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SINOPSIS
Una joven estudiante se ve atrapada en un peligroso juego donde cada movimiento es manipulado por un grupo de observadores anónimos...
INTÉRPRETES
EMMA ROBERTS, JULIETTE LEWIS, DAVE FRANCO, KIMIKO GLENN, SAMIRA WILEY, EMILY MEADE, MARC JOHN JEFFERIES, JONNY BEAUCHAMP, MILES HEIZER, ARIELLE VANDENBERG
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PREMIERE
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¿Eres un seguidor o un jugador? Esas son tus posibilidades en el juego de Nerve, en el que jugadores amantes de las emociones fuertes aceptan retos cada vez más arriesgados de seguidores anónimos para ganar valiosos premios. A medida que las travesuras de poca monta van dejando paso a actos cada vez más peligrosos, los fans observan la acción captada en vivo a través de teléfonos móviles. NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS, basada en la popular novela de Jeanne Ryan, es tanto un thriller apasionante como un agudo análisis del poder seductor de las redes sociales.
La pareja de directores formada por Henry Joost y Ariel Schulman, más conocida por su trabajo en “Catfish” y la serie de “Paranormal Activity”, han creado una aventura urbana llena de acción que también ofrece perspicaces observaciones sobre la conducta online. “Nuestro primer filme, ‘Catfish’, inició un diálogo nacional sobre identidad e Internet”, comenta Joost. “Este ofrece una oportunidad similar para hablar de la forma en que todos nosotros, y los adolescentes en particular, nos comunicamos en la actualidad. Podemos hacer toda clase de cosas en Internet que tal vez no haríamos en la vida real”.
En NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS, cuando su mejor amiga reta a la estudiante de último curso de instituto de Staten Island Vee Delmonico (interpretada por Emma Roberts) a participar en el juego, se ponen en marcha una serie de acontecimientos que cambiarán su vida.
“Tomamos a una chica tímida, la sentamos delante de Internet y de pronto se siente inspirada a ser alguien que ayer no tenía el valor de ser”, explica Schulman. “Alguien en el ciberespacio la reta a ser algo que tal vez no quiera ser. Vee desciende por la madriguera de conejo al lado oscuro de todo eso. Los espectadores online pueden resultar tremendamente seductores. De pronto, te encuentras publicando imágenes que jamás te atreverías a enseñarle a nadie y eso te acaba pasando factura”.
El juego funciona a través de una aplicación para móviles, que permite a los posibles jugadores apuntarse y empezar a correr riesgos al momento. Conseguir dejarlo ya es otra historia. “Los seguidores tienen acceso a tu información personal de Facebook, Instagram, Snapchat y todo lo demás que estés usando”, prosigue Joost. “Crean retos a medida según tus miedos y aspiraciones. Empieza como algo bastante sencillo y divertido, pero el juego intenta descubrir tus límites”.
El lado más siniestro de Internet parecía un tema perfecto para explorar, en opinión de la actriz Emma Roberts, que interpreta a Vee. “La gente pone hoy día toda su vida en Internet”, señala. “Esta película toma ese fenómeno y lo lleva un paso más allá”.
Roberts dice que ahora se lo piensa dos veces a la hora de utilizar Instagram, Twitter, o incluso el correo electrónico. “Nada es verdaderamente privado. Creo que esta película explota esa sensación. Cualquiera puede acabar viendo cualquier cosa que publiques, tanto si quieres como si no”.
La actualidad del tema que trataba el guion también fue uno de los factores que atrajo a Dave Franco, que interpreta a Ian, el compañero jugador de Vee y posible interés romántico. “El guion trata un tema muy relevante ahora mismo”, comenta. “La gente no se comporta como sí misma cuando se oculta tras la pantalla de un ordenador. Están dispuestos a hacer y decir cosas que no serían aceptables cuando tratas con alguien cara a cara”.
