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NACIÓN
INFORMACIÓN
Titulo original: Nación
Año Producción: 2020
Nacionalidad: España
Duración: 92 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Documental
Director: Margarita Ledo
Guión: Margarita Ledo
Fotografía: Alberte Branco
Música: Mercedes Peón
FECHA DE ESTRENO
España: 26 Marzo 2021
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Atalante Cinema


SINOPSIS

La fábrica gallega de loza Pontesa cerró en 2001. Veinte años después, a la espera de sentencia sobre su reclamación de deuda pendiente, un grupo de trabajadoras recuerda el símbolo de su libertad individual, su emancipación económica y su lucha sindical. Nieves, Ester, Manuela, Carmen P. y Carmen A. mantienen viva la pelea por los derechos de la mujer en la España del siglo XX. La historia de sus vidas se despliega en presencia de la esfinge: reclama la memoria de las operarias del textil, la loza y la conserva y anuncia voces y archivos que engarzan tiempos y cuerpos diferentes. ¿Trabajar sin cobrar? Eso ni hablar...

INTÉRPRETES

Documental con MÓNICA CAMAÑO, MÓNICA DE NUT

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NOTAS DE LA DIRECTORA...
   'Nación' es un filme de no ficción en el que doy continuidad a una línea de trabajo que contribuye a la construcción de un nuevo canon para el cine de género; canon que va más allá de los personajes femeninos como protagonistas y que apuesta por trabajar, políticamente y en registros diversos, la expresión fílmica. A nivel temático, me enfrento con el final del trabajo industrial y con la mujer como primera afectada, retomando los diferentes y dolorosos caminos de retorno «al hogar» y a sus fantasmas seculares de histeria, silencio, exclusión del deseo.
  Siempre califico Nación como un filme de la estirpe de los de «Arte y Ensayo», como una película que trata de lo mucho que tardamos las mujeres en tener derechos: no solo en votar, sino en acceder al trabajo asalariado y a la posibilidad de ser independientes. En resumen, lo mucho que nos costó ser Nación. Una de las fábricas que escogí es A Pontesa, porque cubre un periodo (1961-2001) que atraviesa cambios políticos y del sistema capitalista; porque la loza, el textil y la conserva, es decir, lo que tiene que ver con la comida y el vestido, son ramas representativas del acceso de las mujeres al trabajo.

PONTESA, EL LUGAR PARA LA PELÍCULA...
   Pontesa se instala en la ría de Vigo en 1958 para fabricar loza. Es el icono de toda la comarca: una arquitectura espectacular, un empresario retornado de Cuba y una plantilla formada principalmente por mujeres. A lo largo de 4 décadas, se convierte en la prueba del paso del capital productivo al especulativo. Su final es propio de una novela negra: el Grupo de Empresas Álvarez, al que pertenece Pontesa, cierra en 2001 sin pagar salarios ni indemnizaciones. La inmobiliaria Subel adquiere parte de los terrenos de las fábricas, pero incumple los acuerdos con las trabajadoras que, desde hace años, le reclaman 2,5 millones de euros.
  El 28 de enero de 2020 el juicio quedó «visto para sentencia». Actualmente, 218 trabajadoras siguen en juicio contra una inversora que les adeuda dinero.
  Un pequeño vídeo sobre la memoria de las mujeres, realizado por la cooperativa de trabajo cultural MAOS para un programa del Ayuntamiento de Pontevedra, me pone sobre la pista:
  ¡Pontesa todavía respira! Una de las mujeres que aparece en el vídeo lía un pitillo, habla tal y como se producen los recuerdos, de modo fragmentario, uniendo distintos momentos.
  Empiezo a buscarla: vive sola en una aldea y todo el mundo habla de ella con respeto. Se llama Nieves Lusquiños. Somos de la misma generación, pero el cine no forma parte de sus querencias. Nos une mirar para el mundo de la misma manera y se va a convertir en mi sombra protectora para una experiencia de sororidad fílmica en la que un grupo de operarias atraviesan de nuevo el fin del trabajo en la fábrica, las batallas por la autoestima, ciertos indicios de cómo la mujer fue domada, de cómo el patriarcado la representa.

