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SINOPSIS
Un grupo de alborotadores se ven obligados a asistir a la escuela nocturna con la esperanza de que aprueben un examen para terminar la escuela secundaria...
INTÉRPRETES
KEVIN HART, TIFFANY HADDISH, JACOB BATALON, MARY LYNN RAJSKUB, ANNE WINTERS, KEITH DAVID, TARAN KILLAM, BEN SCHWARTZ, MEGALYN ECHIKUNWOKE, ROB RIGGLE, BROOKE BUTLER, MASON GUCCIONE, ROMANY MALCO, DONNA BISCOE, MATILDA DEL TORO
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SUENA LA CAMPANA: ARRANCA EL CURSO...
Una anécdota curiosa: ESCUELA PARA FRACASADOS comenzó con una campana, aunque no la de un instituto. Todos los trimestres, Kevin Hart y los guionistas de su productora, HartBeat Productions, se reúnen para proponer ideas para películas y televisión. Cuando alguien cree que tiene una buena idea o que ha dado con un «momento Eureka», tal y como lo describe el guionista Harry Ratchford, hace sonar una campana para recabar la atención de sus colaboradores. El valiente que ha pedido la palabra le explica al equipo lo que tiene en mente, y el grupo decide si la premisa merece una exploración creativa a fondo.
«No siempre que alguien hace sonar la campana propone necesariamente una idea de oro para una comedia», reflexiona Ratchford. «Sin embargo, todo el mundo supo ver que Kevin había dado en el clavo cuando se puso de pie en medio de la sala y explicó su idea para ESCUELA PARA FRACASADOS».
Para Hart, era importante tener un proyecto capaz de juntar a diversos profesionales creativos, tanto viejos conocidos como nuevas incorporaciones. El polifacético talento, que hace las veces de guionista, productor y actor en ESCUELA PARA FRACASADOS, nos cuenta: «Nos preguntamos cómo reunir a mucha gente divertida, crear un entorno propicio para la comedia, y a la vez contar una buena historia. Si piensas en películas como School Days, Cooley High y El club de los cinco, todas cuentan con un grupo de protagonistas muy graciosos».
Hizo falta desarrollar mucho el planteamiento para que aquella inspiración llegara a fructificar en ESCUELA PARA FRACASADOS. El núcleo duro del equipo de Hart en HartBeat —que incluye a Ratchford, Joey Wells y Matthew Kellard— la materializó en la historia de Teddy Walker, un tipo que habla muy rápido y que ha conseguido demasiado en la vida a base de encanto personal. Obligado a abandonar el instituto por culpa de un problema de aprendizaje, Teddy consiguió rehacerse gracias a un pico de oro y su habilidad innata para desenvolverse. Pero cuando pierde su trabajo y ve que también va a perder a la chica de sus sueños si no cambia las cosas, Teddy se traga su orgullo y vuelve a estudiar para sacarse el título de secundaria. En su aventura, contará con el apoyo de un variopinto y estrafalario grupo de estudiantes, cada cual enfrentado a sus propios retos. Con la ayuda adicional de Nicholas Stoller y John Hamburg para escribirlo todo, los guionistas se lanzaron a ello.
Hart nos habla de su personaje, tan trabajador como desternillantemente turbio: «Teddy es el típico que finge y finge hasta conseguir lo que busca. Siente que necesita ser cierta clase de tipo para mantener a la mujer con la que está. Teddy siempre ha conseguido salir de cualquier atolladero porque tiene el don de la locuacidad; es todo un manipulador irresistible, pero no lo hace con maldad».
El intérprete se extiende en el mensaje de la película y llega a la conclusión de que, en último término, la historia de Teddy es sobre las segundas oportunidades. «Va sobre un grupo de adultos que viven su vida, pero no exigiéndose lo mejor de sí. Y todo por un trozo de papel, que es lo que ellos creen que les frena. Creen que sacándose el título de secundaria se les abrirán las puertas, lo que se traducirá en una vida mejor para sus familias y ellos. Sienten que se han estado engañando hasta ese momento». Hart, uno de los hombres más trabajadores de Hollywood, hace una pausa y nos ofrece una reflexión sobre el lado más serio de la comedia: «También trata sobre lo mucho que puede significar proponerte conseguir algo.
Mientras estaba de tour promocional con el productor y ya viejo amigo Will Packer, Hart vio la oportunidad de llevar el proyecto un paso más allá. Su particular lenguaje hablando entre ellos es una fuente constante de diversión mutua..., además de para cualquiera que tenga ocasión de escucharlos.
«Kevin se me acercó en un club en Londres. Llevábamos encima una larga gira por montones de ciudades. Estaba cansado. Quería fiesta y ya. No quería oír lo que Kevin pudiese contarme, sobre todo porque iba a ser de trabajo», reflexiona Packer. «Me suelta: “Will. Tengo una idea”. Y yo en plan: “Lo que tú digas, Kev; vamos a por otra copa”. Y él: “No, no, no; escucha, que tengo una idea. ¿Y si hacemos algo de un grupo de inadaptados que tienen que volver a clase de noche para sacarse el bachillerato?”. Y yo: “Me encanta”». Resultó que la cosa era interesante de verdad. «Total, que me pongo a hablar de ello y Kev me suelta: “Tronco, ¡que estamos en un club! No me apetece hablarlo ahora. Solo quería contarte la idea”, y se larga. Así fue literalmente cómo me presentó la premisa de ESCUELA PARA FRACASADOS».
Hart, con tendencia a soltar una idea creativa para luego elaborar los detalles a última hora, en realidad adora a su colega productor y el proceso de Packer. «Trabajar con Will es maravilloso», dice Hart. «Ya vamos por nuestra séptima u octava película». Y añade con una carcajada: «De lo que me estoy dando cuenta con Will es de que cuanto más éxito tiene, más le brillan los dientes. No sé lo que será, pero cada vez es más difícil mirarle a la boca...».
Una vez cumplida la dosis debida de clubes y pullas amistosas, al volver a EE. UU., el dúo propuso la idea a los ejecutivos de Universal Pictures, que se mostraron entusiasmados con la idea de volver a asociarse con estos habituales colaboradores del estudio. Hart y sus guionistas de HartBeat Productions dieron forma a la idea, y el proyecto recibió luz verde. Con unos últimos toques de Stoller y Hamburg, todo quedó a punto para su puesta en marcha.
