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NOTAS DE LA DIRECTORA...
   Esta es una comedia disparatada, donde la risa está asegurada, pero no solo ha sido lo cómico mi propósito: teniendo entre manos un gran guion de comedia, donde los giros sostienen una sorpresa constante, cada cual más inesperada, brillante y bizarra, y con unos personajes sólidos y perfectos para la comedia, mi objetivo ha sido dotarla de un toque de ternura, darle un poso de profundidad, rebosarla de actualidad y enmarcarla en un mundo propio, un universo particular creado específicamente para que estos comaridos puedan encontrar su fragilidad, despojarse de su vieja existencia y hallarse en una nueva masculinidad donde respirar más liviano.
  Cuando leí el guion sentí que, para que el disparate encontrara su lugar, necesitábamos de una estética particular, debíamos crearle un espacio propio a la historia, y fue observando a estos dos hombres enfrentados, y avalada por una producción bien potente, cuando se vino la idea estética: haríamos una comedia en la nieve rodada como un western. Sí, la rivalidad del western era perfecta para este duelo que ya llevaba intrínseco la premisa. Asimismo, esta marcada competitividad inicial evoluciona, se va desvaneciendo, y se convierte poco a poco en cooperación, unión y compañerismo. Dos hombres enfrentados que acaban siendo amigos. Un western que no acaba a tiros.
  Para llevar a cabo esta idea estética ha sido crucial el poder trabajar con grandes profesionales del sector. Siendo esta mi segunda película, y posicionándome ante un proyecto tan ambicioso, que no pretencioso, pero si ambicioso, ha sido de vital importancia el rodearme de profesionales senior con una gran experiencia: he sentido, en todo momento, un colchón bien fuerte y mullido.
  Aparte de lo gratificante que ha sido poder aprender de mis compañeros/as y crear juntos/as, hubo entre nosotros una unión digna de destacar, no había fisuras, cabalgábamos sobre el mismo trote, y fuimos a por todas, sin miedo, arriesgándonos ante cualquier convencionalismo para apostar por nuestro peculiar estilo, y así es como esta película tiene un toque especial.
  En cuanto a los actores principales, me he sentido en todo momento muy arropada y colmada de ideas. Es de agradecer la gran implicación que han mantenido en todo momento ambos, permitiéndome escuchar y escuchar para llegar al mejor lugar. Mi trabajo ha sido el de escoger y descartar ideas, porque sabía que me encontraba ante dos maestros de la comedia, y para mí era la primera, por eso, aunque he tenido siempre claro que íbamos a por un estilo de interpretación realista y lo hemos mantenido, me he dejado aconsejar por ellos en todo momento, y ahora puedo asegurar que ha sido un gran acierto por mi parte.

NOTAS DE LA PRODUCTORA...
  El gran desafío de Mari(dos) fue la nieve, que hubiese una misma continuidad en las diferentes localizaciones del Pirineo Aragonés, ya que por historia todo se desarrolla en un pequeño núcleo de un pueblo y su hospital. Pero la realidad es que la elección de las localizaciones fue en diversos pueblos de diferentes altitudes, con lo cual, no había nieve en todos ellos.
  Gracias a la combinación de efectos especiales, tanto físicos como digitales, conseguimos esa continuidad que necesitábamos para darle empaque a la película y hacerla creíble en un mismo entorno.
  Tuvimos una gran suerte en el momento en el que la segunda unidad de rodaje estaba grabando los planos generales del inicio de la película, donde Toni se encuentra con Emilio, ya que ese día, y mientras rodaban, cayó la gran nevada del invierno, capturando unas imágenes espectaculares, a pesar de que casi se quedan incomunicados.
  Con un equipo de más de 120 personas trabajando en pequeñas zonas urbanas, tuvimos que alojarlos en diferentes pueblos, lo que hacía tener una gran red logística por diferentes lugares del pirineo.
  Ya en Madrid el equipo de localizaciones encontró́ un hotel en desuso en la Sierra Madrileña, que gracias al equipo de arte se transformó́ en un maravilloso hospital, donde pudimos aunar en un solo espacio gran parte del rodaje.
  Gracias a la cohesión de este gran equipo humano, tanto artístico como técnico, hemos conseguido llevar a cabo Mari(dos), una divertida comedia, en la que hemos trabajado mucho, disfrutado mucho y, sobre todo, nos hemos divertido.