Joost y Schulman descubrieron el proyecto gracias a la productora Allison Shearmur, que pensó que los conocimientos de los cineastas sobre tecnología y cultura actual los convertían en los directores ideales para NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS. “Se trata de cineastas jóvenes con mucho que decir sobre su generación”, explica. “Su estilo narrativo es actual, auténtico y singular. La tecnología de la película es de un futuro sumamente cercano, pero los temas y las situaciones son de máxima actualidad”.
Según Franco, los directores aportan un punto de vista único a sus películas. “Siempre te dan algo que no esperas”, opina. “Estoy entusiasmado con todos los aspectos de esta película: las imágenes, la historia y los personajes funcionan todos muy bien. No atraerá únicamente a los más jóvenes. Tiene un interés mucho más amplio y más profundo”.
Cada partida de Nerve dura únicamente 24 horas; entonces se elige un ganador y pasa a los siguientes participantes. “La película le plantea a los espectadores la misma pregunta que se hace la propia Vee”, prosigue Schulman. “¿Eres un seguidor o un jugador? No solo en el juego de Nerve, sino en la vida misma. Vee ha jugado toda su vida sobre seguro, pero Nerve la lleva a correr riesgos, que pueden llegar a ser muy peligrosos. Si juegas, puedes hacerte daño, o puedes ganar, hacerte famoso y conseguir mucho dinero. Puedes seguir el camino seguro o arriesgarte. Todo depende de ti”.
La aventura de Vee empieza como una historia de Cenicienta vertiginosa, comenta Shearmur. “Conoce a un desconocido increíblemente apuesto y sexy. Va a los grandes almacenes Bergdorf Goodman y sale con un vestido que cuesta miles de dólares. Llega a Nueva York montada en una motocicleta trucada, y se convierte en parte de la ciudad de una forma que seguramente solo podría haber imaginado desde su apartamento de Staten Island. Únicamente empieza a adquirir un aire siniestro cuando tiene que empezar a preguntarse lo mismo que todos los demás nos estamos preguntando, como: ‘¿Quién es realmente este tipo?’”.
Tal vez el aspecto más preocupante del juego, sugiere Shearmur, es que no hay un único villano; la amenaza procede de los espectadores anónimos online. “El juego pasa de ayudarte a cumplir tus deseos de una forma desenfadada y divertida a convertirse en algo peligroso y amenazador. Como una turba que grita animando a dos gladiadores que se baten en duelo, la sed de sangre de la gente se vuelve sumamente inquietante”.
Los cineastas recurrieron a fuentes poco convencionales en busca de inspiración para el ritmo trepidante y la dinámica energía de NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS, entre ellos vídeos de aficionados que encontraron en YouTube. “Nuestra palabra clave a la hora de hacer esta película fue ‘diversión’”, aporta Joost. “También queríamos que aprovechara de verdad la ciudad de Nueva York, que ya no se ve tanto como debería en el cine. Es colorida, dinámica y emocionante. Es una película de acción que se desarrolla en el mundo de Go-Pros y vídeos de iPhone. Al tratarse de una película sobre niños que tienen que cumplir retos, buscamos inspiración en Internet y encontramos cosas de lo más increíbles, que intentamos recrear”.
Captar la inmediatez de un vídeo de YouTube en una película narrativa comercial fue complicado, reconoce. “Tiene que ver en parte con los ángulos de cámara y los cortes. Pero es cuestión fundamentalmente de mantener las cosas muy viscerales y poner al espectador en el punto de vista del jugador. Cuando Dave Franco monta en moto, vamos dentro de su casco. Vamos sentados detrás, con Emma Roberts. Somos la persona en la calle que está viendo pasar la moto. Hay que asegurarse de captar la escena pero, cuando quieres rodarla con una cámara minúscula y quieres que el actor sujete esa cámara, hay mucha presión para no pifiarla”.