Packer y Hart tenían claro que, cuando recibieran la autorización del estudio para empezar, querían ir adelante con Malcolm Lee como director de la película. Lee acababa de trabajar en la exitosa producción de Packer Plan de chicas, que fue la primera película dirigida, escrita, producida y protagonizada por afroamericanos en superar la barrera de los 100 millones de dólares en taquilla, y sería difícil dar con un equipo creativo más unido que el suyo. «Pienso arrastrar a Malcolm conmigo. Está la carrera profesional de Malcolm “pre-Will Packer”, y luego la “post-Will Packer», bromea el productor. «Cualquiera puede ver que su recorrido ha seguido una trayectoria muy distinta desde que yo entré en su vida, así que... Malcolm, de nada».
Bromas aparte, Packer admite que estuvo a punto de no poder contar con Lee para esta nueva aventura. «Esta historia es real», cuenta el productor. «Malcolm quería tomarse unas vacaciones con su familia después de Plan de chicas. Le dije que era buena idea, pero que iba a tener que dejarlo porque le tenía preparado otro proyecto que no podía rechazar. Me dijo: “Pero acabamos de terminar Plan de chicas... Quiero celebrarlo”. Y le solté: “Ya lo celebrarás cuando mueras, pero de momento estamos vivos. Tenemos películas que hacer, y ahora mismo hay que aprovechar la oportunidad con ESCUELA PARA FRACASADOS y Kevin Hart”».
Y esas fueron las palabras mágicas, porque Lee llevaba mucho tiempo queriendo trabajar con Hart. Una vez retrasadas esas vacaciones, Lee y Packer no perdieron el tiempo. El productor explica la importancia de contar con Lee como director de la comedia. «Malcolm es muy específico con lo que quiere», elogia Packer. «A los actores les gusta tener un director con las cosas claras. Para ellos, lo peor es cuando alguien no se aclara, porque eso les transmite inseguridad. Hablamos en este caso de un director con mucha seguridad en lo que intenta sacar de cada actuación. Además, a Malcolm se le dan especialmente bien las comedias corales».
Para el director/productor ejecutivo, todo se reducía a lo que sabía que tenía delante. «Le vi mucho potencial a la película, y estaba deseando trabajar con Kevin Hart», resume Lee.
Hart siente auténtica adoración por el capitán de este barco. «Malcolm es un tipo fantástico, y se ha dejado el pellejo ayudando a dar forma y a modelar la historia para llegar al resultado obtenido», dice Hart. «Es genial con los actores y actrices; nuestra relación no hizo más que mejorar cuanto más trato teníamos. Es la clase de director con la que me es fácil imaginarme trabajando».
Ese sentimiento se hizo presente en la producción y se extendió a los que dirigían el cotarro tras las cámaras. «Esta es nuestra segunda película con Malcolm»; dice el productor ejecutivo James Lopez, responsable de las producciones cinematográficas de la compañía Will Packer Productions. «Siempre está a punto y preparado. Lo mejor de él es que es la clase de director que facilita mucho mi labor como productor».
Preston Holmes, también productor ejecutivo junto a Lopez, resume lo que los colaboradores de Lee, tanto frente a las cámaras como tras ellas, siempre han experimentado: su director construye personajes y películas cuyos ingredientes son corazón y humor a partes iguales. «El talento particular de Malcolm es que tiene un modo especial de hacer comedias divertidísimas, demostrando además mucha inteligencia con los personajes, que nunca resultan caricaturescos», reflexiona Holmes. «Son personajes completos, a menudo con estudios y conocimientos, e incluso realizados. Son gente que deja traslucir todo tipo de cualidades».
MÁS ALLÁ DEL INSTITUTO...
Los cineastas ficharon a Megalyn Echikunwoke para interpretar a la novia de Teddy, Lisa, una chica indiscutiblemente exitosa y que solo quiere que su chico sea íntegro; no le importa que no tenga dinero..., solo quiere que sea honesto y que tenga como meta hacerse felices en su relación. Hart explica su interacción: «Teddy está loco por ella; es su pilar de referencia y el motor que impulsa su vida. Si se extralimita tanto es precisamente porque quiere hacerla feliz. No se da cuenta de que ella no necesita nada de eso. Le tiene a él, y con eso le basta».
Dar vida a la mujer modélica de un futuro marido tan estrafalario como el personaje de Hart parecía todo un desafío, pero Lee conocía a la actriz perfecta. «A Megalyn le va como anillo al dedo», dice el director. «Me encanta lo que ha logrado hacer con su papel. Queríamos apostar por Teddy y Lisa como pareja; eso era un punto básico, y en gran parte lo hemos logrado por la actuación de Megalyn. Hablamos sobre los elementos cómicos de la película, pero hay que involucrarse con el personaje. Si no, la comedia se viene abajo. Con Teddy y Lisa tenemos una pareja por la que vale la pena luchar».
Aunque Haddish no contaba con muchas escenas junto a Echikunwoke, hicieron tiempo fuera del horario del rodaje para forjar lazos... y cocinar. «No solo nos llevamos bien ante las cámaras, sino también en mi propia casa. Megalyn me dijo que no se le daba muy bien cocinar», comparte Haddish. «Total, que vino a casa y le enseñé a freír pollo y a preparar espaguetis. Hicimos varias recetas, para que aprendiese. Nos llevamos superbién; nos mensajeamos, hablamos y todo eso».
El instinto de Echikunwoke le dijo que esta producción merecía la pena, y no se equivocaba. «Ha sido inspirador trabajar con ellos e impregnarme un poco de su profesionalidad..., aunque sea por ósmosis», bromea. «Malcolm es muy fácil de tratar y se mostró muy receptivo a mis ideas. Escuchaba todo lo que le proponía mientras creábamos mi personaje. Tiffany es una de las personas más divertidas que puedas conocer, tanto en el mundillo de la interpretación como fuera. Y Kevin... siempre está al 100%. Está de la olla, pero en el buen sentido. No sé cómo lo hace, pero siempre es divertido».
Todo personaje de Hart necesita un compinche, y para ESCUELA DE FRACASADOS el elegido fue el actor de Parks and Recreation y House of Lies, Ben Schwartz, en el papel de Marvin. Ya inseparables desde el instituto, en la actualidad siguen siendo los mejores amigos. «Quería asegurarme de elegir a gente divertida para la película», resume Lee. «Es importante no tirar siempre de lo mismo, porque al final deja de tener gracia. Si quieres que la escena bulla de energía, hay que mantener viva la vena cómica. Ben es una de las personas más creativas improvisando en la escena actual de Hollywood. Es un joven con mucho talento y está dispuesto a todo».