NOTAS DE LA COMPOSITORA...
  La creación de la Banda Sonora Original de Mari(dos), ha sido un proyecto con el que realmente he disfrutado intentando aportar con la música un mayor impacto subconsciente y emocional a la historia.
  En la musicalización se puede apreciar la presencia de la armónica, guitarras, banjo, silbidos, metales, contrabajo... pero sin perder en ningún momento, la esencia orquestal que envuelve a toda la película.
  No es una comedia “típica, per se”, sino que tiene un “twist” western, rindiendo homenaje al lenguaje del duelo, con una marca y sello personal. El filme se mueve mucho entre la comedia, el misterio, e incluso la epicidad en algunos momentos; sin perder, por eso, las situaciones más íntimas y emotivas, que son aquellas que nos aportan la relación humana entre l@s niñ@s y los protagonistas, haciéndonos partícipes de su “viaje” personal.
  Sin duda, el objetivo es que los espectadores experimenten, viendo y escuchando, ese viaje, divertido y emocional, durante el transcurso de la película y que la música les sirva de hilo conductor.

NOTAS DE ARTE...
   Mari(dos) es una comedia, pero comienza con una premisa dramática: un accidente en la nieve deja a una mujer en coma.
El mayor desafío en el diseño del arte de la película fue conseguir que toda la parte de la historia que sucede en un hospital, dialogase de la mejor manera posible con el tono de comedia. La intención siempre fue no perder la verosimilitud en los hechos y en los espacios, pero que al
mismo tiempo la imagen fuese atractiva y amable a ojos del espectador.
  A través del cuidadoso trabajo de ambientación, y sobre todo con los colores, creo que dimos con la clave para estar metidos de lleno en el tono de la película, manteniendo el mayor realismo posible.
  Con los decorados secundarios y los exteriores pudimos terminar de dar forma a Malpaso, ese pueblo inventado, y hacer de él el lugar pintoresco en el que se desarrolla esta historia.

NOTAS DE VESTUARIO...
  Cuando hacemos una comedia el lenguaje de todos los departamentos, incluido vestuario, es diferente, puedes tomarte unas licencias que no harías con otros géneros cinematográficos. Pero en Mari(dos) no sólo hemos querido hacer comedia, hemos creado un universo nuestro, en el que el espectador se introduzca y disfrute de una estética diferente.
  Nuestros protagonistas son antagónicos, uno se viste casi con los ojos cerrados, sin pensar que es armónico y el otro siempre va monocromático, impecable, conjuntado y se sumergen en un mundo naïf, con estética de western y con personajes sorprendentes.
  Vivimos en el mundo de la imagen, conocemos las tendencias al instante por las redes sociales así que en Mari(dos) hemos querido sorprender con la libertad de elección, con la mezcla de los géneros estéticos, con la diferencia, esa diferencia que tanto se reivindica en los medios de
comunicación, pues nosotros la tratamos con absoluta naturalidad y la introducimos en Mari(dos) para que disfrutes con la historia, con los personajes y con la estética.