Tras el éxito de “Catfish”, Joost comenta que a Schulman y a él les preguntaban a menudo si creían que Internet era un lugar inherentemente peligroso. “Dijimos que no, Internet es en realidad muy neutral. Es lo que quieras que sea. Puede ser un lugar inspirador, que te permite conocer a gente que jamás conocerías de otro modo. Puede moverte a convertirte en una persona mejor. O puede sacar algo más oscuro de ti. A fin de cuentas, es cuestión de responsabilizarte de tus propios actos”.
Vee Delmonico sueña con dejar atrás Staten Island para estudiar en una escuela de artes del Sur de California, pero teme que al hacerlo decepcionaría a su sobreprotectora madre. “Al principio de la película, no tiene la confianza para dar ese paso”, comenta Schulman. “Y ese es el quid de su personaje. Emma encarna el personaje a la perfección, quiere dar un paso al frente y ser el alma de la fiesta, pero hace muy bien de tímida. Cuando Vee empieza a ganar algo de confianza, Emma se convierte en toda una estrellita de acción con muchas agallas. Y es tan guapa que siempre resulta divertido enfocarla con una cámara”.
Roberts recuerda leer muchos guiones mientras buscaba su siguiente proyecto, pero dice que NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS fue el que destacó entre todos ellos. “Tenía todos los elementos de las películas que me gusta ver: tenía mucha acción, tenía una historia de amor, tenía una historia de amistad y estaba ambientado en Nueva York. Nueva York en el cine tiene algo que me resulta sumamente expresivo. Recuerdo acabar el guion y sentir que este proyecto podía ser algo especial y que quería formar parte de él”.
Cuando se reunió con los codirectores para hablar de la película, Roberts quedó impresionada con su preparación, sobre todo en lo referente al innovador aspecto visual del filme. “Me mostraron un libro que habían preparado con imágenes que representaban el aspecto que tendría todo”, recuerda. “Captaban Nueva York como un personaje en sí mismo, de una forma que no había visto nunca antes. Visualmente, están haciendo algo asombrosamente novedoso. Estaban muy implicados en todo, desde peluquería y vestuario hasta los planos y los diálogos. Consiguieron que me sintiera entusiasmada de formar parte de esto”.
Trabajar con una pareja de directores era una experiencia nueva para la actriz, que asegura que estaría encantada de repetir. “Henry y Ariel son asombrosos. Es genial contar con dos personas con las que intercambiar ideas. Aportan puntos de vista muy diferentes, a la vez que se entienden a la perfección. Se complementan estupendamente”.
Los directores dicen que forzaron a Roberts hasta el límite para este papel y ella se dejó llevar. “Buscaba algo que le supusiera un reto, tanto física como emocionalmente”, asegura Schulman. “Fue muy emocionante para ella correr por unos importantes grandes almacenes, entre cientos de personas, llevando únicamente su ropa interior. Y tuvo que rapear un tema de Wu-Tang Clan mientras [la sensación de Internet] The Fat Jew le hacía un tatuaje. Eso no era precisamente un día típico para ella”.
Shearmur sostiene que los espectadores tendrán ocasión de ver un lado de Roberts que no habían visto nunca. “Es emocionante ver la transformación de la etérea e intelectual Emma en una verdadera fuerza física. Si la gente diera por hecho que Vee podía salir airosa del clímax del tercer acto, la experiencia resultaría mucho menos satisfactoria”.
El primer reto de Vee es besar a un misterioso desconocido, que también resulta ser un jugador. El primer encuentro entre Vee e Ian, interpretado por Dave Franco, parece una cita a ciegas electrizante, y los seguidores online exigen que sigan jugando juntos. Franco consigue que su personaje resulte auténticamente agradable, lo que le da un giro inesperado al típico personaje de chico malo.