«La diferencia entre ambos amigos es que Marvin acabó sus estudios, y ahora se dedica a vender acciones y bonos», dice Packer. «Es un tipo honesto y que siempre va de frente, hasta la exageración. Pero también tiene una vena sarcástica, y ese es precisamente su encanto. Ben encarna todas esas cualidades de un modo que ni esperábamos».
Schwartz valora positivamente que no haya rivalidad alguna entre estos amigos de toda la vida. «Marvin siempre ha sido un apoyo para Teddy desde el instituto», explica. «Sea viviendo triunfos o fracasos, Teddy acude a Marvin y, juntos, intentan llevar al protagonista a un punto de su vida en el que se sienta feliz. Marvin es como un ángel de la guarda para Teddy; está ahí, sobre uno de sus hombros, mientras sobre el otro está el diablo diciéndole que se compre un Porsche a plazos aunque signifique endeudarse veinte años. Teddy se cree que triunfa con sus decisiones, pero no hace más que despilfarrar».
Marvin tampoco le falla a Teddy cuando este pierde su trabajo en BBQ City. Él es quien lo anima a retomar los estudios diciéndole que le conseguirá un empleo si se saca el bachillerato. El primer día de Schwartz en el set fue cuando se rodó la comentada escena del vello púbico en el restaurante. «Fue un día desternillante, porque tuvimos que interactuar mucho», dice el intérprete. «Nos estábamos volviendo locos mutuamente. Imagina ver a Kevin haciendo de sí mismo e improvisando con alguien que se mantiene al máximo nivel».
Yvonne Orji fue la elegida para interpretar a Maya, la mejor amiga de Lisa. «Soy amiga de Yvonne y admiradora de su trabajo en la serie Insecure. Apostaba totalmente por ella para el papel», dice EP Lopez. «Es fantástica como némesis de Teddy, y cuando le da caña recuerda a la dinámica que mantenían Gina, Martin y Pam».
Hart confiesa que lleva mucho tiempo siguiendo el trabajo de la actriz. «Yvonne es otra de esos jóvenes talentos que no te puedes creer. Soy fan de la serie Insecure», dice elogioso. «Nuestros personajes mantienen una relación casi de hermanos; es muy sutil. Está totalmente a la altura del desafío y lo borda».
Orji confiesa que fue una decisión fácil dar el sí a participar en ESCUELA PARA FRACASADOS. «Soy muy fan de Kevin, y Tiffany arrasa ante la cámara», dice la actriz. «No me lo pensé dos veces. Will, Malcolm, James y Kevin forman un grupo de hermanos que se han abierto de brazos para invitarnos a trabajar con ellos. Esta es mi primera película, y me siento muy agradecida de haber contado con una introducción así a la gran pantalla».
IMPROVISACIÓN EN EL SET...
En los rodajes de Malcolm D. Lee siempre se aplaude la improvisación, y ESCUELA PARA FRACASADOS no es una excepción. Además, para Hart, el mejor chiste siempre gana. Interpretar al antagonista de Teddy le brindó muchas oportunidades a Killam, especialmente. «Kevin es una estrella increíblemente generosa», admite el actor. «Anima mucho a improvisar y a salirse del guion; su único objetivo es dar con el momento más divertido y contundente. Te propone chistes fuera de cámara, y acepta igualmente los del resto de miembros del reparto. Tanto los intérpretes como el equipo técnico estaban constantemente aguantándose la risa como podían durante las tomas».
A Riggle le encantó lo dispuestos a improvisar que se mostraban sus compañeros de reparto, y uno de sus recuerdos favoritos del set es cuando Rajskub, en el papel de Theresa, seduce al director. Ocurre cuando Patowsky vuelve a su despacho y el grupo de amigos se cuelan en el instituto y andan rebuscando con el fin de robar el examen final. «Es una persona muy dulce y divertida en a vida real», dice Riggle. «Hay una escena en la que tiene que fingir flirtear con el personaje de Taran; es uno de los momentos más desternillantemente incómodos que se hayan rodado nunca».
Para Rajskub, la libertad para improvisar con sus movimientos de baile más seductores y diciendo guarradas le inspiró una gran creatividad. Explica su razonamiento para la escena: «Theresa se siente invisible, pero le encomiendan la tarea de intentar seducir a Stewart usando los recursos que haga falta. Eso le hace salir del cascarón de un modo desmesurado e imprevisible, en el que se deja llevar por su instinto, que es bastante lamentable. Al principio, no sé por qué, pensaba que la película sería para mayores de 13 años, así que no quería ser demasiado explícita. Pero Malcolm me animó a llevar la escena un paso más allá».
Y hablando de llevar las cosas a otro nivel, sería imposible hablar de improvisación en el set sin entrar en detalles sobre el primer día de rodaje. En la escena, Teddy está intentando escaquearse de pagar la cuenta plantificando sus propios vellos púbicos en el postre. A medida que el elenco rodaba toma tras toma para bordar la escena, ese momento gamberro se convirtió en una improvisación increíblemente sucia y divertida, con todo tipo de improperios.
Madrigal nos habla del primer día: «Luis pasa de ser el típico camarero exquisito que dice algo tipo “Gracias por venir. ¿Puedo hacer algo más por usted?” a gritar en plan “Ojalá te mueras” en cosa de 45 segundos. Uno de los mejores momentos de toda la escena es cuando tengo que describir los vellos púbicos. Al principio recibí mis frases tal y como las habían escrito, pero Malcolm me dejó jugar con ellas. Todo eso en mi primer día rodando. No podría haber empezado de mejor forma».
Todo es en favor de la comedia, de acuerdo con el director. «La escena del vello púbico es bastante fuerte», dice Lee riéndose. «Repasándola con uno de los guionistas, debatíamos cómo íbamos a poder sacarla adelante. Pero anteriormente ya he hecho que alguien se mee sobre la gente en una película..., así que unos vellos púbicos de nada son un grado menos. Todo vale, llegados a este punto».
Como era el primer día de rodaje, la escena marca el punto de referencia para el resto de la película. «Rodamos la escena el primer día. Lo mejor es que supuso un buen ejemplo de lo divertido que iba a ser; a partir de ahí, mantuvimos el listón bien alto», añade Lee. «Nos brindó un buen punto de referencia respecto a dónde estábamos y adónde nos dirigíamos. Fue una muy buena señal e incluso un alivio. No me suelo reír demasiado el primer día porque soy un manojo de nervios, aunque esta sea mi décima película como director. Me pareció genuinamente divertida, pero también era un momento en el que estábamos intentando cogernos la medida».
