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ONS es una película distinta a lo que estamos acostumbrados a ver en el cine gallego reciente, si bien está muy conectada con algunos de los valores que lo han hecho destacar en festivales internacionales en los últimos años: un cine intimista, de profunda mirada autoral y muy conectado con el territorio .
Es cine de autor y también de género. Es una obra de ficción y es narrativa, pero en ella importa tanto lo que no se cuenta como lo que se cuenta , apelando a la sensibilidad e inteligencia del espectador.
Un trabajo de madurez de uno de los cineastas gallegos más sólidos: Alfonso Zarauza.
Cuenta con un UNIVERSO PROPIO que envuelve al espectador y que está marcado por el carácter de la isla de Ons , en la ría de Pontevedra. Del lugar de veraneo pasamos a la intemperie del invierno en un lugar que solo tiene nueve habitantes, donde se corta la luz por las noches y la única conexión con el continente es una lancha que no puede salir cuando hay temporal. O al menos no debería.
LAS INTERPRETACIONES. Melania Cruz, Antonio Durán ‘Morris’, Xúlio Abonjo, Marta Lado, Anaël Snoek, Diego Anido, Cris Iglesias y Miguel de Lira destacan por sus actuaciones al servicio de los personajes y la historia, en un tono íntimo y naturalista.
EL PAISAJE. La fotografía de Alberte Branco captura la esencia de Ons en una paleta de colores que se queda fijada en la retina del espectador. El agreste paisaje se ve reforzado por una dirección de arte que le da calidez y contraste y un diseño sonoro que nos arropa durante toda la película.
NOTAS DEL DIRECTOR...
Me pareció interesante contextualizar la historia en un lugar especial: la pequeña y hermosa isla de Ons que forma parte del parque nacional de las islas Atlánticas, frente a la costa gallega. Una isla paraíso/infierno según la necesidad y el contexto de cada uno de nuestros protagonistas; paraíso durante los dos meses de verano e infierno el resto del tiempo.
Concebimos una pareja protagonista en plena crisis existencial por la depresión de él tras un accidente de coche en el que falleció su amante; y la situación de ella en contraste con la de él, con su deseo de recuperación de la relación perdida con su pareja y la necesidad de ser madre cuando ya ha cumplido los cuarenta.
La isla y los acontecimientos empiezan a generar en ellos efectos contrarios, especialmente a raíz de la irrupción en la isla de una mujer extranjera náufraga y con amnesia que se introduce irremediablemente en sus vidas y creencias pero sobre todo en sus carencias y miedos .
Poco a poco, y a medida que la isla y el desolado invierno va pasando por ellos, las circunstancias los irán transformando; mientras Vicente se recupera y recupera la fe en sí mismo, en el amor y en la relación con su esposa. Mariña se descompone y tiene que afrontar una pequeña estancia en el infierno con la irrupción de sus fantasmas más ocultos.
En definitiva, ONS es una película que habla del amor, pero no del amor como tal en su vertiente más banal y tópica, sino de todo aquello que necesitamos y de todo aquello de lo que carecemos cuando amamos .
Algo así como ese faro de Ons como metáfora del amor, una luz protectora que te guía en medio de la oscuridad de un océano inmenso y a la que te quieres acercar y temes perder, pero que a la vez debes evitar porque si te acercas demasiado inexorablemente te acabarás hundiendo.
¿Por qué esta película?...
Mi intención era recuperar un tipo de cine que no abunda demasiado en el cine español de los últimos años; un cine de género sin artificios zafios o simplistas, de corte autoral pero sin dejar de resultar atractivo para el gran público. De estructura clásica y ritmo pausado, alejado tanto de efectismos estridentes como de extravagancias experimentales y lenguajes crípticos.
ONS no es un thriller pero es una película con misterio. Una película de personajes interesantes en un contexto espacial muy simbólico y agreste. Un cine propiamente español pero que como el inglés o el irlandés no rehuya de los cielos grises, la bruma marina o la lluvia y que como el escandinavo resalte la elegancia austera de los colores fríos tan propios de la costa atlántica
gallega.
ONS no necesita demasiados elementos edulcorantes o efectistas para resultar atractiva, poderosa y hermosa porque su fuerza está en su simplicidad natural, su fortaleza narrativa y su misterio.