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SINOPSIS
Davis comparte un vínculo infranqueable con un gorila inteligente al que ha cuidado desde que nació. Un experimento genético sale mal y transforma al gorila en un monstruo furioso, el cual escapa en compañía de otros monstruos creados destruyendo todo lo que encuentran en su camino. Davis intentará abrirse camino en el campo de batalla para detener toda una catástrofe...
INTÉRPRETES
DWAYNE JOHNSON, JEFFREY DEAN MORGAN, JOE MANGANIELLO, MALIN AKERMAN, MARLEY SHELTON, NAOMIE HARRIS, JACK QUAID, JAKE LACY, BREANNE HILL, JASON LILES, P.J. BYRNE, GARY WEEKS, EMALIE NOEL, ALLYSSA BROOKE, ALAN BOELL, LAURA DISTIN
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GRANDE CONOCE A MÁS GRANDE...
Al igual que a los cinéfilos de todo el mundo, a Brad Peyton, director/productor de "Proyecto Rampage", le encanta ver cómo se las gasta Dwayne Johnson en escenarios aterradores y míticos, que ponen a prueba su capacidad y su fuerza así como su humor y su innegable gancho. Peyton ya puso a su intrépida estrella debajo de un volcán en una isla que se hunde, y lo soltó en el epicentro de un terremoto de magnitud 9. Ahora, en su tercera aventura en la pantalla grande, una película grandiosa a todos los niveles -envergadura, acción e impacto visual-, Peyton vuelve a subir la apuesta al enfrentar a Johnson contra algo a lo que nunca se había enfrentado: un adversario aún más grande que él.
Y no solo una, sino tres gigantescas criaturas genéticamente mutantes, completamente fuera de control, en una carrera contra la civilización.
Pero Johnson está listo para el desafío. “Brad y yo somos como un par de niños cuando planeamos un proyecto como este", dice. “El arte siempre refleja al artista, por lo que creo que los fans van a disfrutar de acción y diversión a raudales y también mucha destrucción. Siempre queremos llegar más lejos y no paramos de subir el listón. O más bien superarlo.
“Para mí", añade el actor, "pisar el set todos los días a las 7 de la mañana era como aumentar mi nivel de intensidad a 15 en una escala de 1 a 10 y mantenerlo así hasta el final del día”.
“Hubo muchos momentos 'wow' y sets que me dejaban boquiabierta", añade Naomie Harris, que da la réplica a Johnson en el papel de la Dra. Kate Caldwell. “Nunca había estado en un helicóptero o en un avión que se haya recreado con efectos hidráulicos para inclinarlo así que yo estoy colgando de un cable y volando. Eso es lo maravilloso de Brad y Dwayne, y de todo el equipo de producción. Por encima de todo quieren que sientas que todo está ocurriendo delante de tus ojos y que estás en el centro de la acción. Y eso es lo que el público verá”.
Entre los intereses que comparten Peyton y Johnson y que forman parte de "Proyecto Rampage" están la afinidad por las películas sobre feroces criaturas gigantes y su pasión por el videojuego clásico Rampage, en el que un trío de criaturas extravagantes se dedica a derribar ciudades y a correr enloquecidamente por todas partes. Sin olvidar el compromiso de aunar este tipo de espectáculo cinematográfico de gran envergadura con una historia y unos personajes genuinos.
Aunque el juego de salón recreativo fue la chispa original de inspiración, sólo fue un punto de partida que se adaptaba perfectamente a Peyton. “Me interesaban los desafíos y las oportunidades que surgieron del juego", dice, "pero el hecho de que la narrativa fuera tan escasa nos permitió hacer nuestra propia película, crear nuestros propios monstruos y explorar nuestros propios temas. Le rendimos homenaje de una manera divertida y respetuosa al utilizar sus criaturas y esconder algunos huevos de Pascua para los fans”.
En la película, lo que desencadena la devastación es un experimento biogenético secreto que sale mal. De hecho, libera una sustancia que altera los genes y que hace que los animales crezcan no solo en fuerza y agresividad, sino tomando formas más aterradoras e impredecibles ya que absorben el ADN volátil de otras especies. La primera víctima de esta sustancia es George, un gorila albino de espalda plateada que vive en un refugio de vida salvaje de California. George es muy especial para Davis, el personaje de Johnson. Es un primatólogo que lo rescató de manos de cazadores furtivos, lo crió, le enseñó el lenguaje de los signos, y comparte con él un vínculo inquebrantable de amistad. Así que cuando George pasa de la noche a la mañana de ser un simio pacífico de tamaño normal a un coloso destructivo y rugiente, Davis está decidido a hacer todo lo necesario para mantener a George a salvo, mientras trata de descubrir qué le está pasando.
Para lograrlo, acepta a regañadientes la ayuda de Kate Caldwell, que sabe más sobre lo que está pasando de lo que le interesa revelar.
Johnson y Harris lideran un excelente reparto que incluye a Jeffrey Dean Morgan como un astuto agente del gobierno que sigue los progresos de Davis y Kate durante la crisis; Joe Manganiello encarna al líder de una unidad mercenaria de primer nivel que conoce a su insondable pareja en un bosque de Wyoming; Malin Akerman y Jake Lacy son los hermanos multimillonarios responsables de los dudosos experimentos, y siguen decididos a usar este patógeno para sus propios fines.