Madrigal explica más a fondo cuánto valora el método de Lee. «Llevo haciendo monólogos cómicos veinte años, y Malcolm se fía de mi experiencia. Muchas veces se acercaba a preguntarme: “¿Se te ocurre algo mejor para esto?”. Yo solía tener frases preparadas, y siempre nos animaban a proponer alternativas. Will, Malcolm y el resto del equipo de producción juntaron a un elenco cuyos integrantes cuentan con su propia voz cómica y que son totalmente capaces de improvisar a gran nivel. Como cómico, esta es la clase de experiencia que te hace darte cuenta en proyectos futuros de lo especial que fue este. No es habitual reunir a un grupo de actores así con un director como este. Es fantástico».
UNA PROPUESTA EXPLOSIVA...
Cuando el dueño de BBQ City le anuncia a vendedor número 1 que le cede el negocio, Teddy se siente inspirado para proponerle matrimonio a su novia Lisa. «Teddy le pide matrimonio de la manera más inesperada», explica Echikunwoke. «Se le ocurre la brillante idea de proponer matrimonio a Lisa en BBQ City, así que enciende todas las parrillas y pone unas cuantas velas, creando un entorno altamente inflamable. Cuando ella le da el sí, Teddy abre una botella de champán, con tan mala pata que el tapón arranca una conexión de gas y la cosa se calienta un poco». Añade seria: «Se pone explosiva, digamos».
Esta escena representa la segunda vez que Packer y Hart deciden que un personaje interpretado por Hart salga volando por los aires. «Me recuerda a una escena que hice con Kevin en Vaya patrulla, en la que salía disparado hacia atrás por el disparo de una recortada», comenta Packer. «Solo que esta es 10 veces más grande y mejor».
El especialista Justin Charles Evans se muestra agradecido por este recurso, ya que le ha llevado a la gran pantalla en otras tres ocasiones (Vaya patrulla, Infiltrados en Miami y Dale duro) como el doble de escenas peligrosas de Hart. «Un rodaje con Kevin es diferente a cualquier otro», asegura Evans. «Hay siempre un buen ambiente, con gente contenta por todas partes. El día de la escena él ni siquiera tenía que trabajar, pero se presentó igualmente en el rodaje para verme y darme la enhorabuena. Me aprecia tanto como yo a él. Es un sentimiento honorable».
En la escena, Evans sale disparado de BBQ City cruzando el aparcamiento para aterrizar en el parabrisas del Porsche de Teddy. Evans explica la escena: «Se hizo en tres partes. Una parte muestra a Kevin como la persona que sale disparada de BBQ City, pero solo su cara. En otro plano salgo yo disparado del edificio a través del aparcamiento atado con un arnés. El último plano voy hacia una rampa, salto y choco con el parabrisas del Porsche, rompiéndolo».
Pero salir despedido por una ventana no va a ser lo peor que le pase a Teddy. Incapaz de pasar el examen de secundaria, se pone a trabajar en un local de comida rápida; y entre sus responsabilidades está disfrazarse de la mascota del restaurante: un pollo. «Hay una escena en la que Kevin está con el disfraz de pollo y, tengo que decirlo, solo por eso ya merece el precio de la entrada. Aparece de cuerpo entero con plumas de verdad, un auténtico disfraz de pollo», describe Packer, meneando la cabeza. «Como hombre negro que soy, lo encuentro ofensivo. Hasta los blancos lo encontraron ofensivo. Es simplemente horrible».
Para más inri, Carrie aparece con un cinturón, dispuesta a hacer entrar en razón a Teddy por las malas. «Literalmente arrea con el cinturón, en pleno aparcamiento, a este pobre diablo vestido de pollo», continúa Packer. «No puede ser más divertido ni inapropiado; ella le da su merecido. Recuerdo que cuando rodamos, pensé: “Dios, espero que esto no acabe con mi carrera. No quiero ser el productor que hizo esta escena”. Le dije a Malcolm: “Por favor, haz que funcione”. Y lo consiguió. Es una de las escenas más divertidas de la película».
Carrie pone fin a la autocompasión de Teddy cuando aparece en el restaurante para hacerle ver que no va a permitirle rendirse. «La primera vez que vi a Kevin con ese disfraz de pollo pensé: “¿Por qué lleva eso? ¿No podríamos escribir otra cosa?”», recuerda riéndose Haddish. «Pero tenía un aspecto muy divertido. En el guion original se suponía que le arrancaba el disfraz de pollo, pero me dije: “No voy a romperme las uñas. Voy a hacer lo que haría en la vida real: coger un cinturón y darle de lo lindo; dejar bien suave esos muslitos y esa pechuga”. ¿No vas a obedecerme y presentarte al examen? Pues te voy a zurrar como me zurraba mi madre cuando no la obedecía».
Este castigo fue una sorpresa para Hart y el resto del equipo. «Cuando saqué el cinturón, Kevin empezó: “¡Eh, espera, espera un minuto!”», recuerda Haddish riéndose. «Le dije: “Voy a espabilarte, cogerás el coche y te irás a hacer el examen”». Tras una pausa, continúa: «Al principio me pareció que no le hacía gracia, pero luego como que le gustó».
Hart agradeció la iniciativa de su compañera de reparto y le pareció que casaba con su personaje. «En este caso, Teddy decide ir marcha atrás en su vida», explica el actor. «Ella ve tanto potencial en mí que siente que debe ponerse manos a la obra para que yo lo vea por mí mismo. En el proceso, surge la comedia. Hay muchas risas y mucha diversión, pero en el fondo hay un mensaje muy positivo». Y añade: «Lo del cinturón fue cosa de Tiffany. Es Tiffany Haddish improvisando».
Una habilidad, la del cinturón, que ella supo aprovechar. «Tiene un don para ello», reflexiona Killam. «Te das cuenta. Algunos nacen para jugar al golf; otros, para jugar al tenis; Tiffany ha nacido para zurrar a los demás con un cinturón».
LA FIESTA DE PROMOCIÓN...