NOTAS DE LOS GUIONISTAS...
  La idea de Mari(dos) surgió hace ya casi ocho años como premisa para una comedia que permitiese desarrollar la relación de un dúo cómico masculino. La s la noticia de los mineros que quedaron atrapados en Chile, ya que dos mujeres se presentaron como esposas de uno de ellos, sin que ninguna supiese de la existencia de la otra. Nos pareció que ese punto de partida se prestaba para desarrollar un clásico “bromance”, en la línea de películas como “Mejor solo que mal acompañado”, en el que dos personajes chocan y se ven enfrentados en un inicio, obligados a competir por un mismo puesto (el de familiar de la víctima), pero que pueden ir descubriendo poco a poco lo que los une, hasta hacerse grandes amigos.
  El objetivo era hacer dos personajes antagónicos en muchos aspectos, pero que se complementasen en su comedia: uno pusilánime, indeciso y siempre preocupado por la opinión de los demás, otro amargado, enfadado con el mundo y siempre dispuesto a soltar una inconveniencia sin importarle a quién pueda herir. De esta manera, se exasperan el uno al otro, pero también se ayudan y suplen las carencias de su compañero, propiciando el aprendizaje y la superación de ambos, a medida que avanza la película.
  Lo siguiente que necesitábamos era encerrarlos, obligarlos a convivir y estar el máximo tiempo posible juntos, y para eso era perfecto el entorno de montaña, pirenaico, cercado por la orografía, pero sobre todo por la nieve (“tan hermosa y tan letal”). Este entorno nos remitía directamente a una de nuestras comedias favoritas de los últimos tiempos “Fuerza mayor” y al alud con el que se inicia y ahí estaba también el detonante. En vez de quedarse atrapada en la mina, la mujer de ambos habría sufrido el desplome de la nieve en la ladera de una estación de esquí.
  La premisa de obligar a dos hombres a ocupar un papel tradicionalmente reservado a las mujeres, el de cónyuge engañado que tiene que sufrir que su pareja tenga un amante en cada puerto, nos ayudaba también a plantear otro de los temas fundamentales de la película: el cuestionamiento de la masculinidad tradicional. Nuestros protagonistas no serían dechados de virtudes, sino unos tipos mezquinos por momentos, pringados en otros, con muchos problemas para aceptar esta situación y todo lo que conlleva para su “hombría”. El humor tenía que surgir, no sólo del choque de ambos, sino de dejarlos en ridículo y enfrentarlos a sus propios prejuicios y miedos constantemente.
  Ahí entraban también sus vástagos, que los sacan de quicio y ayudan a que se vean constantemente superados por una situación que ya era complicada sin tener que lidiar con hijos, hijas e hijes varios.
  Con todos estos elementos en la coctelera teníamos una comedia divertidísima, sí, pero con un problema fundamental para unos guionistas: ¿Qué van a hacer los protagonistas? No pueden estar noventa minutos sentados en un hospital simplemente esperando a que su mujer se despierte.
  Así que se nos planteó una pregunta fundamental, que tira de toda la película y genera un misterio que tienen que desentrañar: ¿Qué hacía su mujer en esa estación de esquí? ¿Por qué no les dijo a ninguno de los dos que iba a estar allí?
  Es una intriga que, si queréis resolver… Tendréis que ver la película.

NOTAS DE LOS PRODUCTORES...
  Cuando recibes un guión especial, diferente, te ves ante el reto de como trasladarlo a la pantalla para que el espectador pueda tener esa sensación. Esto es lo que nos pasó cuando leímos el guión de Mari(dos). No era tarea fácil pero se abría un mundo de posibilidades para poder jugar con el diseño de la producción. Desde el departamento de arte, pasando por vestuario, música, incluso la figuración. Y por supuesto, teniendo en cuenta que la historia hablaba de dos hombres engañados por la misma mujer teniendo que entenderse entre ellos y haciéndose cargo de ella ya que estaba en coma. Ese despecho siempre se había visto desde el otro lado, el de la mujer.
  La decisión de contar con Lucía Alemany para la dirección fue el mayor acierto. Ya habíamos visto su primera película, La Inocencia, y nos pareció una maravilla, especialmente el trabajo que había hecho con los actores. Además, el punto de vista femenino y esa frescura que podía aportar a la película, aunque no hubiera hecho una comedia antes, era justo lo que necesitaba la historia. Fue una gran decisión. Rodeada de un equipo con gran experiencia y con los que habíamos coincido en otros trabajos, formamos un equipo perfecto.
  Y a partir de ese momento, en perfecta sintonía, cada departamento empezó a aportar sus ideas. Con libertad, pero siendo conscientes de que tratando un tema que podía ser delicado, había una fina línea que no podíamos pasar. Y así fue, decidimos enfocar la historia casi como un western clásico, dos hombres y un destino, en tiempos modernos. Y si esos hombres eran Paco León y Ernesto Alterio, íbamos a apuesta ganadora.
  Al final, tenemos una comedia diferente, muy diferente a lo que el espectador está acostumbrado a ver. Una comedia que te hará pasar un rato muy divertido mientras te olvidas de todo lo demás. Al final eso que lo que creemos que debe dar el cine.

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