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SINOPSIS
Peter es un rebelde, travieso y aventurero conejo que vive junto a un variopinto grupo de animales. Todos ellos se lo pasan a lo grande en la granja de los McGregor pero una disputa entre Peter y el dueño de la granja lo complicará todo...
INTÉRPRETES
Animación, DOMHNALL GLEASON, ROSE BYRNE, SAM NEILL, TOM GREAVES, BERNARDO SANTOS, DEBORAH ROCK, FAYSSAL BAZZI, TY BURLEY, VAUXHALL JERMAINE, EMMA LOUISE SANDERS, JILL BUCHANAN, TERENIA EDWARDS
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ACERCA DE LA PELÍCULA...
“De niño, mi padre me leía los libros de Peter Rabbit, así que siempre he tenido un vínculo emocional con él. Y cuando tuve hijos, les leí los libros a ellos”, explica Will Gluck, el coguionista y director de la primera aventura en la gran pantalla del famoso conejo, PETER RABBIT. “Lo que más me gustaba de Peter es que era un diablillo travieso. Me pareció una gran oportunidad de tomar esa pequeña perla, de la que Beatrix Potter dotó a Peter, y ampliar ese rasgo de su personalidad para crear nuestra propia historia ambientada en la actualidad”.
James Corden, da vida a Peter en la versión original. “Es una historia maravillosa, que se lo debe todo a Beatrix Potter”, opina. Y quién mejor para darle voz en castellano que Dani Rovira, que es él mismo todo un travieso, pero que deja de lado su sarcasmo y se pone emotivo en lo referente a interpretar al pícaro conejo vestido con una chaqueta azul.
En el filme, la guerra de Peter con el viejo señor McGregor, defensor del huerto, da un nuevo giro cuando el anciano estira la pata (una victoria que Peter se atribuye con excesiva alegría). Pero, cuando su sobrino nieto, Thomas McGregor (Domhnall Gleeson), hereda el lugar, Peter se da cuenta de que la batalla por el control del huerto –y el corazón de su vecina de al lado, Bea (Rose Byrne)– no ha hecho más que empezar. Así que Peter decide reclutar la ayuda de su familia y amigos: sus hermanas Pelusa, Pitusa y Colita de Algodón, su primo el conejito Benjamín, la oca Carlota, el Sr. Jeremías Fisher, la señora Bigarilla y otros personajes que la autora e ilustradora Beatrix Potter creó en sus cuentos originales.
Y al tratarse Peter Rabbit de un personaje tan querido, muy especialmente en toda la Commonwealth británica, Gluck no tuvo problemas para atraer a un reparto estelar para dar vida a todos esos personajes famosos, que incluye a Margot Robbie, Elizabeth Debicki y Daisy Ridley como las trillizas, la ganadora del Grammy Sia como la señora Bigarilla y David Wenham como Juanito Ratón de Ciudad. En la versión doblada al castellano contamos también con un magnífico reparto. Belén Cuesta y Silvia Abril dan vida a dos de las famosas trillizas, Pelusa y Pitusa.
Para la animación, Gluck y el productor Zareh Nalbandian colaboraron con el estudio de animación y efectos visuales de Nalbandian, Animal Logic, cuyos créditos anteriores incluyen “La LEGO película” y “Happy Feet: rompiendo el hielo”, entre otros, para crear una película que combinara animación con acción real. “Queríamos usar tantos personajes de Beatrix Potter como fuera posible, para rendir homenaje a sus creaciones”, prosigue Gluck. “Todos estamos familiarizados con las preciosas pinturas de acuarela y, si cobraran vida en el mundo real, esperamos que este fuera el aspecto que tendrían”.
La principal fuente de inspiración fueron las ilustraciones originales de Potter. “Will y yo fuimos a ver los dibujos originales en los archivos de Beatrix Potter de Londres. Los pintó exactamente del tamaño que tendrían en los libros”, explica Nalbandian. “El reto estaba en empezar con obras tan pequeñas y mantener la integridad de esos personajes que son tan queridos en los libros, a la vez que trasladamos a Peter al siglo XXI. Era una gran oportunidad para hacer algo nunca visto hasta ahora”.
Una forma de mantener la integridad de las ilustraciones originales fue utilizarlas como referencia siempre que fuera posible. “Nuestro objetivo era hacer que los conejos y los demás personajes animales parecieran animales de verdad, pero con la ropa y las expresiones que sugieren los libros”, comenta Gluck.