El productor Beau Flynn, que ha trabajado con Johnson en numerosos proyectos de éxito, cita una de las razones por las que "Proyecto Rampage" se distingue de su género: “Normalmente, en este tipo de películas hay un héroe que intenta detener a toda costa a las monstruosas criaturas y que lucha hasta la muerte para salvar el planeta. He visto muy pocas en las que el héroe no solo trate de salvar el mundo, sino que también intente ayudar y proteger a uno de los adversarios. En resumen, en la mayoría de las películas el héroe intenta destruir a la criatura; en la nuestra, está tratando de salvarlo. Davis sabe que George nunca quiso formar parte del experimento. Y Davis no solo quiere mantenerlo con vida, sino que, en última instancia, podría necesitar la ayuda de George en una posible batalla épica de monstruos y eso, para mí, es nuevo y emocionante”.
El miedo por lo que pueda ocurrirle a George se intensifica debido a la aparición de otros dos animales sorprendentemente transformados: el primero es un lobo gigantesco que no solo salta grandes alturas, sino que también es capaz de volar, y el segundo es un cocodrilo del tamaño de un campo de fútbol que se mueve como un trasatlántico. Como han estado más expuestos al patógeno, son exponencialmente más grandes y feroces. No solo crecen, sino que continúan evolucionando, y los tres se dirigen a destruir Chicago.
Pero los realizadores quisieron mantener un tono divertido y alegre de forma que el humor estuviese a la altura de la intensidad y las batallas estilo Kaiju de la película, incluyendo un montón de frases únicas con el estilo inimitable de Dwayne Johnson.
Ryan Engle, que desarrolló la historia y comparte el crédito del guión con Adam Sztykiel y los escritores de "San Andrés" Carlton Cuse y Ryan J. Condal, afirma: "El desafío consistía en contar una historia sobre animales mutados que fuera emotiva, con grandes dosis de acción, aterradora y divertida, y crear un tipo diferente de escenario. En lugar de limitarnos al tamaño y a la escala, quisimos incluir elementos de velocidad y agilidad, y ver a estos seres monstruosos hacer cosas que no habíamos visto antes”.
Incorporar la idea de una trama para convertir en ADN en un arma, de la que estas tres desventuradas bestias son los prototipos, sirve para introducir villanos humanos en el caos y convierte el peligro a una prioridad mundial. Sztykiel, quien también hace un cameo como piloto de C-17, dice: "Existe la amenaza inmediata de que más criaturas infectadas anden sueltas. ¿Había más envases y dónde están?”
Como sugiere el productor Hiram García: "Lo que hace que estas criaturas sean tan interesantes es que son híbridas; combinan su propia composición genética con rasgos de otros animales para hacerlos más fuertes y más peligrosos. Por ejemplo, un gorila que puede regenerar tejido a la velocidad de un ratón espinoso que es capaz de regenerar su piel de la misma manera que lo hacen las salamandras, o de un lobo que fabrica una red para poder elevarse por el aire. Una vez que comprendes en qué consiste, te preguntas: ¿qué pasaría si esta tecnología cae en manos equivocadas?”
Aunque la película se toma muchas libertades en lo que se refiere a los aspectos científicos, lo cierto es que el programa de edición de genes CRISPR que se cita la película es real. Se creó en 1993 y su objetivo es curar el cáncer y otras enfermedades sirviéndose de modificaciones en el código genético de un organismo.
Johnson, también productor ejecutivo de la película, lo reconoce: "La ciencia es fascinante. Pero teníamos que mantener un equilibrio entre ofrecer una perspectiva científica que tuviera sentido y asegurarnos de que el público sepa que estamos haciendo una película grandiosa y divertida sobre un cocodrilo con 1.118 dientes gigantes y un gorila del tamaño de una casa porque no queremos engañar a nadie”.
Para hacer realidad esas imágenes tan impresionantes, los realizadores recurrieron a la prestigiosa compañía de efectos visuales Weta Digital para crear el reparto no humano de "Proyecto Rampage". Peyton afirma que su aportación "fue absolutamente imprescindible. No hubiéramos podido sacar adelante un proyecto tan ambicioso sin narradores de su calibre. Son verdaderos artistas. Era fundamental no sólo clavar el diseño sino también los sentimientos y las intenciones de transmiten estas criaturas”.
El lobo y el cocodrilo, totalmente creados con innovadores efectos visuales, se apoderaron de la película. Flynn afirma: "Para nosotros era muy importante no esconder a las criaturas con escenas que tienen lugar de noche, bajo la lluvia o con cielos nublados. Queríamos mostrarlos a plena luz del día, mutando y arrasando todo lo que se encuentran en su camino a lo largo de la película y yuxtaponer cielos azules con el tipo de estragos que están causando”.
En el caso de George, optaron por un enfoque diferente. El enorme simio es una amalgama de proeza digital y captura de movimiento de Veta, con la aportación del actor Jason Liles en términos de personalidad y humanidad que harán que el público vea a George como un ser sensible. También garantiza la credibilidad de su vínculo con Davis, que se da cuenta de que tan víctima de su escandalosa metamorfosis como la gente que ahora huye de él aterrada. E incluso cuando el animal crece y cambia, George sigue siendo el eje central de la historia.