EL TRABAJO CON ELLAS...
  La intimidad de la historia de Nación es Nieves y un grupo de operarias, que nos dan a ver lo que representa el fin de una época en la que la mujer había accedido al trabajo industrial. Nieves es ella y todas las mujeres que, condenadas a volver «al hogar», buscan una salida diferente. Su experiencia nos llega a través de vestigios, de señales, de imágenes del cuerpo como archivo de acontecimientos personales y comunales, que colocan en las manos y traen para la garganta batallas campales para mantener los puestos de trabajo a la desesperada. Es filmar lo vivido como índice, como vestigio, como memoria, al margen del relato patriarcal.
  Por eso Nación enlaza imágenes que auto-registraron y registraron la acción y la voz de las mujeres en diferentes situaciones y épocas.
Resignificar el material de archivo desde el presente; trabajar la inscripción feminista y de clase; pensar el cine siempre desde una cultura y en versión original... Nación es cine de búsqueda, es lo real expresado a través de una propuesta autoral, es el cuerpo que respira con la película; es la restitución a la esfera pública de la mujer forzada a encerrarse, de nuevo, en un espacio velado. Es rastrear esas señales que están en la intimidad de la Historia.
  Esta incisión del pasado en el presente late en todo el trabajo y la actuación de las extrabajadoras de Pontesa y de las actrices, que se desenvolvió con los mismos parámetros: actúas, al mismo tiempo, para ti misma, para mí como espectadora y para una obra, la película. Eres tú y las otras mujeres. A veces las frases que una de las mujeres dice, pasan a ser lo que expresan las actrices, aquellos momentos de existencia que se comentan.

PARTE PERFORMATIVA...
  El guion contenía los tópicos que quería tratar. Pero el modo de formalizarlos, de pasar a ser parte de un filme, se definió en algunos casos en el proceso de rodaje, al ir conversando sobre lo que perseguía y la dificultad de inscribirlo en el filme. Sobre todo cuando trato aspectos simbólicos o la marca sexista en las modalidades de represión de la Guerra Civil y en los abusos reiterados y ocultos.
  En este caso sucedió algo extraordinario: el personaje salió de la representación e hizo de la escena un manifiesto autobiográfico que cierra el filme.
  Y está la figura de la Sibila, que se anticipa, que advierte, que tiene doble faz. Una es la esfinge —la imagen que abre Nación—, muy presente en la mitología femenina; otra es Nieves, ese hilo conductor que crea comunidad, que hace de pasadora para las más jóvenes. La voz como aullido, como mensaje en una botella, como queja, a partir de una frase de Marguerite Duras: «todas fuimos instruidas en el dolor, nunca tuvimos recurso alguno excepto el mutismo».
  Mi otro canon es la fusión de varios planos sonoros con los versos de Eva Veiga, la arquitectura sonora de Mercedes Peón, la improvisación vocal de Mónica de Nut y la histeria de las imágenes de endemoniadas en la romería de Nosa Señora do Corpiño que filma Jacinto Esteva en Lejos de los árborles; es ese círculo que nos incluye y nos hace sentir la relación entre los materiales más diversos del filme que, en algunos momentos, hace pensar en una película de familia y que lo hace siempre al latido de la sororidad.

NUEVO CANON...
  Con y más allá de los estereotipos, de los roles de género —en Nación la protagonista realiza oficios masculinos, en Nación las escenas transcurren, de manera significativa, en espacios públicos—, por encimas del fetichismo, o de que sea hombre o mujer quien haga la película, creo que un nuevo canon tiene que ver con el uso del dispositivo; sobre todo con los movimientos de cámara en su relación con el cuerpo femenino y con la espera a que ese cuerpo entre en contacto con ella, que ambos sean parte de una misma mirada. Tiene que ver con otros cuerpos que el «Modo de Representación Institucional» no admite; con la edad de las mujeres, por ejemplo; con reconocer el cuerpo como lo que nos permite vivir, desear, decir no, amar, pensar. Tiene que ver con los diferentes registros de la expresión sonora que quiebra el mutismo que nos convierte en brujas o histéricas desde la noche de los tiempos.
  Tiene que ver con los lazos entre lo que acontece, lo imaginario, lo simbólico.
En mi caso, tiene que ver con el engarce de tiempos, con fuentes diferentes de imágenes, con el respeto de los archivos del modo en que se realizaron, de ese desasosiego e imperfección que amplía nuestra capacidad para la «pequeña percepción», para esa estrella fugaz que no volverá a pasar pero que te deja mirando el cielo negro, la pantalla, que se iluminó para que sueñes. Eso es la pantalla.

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