Carrie reta a Teddy no solo en su trabajo o en el aula, también en la fiesta de promoción del instituto, en la que los alumnos de la clase nocturna deciden colarse. «Lo que comenzó como un inocente “Revivamos nuestra época del instituto y vayamos a la fiesta de promoción” se convierte en una batalla de bailes en la que Tiffany y Kevin se enfrentan mano a mano a todos esos jóvenes», explica Packer. «La escena es una pasada. Si te perdiste tu fiesta de promoción, no te preocupes. Con esto te será suficiente».
La secuencia, que exigió dos días de preparación, fue uno de los mayores retos para el equipo artístico y técnico. Además del reparto principal, intervinieron 12 bailarines y cerca de 300 extras, necesarios para llenar el gimnasio.
Lee y el diseñador de producción Keith Brian Burns dieron con el tema «An Evening under the Stars» para el momento del baile. «Parte del reto consiste en conseguir que la sala tenga el aspecto del gimnasio de un instituto, pero que luzca mejor que un mero gimnasio porque todos los jóvenes quieren que su fiesta de promoción sea bonita y especial», comenta el decorador de sets Patrick Cassidy. «No solo rodamos en un gimnasio, lo hicimos en el viejo instituto Westlake, que llevaba diez años abandonado, así que acondicionarlo llevó un poco más de trabajo».
Para conseguir un ambiente casi de ensueño, el equipo colocó por todo el gimnasio 70 paneles de más de 5 metros de altura y cortinas de 3 metros de ancho, conocidas como cortinas de lluvia. «Se llaman así porque cuando se mueven y les da la luz, brillan como si fueran gotas de lluvia», explica Cassidy. «A veces decimos que son como un vestido de Tina Turner».
El equipo técnico también tuvo que construir un escenario lo suficientemente firme para soportar el peso de las cámaras, el sistema dolly, a los actores y a un DJ. Varios proveedores aportaron lo necesario para completar el decorado, incluyendo mesas con velas, pretzels, aperitivos, ponche y más de 400 globos de helio, con unos cuantos más preparados aparte por si acaso alguno se desinflaba.
La entrada se decoró con un photocall para que las parejas pudieran fotografiarse, una alfombra azul, postes con cordones, flores, una mesa para el libro de firmas, plantas y más globos. «A veces son tan necesarias la coordinación y la logística como el diseño», añade Cassidy, que subraya el enorme trabajo de otros departamentos, especialmente el de iluminación y electricidad, para crear esa noche mágica.
Aunque llevó mucho trabajo, tanto el equipo técnico como el artístico terminaron entusiasmados con el resultado. «No voy a desvelar si realmente se bebió o no durante el rodaje», desliza Rajskub con una sonrisa. «De barbilla para abajo no me había movido en años, así que no sabía si alguien saldría herido».
Mientras que la mayoría de los actores improvisó sus bailes, a Rajskub la pillaron in fraganti ensayando entre bambalinas el twerking en compañía de Andrea "Mona" Bowman, la estilista principal de peluquería.
«Mary Lynn empieza a hacer twerking; algo, si se me permite decirlo, realmente digno de ver. No sé si Mary Lynn sabe hacerlo, pero se puso a ello... y no se lo tomó a broma», asegura Packer.
«Sabía que Mary Lynn se sacaría algo de la chistera», comenta Lee entre risas. «En el guion ponía eso, pero ella lo llevó al siguiente nivel. Nadie se lo esperaba, especialmente los extras. Fue un gran momento”.
Killam también impresionó a todos con sus movimientos. «Taran se marca un “gusano” en mitad de la escena», anuncia Packer. «Todos los actores tuvieron la oportunidad de soltarse y aportar algo de sí mismos a sus personajes en la pista de baile. Me encanta ver eso en una película porque sabes que realmente se lo pasaron bien grabando la escena».
El rodaje hizo que actores y técnicos recordaran sus propias fiestas de promoción. «Yo llevé unos pantalones de semicampana, un esmoquin y una faja roja», confiesa Malco. «Nicole, mi cita aquella noche, era muy tímida y callada, mientras que yo fui nombrado “El más extrovertido”. Te puedes hacer idea del ambiente que se respiraba».
La anécdota de un miembro del reparto se lleva la palma: «Tenía una pareja genial para mi fiesta de promoción, que se celebró en el transatlántico Queen Mary, amarrado en Long Beach. Ella me propuso ir vestidos de La guerra de las galaxias. Así que fuimos como la versión formal de Luke y Leia en El retorno del Jedi. No sé si eso se puede superar».
RECLUTANDO A LA ESTRELLA...
Lee, Packer y Hart no tuvieron que invertir mucho tiempo en pensar a quién querían para el papel de Carrie, la estricta profesora de ESCUELA PARA FRACASADOS. Fueron directos a la estrella revelación de su última comedia. «Hicimos Plan de chicas con Tiffany Haddish, y, en cuando empezamos a trabajar en ESCUELA PARA FRACASADOS, le pegué un toque», relata Packer. «La cosa era que en ese momento Tiffany estaba recibiendo muchas propuestas de proyectos. Tuve que decirle que no aceptara nada hasta acompañarme a Atlanta junto con Kevin y Malcolm para hacer esta película. Le dije: “Después de eso, puedes irte a hacer Los Vengadores 3, Transformers o lo que te venga en gana. Pero tu próximo proyecto tiene que ser ESCUELA PARA FRACASADOS”. Me dijo: “Will, no pienso dejarte escapar. Cuenta conmigo”».
Packer reflexiona sobre lo que Haddish aporta al papel de Carrie; de hecho, inventa un vocabulario específico para ella. «Le dije que necesitábamos esa “magia Tiffany”. Aporta a Carrie sofisticación, una vuelta de tuerca, sofisti-tuerca, un toque chabaca-bajero, chabacano y barriobajero, y el aderezo justo de Dina, su personaje en Plan de chicas. Interpreta a sus personajes de un modo que les hace parecer totalmente naturales para el mundo en el que están. Cuando reúnes a un reparto como este, necesitas a gente que parezca real para ayudar a los demás a anclarse».
El papel de Carrie estaba originalmente escrito de forma muy directa, pero cuando elegimos a Tiffany, quise añadir más capas a su personaje», explica Lee. «Cuando conocemos a Tiffany en su primera escena, está abordando al director porque este le ha endilgado otra clase pese a su creciente carga laboral. Desde el principio, saca su lado explosivo».
Ha sido muy gratificante para su director ver a esta estrella revelación comerse el mundo. «Fue una suerte poder trabajar con Tiffany en Plan de chicas. Aquí está prosiguiendo con su labor, y no solo es divertida, sino que la vemos crecer como actriz», dice Lee, deshaciéndose en elogios. «En este papel no se limita a hacer reír; consigue transmitir la trama y liderar escenas. Cuando Kevin y ella se juntan, se complementan perfectamente».