“Supe inmediatamente que el núcleo emocional y el recorrido de la historia iba a servir de conexión entre ellos", explica Peyton y añade: "Al concederle tanta importancia, el resto de los elementos como los accidentes de avión, las explosiones y las batallas, revisten más valor porque ahora al espectador le importa si alguien va a vivir o a morir, si Davis y George van a volver a estar juntos. Me gusta hacer que las cosas sean lo más emocionantes posible, pero creo que si el espectador se divierte sin contar con emociones y desafíos reales, no tiene el mismo impacto. Quieres sentir algo; quieres vivir una experiencia completa.
“Los temas principales de la película son la confianza y la amistad", resume Peyton, "y hasta dónde llegarías para salvar a tu amigo”. A medida que la historia se va desarrollando, la distancia entre ambos es cada vez mayor.
Se trata de ofrecer un punto de vista con el que todo el mundo puede identificarse. Y John Rickard observa: "Davis no entiende por qué George se está volviendo más peligroso, para sí mismo y para el mundo que lo rodea. ¿Qué va a hacer entonces? ¿Qué harías? Yo también tengo un perro, y si se pone enfermo o se pierde nadie podría impedirme buscarlo o intentar curarlo porque forma parte de mi familia. Así es como Davis se siente con respecto a George, y ese es el factor emocional que sostiene la historia para que a la gente le parezca verídica”.
En general, en el ámbito de la historia, en el tamaño, en el alcance de la acción y en la proeza visual, los sets enormes, las criaturas gigantescas... todo lo que integra "Proyecto Rampage" se hace eco de la idea de "grande conoce a más grande”. La intención del director, dice, "fue sumergir al público en lo que pasa y no convertirse en meros testigos de algo que está sucediendo 'en algún sitio’. Quería que la gente sintiera que esas cosas aterradoras que son tan grandes y se mueven tan rápido están siempre a su alrededor. Quiero que sean parte de la acción tanto como sea posible”.
“Lo que me entusiasmó de 'Proyecto Rampage' fue la oportunidad de crear algo épico", añade Johnson. “Quiero decir que no sólo tenemos un gorila gigantesco, increíble, también tenemos un cocodrilo enorme que emerge de los pantanos de Florida, y un lobo increíblemente grande que viene del Noroeste... y luego está ese tipo enorme, calvo, marrón y tatuado corriendo con ellos", dice riendo. “El juego se basaba en jugar y romper cosas, y creo que encaja con esa idea. La historia arranca y, de repente, bang, sales pitando; te has subido a esta montaña rusa y todo es pura adrenalina”.
REPARTO Y PERSONAJES...
Davis Okoye es un respetado primatólogo que supervisa el hábitat de simios en el Refugio de Vida Salvaje de San Diego. Aunque está entregado a su trabajo y le gusta compartir sus conocimientos con aspirantes a estudiantes, Davis no esconde que prefiere la compañía de los animales a la de los humanos. En particular, aborrece los comportamientos egoístas de muchas personas.
Johnson describe a Davis como "un personaje fantástico que me ha encantado interpretar. En el pasado dirigió una unidad de lucha contra la caza furtiva de las Naciones Unidas, y eso fue después de años de servicio en múltiples conflictos en todo el mundo como parte de las Fuerzas Especiales del Ejército. Así que teniendo en cuenta todo lo que ha visto en su vida, ha perdido casi toda la fe en la humanidad”.
El vínculo singular de Davis con George comenzó cuando descubrió al bebé gorila escondiéndose de los cazadores furtivos que acababan de matar a su madre. Como George era demasiado vulnerable para sobrevivir en plena naturaleza, Davis llevó al cachorro a un nuevo hogar en el refugio, donde creció hasta la madurez. Se convirtió en un simio magnífico y majestuoso con un profundo sentido de la compasión, una personalidad lúdica y comunicativa... y un perverso sentido del humor.
“Son muy parecidos", dice Peyton, "Ambos son divertidos, ambos son machos alfa, y los dos son siempre los más grandes donde quiera que estén”.
Que Johnson fuera elegido como protagonista fue una gran ventaja para los guionistas a la hora de desarrollar ambos personajes, sobre todo para Cuse y Condal, que escribieron para él en "San Andrés”. Condal lo explica: "Lo teníamos bien calado. Tiene un aura de encanto a su alrededor y puede hacer cualquier cosa, así que eso nos dio mucha libertad. Dwayne aporta una calidez increíble a la relación y ayuda a George a ser un personaje comprensivo, lo cual es muy importante”. En cuanto a George, siempre se le trató como un ser vivo. Cuse afirma: "Saber que iba a ser una combinación de CG y captura de movimiento nos dio una gran libertad para dotar a George una personalidad y unas acciones realmente grandes y complejas”.
“Me encanta trabajar con Dwayne", afirma el director. “Es uno de los mejores socios creativos que he tenido; es increíblemente entusiasta e inspirador. Siempre está buscando maneras de asumir un papel más activo y se impone retos. Busca dar a sus fans algo que no han visto hasta ahora. En esta ocasión, dijo: 'En esta película quiero estar más asustado y que me den más golpes que en cualquier otra', lo cual no es tarea fácil teniendo en cuenta el tipo de películas que hace”.