El aspecto de la película no era más que uno de los factores a tener en cuenta a la hora de respetar la integridad de los personajes, era igualmente importante asegurarse de que Peter se comportara como Peter, un personaje que corre riesgos y disfruta gastando bromas, pero cuyo buen corazón siempre acaba saliendo a relucir.
“A Peter le dicen que no vaya al huerto de McGregor porque su padre acabó en una empanada por meterse allí. ¿Y qué es lo que hace? Ir al huerto. Así es Peter; no hay nada más que le puedas decir a alguien así”, explica Gluck. “Tiene esa picardía, pero también esa total confianza y un cierto grado de autoengaño de que siempre tiene la razón, cuando en realidad se equivoca a menudo. Si embargo, nunca duda, así que sigue adelante hasta que se da cuenta de que ha llegado demasiado lejos”.
Pero cuando Peter se ve obligado a afrontar las consecuencias de su cabezonería, sale a la luz su verdadero carácter. “Se da cuenta de que tiene que cuidar de su primo y de sus tres hermanas y, aunque nunca lo reconocería, también se da cuenta de que el Sr. Thomas McGregor podría tener matices”, prosigue Gluck. “Peter es un adolescente que empieza a entender que no todo es siempre blanco o negro”.
Proteger esos elementos del carácter de Peter era sumamente importante para el equipo responsable del proyecto, que mantuvo en todo momento una estrecha colaboración con los custodios del legado de Beatrix Potter, la editorial Frederick Warne & Co., Ltd., una división de Penguin Random House, que lleva publicando los libros originales de Peter Rabbit™ de Beatrix Potter desde 1902.
“Estamos verdaderamente entusiasmados ante esta nueva aventura de Peter Rabbit y la oportunidad de darlo a conocer a toda una nueva generación de fans a través de la gran pantalla”, afirma Susan Bolsover, directora de licencias y productos de consumo de Frederick Warne & Co. Ltd, parte de Penguin Random House. “Estábamos encantados de que a Will Gluck le interesara tanto captar la esencia de los libros de Beatrix Potter y, especialmente, la naturaleza traviesa y adorable de Peter Rabbit, que es tremendamente importante”.
Tremendamente importante porque, a través de las travesuras de Peter (y de las suyas propias), los niños aprenden lo lejos que pueden llegar y cómo afrontar con gracia las posibles consecuencias de sus actos. “Aunque la historia tenga su moraleja, no me parece que los niños sientan que les estén sermoneando con dicha moraleja”, opina. “Creo que eso es precisamente por lo que funciona. Además, ¿a quién no le gustan unas travesuras?”.
Bolsover está convencida de que los espectadores de 2018 conectarán con la película de PETER RABBIT™ de forma similar a como los lectores de 1902 lo hicieron con el libro, porque esos temas de aventuras y travesuras son atemporales. “Creo que Beatrix Potter consiguió llegar a tanta gente con ‘El cuento de Peter Rabbit’ porque es una historia divertida y atemporal que atrapa la imaginación de los niños”, agrega. “Beatrix entendía la importancia de hablar a los niños a su propio nivel y creó una historia, ambientada en el mundo natural, que todos los niños reconocerían, con temas que serían universalmente atractivos”.
Otra forma que tuvo el equipo responsable del proyecto de rendir homenaje al legado de Potter fue filmar escenas en el Distrito de los Lagos de Inglaterra, una parte de la campiña inglesa en la que vivió Potter y se convirtió en una influencia enorme en su obra; tras su muerte en 1943, Potter legó la mayor parte de su patrimonio –sus granjas, sus tierras, sus ilustraciones y sus ovejas– a National Trust [Fundación Nacional para los lugares de Interés Histórico o de Belleza Natural], que se ha encargado de velar por dicho legado durante más de 70 años.
John Moffat, director general del patrimonio de Beatrix Potter de National Trust, señala: “Beatrix Potter dejó a National Trust un gran legado, y cuidar de su hogar, Hill Top, muchas de sus ilustraciones originales, granjas y tierras constituye una parte muy importante de nuestra labor como organización benéfica conservacionista en el Distrito de los Lagos. Fue una mujer asombrosa y estamos encantados de compartir su obra y sus cuentos con familias de todo el mundo. Estamos todos entusiasmados con la película, y esperamos que sirva para poner en contacto a nuevas generaciones con Beatrix y los inspire a visitar los lugares de los lagos que la inspiraron para escribir sus clásicos relatos”.