Hart está de acuerdo con su equipo en que fue un golpe de suerte contar con el polifacético talento de Haddish. «Sentimos que sería capaz de llevar las cosas más allá y hacer mucho mas gracioso y colorido nuestro guion», reconoce. «Aportó un nivel de ilusión muy necesario en el día a día, sobre todo con un rodaje largo por delante. Lo suyo es llegar sonriendo, estar feliz trabajando, y no cabe duda de que Tiffany nos ilumina a todos cuando está cerca».
Desde los días en el circuito de los monólogos cómicos hasta sus primeros papeles en películas, Hart ha hecho las veces de mentor de Haddish; mantienen una auténtica relación fraternal, una cercanía que se refleja en sus actuaciones. «Trabajar con Hart ha sido una experiencia de aprendizaje fabulosa y muy divertida. He aprendido que se pueden hacer varias cosas distintas al mismo tiempo», dice Haddish. «Kevin es un experto improvisando, y dice y hace muchas cosas divertidas».
Packer se extiende sobre la química que hay entre Hart y Haddish que hace que este proyecto funcione tan bien: «Kevin y Tiffany tienen diferentes estilos, pero ambos desprenden cierta energía cinética. Son apasionados en sus papeles, y destacan como nadie en cuanto a espontaneidad. Se sacan de la manga actuaciones extemporáneas como si nada, y están listos para darlo todo en un abrir y cerrar de ojos. La energía entre ellos es palpable, y tienen que estar cara a cara porque él es el estudiante y ella la profesora. Tienen muchos momentos de confrontación, y ambos dan lo mejor de sí».
Haddish también es conocida por sus pequeñas e impredecibles gamberradas fuera de la pantalla. «En el set con Tiffany siempre hay bromas y payasadas. No se da cuenta de que es una gran estrella, y no duda en disfrutar cada minuto», se ríe Packer. «Siempre que la veo está metiéndose comida del catering en el bolso. Tengo que recordarle que si se gastan los snacks, los reponen. Pero a ella le da lo mismo. Si no es eso, son gominolas. Se pasa el día en su tráiler poniendo música a todo trapo y bailando entre tomas. Es la típica persona a la que le gusta permanecer en el set, incluso cuando Malcolm les dice a los actores que pueden descansar; ella se queda por ahí rondando, hablando con los cámaras, los asistentes de grip y el equipo de electricistas. Se lo pasa bomba».
Parte del disfrute es la oportunidad de volver a trabajar con Lee y Packer. «Volverme a reunir con Will y Malcolm ha sido alucinante», comparte Haddish. «Me caen genial; me permiten ser creativa y mostrarme tal y como soy. He disfrutado mucho trabajando con ellos».
Haddish bromea sobre las similitudes entre su personaje y su realidad: «Carrie anda siempre penando por llegar a fin de mes con su sueldo de profesora, así que acepta clases adicionales para sentirse más segura económicamente; la típica preocupación femenina», dice socarronamente. «Yo decidí hacer ESCUELA PARA FRACASADOS para permitirme cosas como mi hipoteca, papel higiénico húmedo, Wi-Fi, extensiones de pelo... La ropa que me hacen ponerme para la alfombra roja está por las nubes. Para empezar, yo preferiría llevar cosas que pudiera comprar en un mercadillo o en cualquier puesto de saldo».
Aunque Carrie no se deja engañar por Teddy y sus ingenuos intentos por manipularla y sacarse el examen de secundaria, también se preocupa profundamente por sus estudiantes. Carrie pronto se da cuenta de que su estudiante más problemático podría sufrir un trastorno de aprendizaje. Haddish cree que la forma de abordar los problemas académicos de Teddy son parte del atractivo de ESCUELA PARA FRACASADOS.
Para la actriz, uno de los motivos por los que la comedia es importante es porque ella misma tuvo que lidiar con un trastorno de aprendizaje de pequeña; siente que el mundo necesita oír que es posible sobreponerse a los obstáculos. «Para que lo sepas, te diré que aquí la menda tardó lo suyo en aprender a leer», dice Haddish reflexivamente. «El cerebro de todo el mundo es capaz de hacer cosas alucinantes, y cada uno de nosotros aprende de un modo. Yo conocí a un profesor especial que me dedicó tiempo y me mostró un camino distinto, y por eso ahora sé leer. Te apuesto lo que quieras a que puedo coger cualquier texto y leértelo y comprenderlo, y eso es porque alguien se tomó la molestia conmigo. De eso trata esta película: de alguien que se toma el tiempo necesario para ayudarte a alcanzar tu máximo potencial».
LA BÚSQUEDA DE COMPAÑEROS DE CLASE...
El reparto de ESCUELA PARA FRACASADOS, compuesto principalmente de actores de mimbres cómicas, fue desarrollando un sentimiento de admiración por el conocimiento de Lee de su mundo, así como por el modo en que Hart los animaba a jugar con las tomas. «Nos pareció que poner a una panda de adultos en clase y hacerles retomar hábitos infantiles sería divertido, especialmente si lográbamos dar con la gente adecuada», resume Hart.
Para el director, era crucial que la producción respaldase la visión de Hart fichando para ello a voces conocidas, y no limitándose a que su estrella fuese el principal personaje cómico. «Cuando rodeas a Kevin de gente divertida, es como un desafío para que muestre su mejor versión de sí, y viceversa», dice Lee. «En este elenco, todos se pusieron a prueba mutuamente a lo largo de la producción».
El director ha aprendido a manejar un reparto de sabelotodos; resulta que el truco está en darles vía libre. «He trabajado con una sala llena de personas acostumbradas a acaparar el protagonismo en escenas, y mi labor no ha sido reñir a nadie. Tienes que guardarte algún as en la manga, pero también hay que soltar las riendas para dejarles dar con el punto divertido», reflexiona Lee. «Es difícil mantener la seriedad, evitar reírte y que se te oiga cuando se les ocurre alguna cosa inesperada. Es fantástico cuando pasa».
Análogamente, Lopez está seguro de haber dado con la gente adecuada. «Para retratar a nuestro variado cóctel de inadaptados, juntamos a un grupo de cómicos de primera que aportaron cosas especiales», nos cuenta. «Cada cual ofrece diferentes matices en la forma de decir sus frases e improvisar. El resultado se traduce en escenas fabulosas, y la química es alucinante».
