siendo asistentes personales en la película Tiempo de matar durante el rodaje en Misisipi. Los dos nos trasladamos a Los Ángeles con la intención de trabajar en cine y compartimos un piso durante seis años”. Y sigue diciendo, con una sonrisa: “Incluso nos prestamos los mismos 500 dólares una y otra vez durante diez años”.
   A pesar de que Octavia Spencer ha ganado un Oscar, ha sido nominada a otros tres y ha recibido elogios por sus increíbles interpretaciones, no había tenido la oportunidad de ser la protagonista absoluta en un largometraje. Un día se lo dijo a Tate Taylor. Ese fue el momento en que nació un proyecto aterrador que respondía a la fascinación que la actriz siente por los thrillers y que permitía al director ampliar su horizonte. Los dos amigos no solo querían volver a trabajar juntos, también era su intención ofrecer una experiencia auténtica, aunque horrenda, a los espectadores.
   Tate Taylor se enteró de que se estaba escribiendo una historia acerca de un grupo de adolescentes que se encuentran en una situación inesperada: una persona adulta les ofrece un escondite donde reunirse con sus amigos y pasarlo bien. Pensó inmediatamente que era ideal para mostrar una vertiente de Octavia Spencer hasta ahora nunca vista. A la actriz y al director les gustaba la idea de que los chicos fueran como los que todos conocemos o incluso fuimos cuando éramos jóvenes, y que acabaran descubriendo que los adultos son mucho más peligrosos de lo que pueda parecer a simple vista.
   En el centro de la inquietante historia producida por Blumhouse Productions, la empresa que tiene en su haber éxitos del calibre de Déjame salir, Múltiple, La noche de Halloween, Glass/Cristal y las entregas de La noche de las bestias, se encuentra una misteriosa, solitaria y aparentemente inofensiva mujer llamada Sue Ann. Es simpática y severa al mismo tiempo. Le ofrece a un grupo de amigos del instituto un lugar donde reunirse sin que nadie les moleste. Pero Sue Ann es una mujer traumatizada, atormentada por el pasado, y cuyos planes son mucho más siniestros de lo que puedan imaginar sus jóvenes amigos. “EL SÓTANO DE MA es un relato admonitorio acerca del maltrato y una historia sobre una mujer atrapada por el pasado”, explica Octavia Spencer. “Sue Ann conoce por casualidad a un grupo de adolescentes y les facilita la vida dejándoles beber en su sótano. Las personas que han sido maltratadas no lo olvidan fácilmente, sobre todo si son como ella”.
   La actriz no estaba interesada en interpretar al personaje como una especie de arquetipo. Prefirió explorar los matices de la psique de Sue Ann, e incluso llegó a simpatizar con la mujer perturbada a la que encarna. “El público puede identificarse, e incluso reconocerse, en cada personaje”, sigue diciendo. “Hay sobresaltos, escalofríos, sustos. Los espectadores incluso vivirán momentos incómodos”. Hace una pausa. “Pero al fin y al cabo, creo que cualquiera debe mirarse a sí mismo y entender que todos hemos tenido que ver con la creación de las Ma de este mundo”.
   Tate Taylor estaba convencido de que, con una actriz de la calidad de Octavia Spencer, el personaje de Sue Ann, al igual que ocurrió con la inimitable Annie Wilkes en Misery, creada por Kathy Bates, sería inquietante, cómico y aterrador, además de tener el potencial de convertirse en un icono del terror. Al principio, Sue Ann es una persona tierna que simpatiza con los chicos, pero su comportamiento se hace más imprevisible a medida que la película se dirige hacia un clímax horrendo.
   El director explica que su intención siempre fue moldear EL SÓTANO DE MA en la línea de los thrillers que veía de pequeño: “Películas como Carrie, La noche de Halloween y Misery tienen un aspecto en común que puede resumirse en una pregunta: ¿Por qué lo hacen? Pero también está la idea de que conocemos a la víctima porque podría ocurrir en la calle donde vivimos. Es la última forma del escapismo, y todos hemos sido agredidos o hemos agredido”. Hace una pausa antes de seguir: “Si alguien en una película representa a una persona que nos cae francamente mal en la vida real, no nos disgusta ver que le cortan la garganta en la pantalla. Está muy mal, y es una sensación deliciosa”.
   Tate Taylor, Octavia Spencer y John Norris estaban entusiasmados con la idea de trabajar con Jason Blum, el gran experto del cine de terror. “Crecí viendo películas de miedo y thrillers”, reconoce Octavia Spencer. “Jason Blum ha dado nueva vida al género”. El director y el productor admiran a Jason Blum por demostrar que al público le gusta ver películas que no caminan sobre seguro. Además, este último estaba totalmente de acuerdo en que Tate Taylor y John Norris moldearan el material a su gusto. Por ejemplo, el personaje de Ma se escribió pensando en una protagonista caucásica, pero Taylor reimaginó el papel para Octavia Spencer.
   “Me ha encantado ser la protagonista absoluta de esta película”, dice la actriz. “El proyecto contenía muchos atractivos para mí, y uno de ellos era la posibilidad de volver a trabajar con Tate. Es muy meticuloso. Me atrevería a decir que debió ver la película unas mil veces en su cabeza antes de que llegáramos todos al plató. Tate siempre sabe dónde quiere ir a parar, pero también permite que los actores participen en la creación de los personajes. Es muy divertido y tiene mucho talento, me encantó volver a colaborar con él”.
   La actriz tuvo la oportunidad de trabajar con Tate Taylor delante de la cámara porque el director tiene un papel secundario en EL SÓTANO DE MA. Es el policía Grainger, el asistente del sheriff que, al principio de la película, pilla a los chicos bebiendo alcohol en una discoteca local y que, más tarde, va a casa de Sue Ann. Pero Octavia Spencer no quedó totalmente satisfecha con su compañero de reparto. “Tate aparenta menos años que yo”, dice, riendo. “Eso no me gustó nada cuando me di cuenta. Me esforcé en estar impecable porque él es realmente atractivo”.