“Mis trabajos anteriores han sido fundamentalmente comedias”, aporta Franco. “Este papel es un poco más serio, aunque sigue habiendo mucho humor. Quería hacer algo romántico, pero diferente. En última instancia, esta película es una historia de amor, pero no de las típicas. Han sucedido muchas cosas antes que hacen que este romance resulte muy complicado. También hay cierta oscuridad y dureza”.
Ian tiene un secreto sobre su pasado que no se lo está contando a Vee. “Todos los que juegan a Nerve tienen algún secreto”, comenta Joost. “Ocultan alguna inseguridad, algún error que han cometido en sus vidas anteriores, y esperan poder arreglarlo todo con un golpe de suerte”.
Ian participa en el juego para ganar por razones que no quiere, o no puede, admitir. “No piensa en otra cosa”, prosigue Franco. “Cuando conoce a esa chica, le atrae desde el primer instante, pero su objetivo es ganar. A medida que avanza la película, le va cogiendo cariño y no quiere que le pase nada malo”.
Como jugador, los retos de Ian a menudo tienen que ver con su moto, que Franco tuvo que aprender a manejar para la película. “No tuve mucho tiempo para aprender, lo que daba un poco de miedo, pero también resultaba muy divertido”, reconoce. “Nunca me atrevería a ir por carretera con ella, pero me siento como Evel Knievel cuando me encuentro en un aparcamiento vacío”.
Pero a Franco le daba aún más miedo la primera escena de Ian, en la que le ponen como prueba que le dé una serenata a una hermosa joven: Vee. “Esa era la escena que más me preocupaba, porque no tengo muy buena voz”, confiesa Franco. “Decidí que podría resultar encantador si el tipo se entregara por completo, aunque tuviera una voz espantosa, así que eso fue lo que hice. Es una escena con una coreografía muy elaborada, que resulta muy divertida de ver y espero no tener que volver a cantar nunca más ante las cámaras”.
Roberts y Franco se conocieron hace unos cinco años, en el rodaje de un vídeo musical. Su mutuo y sincero afecto y respeto se puede apreciar perfectamente en la pantalla. “Pudimos empezar a toda marcha, sin pasar por la incómoda etapa de tener que conocernos antes”, explica. “Emma es muy sencilla y auténtica. Tiene muy buen gusto, así que cuando me dice que algo funciona, no necesito nada más. Espero que se pueda apreciar esa química natural”.
Franco es admirador de Joost y Schulman desde hace cierto tiempo. “Su estilo visual es asombroso”, opina. “Incluso en las escenas en las que estamos simplemente hablando, parece una película de acción, por la forma que tienen de usar la cámara. Siempre evitan los clichés y ofrecen algo que no esperas. Han hecho una película para un público mucho más amplio, que va más allá de los adolescentes”.
Emily Meade, que interpreta a Sydney, la extrovertida mejor amiga de Vee, dice que el guion le encantó desde el primer momento. “Me di cuenta de que me importaba mucho lo que le pudiera pasar a esta gente. Posee una combinación de emoción, humor y sentimiento, así como personajes interesantes y con matices. Y todo acaba mereciendo la pena, algo insólito de encontrar en un guion. Me sentí totalmente implicada, me lo pasé bien y me reí leyéndolo, así que solo podía imaginarme cómo sería verlo”.
Meade es una de las mejores actrices jóvenes de la actualidad, según Schulman: “Posee una sexualidad alucinante, es una actriz increíble y es capaz de improvisar. Personifica el personaje de Sydney con seguridad y un cierto toque ronco”.
Meade y Roberts ya habían trabajado juntas en el thriller de 2010 “Twelve” y son amigas desde entonces. “Siempre he tenido un verdadero vínculo con Emma”, comenta. “Creo que en la mayoría de los aspectos somos muy distintas de nuestros personajes, así que ha sido divertido interpretar a buenas amigas con una dinámica totalmente distinta”.
