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CRITICA
Por: PACO CASADO
Teddy Walker es un buen vendedor de barbacoas, que llegó a ser el mejor empleado del mes, que tras perder su empleo por destruir de forma involuntaria la empresa donde trabajaba, se convierte en un estudiante, que debe decidir si asistir a clases nocturnas, algo que oculta a su exitosa novia Liza a la que tiene engañada.
En principio se tropieza con que el director del Instituto Piedemont, su antigua escuela, es Stuart, un viejo compañero de cuando estudiaba allí, unos estudios que no terminó porque los abandonó voluntariamente, al que un día puso en ridículo delante de toda la clase y eso es algo que no se lo ha perdonado, y encuentra la ocasión para su venganza por lo que ahora pretende ponérselo difícil, pero finalmente con la ayuda de Carrie logra entrar.
En la clase se congrega un grupo de inadaptados, peleados con el mundo que les rodea, ya mayores como él, que tendrán como objetivo común aprobar el examen de educación secundaria, que es necesario para sacarse el certificado para poder trabajar o para acceder a la universidad, lo que han de hacer bajo las órdenes de Carrie, una implacable profesora, nada convencional, una mujer dura de roer, en la que encuentran la horma de sus zapatos.
Cada uno de ellos asiste a clase por un motivo distinto y hasta uno lo hace por skype, por estar en prisión, donde no tiene otra cosa mejor que hacer.
Llama la atención que en esta disparatada comedia no se abusa de las circunstancias ya habituales que se vienen produciendo últimamente de situaciones groseras o de mal gusto con diálogos malsonantes.
El film está protagonizado por el humorista de color Kevin Hart, que también interviene en la confección del guion, se supone que aportando la comicidad, pero el resultado no es más que el de una sosa comedia, con puntuales situaciones cómicas en las que no se ha derrochado mucha inteligencia, con un ritmo premioso, a lo que contribuye su excesivo metraje, en la que los gags, que no son muchos ni muy brillantes, resultan infantiles o no funcionan, con lo que lo conseguido no es nada valioso de cara al espectáculo que, en el mejor de los casos, tan sólo vale para pasar un rato nada divertido.
La realización corre a cargo del director de color Malcolm D. Lee que se ve impotente ante tan endeble guion a pesar de estar firmado por seis escritores, entre ellos, como decíamos, el cómico protagonista Kevin Hart que debuta en esta misión.
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