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   Acerca de la producciòn de PAINTBALL, su director afirma que se planteo el filme como una película seca, dura y atmosférica. Terror a plena luz del día. Realista en cada uno de sus acercamientos narrativos y visuales, que evoluciona y muta hasta convertirse en cruel. Una cacería humana en un bosque desconocido y misterioso donde el relieve juega un papel importante en la construcción de la tensión. 
  Sigue remarcando, el director, que en sus personajes van en busca de aventuras arriesgadas donde todo parece controlado... o al menos eso es lo que todos esperan. Son un grupo diverso donde todos son desconocidos, con sus virtudes y sus defectos. Eso supone un morbo añadido para ellos.

  En cuanto a las localizaciones del filme, la localizaciòn de escenarios pasa por Berga en Barcelona y los realizadores tenian las ideas muy claras, ya que iban pensando en una cementera abandonada de la que les habían hablado. La visitaron y aunque estaba medio en ruinas vieron que tenía posibilidades. Después, de casualidad, afirma el director, se cruzaron con una casa abandonada.
  Entraron a fotografiarla más por curiosidad que por otra cosa. Sin embargo, al final, el precario estado de la cementera les impidió rodar en ella y convirtieron la casa que habían encontrado de casualidad en “La casa de los espejos” donde se produce el desenlace final de la película y en definitiva, uno de los escenarios más recordados de la película”…

  Tambien nos habla Daniel Benmayor, director del filme, sobre el casting “… el casting lo llevaron a cabo Luci Lenox y Pep Armengol, en Londres y Barcelona. En general se buscaban chicos jóvenes y en buena forma física, excepto en el caso de uno de los jugadores, que tenía que estar un poco más rellenito. Durante todo el rodaje hubo presente un fisioterapeuta que les hacía entrenar antes de ponerse a rodar y atendía cualquier molestia o pequeña lesión que pudiesen sufrir los actores…”

  Sobre las inclemencias meteorologicas, el director afirma que “…tuvieron mucha suerte con el tiempo. Justamente durante el mes que rodaron llovía bastante, pero siempre en horas fuera de rodaje, parecía que la lluvia también respetase los horarios fijados. En un rodaje como este, prácticamente exterior, era importante mantener el racord de luz y para conseguirlo tenían que rodar siempre a las mismas horas. El hecho de que lloviese y tuviésen que retrasar el rodaje conllevaría una falta de racord que se notaría después en pantalla. Por suerte, salieron con éxito de esta…”

  Y por ùltimo el director nos cuenta que “…muchos de los planos que se rodaron eran planos secuencia, algunos de hasta 4 minutos. Para poder rodarlos en tiempo real tuveron que servirses de un quad que en todo momento seguía a los actores…”

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