Por otro lado, señala Meade, Miles Heizer, que hace de Tommy, el cariñoso y modesto amigo de Vee, interpreta a un personaje que no se diferencia gran cosa de él. “Todo el mundo lo adora”, afirma Meade. “Es un tipo de lo más serio, inteligente y adorable. Cumplió 21 años durante el rodaje, así que salimos todos a celebrarlo con la mejor fiesta de karaoke de la historia”.
Tommy y Vee son amigos de toda la vida, aunque en realidad está no muy secretamente colado por ella. “No quiere verla convertirse en jugadora”, explica Joost. “Es demasiado peligroso. Y tampoco quiere verla acabar con otro tipo. Miles interpreta el papel de forma muy mesuradamente divertida. No nos dimos cuenta de lo gracioso que es hasta que empezamos a montar la película. Estaba acertando de pleno todo el tiempo sin que nos diéramos cuenta. Roba discretamente cada escena y es uno de los favoritos del público”.
Heizer, una de las estrellas de la serie de televisión “Parenthood”, se muestra de acuerdo en que la película toca un tema importante en la cultura contemporánea. “Es sobre el lado oscuro del anonimato en Internet”, explica. “Pasan cosas terribles, pero todo ello es consecuencia de la sensación de no ser responsable de nada, porque eres anónimo. Es de locos lo insensibilizados que estamos”.
Tommy es un hacker en ciernes, que ayuda a Vee y a Sydney a tramar un plan para enfrentarse al juego aparentemente imparable cuando pierde el control. Heizer se documentó sobre el lado más siniestro de Internet para este papel. “Me reuní con gente que me habló de los hackers y de la web oscura”, explica actor. “Todo es anónimo y allí puedes encontrar toda clase de cosas horrendas. Puedes hacer lo que se te antoje y no lo pueden rastrear de vuelta a tu dirección IP”.
A lo largo de la noche, Nancy (Juliette Lewis), la madre de Vee, se da cuenta de que no todo es lo que parece con su hija. “Sabíamos que el personaje de Nancy necesitaba complejidad y compasión, así como una verosimilitud que solo Juliette podía aportar”, aporta Shearmur.
Lewis, que se hizo ella misma famosa con papeles de adolescentes rebeldes, encontró deliciosa la ironía de interpretar a la madre, según Schulman. “Le pareció graciosísimo. Se labró una reputación como una joven rebelde y ahora es la madre que regaña a la joven rebelde”.
“Es una leyenda”, agrega Joost. “Y como trae consigo los recuerdos de sus papeles en películas como ‘Asesinos natos’, hace que resulte más creíble que, como madre, tiene un pasado en el que fue un poco alocada. Al ver eso en su hija, siente que quiere protegerla”.
A medida que los retos se vuelven más complicados, Vee no está muy segura de en quién puede confiar. Eso es especialmente cierto por lo que respecta a un amenazador jugador llamado Ty, que se convierte en el principal competidor en el juego de Ian y ella. Colson Baker (más conocido como el rapero Machine Gun Kelly) aporta su explosivo carisma al papel de reparto. “Ese tipo es una estrella”, afirma Schulman, que también trabajó con Baker en el próximo thriller de terror que ha rodado con Joost “Viral”. “Es un rapero alucinante y es un gran actor. Sabe manejar a la multitud como si estuviera en un escenario ante 50 000 fans. Dota al personaje de un aire callejero y algo chiflado con el que estamos encantados de contar”.
Los directores también han incluido cameos de toda una serie de famosos de Internet, como el cómico y personalidad de las redes sociales Josh “The Fat Jew” Ostrovsky, la estrella de Vine Arielle Vandenberg, el cineasta de YouTube Casey Neistat y la artista de Internet Chloe Wise. “La película trata sobre Internet y la creación de estrellas de las redes sociales, así que nos pareció apropiado incluir a algunas de nuestras favoritas”, explica Schulman.
“Buscamos en Instagram actores de procedencia insólita”, agrega Joost. “Aportó a la película mucha energía y verosimilitud, y fue muy divertido trabajar con ellos”.