EL DESARROLLO...
  El guionista Scott Landes, conocido sobre todo por su trabajo en series cómicas como “Workaholics”, buscaba una idea para un nuevo guion cuando le vino a la cabeza un incidente que había presenciado en su juventud. “Recordé algo que había ocurrido en el instituto”, dice. “Crecí en Maryland y una noche, cuando tenía 15 años, fui a una fiesta a una casa que no conocía. Pasé al lado de una pared de bloques de cemento sin pintar y me encontré en una habitación sin puertas y con el suelo de tierra. Sonaba Eminem a todo meter, y un montón de amigos míos estaban allí bebiendo y fumando”.
   Lo que ocurrió a continuación se quedó grabado en su memoria. “Mi novia estaba hablando con un hombre, el dueño de la casa”, dice. “Había comprado alcohol, pero yo no tenía ni idea de quién era. Ver a un hombre adulto divertirse con chicos de 14 o 15 años me aterró. Siempre me da escalofríos cuando lo pienso, me pareció el tipo de historia con el que cualquiera que haya crecido en las afueras o en el campo podría identificarse”.
   Inicialmente, Scott Landes creó una historia con dos protagonistas. Maggie, una joven que acaba de llegar a la ciudad y debe integrarse en el instituto, y Sue Ann, una veterinaria de cuarenta y pocos años que nunca ha conseguido superar el horror que vivió en su adolescencia. En realidad, las dos caras de una misma moneda. “La base era mostrar las dificultades con que se encuentran los adolescentes y cómo son capaces de cualquier cosa con tal de ser aceptados por el grupo”, dice el guionista. “Si dicen que van a tirarse a un río desde un puente, lo haces porque te da miedo que te rechacen. Quería jugar con la tensión que crea este tipo de amistades y también con el inesperado hecho de que una persona adulta quiera ser tu amigo”.
   Al imaginarse el papel de Sue Ann en la historia, Scott Landes pensó en algunos de los adultos que le rodeaban mientras crecía en una pequeña ciudad. “No era raro que un amigo te dijera: ‘Mi tía prefiere que nos reunamos en su sótano porque así sabe dónde estamos si bebemos’. Algunos teníamos un Honda Civic o un Corolla y todos nos subíamos a los coches para dar vueltas hasta pararnos en un sitio. Podía ser en medio del campo o en urbanizaciones en construcción. Había una camaradería que nos hacía sentir vivos, lo pasábamos bien. Sabíamos que era peligroso beber y fumar porros, pero todos queríamos contar lo que habíamos hecho el lunes siguiente en el instituto”.
   Basándose en estos recuerdos, Scott Landes decidió ir un poco más lejos, a un lugar algo más oscuro: “¿Y si el adulto al que vi esa noche hubiera descubierto que yo era el novio de la chica de 14 años con la que estaba hablando? ¿Y si hubiera querido darme una paliza solo por divertirse? ¿Y si hubiera sacado una pistola? Nunca se sabe. Se trataba de un adulto bastante bebido en medio de unos adolescentes”.
   A medida que desarrolló el guion, decidió que el antagonista sería un personaje femenino. “Era más interesante porque creo que las mujeres pueden ser más conmovedoras en una situación similar; además, se tiende a confiar más en una mujer”, dice. “Pero ¿y si esa mujer está totalmente desequilibrada? No hay nada más aterrador que una persona que se obsesiona por otra y que se empeña en ser parte de su vida… por mucho que la otra la rechace”.
   A partir del momento en que terminó el guion, el proyecto se consolidó a toda velocidad, algo que no esperaba. Al mes, Blumhouse había adquirido los derechos del guion. “EL SÓTANO DE MA no solo es una historia inquietante y alarmante, sino realmente única”, dice Jason Blum. “Las películas de terror gustan, pero es necesario reinventarlas constantemente. No se pueden ofrecer siempre los mismos sustos; el público se aburre y dejan de gustarle. La historia de Ma no es habitual porque se trata de un personaje que no hemos visto hasta ahora. Eso buscamos en Blumhouse, dar miedo al público, hacer que se sienta incómodo con algo que no se ha visto anteriormente”.
   Blumhouse se asoció con Wyolah Films, la productora de John Norris y Tate Taylor, para llevar EL SÓTANO DE MA a la pantalla. “Jason y yo teníamos amigos en común que llevaban tiempo intentando que hiciéramos algo con Tate”, dice John Norris. “Lo habíamos hablado en numerosas ocasiones, pero nunca llegábamos a nada, hasta que Jason me llamó para decirme que le gustaría que leyese un guion. El guion me gustó, pero no estaba seguro de que el actor que él tenía en mente encajara con la historia. Se lo pasé a Tate y le encantó. Me dijo que él veía a Octavia en el papel, yo pensaba exactamente lo mismo”.
   Los dos socios hablaron con Jason Blum para decirle que tenían a la persona ideal para protagonizar EL SÓTANO DE MA. “Le dijimos que nos encantaba el guion porque tenía algo especial”, recuerda John Norris. “Tate dijo que era perfecto para Octavia, a lo que Jason contestó que una actriz de su calibre ni lo tendría en cuenta. Entonces, Tate llamó a Octavia y le mandamos el guion. A las 24 horas había aceptado el papel”.
   “Octavia se sentía frustrada porque siempre le ofrecían el mismo papel. Además, sé lo oscura que puede llegar a ser”, explica Tate Taylor. “Le gusta ver lo que ella llama ‘televisión de asesinatos’. Su idea de descanso es tumbarse en el sofá y darse un atracón de series con forenses. El guion llegó en un momento en que estaba más que frustrada porque nadie le ofrecía un papel protagonista. Llamé a Octavia, le pregunté si estaba interesada y contestó: ‘Claro, joder’. Empezamos a rodar un año después”.
   Tate Taylor apreció la dualidad que Octavia Spencer aporta al papel de Sue Ann/Ma, así como los detalles entrañables que creó para su personaje. En su opinión, el atractivo de Ma reside en eso. “Sabemos que Sue Ann padeció TEPT (Trastorno de estrés postraumático) debido a un trauma de adolescencia. Queremos decirle que no siga por el camino que ha escogido, que pare. Por eso es una malvada adorable. Pero también nos da la oportunidad de estudiar la psicología del trauma y lo que empuja a algunas personas a hacer cosas terribles”.
   El director solo tiene elogios por la valentía de la protagonista y por confiar en él plenamente cuando debía convertirse en la maldad personificada siempre que fuera necesario. “Le pedí a Octavia que hiciera auténticas locuras. No se lo pensaba ni un segundo, se tiraba a la piscina”.
   “Queríamos hacer algo sorprendente, sin límites, sin reglas”, añade Tate Taylor. “La historia me recordaba al padre o a la madre ‘guay’ que siempre dejaba a sus hijos hacer fiestas en casa. Ya entonces pensaba: ‘Se supone que no nos dejen hacer esto en su casa, pero me alegro de que sea así’. Es una película nostálgica. ¿Quién no intentó convencer a un adulto de que le comprara cerveza para una fiesta? Y siempre encontrábamos a uno. También me sorprendía, ¿por qué aceptaban comprarnos alcohol?”
   Para Jason Blum, EL SÓTANO DE MA ofrece varias primicias. “La mayoría de las películas de terror están protagonizadas por actores muy jóvenes, casi nunca por estrellas consagradas”, dice, “pero esta película gira en torno a un personaje central, algo poco corriente en nuestras producciones. No quería rodar la película sin alguien muy reconocible en el papel. Ahora bien, tuvimos mucha suerte de que el guion gustara a Octavia. Fue una auténtica fuerza impulsora durante el rodaje y la posproducción. Pero la persona responsable de traer a Octavia es Tate y le estamos muy agradecidos”.
   Tate Taylor nunca había dirigido una película de terror. La idea no solo le entusiasmaba a él y a John Norris, sino también a Jason Blum. “Conocía a Tate socialmente, me había fascinado Criadas y señoras, así como I Feel Good: La historia de James Brown”, recuerda el productor. “En Blumhouse solemos ponernos en contacto con directores a los que admiramos, pero que quizá nunca hayan tocado el género de terror. Tate tiene mucho talento y es magnífico con los actores. Supo crear la sensación de familia durante todo el rodaje”.
   Los jóvenes actores estaban entusiasmados con la idea de trabajar a las órdenes de Tate Taylor, y les encantó su estilo inclusivo y colaborativo. “Tate nos permitía trabajar con la historia”, dice Diana Silvers, que da vida a Maggie. “Cuando un director da tanta libertad a un actor, este no se siente tan presionado y trabaja mejor. Su instinto nunca falla, pero también confía en el instinto de los demás”.
   Corey Fogelmanis, que interpreta a Andy, añade: “Tate es un director genial porque confía en los actores y en sus instintos. Nos permitía ensayar e ir en diferentes direcciones. Me gustó mucho aportar algo al proceso de colaboración. Me alegré de que fuera el capitán del barco”.
   Tate Taylor explica lo que buscaba en los jóvenes actores: “Es importante que todo espectador pueda identificarse con los chicos. Por eso busqué actores diferentes, no a caras habituales, para que simpatizáramos con ellos. Es fácil meterse en su piel y entender la situación”.