Cuando su mejor amigo tiene problemas, Davis no traza ningún plan ni tiene una confianza ciega a salir bien parado. Todo lo contrario. No tiene ni idea de lo que lo espera ni cómo lo hará. Sólo sabe que George lo necesita, y es una llamada que no puede ignorar. “Davis hará todo lo que esté en su mano para salvar a George", afirma García. “Es un viaje que en última instancia podría aportarle cierta redención; podría volver a confiar en la gente y ese viaje empieza cuando conoce a la Dra. Kate Caldwell.
“Kate también ha vivido experiencias difíciles", continúa García. “Es una brillante científica que intentó salvar la vida de su hermano sin éxito mediante la edición genética. Se da cuenta que su investigación se aplica ahora para crear monstruos, por lo que sus lazos emocionales con esta situación son paralelos a los de Davis. Ambos están intentando hacer lo correcto, pero toman caminos diferentes para conseguirlo”.
Pero al principio, Kate es el ejemplo perfecto de lo que Davis piensa cuando le dice a ella que las personas harán cualquier cosa para obtener lo que quieren. Ella lo engaña sobre el alcance de su participación, y sobre su verdadero interés en rastrear este patógeno hasta su origen. “Valora la honestidad y la confianza por encima de todo, así que tan pronto como descubre que ella le ha estado mintiendo, la detiene y no quiere tener nada que ver con ella", dice Harris. “Pero luego ella le cuenta la horrible historia de lo que le sucedió a ella, y por qué está aquí, y le toca una fibra muy profunda. Es por eso que acepta ayudar”.
Kate es una científica joven e idealista y le cortejó una empresa de bioingeniería llamada Energyne. Sin embargo, sus jefes estaban desviando secretamente sus resultados a su propio programa de armas de ADN, cuyos resultados son espeluznantes. Ahora, Kate está convencida de que tiene que haber una forma de controlar a estas criaturas, una especie de interruptor de "apagado", que podría encontrar si consigue llegar a tiempo a su antiguo laboratorio. Y para lograrlo, necesita a Davis.
Rickard dice: "Encontrar a la actriz perfecta para el papel de Kate era crucial en muchos sentidos. Necesitábamos a alguien que pudiera estar a la altura y ser un socio fuerte y capaz para Davis, alguien que pudiera aportar una profunda compasión y comprensión, y, sobre todo, alguien que tuviese el talante natural para que cuando hablara de los aspectos científicos y técnicos de la historia, el público la creyera inmediatamente. Naomie aportó eso y mucho más. Ella y Dwayne formaron un gran equipo”.
“Su interpretación es el pegamento que mantiene todo unido", añade Peyton. “Naomie hizo un trabajo espléndido sumergiéndose en la acción y mostrando miedo y determinación a partes iguales ante cada nuevo obstáculo”.
Para Harris, el entusiasmo de Peyton por el proyecto fue una de las razones para aceptar un papel tan diferente a lo que había hecho anteriormente. “No sabía lo que me esperaba, pero la primera vez que hablamos sobre el tema, cuando colgué el teléfono sentí que podía gobernar el mundo", dice. “Y fue así todos los días que pasé en el set. Me encantó el guión. Creo que en cierto sentido me enamoré de George, y me fascinó la idea de ese hombre que no se comunica con las personas pero que le abre su corazón a este animal extraordinario. Además, me gustó lo fuerte e inteligente que es Kate, y en general el tono lúdico de la acción”.
Pero cuando Davis y Kate unen sus fuerzas, George ya está bajo custodia: sedado y cargado en un avión de transporte militar, por orden del agente Russell, bajo el ambiguo paraguas de la OAG, u "Otra Agencia Gubernamental”. Les invita a unirse a la fiesta, con una actitud agradable pero sin ocultar su incuestionable autoridad.
Jeffrey Dean Morgan, que interpreta a Russell, dice: "Es tan profundo y está tan bien conectado y es tan poderoso que nadie ha oído hablar de él oficialmente, y sin embargo, el agente Russell es el mejor 'solucionador de problemas'. Es una verdadera pieza, un tipo rudo encubierto”.
“Me encanta cómo lo ha interpretado Jeffrey porque no sabes si es un tipo bueno o un malo; no sabes cómo catalogarlo", dice Peyton. “Viste un traje perfectamente planchado con una hebilla de cinturón de plata de estilo texano y lleva un .45 dorado con un mango de nácar. Tiene un aspecto tranquilo pero no se pierde nada de lo que ocurre a su alrededor”.
“La hebilla del cinturón es idea de Brad", reconoce Morgan, aunque estaba totalmente de acuerdo con ella, y cómo influye en la personalidad general del agente. “Russell es un auténtico vaquero. Cuando Russell entra en una habitación, es el amo. Tiene buenos modales, como un buen caballero sureño, pero también un sentido del humor sarcástico que utiliza para despistar a la gente, y una manera de decir las cosas que te preguntas qué está queriendo decir en realidad”.
Era fundamental que Russell se enfrentara a Davis y tuviera una actitud parecida ya que sus mega-personalidades colisionan más de una vez y sus interacciones siempre son pura dinamita. “Dwayne es un tipo formidable", dice Morgan, "Recuerdo haber pensado: 'Cuando nuestros personajes se encuentran por primera vez, lo que hago es ponerme frente a él, acercarme e inclinarme sobre él’. Como provocándole”.