“Era increíblemente importante ir al Distrito de los Lagos”, opina Gluck. “Allí es donde se ambienta la película; es donde vivía Beatrix Potter, donde escribió sus cuentos y pintó sus ilustraciones. Intentamos crear un mundo que tuviera el mismo aspecto que tenía en todos sus libros; nos inspiramos en cada pequeño momento, en todo lo que escribió o pintó, y construimos nuestro mundo en torno a eso”.
EL DISEÑO Y EL PROCESO DE ANIMACIÓN...
“Quería que los espectadores se olvidaran de que se trataba de una película de animación”, explica Will Gluck sobre su forma de abordar el proyecto. “Espero que después de los primeros minutos de acostumbrarse al hecho de que los animales hablan y llevan ropa, resulte real para el público”.
El proceso de animación fue supervisado por el productor Zareh Nalbandian y su compañía, Animal Logic, que ya había producido anteriormente los éxitos de animación “La LEGO película” (y su secuela, “Batman: La LEGO película”) y “Happy Feet: rompiendo el hielo”. “Para Will, todos los personajes animados de PETER RABBIT™ existen de igual manera que los personajes interpretados por Rose y Domhnall”, aporta el productor. “Cuando abordamos la animación, teníamos el mismo tipo de preguntas para él que podrían tener los actores de carne y hueso: ‘¿Qué sensación quieres que dé el conejito Benjamín? ¿Cómo quieres que exprese sus emociones?’. Todo es cuestión de la interpretación. Consideramos a nuestros personajes como si fueran personajes reales, así que nuestras conversaciones con Will eran de ese tipo. Para nuestros animadores, eso era fantástico, porque Will no impuso ningún tipo de restricciones, pero también fue enormemente complicado. Esta es probablemente la película más compleja que hemos hecho en Animal Logic”.
La película cuenta no solo con conejos, sino con cerdos, tejones, gorriones y otros animales, cada uno con un tipo diferente de piel, pelaje o plumas, algunos de ellos van vestidos con ropa que se ensucia, se rasga o se moja. La diseñadora de vestuario Lizzy Gardiner no solo supervisó la ropa de los actores de carne y hueso, sino que además empezó a trabajar al principio de la etapa de diseño para ayudar a determinar lo que llevarían los animales animados. “Fue todo un reto”, admite Gardiner, “porque intentamos mantenernos fieles a la visión de Beatrix Potter, a la vez que modernizábamos lo que había hecho. A medida que avanzábamos, nos dimos cuenta de que todas y cada una de las decisiones que tomó, las hizo por una buena razón”.
La producción llevó en paralelo unidades de acción real y de animación durante el rodaje, con montadores trabajando en las escenas mientras la película aún se estaba rodando, y artistas de storyboard dibujando sobre las secuencias cinematográficas para indicar dónde podrían encontrarse los animales.
Con eso, Gluck podía hacerse una idea de lo que había filmado y de las posibilidades para la animación. Y así fue como descubrió la gran ventaja y el gran inconveniente de la animación: siempre se puede cambiar. “Eso no es posible hacerlo con la acción real. Ruedas la escena, y la escena se acabó. En animación, cualquiera puede decir: ‘Se me ocurre una idea que podría mejorar la escena’. Y, mientras los animadores dormían, yo me dedicaba a reescribir”, comenta, señalando que los animadores estaban listos para eso. “Había más de 400 personas trabajando en PETER RABBIT. Todos estudiaban su pequeña parte de la película y se les ocurrían las ideas más estupendas. Las posibles alternativas fueron la parte divertida de esta película”.
EFECTOS ESPECIALES Y EFECTOS VISUALES...
El guion de PETER RABBIT™ contaba con escenas de fruta y hortalizas que explotan, fuegos artificiales, electrocuciones y feroces peleas entre humanos y conejos.
Dado que la visión de Will Gluck era que esas escenas debían parecerse más a algo salido de “Salvar al soldado Ryan” que de “Bambi”, la colaboración y el entendimiento entre el departamento de efectos especiales presente en el rodaje y el departamento de efectos visuales que trabajaba desde el estudio de animación eran vitales.
Se fichó a Peter Stubbs como supervisor de efectos especiales del filme, mientras que Tom Wood y Will Reichelt fueron los supervisores de efectos visuales.