LOS DECORADOS...
  Aunque EL SÓTANO DE MA transcurre en una pequeña ciudad de Ohio, la película se rodó en Natchez, Misisipi, una ciudad histórica de unos 15.000 habitantes situada en la orilla del río Misisipi. “Es la tercera vez que rodamos en Misisipi”, dice el director. “Este estado es genial, todo el mundo está siempre dispuesto a trabajar”.
   Fue una gran experiencia para los jóvenes miembros del reparto. “Nunca había rodado en una ciudad tan pequeña. Me pareció genial, todo el mundo se conoce”, dice McKaley Miller. “Hay una gran sensación de comunidad”.
   La ciudad recibió al reparto y al equipo técnico con los brazos abiertos. “Cuando llegué a Natchez, estaba dispuesta a adaptarme”, reconoce Diana Silvers, “y todos fueron muy amables. Me gustó trabajar lejos de mi entorno habitual. Me llevé muy bien con todo el mundo durante el rodaje, era como ser miembro de una gran familia”.
   Al igual que sus compañeros, Corey Fogelmanis no conocía la increíble región del delta. “Nunca había estado en Misisipi”, dice el actor. “La comida, la gente y la energía de la zona son alucinantes. Y me encantó descubrir la cultura y la historia de la ciudad”.
   “Fue una experiencia maravillosa, tanto que se me olvidaba que estaba allí para trabajar”, añade Luke Evans.
Juliette Lewis ya había rodado en ciudades pequeñas, pero reconoce que Natchez es un lugar especial: “Natchez tiene algo más por su historia. Es un sitio genial para rodar y se está convirtiendo en una comunidad cinematográfica”.

EL COLOR Y LOS PERSONAJES...
  El diseñador de producción Marc Fisichella (El corredor del laberinto, The Lightkeepers) prefiere trabajar el diseño empezando por los personajes, y en una película como EL SÓTANO DE MA, incluso más. Antes de diseñar una habitación o una casa para un personaje, quiere conocer su historia aunque no forme parte de lo que se verá en la pantalla. “Hay veces en que el director ya lo tiene pensado y otras en que descubriremos cosas juntos, hablando”, dice el diseñador. En este caso significaba entender plenamente el pasado de Ma. “Al diseñar los decorados de la casa de Sue Ann, le creamos una historia anterior al momento en que la conocemos”, explica.
   Tate Taylor y Marc Fisichella construyeron un pasado para Sue Ann; de dónde viene, cómo creció, cómo llegó hasta aquí. Les interesó saber si Sue Ann era extrovertida o introvertida y si el aspecto de su entorno se basaba en factores emocionales o económicos.
   Su objetivo era descubrir todos los detalles del personaje. “Eso nos permitió escoger una gama de colores para Sue Ann, empezando por los tonos que me interesaba ver en el sótano: colores naturales, tierra, ladrillo y los típicos verdes del Medio Oeste de Estados Unidos”, explica el diseñador. “Decidimos que al principio serían tonos más bien apagados, pero a medida que se la sigue en otras partes de su casa, vemos que los mismos tonos están por todas partes”.

UN NUEVO TERROR URBANO...
  Para EL SÓTANO DE MA, Marc Fisichella no quiso recurrir a la gama de colores convencional de las películas de terror. Nada en la película debía ser siniestro. Le interesaba explorar cómo el típico barrio de una pequeña ciudad estadounidense podía contribuir a subrayar el terror psicológico. Esto queda patente en el diseño del sótano de Sue Ann, al que la mujer invita a los chicos a pasarlo bien.
   “Sabíamos que no debía ser un sitio cómodo”, explica el diseñador. “Sue Ann no se molestó en vaciarlo cuando alquiló la casa y aún conserva objetos de los antiguos habitantes”. Efectivamente, cuando los adolescentes lo descubren por primera vez “hay textura, sombras, rincones, tiene un aura misteriosa”. Pero Sue Ann empieza a limpiarlo y a transformarlo en un lugar más agradable. “Sue Ann lo adecenta con la esperanza de que haya más fiestas y la estancia empieza a cambiar”, sigue diciendo. “Pasamos mucho tiempo en ese mundo subterráneo, pero vemos los toques que añade Sue Ann para transformarlo en un lugar agradable. Los colores se hacen más vivos a medida que progresa la historia. Cuando alcanzamos el momento en que las fiestas están en su apogeo, la paleta de colores es brillante”.
   El diseñador también quería que el diseño tuviera un toque paranoico. “Creamos el ambiente ideal para que los chicos sintieran que solo pueden entrar en los pisos de arriba a escondidas”, explica. “Siempre hay elementos que hacen notar la presencia de Sue Ann aunque no esté. Sirve para aumentar el suspense. Cuando ya llegan al segundo piso, la casa es cada vez más extraña”.
   La casa escogida para hacer las veces de hogar de Sue Ann tenía un garaje adyacente que sirvió de decorado para el sótano. El equipo de carpinteros levantó las baldosas para dejar un suelo de cemento. También desnudaron las paredes para que fueran de ladrillo visto. “Añadimos unas vigas de madera en el techo y construimos una escalera en un rincón”, explica Marc Fisichella. “Al añadir estos elementos, tratamos el garaje como si fuera un plató en un estudio”.

LA CASA DE MAGGIE Y ERICA...
  Cuando Maggie y Erica llegan a la casa que han alquilado, hay unos cuantos muebles, pero nada que revele la personalidad de ninguna de las dos. “Quise crear un entorno que les desagradara para mostrar que Maggie estaba ahí contra su voluntad”, dice el diseñador. “Están incómodas, hay tensión”. Por lo tanto, los tonos de la casa son anodinos y neutros, sin carácter. “A medida que avanza la historia, introdujimos toques de color que dan carácter al entorno”, sigue diciendo. “Empecé con sus dormitorios. Cuando vemos estos dos decorados, los colores ya entran en el resto de la casa”.

ANIMALES Y BODEGAS...
  El decorado preferido de Marc Fisichella quizá sea la fachada que escogió para la clínica veterinaria. “Encontramos una tienda de bebidas alcohólicas genial en la Avenida Franklin de Natchez”, dice. “Pero la clínica veterinaria debía estar exactamente enfrente de la tienda, y encontrar dos decorados así en el mismo lugar era casi misión imposible. Justo al otro lado de la calle había un edificio bastante feo, pero teníamos mucho margen para hacerle un lavado de cara. Volvimos a pintarlo, colocamos puertas y ventanas nuevas, y creamos la clínica veterinaria perfecta”.
   Y sigue diciendo: “Pero este decorado exterior debía encajar con el interior que rodamos en otro lugar. En estos casos hay que tener mucho cuidado con las ventanas y las puertas”.

UNA NUEVA COLABORACIÓN CREATIVA...
  Christina Voros (Anesthesia, El último deseo), la directora de fotografía de EL SÓTANO DE MA, conoció a Tate Taylor a través de Stephen Goldblatt, que se ocupó de la iluminación de Criadas y señoras y de I Feel Good: La historia de James Brown. “Suelo trabajar en películas de personas que conozco”, dice Christina Voros. “Era mi primera experiencia en una película de bajo presupuesto y con un reparto numeroso. Decidí tirarme a la piscina y cruzar los dedos”.
   Por suerte Christina Voros y Tate Taylor se entendieron inmediatamente, y la directora de fotografía descubrió que el capitán del barco confiaba en su tripulación. “Tate es muy firme cuando quiere obtener lo que desea”, dice, “pero está abierto a las sugerencias. Quiere escuchar ideas para que la película sea mejor. Me entusiasmó trabajar en un marco semejante, sobre todo porque no nos conocíamos. Le agradezco que confiara en mí y me diera tanta libertad. Acabamos de rodar un piloto para una serie y vamos a empezar otro largometraje”.
   En el plató, Tate Taylor suele pedir al equipo más próximo que se quede con él detrás de los monitores. “Solo estábamos Tate, el productor John Norris, la script y yo detrás de los monitores”, recuerda Christina Voros. “No le gusta que haya mucha gente. CLETA ELLINGTON, la primera ayudante de dirección, se ocupaba de organizar el decorado. Era el espacio perfecto para sugerir locuras, pero había días en que sabíamos desde la primera toma que nos enfrentábamos a lo imposible”.