Johnson está de acuerdo y dice: "Jeffrey aporta esa misma fanfarronería y machismo, pero lo hace con una sonrisa y un guiño genial, lo que siempre es más peligroso... y más entretenido”.
Sin embargo, aunque parece imperturbable, Russell recibe una sorpresa del tamaño de Texas cuando su carga de dos toneladas se despierta repentinamente y decide que quiere salir. Y ya. De hecho, a las tres gigantescas criaturas les llaman de casa a través de una baliza de alta frecuencia y nadie ni nada pueden impedirles llegar hasta allí ya sea por tierra, mar o, en el caso de George a 10.000 metros por el aire.
Su objetivo es Chicago, la cima de una torre en el distrito del centro. Allí se encuentra el laboratorio ficticio de Energyne, en las oficinas de Wyden Technologies de los ex jefes de Kate, Claire y Brett Wyden, que interpretan Malin Akerman y Jake Lacy. Claire está llamando a sus guerreros para que vuelvan a casa, creyendo que ahora tiene la llave para controlarlos.
En una historia que se centra en el ADN resulta ridículo que estos hermanos se parezcan tan poco. Claire, el cerebro del equipo, es un parangón del mal y del ego, mientras que Brett es una mezcla más nauseabunda de avaricia y cobardía. Es el tipo de persona a la que le gustaría gobernar el mundo pero sin salir de su zona de confort.
“Claire es inteligente y manipuladora, es un personaje maravilloso de interpretar", dice Akerman. “Ella está obsesionada con el dinero y está un poco chiflada, sobre todo cuando las criaturas empiezan a destruir la ciudad, algo que no le importa en absoluto. Proyecto Rampage es su bebé, su mayor éxito, y cualquier persona o cosa que se interponga en su camino morirá”.
Akerman lo reconoce: "Jake y yo nos preguntamos por qué Claire no lo había matado ya porque no tiene mucho que ofrecer al proyecto o a la empresa, pero supongo que es la única familia que tiene”.
Para defender a su personaje, Lacy dice: "Brett creció con dinero, lo que le permitió comportarse como le viniese en gana, comprar lo que quisiera y hacer su voluntad. Le gusta divertirse y comprar yates. En cuanto al Proyecto Rampage, no tiene el control. Si tuviera alguna duda sobre lo que están haciendo, aparte de ir a la cárcel, es probable que no hiciera nada al respecto porque le tiene pavor a su hermana”.
“Nuestros villanos son fríos y depravados, pero también son divertidos", dice Peyton, quien llama a la pareja "la reina de hielo y el hermano inepto". Me divertí mucho con ellos. Ella piensa que eso del ADN va a hacerla famosa: es su visión, su orgullo y su alegría. Mientras que Chicago se va derrumbando alrededor de ellos, Brett se limita a decir: '¿Es que no podemos subirnos a un helicóptero y largarnos de aquí?’”
Para mantenerse al margen de la ley, los Wyden han realizado su investigación encubierta en una estación espacial privada, donde tienen autoridad absoluta y donde el posible fallo no les alcanzaría para morderlos. Literalmente. Esta vez, cuando su último experimento fracasa estrepitosamente, y la estación explota y se estrella en la Tierra, dispersando bidones del patógeno de última generación, es la prueba que Claire necesitaba para saber que Proyecto Rampage es un éxito. Todo lo que queda por hacer es recuperar las muestras.
La primera llamada de Claire es a Burke, el confidente y avezado líder de un equipo de mercenarios al que Brett denomina "Killers R Us”. Joe Manganiello, que interpreta a Burke, dice: "Le han enviado a buscar ese objeto, así que para él es como ir a comprar un cartón de leche; un trabajo nada digno de su habilidad y de la de su equipo. Lo que no sabe es que dentro había un mutágeno experimental, de nivel farmacéutico que se abrió en el impacto y que ya ha llamado la atención de un animal”.
Lo que sigue es un frenético encuentro en los bosques de Wyoming entre Burke y sus mejores hombres, armados hasta los dientes con avanzados equipos militares, y un lobo del tamaño de dos autobuses de dos pisos y rápido como una bala de cañón. Para prepararse, Manganiello y sus compañeros pasaron días saltando de helicópteros, tocando el suelo al tiempo que corrían, ya que sus personajes se embarcan en lo que resulta ser la tarea más letal de sus carreras.
“El trabajo de previsualización fue muy interesante. Muchas de las grandes secuencias de acción se hicieron preliminarmente en el iPad de Brad", revela Manganiello, así que es como un videojuego de los años 90. Ves al equipo interactuar con ese lobo gigante y lo ves todo, todos los ángulos de la cámara y el tiempo, por reacción y por disparo. Nuestro trabajo es dar vida a lo que Brad ha imaginado en su cerebro”.
P.J. Byrne interpreta a Nelson, el colega de Davis en el refugio de vida salvaje, que trata de ayudar a George en la etapa inicial y desconcertante de su transformación. “George se ha metido en el recinto del oso pardo y el oso, el animal terrestre más peligroso del mundo, ha resultado asesinado, lo que resulta aterrador", explica Byrne. “Las paredes tienen 6 metros de alto y eso es dos veces la altura que un gorila puede saltar, así que parece imposible... hasta que le vemos y nos damos cuenta de que es mucho más grande que hace unas horas”.