Stubbs está acostumbrado a supervisar los efectos de películas de acción como “Ghost Rider: El motorista fantasma” y series de televisión como “The Pacific”, y le atraía la oportunidad de hacer algo muy diferente con PETER RABBIT™. “Era una historia dulce y divertida, una gran diferencia con respecto a lo que hacemos normalmente”, asegura. “Will, Tom y yo nos reunimos muchas veces para decidir qué debía ser real y qué debía estar generado por ordenador, y lo que cada unidad tenía que controlar para asegurar que los resultados finales encajaran todos bien. Elementos tan sencillos como el polvo o la lluvia podían complicar mucho la labor de los efectos visuales. Mi unidad necesitaba saber por dónde se desplazarían los conejos y los demás animales dentro del encuadre, con qué se podían rozar, cómo se moverían”.
Hacer realidad la visión de Gluck de una pelea con frutas y hortalizas que explotan fue un proceso complicado que exigió mucho ensayo y error, según explica Stubbs: “Tuvimos que diseñar pequeñas explosiones que representaban los petardos que Thomas lanza a los conejos. Los conejos responden lanzando fruta, así que hicimos muchos experimentos haciendo explotar materia orgánica hasta el punto en que mi taller estaba completamente cubierto de trocitos de fruta y hortalizas secas. Creamos fruta blanda e hicimos nuestros propios cañones especializados para disparar la fruta exactamente hacia donde queríamos que fuera”.
PETER RABBIT™ era el primer filme de Tom Wood que combinaba acción real con animación. “Al mirar el guion, podías ver que cada página tenía algún reto, pero la gracia está en cómo abordarlos en el día a día”, explica. “Lo que más me entusiasmaba era la oportunidad de dar vida al personaje de Peter Rabbit de un modo que no se había visto en el cine, de forma fotorrealista. Eso fue un reto fantástico”.
Wood y Reichelt establecieron con Gluck las reglas por las que se regía ese mundo. Tenían muchas preguntas a las que tal vez el filme no diera nunca respuesta (¿Cómo es que los animales pueden hablar? ¿Es eso algo que simplemente se acepta como parte del universo cinematográfico que se está creando? ¿Quién hace su ropa? ¿Cómo lavan la ropa?), pero que determinarían cómo el departamento de efectos visuales abordaría la labor de crear y animar los personajes. “Tienes que hacer todo ese tipo de preguntas”, aporta Reichelt, “y, al final, acabas reduciéndolo a los propios personajes, las relaciones que tienen entre ellos, y cómo interactúan luego con el mundo de los humanos”.
El equipo de efectos visuales estaba compuesto por una unidad principal y una unidad de escenarios. La unidad principal, dirigida por Reichelt, se encargaba de todo lo que implicara a actores reales y las interacciones que tuvieran con los personajes generados por ordenador en cualquier escena. La unidad de escenarios, administrada por Wood y dirigida por la jefa de historia Kelly Baigent, se encargaba de planos y escenas en las que no hubiera más que personajes generados por ordenador. Siempre había dos supervisores de animación de Animal Logic de estas unidades presentes en el set para controlar el proceso y transmitir al equipo de rodaje de acción real toda la información que fuera necesaria.
Gluck no quería que diera la sensación de haber un mundo en miniatura para los animales y un mundo más grande para los personajes humanos, sino más bien que hubiera un único mundo compartido, sin fisuras. “La elección más típica sería rodar todas las secuencias de los conejos a ras del suelo en miniatura, con una profundidad de campo reducidísima, para dar la sensación de que todo parece grande para ellos, pero Will quería transmitir una sensación distinta”, explica Wood. “Lo rodamos todo como si los conejos fueran simplemente gente algo más pequeña. Todas las conversaciones funcionan igual que las conversaciones entre humanos”.
A la hora de animar a los personajes, los animadores volvieron a recurrir una vez más a las ilustraciones originales de Beatrix Potter en busca de inspiración: aunque el personaje camine a dos patas y lleve su característica chaqueta azul, Potter dibujó por lo demás un conejo realista. “Peter se pone de pie, lleva una chaqueta, pero también es un conejo real, así que tuvimos que incorporar los tics de las orejas y la nariz propios de los conejos en una interpretación antropomórfica, compleja y con matices”, comenta Wood. “Tuvimos que conseguir un equilibrio muy delicado”.