LA FUNCIÓN SIGUE A LA FORMA...
  Durante la preproducción, Tate Taylor y Christina Voros hablaron mucho de lo que les interesaba visualmente y de lo que querían conseguir durante el rodaje. La directora de fotografía dice: “Nunca me habían atraído las películas de terror. Antes de empezar, decidí documentarme y vi todos los clásicos: los primeros DePalma, La noche de Halloween, etcétera. Llegué a EL SÓTANO DE MA llena de ideas basadas en los arquetipos del terror en el cine reciente y busqué ocasiones para hacer varios guiños a los clásicos”.
   A pesar de empezar a trabajar rodando documentales, Christina Voros no tardó en iluminar películas muy diferentes, decidida a que no la encasillaran en un solo género. “Soy un híbrido de lo más extraño”, dice, riendo, “Recuerdo claramente, mientras estudiaba en la escuela de cine, que mi profesor de fotografía me dijo que debería escoger una ‘cosa’, narrativa, comedia romántica, etcétera. Pero sigo sin escoger. Empecé trabajando en documentales, cuando se filmaba cámara en mano. Filmar documentales enseña a aceptar lo más inesperado y eso puede ser muy útil en la ficción”.

LA AMISTAD DA EL TONO...
  Cuando empezó a trabajar con el equipo de EL SÓTANO DE MA, Christina Voros se quedó asombrada ante la fuerza de la naturaleza llamada Octavia Spencer. “No hay palabras para Octavia”, dice. “Es mi heroína, mi campeona. No tiene miedo de nada y es uno de los seres humanos más bondadosos que he conocido. Tomamos decisiones muy atrevidas con los ángulos de los planos, pero siempre confió en mí y se entregó totalmente a la interpretación. Si Tate confiaba en mí, también lo hacía Octavia. Era nuestra superestrella, pero conseguía que todo el mundo se sintiera imprescindible”.
   La larga amistad entre la actriz y el director se notaba en todo el plató. “La energía en un plató suele tener altibajos, pero este era único gracias a la amistad y la confianza mutua que les une”, explica Christina Voros. “Todos lo notábamos. Y aportó mucho a la película. El respeto, la admiración, el afecto que sienten el uno por el otro dio el tono general. Su confianza mutua es muy profunda”.

LA CÁMARA Y EL PERSONAJE...
  Sue Ann tiene dos personalidades, la privada y la pública. La directora de fotografía, el director y la actriz protagonista acentuaron esta dualidad durante la filmación. “Desde el principio decidimos que Sue Ann se mostraría de una forma en público, pero que sería totalmente diferente cuando está a solas”, dice Christina Voros. “Teóricamente, los momentos privados cuando nadie la ve, cuando no aparenta, pueden asemejarse a un elemento documental. En vez de meternos más en el aspecto documental o, al contrario, en el interpretativo, escogimos otra vía. Los momentos personales son más compuestos. Y los momentos en que solo muestra una fachada son mucho más viscerales”.
   Esta elección cinematográfica también debía seguirse en los espacios confinados donde se rodaba, sobre todo en el sótano. La directora de fotografía cree que uno de los milagros de los thriller es que gran parte de la trama transcurre en un espacio reducido. Esto siempre plantea dificultades que deben resolverse con mucha imaginación. “La solución del diseñador de producción fue de lo más ingeniosa”, dice.
   Como hemos dicho antes, el decorado del sótano se construyó en un garaje. Una de las puertas estaba montada sobre ruedas para moverla fácilmente y otra estaba escondida en un armario. Además de eso también estaba la escalera movible. “De pronto aparecen 25 figurantes, el equipo de cámara y el sonidista con la jirafa”, dice Christina Voros, riendo. Aún tengo pesadillas cuando pienso en el rodaje en el supuesto sótano. Había mucho que filmar y muy poco espacio para iluminar la escena, para moverse o bloquear algo. Las paredes no se movían. Hubo días en que la función prevaleció ante la forma y no al contrario. Me recordaba a los dormitorios de campamentos cuando era niña. Acabas conociendo muy bien a todo el mundo cuando ruedas con las mismas personas días y días en un espacio tan reducido”.

EL RODAJE DE LA CASA DE MAGGIE...
  Durante cinco días se filmó en la casa de Maggie y Erica, al principio un lugar anodino y apagado para hacer aún más palpables las ganas de Maggie de escaparse al sótano de Ma. “Es una casa de una sola planta diseñada para que carezca del más mínimo interés y atractivo”, explica la directora de fotografía. “¿Cómo podía conseguir sacar algo dinámico de un espacio semejante? Decidimos duplicar los encuadres utilizando el equilibrio estructural de las habitaciones y las líneas rectas de las puertas. Es curioso, pero creó una yuxtaposición opuesta al caos del sótano de Ma, que cada vez se llenaba más”.
   “En el sótano no sabemos realmente dónde está la pared. Es una sensación muy claustrofóbica y amorfa”, sigue diciendo. “El espacio siempre cambia, mientras que en la casa de Maggie, todas las habitaciones se parecen. En el pequeño sótano de Ma se filmó sobre todo cámara en mano. En la casa de Maggie, las tomas son más estructuradas, incluso hay dos tomas con Diopter. Nos inclinamos por enfoques más extraños en la casa de Maggie y Erica porque el espacio no aporta nada, es absolutamente anodino y esto funciona muy bien para contrarrestar el caos del sótano de Ma, un lugar donde no sabemos qué ocurrirá dentro de un momento”.

EL MIEDO A TRAVÉS DE LA LUZ Y LA SOMBRA...
  En cuanto a la cámara, Christina Voros escogió la mini Alexa de Panavision con objetivos P-Vintage Black. Inspirándose en películas clásicas de terror que asustaban más basándose en el suspense que en el horror, Christina Voros y Tate Taylor decidieron dar un tono naturalista a EL SÓTANO DE MA. Rodaron mucho de día con luz natural para que contrastara con la luz artificial del sótano.
   El sótano de Ma se diseñó para que pareciera totalmente desordenado. “Es un espacio reducido con un montón de cosas que ya no sirven para nada”, explica la directora de fotografía. “Hay luces de Navidad colgando de los cuernos de un ciervo, por ejemplo. Se diseñó para que fuera lo contrario del entorno diurno y protegido de un instituto”.
   En cuanto a las escenas de flash-back en las que se descubre por qué Sue Ann se convirtió en Ma, Christina Voros se planteó lo siguiente: “¿Cómo se muestra la caída en la locura?” Decidió rodar tomas largas con enfoques muy cercanos y una mayor filtración. “No se sabe adónde van los flash-backs hasta el final de la película”, explica. “Al principio solo son los recuerdos nostálgicos de Sue Ann, lo que nos permite aparta al espectador momentáneamente del horror que revelarán los últimos flash-backs”.

COATES TOMA LAS RIENDAS...
  Megan Coates, que ya había trabajado con Tate Taylor y Octavia Spencer en Criadas y señoras, se estrena como diseñadora de vestuario en EL SÓTANO DE MA. “He trabajado mucho como primera ayudante y me he ocupado en solitario de pequeñas producciones independientes”, dice, “pero este es mi primer largometraje. Siempre había sido mi objetivo, y fue muy emocionante para mí”.
   Los productores y el director estaban de acuerdo en que Megan Coates podía encabezar el departamento. “No solo trajo dibujos y una gama de colores e ideas a la primera reunión con Tate”, recuerda John Norris, “también la había recomendado Sharon Davis, una conocida diseñadora con la que Tate había colaborado previamente”.
   Megan Coates ya había trabajado con Octavia Spencer y ambas compartían la misma idea acerca del vestuario de Sue Ann. “Megan y yo estábamos en la misma onda; las dos sabíamos que el vestuario de las chicas influiría en Ma”, explica la actriz. “Fue estupendo colaborar con Megan; su interpretación del personaje no puede ser más correcta”.
   La diseñadora y el director estudiaron la vida de los personajes principales y secundarios. “Estoy muy agradecida a Tate por pedirme que aportara ideas y por respetarlas”, dice Megan Coates. “Fue muy receptivo. No es de esos directores que se limitan a decir que quieren que un personaje lleve una camisa de tal color. Me permitió desarrollar el vestuario”.
   Para asegurarse de que todo encajaría a la perfección, la diseñadora habló con Marc Fisichella, el diseñador de producción. “Marc me enseñó sus dibujos y hablamos de la paleta de colores que había escogido para las casas de los personajes. Me esforcé en que todo estuviera cohesionado. La ropa que llevaban debía reflejar a la persona que había decorado la casa. Por suerte, los dos teníamos la misma idea y funcionó de maravilla”.