Para completar el reparto principal, Marley Shelton realiza una interpretación muy exigente físicamente dando vida al Dr. Atkins, un científico investigador a bordo de la condenada estación espacial de Wyden, que lucha por mantenerse con vida mientras su último sujeto del test se vuelve peligrosamente loco, en una escena de apertura desenfrenada con la que arranca la historia. Breanne Hill y Jack Quaid son los estudiantes de primatología del centro, Amy y Connor; Demetrius Grosse es Blake, el asediado coronel del ejército, que defiende Chicago de enemigos escurridizos e imparables que hasta entonces sólo había visto en sus pesadillas; Will Yun Lee es el Agente Park del FBI, que se acerca a las instalaciones de Wyden; y Matt Gerald es Zammit, uno de los mejores hombres de Burke. Rastrea a un animal cuya pata deja una huella suficientemente ancha para que un hombre caiga dentro.
“Todos los actores que contratamos aportaron originalidad y energía a sus actuaciones, desde Dwayne y Naomie y todo el elenco principal, hasta los papeles secundarios. Todo el mundo destaca", dice Peyton.
GEORGE...
“He tenido el placer de compartir la pantalla con muchos actores extraordinarios, pero nunca con un gorila", dice Johnson.
Para que la relación más importante de la película sonara auténtica, era fundamental que el público aceptara a George como lo hace Davis: una personalidad genuina, reflexiva, juguetona, cariñosa y divertida, o que se enfada o se asunta repentinamente. Para Peyton, eso significaba un personaje de captura de movimiento a través del cual un actor pudiera transmitir suficiente emoción para dar vida a ese animal en la pantalla.
“Hago muchas películas con efectos especiales", dice el director, "pero sigo siendo un gran fan de rodar todo lo que puedo con la cámara. Y dado que la dinámica más importante en esta película se produce entre Davis y George, no construir cosas alrededor de los dos actores que interpretan los papeles parecía temerario. Quiero que el público se enamore de George”. Con ese fin, Peyton eligió al actor de captura de movimiento Jason Liles, y señala: "Le hicimos un escáner del rostro y se lo pusimos a George, así que los ojos de George son los de Jason, las expresiones de George son las expresiones de Jason”.
Una de las muchas ventajas de ese enfoque es el humor y la despreocupación que Liles traslada al personaje, sobre todo en el arranque de la historia. “En muchos sentidos, George es como un adolescente", dice el renombrado supervisor de efectos visuales Colin Strause, que vuelve a trabajar con Peyton después de su colaboración en "San Andrés". “George es un bromista. Hace muchas bromas privadas con Davis y Jason lo expresa con una gran credibilidad. A pesar de la extraordinaria transformación física de George, no puedes tratarlo como un efecto visual”.
Strause empleó un sistema de captura óptica que involucraba un set envolvente de 32 cámaras sintonizadas con las superficies reflectantes del traje de captura de movimiento, así como "cámaras testigo", lentes de cine estándar utilizadas como referencia de backup. Al ver la secuencia reproducida en una pantalla, sabían lo grande que sería comparado con el resto de fragmentos de una escena, para asegurarse de que todos los movimientos estuvieran sincronizados.
Algunas veces, cuando Johnson, Harris u otro miembro del reparto interactuaban con versiones excesivamente grandes de George delante de un montaje de pantalla verde, Peyton subía a Liles a una plataforma para que pudieran mantener el contacto visual con él en lugar de fiarse de un marcador de posición inanimado.
Liles entrenó muchísimo con el especialista en acrobacias y el coach de movimientos Terry Notary, conocido por las películas de "El planeta de los simios". Aprendió a sentarse, estar de pie, y tener la postura de un gorila, un proceso tanto psicológico como físico, que incorporaba momentos de inmovilidad y el uso consciente de la energía. Además, Liles usó prótesis para alargar sus antebrazos.
Lo más complicado fue el hecho de que el actor de 2,05 metros de altura tenía que adaptarse constantemente a la transformación de George. Peyton afirma: "Dependiendo de si estás interpretando a un gorila de 225, 450 u 8.000 kilos, tus movimientos tienen que ser diferentes a la hora de representarlo. “Además, está la actuación y el ritmo, como haría cualquier otro actor. Hay que considerar muchos factores. Jason se partió el lomo con nosotros, hizo un trabajo magistral y está claro que ha valido la pena”.
Dos meses antes del rodaje, los realizadores contactaron con Tara Stoinski, CEO y directora científica de Dian Fossey Gorilla Fund International, para que les asesora sobre aspectos como la personalidad y el comportamiento, así como para obtener una mayor comprensión del estatus de la especie en todo el mundo. La fundación Fossey está vinculada al Zoológico de Atlanta, que alberga la mayor población de gorilas cautivos de Estados Unidos. El equipo de filmación también pasó tiempo en esas instalaciones, al igual que Liles, observando y consultando con otros expertos.