Para los planos de la unidad principal, cuando los actores reales interpretaban escenas que contaban con personajes animados, era importante permitir a los actores que sostuvieran algo en el encuadre (en lugar de hacer simplemente los gestos) por dos razones. En primer lugar, era la mejor forma de conseguir una buena interpretación física de los actores. Y, en segundo, el equipo de efectos visuales podía usar lo filmado como referencia para saber cómo debía incidir la luz de la escena sobre los animales creados digitalmente. “Encargamos un muñeco de excelente calidad de Peter que los actores sostenían ante la cámara, y luego lo movían y retorcían para que pudiéramos verlo desde todos los ángulos. También tuvimos las tradicionales pelotas grises y plateadas de efectos visuales, que captaban y reflejaban la luz, y nos permitían comprobar la iluminación y el color”, prosigue Wood. El equipo de efectos también creó pelotas de efectos visuales con diferentes remates de pelaje y tejidos, que representaban a cada uno de los distintos personajes, para mostrar cómo la luz y el viento afectaban a cada uno de manera distinta.
La dramática escena en la que la madriguera explota y el árbol cae en el invernadero de Bea era la interacción más detallada entre los efectos especiales y los visuales, que se consiguió con una explosión física, realizada en directo, y una combinación de destrozos físicos y digitales en la casa de campo para conseguir el efecto final. El equipo de efectos especiales se tuvo que encargar de crear y colocar el árbol en la localización, con una bisagra para que se pudiera dejar caer y volver a levantar para las sucesivas tomas. El equipo de efectos visuales amplió luego digitalmente el árbol durante la posproducción.
Pese a la complejidad de la coreografía, las escenas de acción dramática no fueron las más complicadas para el equipo de efectos visuales, sino que en realidad se trató de aquellos momentos en los que había interacciones cercanas entre los actores de carne y hueso y los personajes digitales. “Para conseguir que parezca que los personajes se están tocando de verdad hace falta realizar una labor muy minuciosa y meticulosa”, explica Reichelt. “La física de cómo se mueven, la forma en que el pelaje de Peter tiene que reaccionar si los dedos de McGregor se están hundiendo en él y lo están empujando a contrapelo, la forma en que se hacen sombra o se reflejan el uno en el otro... todo eso exige un trabajo sumamente concienzudo fotograma a fotograma para conseguir que todo encaje a la perfección”.
EL RODAJE DE ACCIÓN REAL...
El rodaje en estudios y en exteriores de la película se realizó en Londres, en el Distrito de los Lagos y en Sídney, Australia.
La parte australiana del rodaje estaba programada para los primeros meses del año, durante la temporada de verano de Australia. Sídney ofrecía unos exteriores especialmente hermosos y verdes: Centennial Park, uno de los parques más antiguos de Australia, diseñado por jardineros ingleses y lleno de árboles ingleses, en el que se construyeron la mansión McGregor y la casita de campo de Bea.
“Construimos un mundo que esperamos que tenga exactamente el mismo aspecto que tenía en los libros de Beatrix Potter”, comenta Gluck. “Tomamos hasta el más mínimo detalle, dedujimos el aspecto que tendría en el contexto del mundo real y luego lo construimos”.
Se reclutó a Roger Ford, que ayudó a crear los mundos visuales de las películas de Babe, Narnia, y “Peter Pan: La gran aventura”, de P. J. Hogan, para que se encargara del diseño de producción del filme. Su primera tarea importante fue el diseño y la construcción de la mansión y la casa de campo.
“Varios de nosotros hicimos un viaje al Distrito de los Lagos para documentarnos”, recuerda Ford. “La mansión que construimos es muy típica de las técnicas de construcción de la región, y la casa de campo de Bea imita la casa de campo de la granja de Yew Tree de Beatrix Potter, un edificio de estuco blanco con un tejado de pizarra”.
En el set de rodaje, ambas casas se hicieron de madera y contrachapado, y se cubrieron de arpillera, mientras que para la mampostería y los tejados se utilizó yeso. Sin embargo, para la casa de campo de Bea, Gluck y Ford optaron por construir un edificio con interior completo, algo poco habitual para una película. Aunque suele ser más práctico construir una estructura exterior vacía y luego filmar las escenas interiores en un plató, los particulares requisitos de la casa de campo de Bea obligaron a descartar esa idea.