LA ROPA DE MA...
  Cuando conocemos a Sue Ann, es una mujer sin pretensiones. “Las batas de la clínica veterinaria le quedan bien, pero está claro que para ella prima la funcionalidad, no el estilo”, explica Megan Coates.
   Pero después de conocer a los adolescentes, empieza a emularlos. “Haley lleva un top imitación leopardo, y esa misma noche, unas horas después, vemos a Ma con un top idéntico”, explica la diseñadora. “Casi parece que toma nota de lo que llevan las chicas. Y empieza a desarrollar otra versión de sí misma, pero no acaba de encajar del todo. No consigue tener estilo, solo cree que lo tiene”.
   Megan Coates y Octavia Spencer decidieron que la ropa de Sue Ann debía representar a una mujer aislada del mundo real. Se centraron en que sus elecciones siempre estuvieran ligeramente equivocadas. “Cuando Sue Ann empieza a ponerse cazadoras bomber y prendas divertidas para las fiestas que organiza, nunca atina del todo”, dice la diseñadora. “Está convencida de que ha dado en el clavo, especialmente hacia el final de la película, pero sigue sin conseguirlo”.

VISTIENDO A LOS ACTORES...
  Megan Coates habló con cada uno de los miembros del reparto de EL SÓTANO DE MA para definir a sus personajes antes de empezar a comprar el vestuario.
   Maggie: Hablando de la ropa que lleva Diana Silvers para su papel, la diseñadora dice: “Diana y yo estamos muy orgullosas de lo que escogimos. Maggie tiene 27 cambios de ropa en la película; en ocasiones se trata de pijamas o ropa cómoda para estar en casa, pero en otras hablamos mucho antes de decidirnos”. La joven actriz reconoce que estaba encantada: “Megan es asombrosa. Contó conmigo desde el principio. Incluso pude ponerme algunas prendas que llevaba en el instituto, lo que me ayudó a meterme en la mente de una quinceañera y recordar cómo era cuando vestía así”.
   Haley: Haley es totalmente diferente de Maggie. Por lo tanto, Megan Coates y McKaley Miller optaron por un guardarropa algo más atrevido y llamativo. Desde la falda de cuero color burdeos, hasta la cazadora bomber, todo representa a una adolescente a la que le da igual lo que opinen los demás. “Haley tiene carácter”, dice la diseñadora. La actriz estaba totalmente de acuerdo con lo que le presentó Megan Coates. “Hablamos de mi personaje”, dice. “Las dos creemos que Haley tiene un punto oscuro e inquietante debajo de esas ganas de pasarlo bien. Me gustó el contraste entre su ropa y su personalidad”.
   Erica: La diseñadora dice que el personaje es una madre moderna y decidió - con la aprobación de Juliette Lewis -, vestirla como una mujer que no va a deprimirse por su reciente divorcio. “Parece que se ha quitado un peso de encima”, explica Megan Coates. “Le gusta vestirse con vaqueros y camisetas, pero escogí prendas interesantes. Tiene un toque bohemio, un poco hippy, y también es capaz de llevar una preciosa chaqueta clásica de ante”. Lewis estaba totalmente de acuerdo: “Me encanta la ropa que llevo en la película. Hace falta un ojo muy especial para crear un personaje matizado a través de la ropa, y Megan lo consiguió”. Y añade, riendo: “Ojalá la gente se vista de Ma para el siguiente Halloween”.

UNA PARTITURA CASI SIN ORQUESTACIÓN...
  Gregory Tripi, que escribió la partitura del documental “Manhunt: Unabomber”, se ha encargado de la música de EL SÓTANO DE MA. Conocido por componer temas fascinantes para series y videojuegos, lleva varios años colaborando con el artista musical Cliff Martinez. Asimismo, se ocupó de la instrumentación de la banda sonora de La chica del tren, compuesta por Danny Elfman. El resultado interesó a Tate Taylor y a John Norris, por lo que le pidieron que aplicara su estilo a la música de EL SÓTANO DE MA.
   El enfoque innovador de Tate Taylor en el género de terror le pareció fresco y original. “Cuando un director se aproxima a un género desconocido, suele aportar un estilo totalmente diferente”, dice Gregory Tripi. “Y el estilo de Tate es palpable en toda la película. Tate y John tienen una forma muy particular de dar información. Tate lo hace de emocionalmente, mientras que John ve el lado técnico. John entiende la lógica de la música, y Tate da una respuesta visceral. Me vino muy bien disponer de las dos fuentes”.
   Gregory Tripi prefiere componer después de ver la película, y explica por qué: “Vi el primer montaje de EL SÓTANO DE MA y pude hacerme una idea clara de la dinámica de los personajes. El estilo de la película me dio las pistas que necesitaba y empecé a componer a partir de esta primera versión. Para mí es obvio: debo ver la película y pensar en las sensaciones que me crea”. Siempre desde la perspectiva del espectador, el compositor empezó a escribir. “Las sensaciones que me produjo esta primera versión me guiaron para escoger los elementos estilísticos y tonales”.
   Tate Taylor había escogido mucha música para la película, pero Gregory Tripi quería piezas más largas que resaltaran con largos silencios entre medias. “Trabajamos mano a mano”, explica. “Las montadoras sustituían la música provisional por mis últimas composiciones y volvíamos a ver la película”.
   “Primero compuse los temas originales de la película, para Sue Ann de joven y para la dinámica familiar entre Maggie y Erica. Fueron los que Tate escuchó en primer lugar”, explica. “Tardé más en escribir el tema del personaje de Ma. La mayoría del trabajo fue instintivo. Les propuse dos versiones en un par de ocasiones, con o sin un instrumento, pero en general todo fue muy sencillo. Compartíamos las mismas ideas”.
   En cuanto al tema de Ma, Gregory Tripi optó por dos posibilidades. “Está la versión para la joven Sue Ann durante los flash-backs cuando estudia en el instituto”, dice. “Era una época inocente. La expresé utilizando un tambor de metal Halo de grandes dimensiones para una melodía con un cierto número de notas temáticas que volví a tocar al piano. La música correspondiente a la metamorfosis de Ma en una mujer trastornada fue compuesta más tarde. Siempre pensé que sería una melodía mucho más inquietante, extraña y con un ritmo propio”.
   Tate Taylor y Gregory Tripi también tenían claro que la escena climática al final del thriller sería el momento perfecto para que estallara el tema de Ma. El compositor dice: “Antes se aprecian trocitos del tema de Ma, pero no se oye en su integridad, con los sintetizadores y la electrónica, hasta el momento en que se subraya la transformación del personaje. Y sigue hasta disolverse”.
   Para Gregory Tripi, la película representó una oportunidad de explorar el sonido de un trauma sin resolver. “Desde el primer momento decidimos que sería una partitura electrónica, no necesariamente basada en la electrónica pura y dura, pero sí con sintetizadores. Nunca pensamos en algo tradicional con una orquesta”, explica. “Sabíamos que empezaríamos en un punto que nos permitiría ir creciendo linealmente. A medida que la película se hace más inquietante, la música revela hasta qué punto una experiencia del pasado afectó a la vida de Sue Ann”.
   “Mi idea era empezar con algo suave y llegar al final de la historia con sintetizadores rechinantes y distorsiones analógicas”, sigue diciendo. “Esto aportaría una representación musical de la psicosis y de los terribles impulsos de venganza que dominan a Sue Ann”.
   En opinión de Gregory Tripi, EL SÓTANO DE MA es un thriller psicológico, por lo que no hizo referencias a otras partituras de películas de terror. “Me gustan las películas con una vibración especial y con música totalmente inesperada”, dice. “Una de mis partituras favoritas es la de Solaris porque no se espera algo así en una película espacial. Es absorbente y da un estilo muy especial a la película, cosa que no pasaría con una partitura tradicional”.
   Gregory Tripi creó toda una gama de sonidos únicos para la película. “La partitura incluye numerosos instrumentos de cristal, así como varios sintetizadores analógicos, un tambor metálico Halo y unas cuantas cosas para contrastar; un violonchelo, una voz en algún punto, y al final todo esto se desgarra”, explica. “También usé copas de cristal, de esas que lloran cuando se las frota. Aportan algo muy orgánico, pero es difícil saber qué produce el sonido. Había comprado un ukelele en Hawái hecho con la madera de una cajita bento. El sonido es increíble, más profundo, con mucha textura. También utilicé un sintetizador analógico Matrix Brute”.
   Es posible que uno de los momentos favoritos del músico fue cuando tuvo la oportunidad de volver a incorporar el instrumento de viento y madera que tocaba de adolescente: “Tocaba el fagot en el instituto, y el año pasado me entraron ganas de comprarme uno”, dice. “Entré en Craiglist y lo encontré. Hacía unos veinte años que no lo había tocado, pero los músculos no olvidan y grabé un montón de notas largas con mucha textura. He utilizado unas cuantas en la partitura”.
   El fagot aparece a mitad de la película cuando el grupo lo pasa bien en el sótano de Ma. En ese momento, Ma saca una pistola, apunta a uno de los chicos y exige que se desnude. “Entra una nube de notas del fagot con un toque absolutamente punki”, dice el músico.
   El tema de Maggie es otro favorito del compositor. “Aquí hay más teclado y más sintetizador”, explica. “Cuando Maggie está con sus amigos y su novio, el tono no es tan sentimental como alegre, se lo pasan bien”.
   Sin embargo, hay un momento en que Gregory Tripi no siguió su idea inicial, concretamente en el flash-back donde vemos a los compañeros de Sue Ann burlarse de ella. “Desde el principio se decidió que no habría orquestación”, dice, “pero incorporé un violonchelo a un escena clave. Me pareció idóneo para ese momento. Guía la escena a la perfección, imprime el ritmo justo. Apareció casi al principio de empezar a componer la partitura, Lo grabó un chelista con el que ya había trabajado antes en Nueva York. Me encanta que el único instrumento grabado en directo esté tan presente”.
   Como en todas las mejores películas de terror, siempre hay pinceladas de humor. Gregory Tripi reconoce que se quedó sorprendido cuando vio EL SÓTANO DE MA por primera vez con público. “Me divirtió mucho descubrir lo que hace gracia a los espectadores”, dice. “Hay una escena tremenda con un cuchillo; a mí me parece un momento horrible, pero el público se reía por miedo. Me pareció interesante y descubrí, una vez más, que no siempre se necesita música para guiar al público. El espectador es perfectamente capaz de hacerlo solo”.