Además, la producción reclutó al entrenador de lenguaje de signos Paul Kelly para que enseñara a Liles y Johnson lo que necesitaban saber, ya que es así como George conversa con su amigo humano. Kelly también trabajó estrechamente con Notary porque los signos de los gorilas son más limitados y sencillos debido a su limitada destreza. Para ciertas palabras que no tienen un signo estándar, como "cazador furtivo", Kelly lo sustituyó por "cazador", y después lo acortó por "cazar", lo que sería suficiente para que Davis y George pudieran entenderse.
Para recoger información para el diseño y el protocolo de las escenas de laboratorio, los realizadores también contaron con el químico y bioingeniero James Dahlman, cuya especialidad fue la edición de genes in vivo en el Broad Institute of Harvard y en el MIT, como asesor tecnológico de laboratorio de producción genética.
DESTINO CHICAGO...
La escena más grande de la película es la batalla que destruye 10 manzanas de una zona del centro de Chicago parcialmente evacuada. Es algo que el público no ha visto jamás, suponiendo que nunca hayan visto un gigantesco cocodrilo mutante escalando un rascacielos y un lobo de 13 toneladas que dispara espinas por la cola. “Utilizar la tecnología CRISPR nos dio mucha libertad creativa. No solo hay tres criaturas monstruosas en esta película, además no dejan de crecer y adquieren nuevos poderes y habilidades que no existían al principio", dice Rickard.
En su pico de crecimiento, el lobo voraz mide 15 metros de alto y 25 de largo, pesa 13,8 toneladas. Por su parte, el cocodrilo mide 18,50 x 68 metros y pesa nada menos que 150 toneladas, con mandíbulas que atraviesan edificios y vehículos como si fueran algodón de azúcar.
Gran parte del campo de batalla se diseñó para reproducirlo a escala en escenarios físicos en el estudio de 30 acres de Third Rail Studios en Atlanta. Estas instalaciones habían sido una planta de ensamblaje de GM y sirvieron como base de operaciones de la producción. El resto se realizó digitalmente. Un equipo que incluía al reconocido director de fotografía aérea Fred North viajó a Chicago para tomar imágenes detalladas a partir de las cuales se construyeron los sets.
El equipo de Weta Digital, dirigido por el supervisor de efectos visuales Erik Winquist, fue el único responsable de las criaturas, mientras que Hydraulx VFX, cofundado por Colin Strause, se ocupó de casi todo lo demás. El objetivo consistía en que los actores interactuaran con monstruos generados por ordenador y grandes bloques de hormigón, acero y vidrio cayendo de la forma más realista posible, con tomas de primeros planos y planos medios que se fundían en fondos con mayor profundidad porque Peyton se compromete a que los espectadores vivan en primera persona la emoción de la acción, pero también le gusta hacer lo mismo para sus actores.
Cuando se trata de criaturas que atacan la torre donde Davis y Kate están atrapados con Claire y Brett Wyden, Strause dice: "Construimos casi el 70% de la azotea. Tenía una pantalla verde a su alrededor para las ampliaciones digitales, pero era un set de tres pisos y medio y todo estaba diseñado para que temblara. Todo se movía”. En la escena en la que George está saltando y arrancando la antena, en medio de un asalto militar con aviones de combate A-10, afirma: "Estábamos escombros de verdad a los actores y parecía que se les iba a caer encima”.
Peyton recuerda: "Llegado un momento le pregunté a Dwayne: '¿Has hecho alguna vez algo a esta escala antes?' y él me contestó: "No, hermano, nunca he hecho nada parecido’. Esto es como saltar sin saber si se va a abrir el paracaídas, llevarlo todo al límite, y vamos a conseguirlo”.
Desde el punto de vista de los actores, Johnson dice: "Fue fantástico porque había destrucción por todas partes, metal retorcido, hormigón y máquinas de hacer humo, y un gran equipo para asegurarse de que todo funcionaba bien. Y eso es lo mejor que le puede ocurrir a un actor. Lo vives a tope. Estás viviendo una experiencia increíble como actor”.
Strause, que trabajó estrechamente con el director de fotografía Jaron Presant y el diseñador de producción Barry Chusid, ambos compañeros en "San Andrés", describe algunos de los procesos en el Federal Plaza: “Es una manzana entera, además de las calles laterales, y nuestro plató era lo suficientemente grande como para poder hacerlo a escala. Gracias a la vista preliminar veíamos donde se situarían los seres humanos -no los planos de criatura porque todos eran digitales- y mapeamos el recorrido que tenían que hacer todos desde una vista aérea. Después, el departamento de arte lo dividió en regiones, o islas, para que pudiéramos rotarlos, y trabajamos con Barry para ampliarlos para que Jaron pudiera colocar la iluminación y los equipos alrededor de ellos. Parecían trozos totalmente desconectados, pero todas eran piezas del rompecabezas”.
Además, al integrar lo real y lo digital, Strause dice: "Usamos un sistema llamado N-Cam, que es un pequeño sistema de cámara virtual que se conecta en la parte frontal de la cámara y que permite ver en el mismo set la ampliación generada por ordenador en tiempo real. Una vez que lo alinea, cada vez que inclina hacia arriba, puedes ver en el visor la pantalla verde con Dwayne, o las estructuras generadas por ordenador, o los animales. Resulta muy útil porque cuando estás rodando un espacio enorme con una criatura muy alta y seres humanos pequeños en primer plano, debes asegurarte de que no estás viendo las rodillas de la criatura en cada plano. Dwayne va a estar increíble, tiene que estarlo porque hay un lobo de 15 metros y un gorila de 12 metros en el fondo, y si no puedes concentrarte en todo al mismo tiempo, no podrás incorporarlo a la acción de forma correcta”.
