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DECLARACIONES DE LOS PRODUCTORES CARLOS y LAURA FERNÁNDEZ...
“Pan de limón con semillas de amapola es la historia de dos mujeres que encuentran el coraje para ser lo suficientemente fuertes y valientes para decidir por sí mismas lo que quieren y necesitan para ser felices, para luego, empezar a lograrlo. Es una historia inspiradora con un mensaje gratificante y positivo: debemos ser valientes, luchar por lo que uno desea y quiere y por lo que es realmente importante en la vida. Es una película absolutamente conmovedora, poderosa y hermosa que puede inspirar y alentar a las personas a tomar las riendas de su propia existencia".
DECLARACIONES DE LA PRODUCTORA ALEXANDRA HOESDORFF..
“Nos encantó de inmediato esta historia de dos hermanas separadas que llevan vidas muy diferentes. Una doctora afincada en Senegal, la otra, una rica ama de casa en Mallorca, reunidas de nuevo debido a una misteriosa herencia. Lo que las llevará a la revelación de secretos familiares olvidados hace mucho tiempo. Este retrato de mujeres fuertes de distintas generaciones, nos recordó a películas tan queridas como Magnolias de acero o Tomates Verdes Fritos. La historia encajaba perfectamente en nuestra línea editorial y, sobretodo, nos emocionó”.
DECLARACIONES DEL DIRECTOR BENITO ZAMBRANO...
“Desde la primera lectura de la novela de Cristina Campos, sentí una fuerte conexión con la historia y con sus personajes. Me conmovió esta historia de dos hermanas con distintas maneras de ver la vida pero con un mismo deseo: ser libres, ser felices y ser amadas, ya que son también dos mujeres incompletas y desdichadas.
Esta es una historia de crecimiento, de superación, de cicatrizar heridas, de mujeres maduras e inteligentes reivindicándose y, sobre todo, es una historia de amor y ternura.
Cuando una historia nos atrapa gracias de la fuerza de sus personajes, de su drama y de su vida, entonces lo mejor es dejar que la cámara solo sea una narradora privilegiada. Estar cerca para captar cada mínimo detalle de la historia, pero sin estorbar. Dejar que todo ocurra con la contundencia de la verdad y la sinceridad. Cuando una historia es tan potente como la que tenemos entre las manos, lo más eficaz es desaparecer como director. Que la dirección no se note, que la sutileza y elegancia estén al servicio de la historia y de sus personajes. Mi objetivo como director es hacer una película sensible, inteligente y bella”.