LOS PERSONAJES...

OCTAVIA SPENCER:
  Sue Ann es un personaje complejo hecho de numerosas capas que requería a una actriz excepcional, y nadie estaba mejor equipada para encarnarlo que Octavia Spencer. Esta mujer solitaria y trastornada que vivió un grave trauma en el pasado es el miembro más reciente de una impresionante línea de complicados y aterradores personajes femeninos, entre los que destacaremos el de Kathy Bates en Misery, el de Glenn Close en Atracción fatal, el de Sharon Stone en Instinto básico, el de Charlize Theron en Monster y el de Rebecca De Mornay en La mano que mece la cuna.
   El papel de Sue Ann requiere una gran profundidad emocional y una extraordinaria capacidad para matizar las emociones de una mujer que provoca actos horribles debido al dolor que le causaron. Debajo del monstruo hay una chica destrozada, y el papel necesitaba a una actriz que pudiera comunicar el dolor que había vivido en el pasado.
   “Sue Ann no es una depredadora cuando conoce al grupo”, explica Tate Taylor. “Es una persona herida y traumatizada por el pasado. De pronto, unos chicos le piden que les compre cervezas. Simbolizan la vida que hubiera debido tener en el instituto, y Sue Ann se deja llevar a una adolescencia aplazada, a una juventud que nunca disfrutó”. Está con el grupo y todo va bien hasta que la rechazan. “Eso reabre una herida que ella creía cerrada”, sigue diciendo el director. “Se adentra en un camino sin salida posible”.
   Sue Ann creció en la pequeña ciudad de Ohio donde aún vive, y trabaja en la clínica veterinaria. Sabe tratar a los animales. “Enfrente de la clínica, al otro lado de la calle, está la tienda de bebidas alcohólicas donde conoce a los adolescentes porque le piden que les compre cerveza”, dice Octavia Spencer. “Acaba por acceder. Cree que hace bien, que es una adulta responsable al dejarles disfrutar en su sótano en vez de beber y conducir a la vez”. Y sigue diciendo: “Se hace amiga de los chicos y siente que rejuvenece. La verdad, no sabía qué significaba ‘Ma’ antes de rodar la película. Los jóvenes en el sur de Estados Unidos a veces se dirigían a mí llamándome ‘Tita’ o ‘Ma’. Entiendo que es un término cariñoso, y me gusta. En esta película, Sue Ann se siente querida por el grupo de adolescentes, que la llaman ‘Ma’. Las fiestas son geniales, hasta que los chicos deciden que se han hartado de ella. Entonces descubrimos que el rechazo es algo que no sienta nada bien a Ma”.
   “En casa de Ma, cualquier cosa es posible”, añade Tate Taylor. “El grupo lo decide todo, aunque Ma pone la música y el alcohol. En cierto modo, les entrega el control. Se lo pasa bien con ellos y se embriaga con la vitalidad de los jóvenes”. Pero utilizar el sótano de Ma tiene consecuencias. “Una vez que entras, no será fácil salir”, concluye el director.
   A medida que los chicos se alejan de Sue Ann, esta se vuelve cada vez más controladora y siniestra. “Cuando se siente rechazada por ellos, empieza a atosigarles”, explica la actriz. “Les manda mensajes a altas horas de la noche. De pronto deja de controlarse y el resultado es de lo más inesperado”.
   Tate Taylor y John Norris habían trabajado previamente con la actriz y sabían de lo que era capaz en un plató. Jason Blum no tardó en unirse al club de fans. “Lo mejor de la película es la interpretación de Octavia”, dice. “Absorbe totalmente, nunca había visto nada parecido. Su personaje es muy complicado, no tiene nada que ver con lo que aparenta cuando la conocemos. Además, su relación con los chicos es poco habitual. Solo puedo decir que los espectadores deben prepararse para pasar mucho miedo”.
   Para Octavia Spencer, trabajar con un reparto tan joven fue refrescante y estimulante. "Todos son realmente carismáticos, talentosos. Juntos eran un grupo maravilloso”, dice. “Les observé formar un todo y estuvieron impecables”.
   “Cuanto más se sabe del pasado de Sue Ann, más se empatiza con ella”, dice Diana Silvers. “Hay una contradicción. Quieres proteger a los adolescentes, pero también sientes compasión por Sue Ann, una mujer inteligente que lo ha planeado todo hasta el último detalle. Es difícil entender quién es realmente este personaje. Tengo muchas ganas de ver cómo va a reaccionar el público”.