“Buena parte de la acción se desarrolla en el invernadero con techo de cristal de Bea”, comenta Ford, lo que supone que en todas las escenas rodadas en el invernadero se tendría que ver el exterior, a través de los cristales, con la mansión McGregor y el huerto de fondo. “Me pareció que tratar de hacer los interiores en un plató y simular de manera convincente todo ese cristal sería problemático. Sería mucho más fácil crear los interiores dentro de los exteriores, de modo que la cámara pudiera grabar desde el invernadero de Bea y mostrar la mansión”.
Al crear unos decorados interiores físicos, hubo que impermeabilizar la casa de campo por dentro y por fuera. Durante el rodaje, lo mismo podía hacer más de 38 ºC bajo un sol abrasador un momento, que caer una lluvia torrencial al momento siguiente.
La escala de los personajes animales afectó a ciertos elementos del set que normalmente no necesitarían acabarse. “Normalmente no tienes que preocuparte por decorar bajo el eje de una camioneta multiuso, pero en PETER RABBIT, cada pequeño componente ahí abajo tenía que ser perfecto porque los personajes y, por tanto, la cámara, se iban a meter por ahí. Tuvimos que fijarnos hasta en el más mínimo detalle”.
Ford encontró a un artista que podía crear los cuadros de conejos de Bea, imitando el estilo de Potter, pero de mayor tamaño. “Las ilustraciones de Potter son diminutas, hay un museo en el Distrito de los Lagos que tiene algunas de las originales y son muy pequeñas”, comenta. “Las nuestras son más grandes para que se puedan ver en la pantalla en la película, pero son de estilo muy similar a las originales de Beatrix Potter”.
La otra localización clave era, por supuesto, el huerto de McGregor. “El huerto es un paraíso para los conejos”, asegura Gluck. “Contiene todo lo que los conejos podrían desear. Una vez que han tenido ocasión de probar semejante abundancia, y entonces se les arrebata, no pueden olvidarse de ello así como así”.
“Necesitábamos transmitir cómo era el huerto desde el punto de vista de Peter: exuberante, abundante, lleno de delicias”, agrega Nalbandian. “Peter no puede evitar colarse en él una y otra vez y meterse en líos una y otra vez”.
El huerto fue una creación conjunta del departamento artístico de Roger Ford y de Jack Elliott, jardinero jefe de la película, que se encargó de cultivar 22 variedades distintas de hortalizas y frutas.
Antes de plantar una sola semilla, el equipo responsable del proyecto se aseguró de que el huerto cubriera todas sus necesidades. “Will se centró en el tamaño del huerto, ¿era lo bastante grande?”, recuerda Ford. “Delimitamos una zona del mismo tamaño en el suelo del estudio. Will quería ver qué altura tenían las cosas, tanto por la logística de ciertos planos como por el impacto de la escala, así que colocamos estructuras que imitaban las alturas de las plantas. A Peter Menzies, Jr., el director de fotografía, le preocupaba entonces que no fuera suficientemente amplio para las escenas de persecución, así que aumentamos el tamaño. Al final llegamos a una escala con la que todos pensamos: ‘Eso es, es perfecta’”.
Cada planta del jardín tenía que ser de una variedad que se diera en el Distrito de los Lagos. Más allá de eso, no había más limitaciones. El guion tenía algunos gags concretos que hacían referencia a un tipo determinado de hortaliza o fruta; otras se eligieron por el colorido.
A partir de ahí, Elliott ideó cómo crear un huerto en condiciones estáticas, ya que la acción del filme se desarrolla a lo largo de una o dos semanas, pero el rodaje duró ocho semanas. “Manipulamos las hortalizas”, comenta Elliott. “Todo estaba en macetas, de tal modo que pudiéramos cambiarlas fácilmente. Utilizamos fertilizante líquido para tratar de tenerlas listas a tiempo y vigilamos atentamente las predicciones meteorológicas”.
Para algunas plantas, Elliott creó amalgamas extra grandes. Se apilaron ocho tomateras para crear una. Cuando se decidió en el último momento incluir girasoles, se empezaron poniendo plantas artificiales que se fueron reemplazando poco a poco por girasoles reales a medida que estos fueron creciendo.
Roger Ford quedó tremendamente impresionado con la construcción y los equipos de jardineros. “Las dudas que me mantenían despierto por las noches eran: ‘¿Cómo vamos a crear tejados de pizarra, que son tan complicados de hacer?’ ‘¿Cómo vamos a tener listo ese huerto tan increíble a tiempo?’. El equipo de enyesado, el equipo de construcción, el departamento de pintura y el equipo de jardinería estuvieron todos geniales. Pese a las altas temperaturas, las goteras, el viento y la lluvia, todos contribuyeron para conseguir unos resultados asombrosos”.