«Malcolm percibe las distintas connotaciones de la psique humana, y sabe interpretarlas en clave de comedia o drama», dice Romany Malco, que interpreta a Jaylen. Malco comparte ese amor con sus compañeros de Almost Christmas. «Will es uno de los productores más leales con los que he trabajado», dice el actor. «Además, sus guiones son de lo que no hay».
No era solo trabajar con Lee y Packer, sino la combinación de Hart y Haddish en una comedia lo que hizo que Malco no dejara pasar la oportunidad. «Este es el primer largometraje de Kevin con su compañía, así que quería apoyar el proyecto al máximo. Además, acababa de ver a Tiffany en Plan de chicas; si a eso le sumas la oportunidad de trabajar con Will y Malcolm... Solo uno de esos motivos sería suficiente para involucrarse, así que era imposible no lanzarme con esto».
Jaylen, totalmente adepto a las teorías conspirativas e incapaz de fiarse de las personas, las máquinas o la tecnología, es un personaje que podría haber caído fácilmente en el cliché. Con todo y con eso, Malco abraza su locura. Se trata de una característica que Hart supo apreciar: «Ya he trabajado varias veces con Romany y siempre me lanzaré de cabeza ante cualquier ocasión de colaborar con él. Es uno de mis favoritos», elogia Hart. «Es un tipo divertido, pero que además sabe sustentar ese humor».
Packer asegura que no tenía claro si el propio Malco sabía lo que iba a hacer cada día de rodaje. «Cuando veíamos a Romany transformarse en Jaylen, era inevitable echarse a reír. Esta es la cuarta o quinta vez que trabajamos juntos, y todas y cada una de esas veces veo en Romany a alguien muy metódico. Cuando se mete en el personaje, se entrega por completo».
Para el papel de Stewart, la némesis de Teddy en la adolescencia antes de llegar a ser director del instituto, el equipo de ESCUELA PARA FRACASADOS fichó a la figura de Saturday Night Live Taran Killam. “Soy fan de Taran desde hace años. Ha convertido a su personaje en un capullo adorable», dice Packer. «Taran es sorprendente, porque ha insuflado vida al personaje de un modo muy distinto y mucho más divertido a como figuraba sobre el papel. Nosotros intentamos alentarlos, y Stewart solo quiere que todos fracasen».
Este antiguo compañero y némesis de Teddy se ve como un guardián en el camino del protagonista hacia el título de secundaria. Killam confiesa que se inspiró en un héroe inesperado para dar vida al papel. «Stewart recorre los pasillos del Instituto Piedmont con un bate de béisbol, visualizándose como Joe Clark, el profesor al que interpretaba Morgan Freeman en Escuela de rebeldes», dice Killam, riéndose. «Stewart siempre ha respetado las normas y siente auténtica furia contra quienes no..., especialmente Teddy. Ahora que goza de una posición de autoridad, puede obstaculizar a Teddy en su ambición de obtener el título. Stewart saca músculo; va a obligar a Teddy a pasar por el aro».
El actor comparte cómo fue su experiencia con la producción. «Malcolm es lo mejor», dice Killam, elogioso. «Es una auténtica joya. Uno de los mayores atractivos de ESCUELA PARA FRACASADOS era Malcolm. Acababa de firmar Plan de chicas, que ha sido una de las películas más divertidas del año. Es un tipo paciente, inteligente y divertido. Anima a todos a aportar su granito de arena y a colaborar porque quería que esta película fuese lo más cautivadora posible». Killam dice que el espíritu colaborador de Lee se extiende más allá del reparto. «Malcolm había trabajado antes con un montón de responsables del equipo técnico, así que había muy buen entendimiento. Eso reforzó aún más la atmósfera de diversión y el ambiente ligero en el set».
El director y el reparto no solo valoraban los momentos cómicos de Killam, sino también sus irresistibles pasos de baile. «Acerca de Taran», comienza Haddish entre risas. «Tiene muchísimo talento y es superdivertido; canta de fábula y, oh, Dios mío, ¡es increíble cómo mueve el esqueleto! Nos lo hemos pasado increíblemente bien interpretando a personajes juntos e inventándonos historias. Trabajar con él es la bomba».
Lee y Packer también tenían en su lista de gente con la que querían trabajar a otra estrella de Saturday Night Live, Rob Riggle. Cuando pensaron en el papel del mudancero con las rodillas fastidiadas que le promete a su hijo que se sacará el título de secundaria si él no deja el instituto, lo tuvieron muy claro. «Conozco a Rob desde hace un tiempo», dice Lee. «Nos hemos tanteado para un par de proyectos, pero sin que acabaran fructificando. Sabía que sería perfecto para el papel del tontorrón que se hace querer. Cuando nos reunimos para hablar del personaje, descubrimos que compartíamos una visión bastante común de quién era».
Según los productores, Mackenzie es el típico exdeportista cargado de testosterona, y la genialidad de Riggle haciendo de tarugo ensalza su talento fuera de pantalla. «En el pasado, fue un superdeportista triunfador», explica Packer. «Llevo tiempo queriendo trabajar con Rob porque es muy divertido. Sabe dar con el punto cómico y lo eleva a la enésima potencia. Es una persona que intensifica y da relieve a todas las escenas en las que participa».
Para Riggle, era impensable dejar pasar la ocasión de trabajar con sus compañeros de profesión, especialmente con «el rey de los inadaptados», como llama a Hart. «Quise participar en ESCUELA PARA FRACASADOS porque el reparto es alucinante», confiesa. «Trabajando con cómicos de este calibre, lo más difícil de mi trabajo era no reírme y fastidiar la toma. Además, Malcolm, que es tan relajado y eficiente, deja explayarse a los cómicos. Fomenta la locura y la improvisación. La maldición de un cómico: hagas lo que hagas..., no aburras».
Mary Lynn Rajskub se unió a las filas del proyecto para hacer de Theresa, la sufridora madre del grupo de estudiantes nocturnos. La caracterización de Haddish le inspiró muchísimo. «Tiffany está mal de la olla», comenta entre risas. «Fue divertido observar cómo eso impregnaba la visión de su personaje, que es la responsable de la pandilla. Cada estudiante tiene sus propios problemas, y Carrie intenta llevarnos a su terreno y ayudarnos a triunfar».