DIANA SILVERS:
  Diana Silvers encarna a Maggie, una chica de 15 años que, después de la separación de sus padres, ha debido mudarse desde California a la pequeña ciudad de Ohio donde nació su madre. Se lleva bien con su madre Erica (Juliette Davis), pero como cualquier adolescente, no se lo cuenta todo. De pronto, es una extraña en un lugar extraño y tiene ganas de hacer amigos. Cuando Haley (McKaley Miller) y el resto del grupo - en el que está Andy (Corey Fogelmanis), que no tardará en ser el novio de Maggie -, le piden que pare a Sue Ann y le diga que les compre cervezas, ella acepta.
   Pero Maggie no es tan ingenua como sus compañeros y empieza a sospechar que algo no va bien mucho antes que ellos. “Maggie es la típica recién llegada que intenta integrarse en un nuevo instituto”, explica Diana Silvers. “Es un poco como la poli moral, quiere hacer lo correcto. Es interesante ver cómo evoluciona en la película. No le queda más remedio que madurar por sí misma y tomar las riendas”.
   A medida que el comportamiento de Sue Ann se hace cada vez más impredecible y aterrador, Maggie deberá ser valiente si quiere salvar a sus amigos y a sí misma. “Maggie tiene la vida con la que Sue Ann soñaba”, sigue diciendo la joven actriz. “Por un lado, Sue Ann la odia, pero por otro, se ha convertido en una obsesión”.
   Los papeles de adolescentes no suelen requerir interpretaciones complejas, pero no es así con el de Maggie. El director y los productores se quedaron atónitos ante la fuerte presencia y la capacidad interpretativa de Diana Silvers. “Diana posee mucho talento, es mágica”, dice Juliette Davis, que interpreta a Erica, la madre de Maggie. “Tiene mucha presencia y la química entre las dos era perfecta como madre e hija”.
   Octavia Spencer está convencida de que la joven actriz es una estrella en ciernes. “Diana es una maravillosa bocanada de aire fresco, un descubrimiento”, dice. “Tiene esa frescura que me recuerda a Julia Roberts en Pretty Woman. Estás con Maggie en el momento que aparece en la pantalla”. Octavia Spencer estuvo a favor de darle el papel de Maggie desde el principio, a pesar de su relativa inexperiencia. “Puede que no tenga muchos títulos en su haber, pero le sobra talento”.
   Diana Silvers reconoce que trabajar con Octavia Spencer era un sueño hecho realidad. “Fue maravilloso trabajar con una actriz tan brillante como Octavia”, dice. “Me hizo sentir cómoda y me defendió en el proceso de casting. También fue genial observar desde lejos cómo prepara las escenas más emocionales. Me asombra la rapidez con que se mete en el papel. Había momentos en que me sentía en una escuela de interpretación, aprendiendo y absorbiendo lo que hacía”.
   El director y los productores estaban de acuerdo en que habían encontrado a alguien muy especial para hacer de Maggie. “Vi a muchas actrices para el papel”, dice Tate Taylor, “pero Diana interpreta con total naturalidad, un poco como Jamie Lee Curtis en La noche de Halloween original. Es la típica chica de la que todos queremos ser amigos. Diana tiene un gran instinto interpretativo, además de ser muy agradable”.

JULIETTE LEWIS:
  Al principio de la película, Erica, a la que interpreta Juliette Lewis, acaba de separarse y no tiene más remedio que regresar a la pequeña ciudad que la vio nacer. A pesar de mantener su buen humor y optimismo delante de su hija Maggie, le preocupa que la adolescente se esté alejando de ella. Encuentra trabajo de camarera en el casino local, donde se encuentra con conocidos de antaño, Sue Ann entre ellos.
   El director explica el papel de Erica en la historia: “Era una forma de alcanzar el pasado a través de la hija de la chica más genial del instituto. Vemos que Erica siempre ha tenido mucho corazón, incluso de adolescente, y sabía diferenciar entre el bien y el mal. Cuando Ma conoce a Maggie, se da cuenta de quién es y se encariña con ella. Pero no tarda en creer que esto la unirá a Erica”.
   “Erica trabaja duro y es muy positiva”, dice Juliette Lewis. “Me gusta la dimensión que han dado al personaje. Acaba de divorciarse e intenta llegar a fin de mes. A pesar de las dificultades, nunca pierde el buen humor. Apoya a su hija y es una buena madre”.
   Es la primera vez que Juliette Lewis trabaja con Tate Taylor, pero la conexión fue inmediata. “En el momento en que nos conocimos en un café, supe que debía trabajar con él”, dice la actriz. “Su estilo de dirección es genial porque nos mantiene en vilo; inventa cosas a medida que rueda. Su forma de trabajar me inspira. Crea la magia del cine en el mismo momento. Posee el don de hacer asequible y comprensible el material y las escenas. Tate y John tienen una asociación artística asombrosa, además de ser dos personas maravillosas. Trabajar con ellos ha sido una experiencia fantástica”.
   La actriz también se sintió atraída por la historia. “Nunca se había enfocado el tema de esta forma”, dice. “Me gustó que mi personaje estuviera tan acabado, y la idea de trabajar con Octavia me entusiasmó. Estaba convencida de que la interpretación de Octavia tendría mucha fuerza y que aportaría algo especial. Ahora puedo decir que no me equivoqué”.
   Juliette Lewis ha tenido que enfrentarse a papeles complejos, entre los que destacaremos a la mujer letal en Asesinos natos, y disfrutaba viendo a su compañera alcanzar un nivel de terror que nadie esperaba. “Ver a Octavia entrar en el lado oscuro es alucinante”, dice. “Disfruté con estas escenas. Nuestros dos personajes tienen un enfrentamiento, y fue genial rodarlo con la energía de Octavia. Su fuerza, habilidad y capacidad ofrecen algo inesperado en cualquier momento”.
   Diana Silvers dice que tener de madre cinematográfica a Juliette Lewis ha sido un auténtico regalo. “Soy fan de Juliette Lewis desde siempre”, reconoce. “Tenía trece años cuando vi ¿A quién ama Gilbert Grape? Fue la película que me inspiró para ser actriz. Es genial haber cerrado el círculo y trabajar con ella años después”.
   Tate Taylor admiraba a Juliette Lewis cuando matizaba un papel que habría podido interpretar de forma rutinaria. “Erica no es solo el personaje materno”, explica. “Representa a todos los padres que intentan dar un poco más de espacio a sus hijos, pero que siguen preocupándose por ellos. Interpreta de forma conmovedora los errores de los padres a los que deben enfrentarse los hijos. Dio otra dimensión a Erica”.

McKALEY MILLER:
   La primera persona que se acerca a Maggie cuando llega al instituto es la alocada Haley, a la que interpreta McKaley Miller (la serie “Doctora en Alabama”). Es la líder del grupo y le encanta pasárselo bien. “Haley se acerca a Maggie mientras esta come sola en la biblioteca y hace un comentario agradable sobre su trasero”, dice Diana Silvers, riendo. “Es un buen método para entablar una conversación. Invita a Maggie a una fiesta, y al final del día ya es parte del grupo”.
   McKaley Miller sintió una conexión inmediata con su personaje. “Lo que más me atrajo de la película, y sobre todo del papel de Haley, fue que me vi reflejada en ella”, dice la joven actriz. “Expresa una parte de mí que no suelo mostrar al mundo. Ella también fue la recién llegada hace un tiempo y conecta con Maggie a través de la experiencia que comparten”.
   Haley y el resto del grupo no son los típicos chicos populares del instituto, pero es el grupo que más “mola”. A pesar de estar encantada con reunirse en el sótano de Sue Ann, en cuanto Maggie da voz a sus sospechas por el extraño comportamiento de la dueña de la casa, Haley, como líder del grupo, declara que ya no es tan genial reunirse allí, lo que despierta la ira de Sue Ann. “Haley es esa amiga divertida que todo el mundo desea tener hasta el día que se tiene”, explica McKaley Miller. “Al cabo de un tiempo empiezas a pensar que es demasiado genial. Haley siempre organiza fiestas, necesita algo para entretenerse y dice lo primero que le pasa por la cabeza”.
   En el plató, los jóvenes actores que interpretan a la pequeña banda no tardaron en hacerse amigos. “Había una química natural entre nosotros, y la dinámica entre Diana y Juliette era fascinante”, recuerda McKaley Miller. “Creamos un verdadero vínculo y el espectador lo notará. Pensará que está viendo a unos amigos suyos en la pantalla”.
   Pero una persona en concreto animó la creatividad de la joven actriz. “No tengo palabras para describir a Octavia”, dice. “Incluso las cosas más sutiles que hacía me ayudaron. Creo que me comporté como una esponja ante ella y Tate. Nos obligó a todos a subir el listón. No podían haber escogido a una protagonista mejor. Sé que los espectadores se quedarán boquiabiertos cuando la vean en la película”.
   Octavia Spencer tampoco se queda corta hablando de McKaley Miller: “Me recuerda a una bola de fuego. Llena de energía, preciosa. Tiene la suficiente profundidad y amplitud para encarnar a la misma Ma. Es una actriz fantástica”.