“Fue increíble pasar de estar sentados en nuestra oficina de Los Ángeles viendo dibujos y referencias de mansiones británicas y huertos, a ir a las localizaciones y poder verlas y tocarlas”, recuerda Hildebrand. “Era un set magnífico, todo lo que imaginábamos, y me daba pena pensar que no iba a ser permanente”.
EL RODAJE EN HARRODS...
PETER RABBIT™ es una de las escasas películas a las que los almacenes más famosos del mundo, Harrods, han permitido filmar en el interior de su tienda de Knightsbridge, Londres.
Harrods es un lugar excepcionalmente concurrido, que recibe miles de visitantes a diario, así que acoger a un rodaje de la escala de PETER RABBIT™ dentro del histórico edificio no fue tarea fácil.
Los almacenes tienen a más de 7500 empleados trabajando en tienda, y llevan vendiendo juguetes basados en los personajes de los libros de Beatrix Potter desde al menos 1910. Potter era una residente local de Knightsbridge y hay referencias a Harrods en el diario personal que escribió siendo una joven de 17 años.
“McGregor trabaja en un lugar que es simbólico de una ciudad bulliciosa, todo lo contrario de donde vive Peter Rabbit”, comenta Hildebrand. “Harrods es un lugar emblemático con un largo y estrecho vínculo con Beatrix Potter y su mundo, encajaba a la perfección con nosotros, y nos alegramos mucho de que estuvieran tan encantados de tenernos, se esforzaron al máximo para acomodar el rodaje. Rodamos exteriores durante el día e interiores de noche, fuera del horario de apertura. Fueron noches largas en las que se trabajó hasta tarde, pero fue un lugar increíble en el que filmar”.
La seguridad era estricta, de nueve de la noche a nueve de la mañana, las puertas permanecían cerradas mientras se realizaba el rodaje. El personal de los distintos departamentos –desde el departamento de juguetes a los técnicos de la tienda o el personal de la cafetería, que donaron el espacio de su restaurante para que los 100 miembros del equipo de rodaje pudieran comer– se involucró personalmente para hacer posible la filmación.
EL TRABAJO DE ESPECIALISTAS...
Aunque la coreografía de las escenas de acción de los conejos se podía controlar digitalmente de forma meticulosa por el equipo de animación de Animal Logic, el trabajo de especialistas humanos de PETER RABBIT™ recayó principalmente en un actor: Domhnall Gleeson, que interpretaba a Thomas McGregor.
Lawrence Woodward, coordinador de especialistas, y Ben Smith-Petersen, doble de Gleeson, contaron con dos semanas de ensayos con Gleeson. Cada día, el actor fue practicando y aprendiéndose sus peleas cuerpo a cuerpo con Peter Rabbit. Dado que, durante el rodaje, Peter sería un enemigo invisible, era como coreografiar una secuencia de baile en la que a Gleeson se le exigía que recordara exactamente no solo sus pasos, sino también los de su pareja.
“Domhnall siempre venía preparado”, asegura Woodward. “Por pequeño que fuera cada nuevo movimiento, se ponía manos a la obra y hacía su trabajo, lo que nos facilitaba mucho a nosotros el nuestro”.
Gleeson realizó sus propias escenas de acción y labores físicas siempre que fue posible. “Creamos muchos aparatos para utilizar en el rodaje”, recuerda Woodward. “Contábamos con palitos azules con los que le dábamos golpecitos y tipos vestidos de azul que lo tocaban. En ciertos momentos, le lanzamos un conejo azul para que tuviera algo a lo que reaccionar”.
“No soy un especialista, así que tratar de dar con el ritmo de la escena y que me atacara un conejo invisible no fue la forma más fácil de pasar el día, pero fue muy divertido”, admite Gleeson. “El equipo de especialistas, encabezado por Lawrence y Ben, estuvo genial. A Will le gusta hacer cambios de última hora, así que tuvimos que improvisar muchas cosas sobre la marcha, pero creo que eso dio como resultado una versión más divertida de lo que habíamos preparado, y eso era todo lo que me interesaba conseguir”.
GALERÍA DE FOTOS
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