«El motivo simple y llano que Theresa da para ir a clase de noche es ayudar a sustentar su familia», explica la actriz. «Pero lo que descubrimos es que se siente sola. No se da cuenta de que es una mujer inteligente que se ha dejado anular. Todos los personajes van descubriendo a lo largo del curso algo de sí mismos».
El director se mostró encantado por la versatilidad del currículum de Rajskub. «Además de su papel dramático en 24, Mary Lynn cuenta con un largo recorrido como monologuista y actriz cómica», dice Lee. «Fue una gran incorporación al reparto porque aportaba humor a muchos niveles que ni siquiera esperábamos. Esta película le brinda la oportunidad de actuar como una esposa y madre que intenta volver al mundo laboral, un personaje que dejó los estudios prematuramente porque tuvo hijos».
Para contar con Al Madrigal, la estrella de Las noticias de Jon Stewart, que interpreta a Luis, el camarero al que despiden por culpa de Teddy, el espíritu y la energía de su productor fueron los principales señuelos. «Es probable que Will Packer sea más joven que yo, pero cuando sea mayor yo quiero ser como él», asegura. «Es un tipo motivado y que quiere hacer montones de cosas; todo el mundo en el set está contento. Tenemos a Will, a Malcolm y a Kevin, que son lo más, son tipos geniales. El buen rollo se transmite de arriba abajo».
A modo de presentación de su papel, Madrigal dice: “Luis es un concursante fallido de American Idol. Llegó a Estados Unidos procedente de México soñando con convertirse en una estrella del pop. Lleva años intentando participar en The Voice o American Idol, pero como nunca pasa de la primera ronda de pruebas, decide hacerse camarero».
Conocemos a Luis la noche en la que Kevin intenta invitar a Lisa y a sus amigas a cenar, queriendo hacerse el magnánimo. Pero como está sin blanca y tiene el crédito agotado en sus tarjetas, recurre a otros medios. Su compañero de escena disfrutó mucho trabajando con su antagonista: «Sobre el papel, Luis no es gran cosa. Necesitábamos un actor cómico que aportase algo especial al personaje», dice Hart. «Y eso es exactamente lo que hizo Al; el personaje está muy desarrollado gracias a él y a través de él».
Madrigal es un actor cómico con que el Packer tenía ganas de trabajar desde hacía tiempo. «Finalmente, cuando Malcolm y yo hablamos del personaje de Luis, Al fue el primer nombre que se nos vino a la cabeza porque sabíamos que sería perfecto para interpretarlo», dice. «Al es la monda, nunca sabes por dónde te va a salir. Es capaz de poner patas arriba una escena con algo que no te esperabas».
Para Mila, que es la única protagonista joven de ESCUELA PARA FRACASADOS, los productores recurrieron a Anne Winters, conocida por su papel en Por trece razones. «Anne es la millennial del grupo, y es la típica niña rica mimada», explica Lee. «Pero, al mismo tiempo, está pidiendo ayuda. Necesita conectar con alguien en la vida, y va a dar con este grupo de gente».
«Mila intenta sacarse el título de secundaria porque en el pasado fue una rebelde incapaz de integrarse. Tiene que llevar un monitor en el tobillo para no meterse en líos», dice Winters. «Al principio, se escuda de sus compañeros de clase, pero luego va abriendo su corazón y siente que encaja en esta familia de inadaptados».
El tono cómico en el set fue lo que hizo sobrevivir a los compañeros a las largas horas de rodaje. «Rodábamos jornadas de 14 horas que empezaban a las 6 de la mañana», desvela Winters. «Este grupo de cómicos no hacía más que sacarse golpes de humor de la manga; nos partíamos y las horas pasaban volando. Además, tienes que estar continuamente aguantándote la risa para no interrumpir el trabajo en el set. Me recordaba a cuando tenía que portarme bien en la iglesia y no podía reírme».
Para el papel de Bobby, el estudiante que recibe clases nocturnas vía Skype porque está en la cárcel, los cineastas se decidieron por Joseph Cartagena, alias Fat Joe, más conocido por su habilidad rapeando que por actuar. Packer nos ilustra sobre cómo llegó al proyecto este profesional en plena fase de despliegue de sus dotes interpretativas: «Fat Joe estaba haciendo la serie de Netflix Nola Darling con Spike Lee, primo de Malcolm Lee. Cuando surgió su nombre, Malcolm llamó a su primo mayor y le dijo: “¿Cómo ha sido trabajar con Fat Joe?”. Y, sin dudarlo ni un instante, Spike le dijo: “¡Contratadlo!”. No le faltaba razón. Fat Joe tiene un talento natural para actuar. Es rápido y tiene un gran sentido del ritmo cómico. Total, que le debemos una a Spike».
«Trabajé en unos cuantos discos de Joe cuando estaba en Atlantic Records, así que ya somos viejos conocidos», dice EP Lopez. «Sabía que tenía en mente adentrarse en el mundo de la actuación. Se mete tanto en el pellejo de Bobby porque también es un tipo con quien no te andas con tonterías, pero que a la vez derrocha carisma».
Al principio, los compañeros de clase asumen que su camarada preso es un violento criminal..., sobre todo porque ven cómo le atacan en la biblioteca de la cárcel mientras recibe sus lecciones online. «En cierto momento tengo que apuñalar a un tipo, lanzar a unos cuantos por encima de una mesa y meterme en una pelea de las gordas. Luego vuelvo a sentarme y a centrarme en la clase como si no hubiera pasado nada. Una auténtica locura», cuenta riéndose Fat Joe. «Bobby impone, pero no es un verdadero asesino. Está en la cárcel por robar en un supermercado de productos orgánicos. Es el Tony Montana de la col kale, el buey criado en pastos y las trufas toscanas. Está en el programa para sacarse el bachillerato con la esperanza de acortar su condena».
Al igual que Winters, Fat Joe no esperaba tener que trabajar hasta altas horas de la noche. Sin embargo, le pareció admirable que todos se mostraran tan dispuestos y se sintió inspirado por la tenacidad del equipo. «Soy el más nuevo de todos en esto de actuar; me entrego a lo que haga falta», dice con orgullo. «Es importante ser profesional. La interpretación es un trabajo intenso. Me agencié un coach de interpretación, me encerré en mi cuarto y me centré en el papel. Es un honor para mí que Kevin eligiese una comedia coral como primera película de HartBeat Productions, y que me escogiera para formar parte de ella. Además, he podido compartir set con Kevin, Tiffany, Rob y el resto de la tropa».
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