COREY FOGELMANIS:
   Andy, al que da vida Corey Fogelmanis, de la serie “Riley y el mundo”, es el amable y considerado novio de Maggie. Es apuesto y ‘guay’, pero también atento y un buen amigo. Andy es la primera persona a la que Maggie confía sus sospechas acerca de Sue Ann. A pesar de no compartir su preocupación, acepta dejar de ir al sótano de Ma para tranquilizar a Maggie. Andy es un buen chico, pero como la mayoría de adolescentes, tiende a no ver los verdaderos peligros que le rodean. Es el hijo de Ben (Luke Evans), un empresario local que tuvo una relación con Sue Ann cuando eran jóvenes, algo que los chicos ignoran.
   “Andy es uno de los cinco adolescentes que se hacen amigos de Sue Ann”, explica Corey Fogelmanis. “Es el hijo de Ben, que se comportó de forma cruel con Sue Ann cuando eran jóvenes. Andy es un cielo y también es el conductor del grupo. Eso ya dice mucho de él”.
   Cuando Ben conoce a Maggie, ya no ve a nadie ni nada. Se enamora perdidamente. “Maggie es la recién llegada, y también se convierte en la cabeza pensante del grupo”, sigue diciendo. “Encaja muy bien con todos y forma parte del grupo que Sue Ann lleva a su casa. Es encantadora, y por eso Andy y ella se llevan tan bien. Andy se enamora de Maggie al verla”.
   Pero Corey Fogelmanis no se queda atrás cuando se trata de enamorar a otros. En el plató, el joven actor sorprendió a sus compañeros de reparto por el número de seguidores que tiene en los medios sociales. “Debimos echar a bastantes adolescentes que querían colarse en el plató solo para verle en persona”, dice Octavia Spencer, riéndose con ganas. “Al principio pensé que habían venido por mí, pero no tenían ni la menor idea de quién era yo. Fue muy gracioso verle intentando escapar de tantos fans”.

DANTE BROWN:
   Dante Brown, conocido por la serie “Arma letal”, encarna a Darrell, un chico sarcástico que no se corta a la hora de decirle a alguien que deje de hacer el idiota. Por eso no se fía tan rápidamente de Sue Ann cuando la conoce, pero no tarda en bajar la guardia… y ponerse en peligro. “La relación entre Ma y los chicos es amigable”, explica Dante Brown. “El grupo la llama ‘Ma’ porque les cuida”.
   Pero lo que empieza como un sueño hecho realidad no tarda en convertirse en pesadilla, algo que dejó atónito al joven actor cuando leyó el guion. “No me lo esperaba”, reconoce. “Ahora bien, cuando uno se entera de lo que le pasó a esa mujer, es fácil entender que se haya vuelto loca”.
   Al igual que sus compañeros, cree que tener la oportunidad de trabajar con Octavia Spencer ha sido el equivalente a una magnífica clase magistral. “Fue maravilloso ver actuar a Octavia y trabajar con ella”, dice. “Los matices que da a su personaje me asustaban incluso en el plató”. La actriz cree que Dante Brown no se queda atrás: “Dante posee un talento electrizante. Es muy especial y vamos a tenerle con nosotros durante mucho tiempo”.

GIANNI PAOLO:
  Chaz es el chico malo del grupo. Pasarlo bien es lo suyo, y el sótano de Ma le parece genial. Gianni Paolo, de la serie “Power”, da vida al quinto miembro del grupo. “Chaz es el chico loco”, dice McKaley Miller. “Es la versión masculina de Haley, pero multiplicada por diez”. Octavia Spencer añade: “Chaz es hilarante, me recuerda a Tom Cruise de joven. Es el personaje más divertido del grupo”.
   Pero Chaz es un pelín arrogante para su propio bien. Cuando los chicos se instalan en el sótano, no esconde su desprecio por el entorno y actúa con condescendencia hacia Ma. Primer gran error. Sue Ann no tarda en dejar entrever que es mejor no meterse con ella.
   “EL SÓTANO DE MA es una mezcla de géneros”, dice Paolo. “Ante todo es un thriller, pero también contiene elementos cómicos y dramáticos. Los thrillers tienden a pillarnos desprevenidos; nunca se sabe lo que nos espera a la vuelta de la esquina”.
   Durante el rodaje en Misisipi, el joven actor se llevó bien con todos sus compañeros, pero sobre todo con Corey Fogelmanis y Dante Brown. “Corey, Dante y yo nos lo pasamos muy bien dentro y fuera del plató”, recuerda con una sonrisa. “Me vino muy bien tener a dos amigos en una ciudad donde no conocía a nadie”.
   El compañerismo se nota en la pantalla. Todos están de acuerdo en que Paolo contribuyó mucho a la unión del grupo. “Nos respetábamos, pero lo pasamos realmente bien”, dice Diana Silvers. “Al estar mucho tiempo juntos fuera del rodaje, nos sentíamos muy cómodos delante de la cámara. Todos eran geniales, no puedo imaginar mejores compañeros para mi primera experiencia en un plató”.

LUKE EVANS:
  Se nota que Ben, al que encarna Luke Evans, dueño de una empresa de seguridad que va viento en popa y padre de Andy, es un hombre privilegiado. Está orgulloso de tener a un hijo como Andy, pero le vigila de cerca. Se quedó viudo hace unos cuantos años y participa activamente en la comunidad. Fue al instituto con Sue Ann, Erica y Mercedes (Missi Pyle), una mujer elitista y su novia actual. “No creo que Ben se planteara dejar su ciudad natal, y si algún día lo pensó, hace mucho que enterró ese sueño”, explica Luke Evans. “Es el típico que vive su vida sin hacerse preguntas. Se esfuerza en ser un buen padre y trabaja mucho”. Pero también tiene una vertiente cruel, y lo que ocurrió con Sue Ann acabará por hacer peligrar la vida de su hijo, la de su novia y la suya propia”.
   “Es un thriller de lo más interesante”, dice el actor. “Se trata de un oscuro y profundo estudio psicológico salpicado por momentos más luminosos. No es de esas películas cuyo objetivo consiste en dar unos cuantos sustos sin más. Aquí se pasa miedo, pero uno también se ríe cuando no debe. EL SÓTANO DE MA es un film retorcido que obliga a reflexionar. Hay mucha realidad emocional en los sentimientos de Ma. Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido como Ma, pero no hemos reaccionado como ella”.
   Luke Evans colabora por segunda vez con Tate Taylor en EL SÓTANO DE MA, después de La chica del tren. “Tate es genial, sabe hacer sentir que aportas algo a la película”, dice el actor. “Cuando me dijo que se habían apuntado Octavia Spencer, Juliette Lewis y Missi Pyle, no lo pensé dos veces”.
   Reconoce que trabajar con Octavia Spencer en estas circunstancias fue electrizante. "Ver a Octavia construir un personaje totalmente diferente de los que le han ofrecido hasta ahora ha sido maravilloso”, dice. “Los espectadores caerán rendidos”.
   A Tate Taylor le gusta que Luke Evans siempre esté dispuesto a hacer lo que pide el director. “Luke es un gran actor y un muy buen amigo”, dice. “Es un actor inteligente. Tiene papeles protagonistas, trabaja en importantes franquicias y series, pero le gusta el arte de la interpretación y no dudó en unirse a nosotros”.

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