Los neoyorkinos de toda la vida Joost y Schulman supieron desde el primer momento que su ciudad natal era el único lugar en que podían imaginar filmar NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS. “Estoy harto de ver películas que supuestamente se ambientan en Nueva York pero no se ruedan allí”, afirma Joost. “Hay una energía especial que se pierde. Tengo la sensación de que Ariel y yo llevamos toda la vida filmando en exteriores naturales de Nueva York. Por fin tuvimos ocasión de usar nuestra agenda mental de imágenes”.
La pareja preparó un vídeo de demostración de fragmentos sacados de películas clásicas de Nueva York para mostrar su visión a los productores. “Era un canto a la ciudad, ligado a momentos clave de la película”, recuerda la productora Shearmur. “Nos convencieron para que no rodáramos la película en ninguna otra parte. Filmar en Nueva York es muy emocionante. Cuando estás intentado cortar una calle y tus conciudadanos neoyorkinos se dedican a hacer cualquier cosa menos evitar el lugar en el que estás rodando, dota al rodaje de una energía frenética”.
Para aumentar la verosimilitud del filme, los directores pusieron retos reales a los actores y les dieron rienda suelta. “Llevamos a Emily a Times Square, le pusimos un micrófono y fue por ahí tomándole el pelo a desconocidos”, recuerda Schulman. “Da gusto poder salirse de las limitaciones de un rodaje y poder formar parte de la ciudad. Hay muchísima energía, y cuando tienes a un actor como Emily, que está dispuesta a todo, suceden cosas divertidas e impredecibles”.
De igual modo, intentaron hacer la acción lo más real posible. “Eso pasa por poner a Emma Roberts en la parte de atrás de la moto y a Dave Franco caminando por una grúa”, explica Joost. “Aunque no esté más que a 6 m del suelo, no deja de ser él quien lo hace y quien sufre esa sensación de vértigo. Eso es lo que tratamos de captar: esa pizca de realismo”.
El coordinador de especialistas Stephen Pope recuerda el proceso de crear algunos de los retos más peligrosos del filme. “Recorrimos Internet, en busca de las cosas más disparatadas y estúpidas que la gente anda haciendo por ahí. No queríamos repetir nada que ya se hubiera hecho, así que le dimos nuestro propio toque a todo”.
Una de las secuencias más emocionantes es el disparatado trayecto en moto de Ian por Park Avenue, con los ojos vendados. “¿Cómo van a mantener el equilibrio?”, se pregunta Pope. “¿Cómo van a moverse entre el tráfico y respetar los semáforos? Hace que todo esté más agudizado. La escena acaba en Grand Central Station, donde hay ajetreo a todas horas del día, así que no fue nada fácil conseguir que todo estuviera correcto. Fue un tanto complicado, pero salió muy bien”.
Roberts asegura que no olvidará nunca esas noches. “Fue un momento muy surrealista cuando me encontré en la parte de atrás de la moto con Dave. Ambos miramos a nuestro alrededor en Times Square, montados en una moto a las cuatro de la mañana y le dije: ‘Nunca más volveremos a vernos en una situación así’”.
Pese a toda la emoción y excitación que puede apreciarse en la pantalla, NERVE, UN JUEGO SIN REGLAS es además una fábula aleccionadora sobre el potencial de Internet para hacer daño, sobre todo a los jóvenes. Si el juego existiera de verdad, los cineastas creen que se haría popular al instante, pese a los riesgos, o tal vez a causa de ellos. “Si apareciera de verdad en la tienda de aplicaciones o algún enlace de la web oscura, mucha gente se apuntaría”, asegura Schulman. “De pronto, habría cientos de chicos transmitiendo retos descabellados en directo a través de sus teléfonos. Espero que esta película ponga en marcha una conversación importante entre padres e hijos sobre la presión social”.