PREMIOS Y FESTIVALES

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   Los guionistas Brendan O’Brien y Andrew J. Cohen reconocen sin tapujos que el guion surgió del miedo que tenían a convertirse en adultos cuando cumplieron los treinta. A pesar de saber que había llegado la hora de sentar la cabeza, ninguno de los dos estaba muy dispuesto a asumir el papel de adulto y todo lo que éste implicaba.   Cuando les contaron una historia sobre unos universitarios que habían sembrado el caos en una pequeña ciudad del noroeste de Estados Unidos, a los dos amigos se les ocurrió que podría servir como telón de fondo para explorar ese temor. “Nos documentamos acerca de la convivencia y descubrimos que los vecinos deben aguantar a los universitarios que se mean en sus jardines, que roban señales de stop y causan accidentes”, explica Andrew J. Cohen.   Escribieron el papel del joven y agobiado padre Mac Radner pensando en Seth Rogen, sobre todo porque el público está acostumbrado a que encarne a juerguistas empedernidos.  
  Los dos amigos fueron a hablar con Seth Rogen, con su socio productor, Evan Goldberg, y con el tercer productor de la película, James Weaver. Los tres se entusiasmaron inmediatamente. “Nos pareció hilarante”, recuerda Seth Rogen.   Una vez obtenida la aprobación de los productores, los guionistas empezaron a construir los personajes y a dar cuerpo a la historia. Al principio, el guion se centraba en un hombre y sus amigos que declaraban la guerra a la fraternidad vecina, pero pronto evolucionó hacia una pareja que acaba de tener una niña y se esfuerza en adaptarse a un nuevo tipo de vida.     
  El equipo de productores y guionistas empezó a pensar en quién podría encarnar a Teddy Sanders, el carismático y enigmático presidente de la fraternidad. “Los guionistas reconocen que siempre pensaron en un actor. “Desde el principio intentamos imaginar cuál sería el último hombre al que querrías en el jardín de tu casa delante de tu mujer sin camisa”, dice Andrew J. Cohen, riendo, “y ese hombre era Zac Efron”.   Seth Rogen y Evan Goldberg estaban totalmente de acuerdo con que Zac Efron interpretara a Teddy y le ofrecieron el papel. El actor, al que siempre le han gustado las películas de Seth Rogen, se entusiasmó con la idea de hacer algo juntos. El actor estaba encantado con probar en un género diferente y de sorprender al público con otra faceta suya más oscura.   El siguiente paso fue encontrar a un director que conociera a fondo este estilo cómico. Seth Rogen y Evan Goldberg no dudaron un solo momento en recurrir a Nicholas Stoller, con el que habían compartido un despacho durante la serie “Freaks and Geeks”.  
  Nicholas Stoller decidió que la comedia ganaría mucho si la simpatía del público oscilara constantemente entre la pareja formada por Mac y Kelly, y el joven Teddy.

   Nicholas Stoller es conocido por ser un director capaz de sacar los mejores instintos cómicos de los actores, para lo cual trabaja con ellos antes de comenzar el rodaje. Decide qué actores deben trabajar el texto durante una lectura conjunta del guión. “Después de la lectura conjunta, ensayamos durante dos semanas para que todos se sintieran lo bastante cómodos y seguros durante el rodaje”, explica.   “Las mejores improvisaciones de estas dos semanas se incorporaron al guion”.  
  Nicholas Stoller tiene una forma de rodar muy particular para facilitar la improvisación en cualquier momento. “Siempre hago tomas transversales, es decir, de la persona que no está delante de la cámara, para no perder ninguna improvisación”, explica.

   Ya que gran parte de ‘Malditos vecinos’ transcurre entre la casa de Mac y Kelly y la fraternidad Delta Psi, el departamento artístico tuvo que encontrar dos casas vecinas que encajasen en la historia y en las que se pudiese rodar. “Buscamos casas muy cercanas, tan cercanas que se pudiera ver dentro de una desde la otra, e incluso pasarse una taza de leche”, explica la diseñadora de producción Julie Berghoff. “No fue nada fácil encontrar dos casas con el tamaño adecuado. Una debía ser grande y la otra, algo más reducida, pero lo bastante amplia para un contable, su esposa que trabaja desde casa y un bebé”.  
  Por fin, las dos casas perfectas que servirían de base a la mayoría del rodaje fueron descubiertas en el barrio histórico West Adams de Los Ángeles. La casa de Mac y Kelly pudo usarse para interiores y exteriores, pero no pasó lo mismo con el hogar de la fraternidad. “El exterior era exactamente lo que buscábamos, pero las habitaciones eran demasiado pequeñas para las escenas de fiesta y los puntos de vista que necesitábamos”, dice la diseñadora. “No nos quedó más remedio que buscar otra para los interiores y fundir las dos”.  
  Todos los departamentos colaboraron con Julie Berghoff y Leesa Evans, la diseñadora de vestuario, para crear una paleta de colores perfecta.   Con el fin de aportar más realismo a las escenas de las diversas fiestas, distribuyeron cámaras e iPhones entre la figuración y los actores para obtener puntos de vista personales.  
  Pero filmar las escenas de las fiestas no fue tan divertido como parece. “Rodar una fiesta incluso puede ser bastante molesto”, dice Seth Rogen. “La luz ultravioleta acaba mareando a cualquiera, y además estábamos cubiertos con burbujas tóxicas. En la fiesta del invernadero era importante no mirar directamente a los haces de láser porque acabas ciego por la potencia que tienen”.