Chusid comenta: "Me encanta trabajar con Brad porque es muy concreto. Pasamos del guión a la maqueta en 3D y luego tenemos que averiguar dónde estás sus planos y qué es factible. Hacemos pizarras y previsualizaciones, construimos el set, y si hay números de acrobacia tenemos a [supervisor coordinador de dobles] Allan Poppleton que diseña la coreografía mientras la construimos. Trabajamos con Colin para ubicar a las criaturas y todo lo que no podemos ver, y también con efectos físicos para cosas como el avión C-17, porque es un avión grande y tenemos que construirlo en algún sitio y no hay suficiente espacio en el plató”.
El avión se construyó en el plató del estudio tanto en su totalidad como una sección truncada que podía girar sobre un cardán en un ángulo de 60 grados. En la escena, una explosión provoca un gran agujero a su costado que hace que el avión caiga en picado con Davis, Kate, George y un inconsciente Agente Russell a bordo.
Las llamas y otros efectos se añadieron en la posproducción. Peyton afirma: "Quería rodar todo lo posible con la cámara, y después mejorarlo en posproducción. Se colgó de los cables a los actores y al equipo de especialistas y Dwayne rebota alrededor del avión agarrándose a duras penas a las manillas mientras los objetos pasan volando. Contamos con ventiladores enormes que hacían tanto ruido que el reparto y el equipo tenían que gritar para entenderse. Fue muy complejo, especialmente con George corriendo como un loco y todos los elementos de montaje que se necesitaban. La planificación duró meses, pero valió la pena”.
“A Brad le encanta trabajar con los actores. Les escucha de verdad. Y es un genio en los aspectos técnicos", resume Flynn. “Entiende cómo funciona la cámara, la iluminación, los efectos visuales, cada detalle, y se prepara concienzudamente; no deja nada al azar. Esta es nuestra tercera película juntos, y creo que es uno de los mejores directores de acción de la industria del cine”.
Para Peyton y todo el equipo de realización de la película, el objetivo era que "Proyecto Rampage" tuviera grandes dosis de diversión, emoción, acción inmersiva y espectáculo: un gran homenaje al género, ejecutado a gran escala. Esa fue su misión y su inspiración desde el primer día. Pero, en medio de todo eso, nunca perdieron de vista las temáticas importantes como la confianza, la lealtad y la amistad, que van tejiéndose no sólo a lo largo de la historia, sino en la banda sonora de la película, obra del compositor Andrew Lockington.
“La película transcurre a través de muchos estados de ánimo diferentes: es divertida, conmovedora, aterradora; hay aventura y peligro. Como compositor, explorar ese abanico de emociones y contrastes en la música es un verdadero privilegio", dice Lockington, que trabaja por cuarta vez con el también canadiense Peyton.
Lockington incorporó algunos elementos no tradicionales como El Coro Infantil Africano, y tambores Taiko japoneses, así como las sorprendentes vocalizaciones de monos aulladores que grabó en Costa Rica, sobre lo que dice: "Si lo pasas por la electrónica, lo modulas y lo estiras, el sonido es fantástico. Además, el videojuego tenía un efecto de sonido cada vez que el gorila golpeaba un edificio. Ese tipo de sonido no tendría sentido en la película en su forma original, pero sintetizamos nuestro propio sonido de 8 bits y lo incorporamos a la percusión”.
La banda sonora pasa de lo natural a influencias más electrónicas a medida que avanza la historia, reflejando cómo el mundo moderno está modificando el mundo animal, con la única excepción de la conexión entre Davis y George. “Cuando están juntos, la música retoma un tema específico, para ayudar a mostrar que, a pesar de todo el caos que los rodea, están unidos y nada puede interponerse entre estos dos grandes amigos", dice Lockington.
Peyton, que comenzó a trabajar con el compositor en sus primeras producciones, dice: "Intento ver la película totalmente terminada en mi cabeza antes de empezar a rodar con la cámara, y eso incluye no sólo lo visual sino también lo auditivo. Le doy muchas vueltas para que el diseño del sonido y la música tengan un impacto en la narración. Con 'Proyecto Rampage', estábamos construyendo nuestra propia marca y definiendo nuestro propio mundo, y gran parte de eso fue descubrir cómo sonaría la música. Así que a mí me gusta hablar de todo esto lo antes posible.
“Todo se reduce al tipo de experiencias y emociones que quieres ofrecer", concluye el director. “Con 'Proyecto Rampage', creo que el público disfrutará de toda esa acción que les encanta ver con Dwayne Johnson, la estrella de cine más grande del mundo, pero también verán su corazón. Crecí en un pueblo pequeño donde no había mucho que hacer, y mi escapatoria fue el cine. Era una forma de sentirse motivado y emocionado, y todo lo que quieres de una gran película en la pantalla grande. Por eso era un gran fan de pequeño y por eso empecé a hacer películas”.
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