PREMIOS Y FESTIVALES

- Seminci de Valladolid 2015: Sección Oficial
- Festival de Montreal 2015: Mejor actriz, Premio del público

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INFORMACIÓN EXCLUSIVA

   La REINA CRISTINA fue una revolucionaria, una libre pensadora, conocedora del arte y las ciencias, precursora del movimiento feminista con varios siglos de antelación y una política visionaria que ya pensaba en un nuevo concepto de Europa.
  Nacida en 1626 y coronada cuando tenía 6 años de edad, la Reina Cristina es aún hoy figura controvertida en Suecia y una de las personalidades más fascinantes de la historia Europea. Es un personaje que fue por primera vez interpretado en la pantalla con gran éxito en 1933 por Greta Garbo, aompañada de Lewis Gilbert, en el clásico de Rouben Mamoulian titulado REINA CRISTINA DE SUECIA.
  Pero el idiosincrásico director y productor Mika Kaurismaki, quién trabajó una década en la financiación de la película, nunca concibió el proyecto como un “period piece”, una película de época, sino como una obra dramática con una protagonista excluyente que fuera a la vez una mujer ejecutiva, contradictoria, excéntrica y solitaria.
  Para ello Kaurismaki trabajó estrechamente durante varios años con el escritor, dramaturgo y actor canadiense, basado en Quebec, Michel Marc Bouchard, autor de la obra 'Lilies' adaptada más tarde al cine y que obtuviera Cuatro Premios Genies, incluyendo el de Mejor Film Canadiense.  Bouchard, quien había ya trabajado como guionista de Xavier Dolan  en 'Tom at the farm', basada además en una obra suya, había escrito una  historia de la Reina Cristina, titulada 'Christine la reina hombre', estrenada en Montreal  en 2012 y dos años más tarde, en 2014 traducida al  idioma inglés, en el Festival de Stradford ,  donde fue presentada como 'Christine, The girl king' que es el título original elegido por Kaurismaki para su película. 
  Este retrato de Cristina, interpretado por Malin Buska, comienza cuando la Reina tiene 6 años en 1633. Su querido padre y héroe Protestante, el Rey Gustavo Adolfo II ha muerto en la batalla de Lützen, sin descendencia masculina para el trono aunque se ha asegurado que su hija sea legalmente reconocida como heredera y que por tanto sea educada como hombre y con todos los privilegios que se le reconocen por su sexo.
  Cuando Cristina es coronada a los 18 años en 1644, su  juramento es como Rey, de acuerdo a los deseos de su padre, aunque es reconocida como “la Reina”  En ausencia de su distante y glacial Madre (interpretada por Martina Gedeck), quién ha perdido por cierto el uso de la razón por la muerte de su marido aunque tampoco le perdonó a Cristina que hubiera nacido mujer. Así creció, inteligente, masculina y solitaria, Cristina en la Corte Real, bajo la mirada paternal y precisa del Canciller Axel Oxenstierna (interpretado por Michael Nyqvist), quién le será fiel hasta el final. Pero cuando la tremenda inteligencia de la joven Monarca se desarrolla hasta convertirse en un formidable intelecto, la Reina de manera sutil y concreta introduce sus propias ideas, escuchando cada vez menos los consejos de su Canciller. Concretamente, Cristina desea traer la paz y la educación al país, que deberá desarrollar y proteger aspectos claves del Reino como la cultura, el arte y la literatura. Con su penetrante inteligencia, la Reina desafía para siempre las aceptadas nociones de religión y filosofía, algo escandaloso de asumir  para los conservadores miembros de la Corte. “A través de esta personalidad única quisimos retratar un ser humano moderno deseoso de romper con las caducas estructuras de pensamiento que era precisamente lo que buscaba la Reina, acosada por conspiraciones que impedían el desarrollo de políticas importantes”, acota Kaurismaki.
  La Corte de Suecia se siente horrorizada por las ideas de Cristina e intenta comprender su apariencia no convencional y su comportamiento masculino. La joven y desprejuiciada soberana, por otro lado, no tiene intenciones de aceptar ninguna proposición matrimonial y mucho menos tiene  en su mente planes para proveer  al Reino con un heredero propio dado que no desea ser explotada por un hombre “como si fuera una campesina que trabaja la tierra que le han dado.” Ni tampoco sobrellevar el riesgo de la locura,  “de la misma manera en que lo enfrenta su madre.”
  Muy por el contrario su relación más estrecha es con la joven Condesa Ebba Sbarre (interpretada por Sarah Gadon) a quien convierte en su Dama de Compañía y le otorga el rango de la Compañera de Lecho de la Reina, es decir la persona dedicada a calentar las sábanas para que la Reina no tuviera frío. 
  También la Reina busca a los pensadores más modernos de Europa, entre ellos al filósofo francés René Descartes (interpretado por Patrick Bachau) con quien inicia una correspondencia espiritual y a quién invita luego a viajar a Estocolmo. Descartes escribe su último tratado “Las Pasiones del Alma” y lo dedica a Cristina.
  “Cristina es un personaje tan complejo que Mika y yo  no cesamos  de discutir las múltiples aristas de su personalidad, comenta Michel Marc Bouchard,  mientras ambos discuten sobre cómo encontraron el camino para indagar una personalidad como la suya. “Cristina fue educada para ser Reina, para mandar y ser un animal político, pero sus muchos aspectos emocionales, sus deseos personales, fueron dejados de lado en su educación. Así es que cuando los focalizo, utilizo la relación entre Cristina y Ebba para darlos a entender. Usé dicha relación introduciendo además a Rene Descartes quién ayuda a entender mejor los tumultos emocionales que la invadían.”
  La llegada de Bouchard al proyecto, luego de ser contratado por Triptych Media para escribir el guion, le otorgó al mismo una inusual relevancia. “He trabajado con varios guionistas en mis películas, comenta Kaurismaki, pero nunca encontré el tono justo con ellos. No quería hacer una película de época, ni tampoco una de guerra al uso. Le dije a Michel Marc el tipo de película que buscaba hacer y lo entendió desde la primera síntesis.
  Escribir un film dramático basado en figuras históricas se convirtió en un desafío insólito para Bouchard.  “Lo que hice fue contar una historia y dejar a los personajes que la llevaran adelante”, explica el autor y guionista. “Tengo que hacer que los personajes sean míos. Convertir a Cristina en un personaje que me recuerde lo que yo hago o que por lo menos piense lo mismo que yo.” 
  El rodaje tuvo lugar durante 40 días entre Febrero y Abril de 2014,  en el Sudoeste de Finlandia, en el castillo y la catedral de Turku, aunque luego se rodaron secuencias adicionales en la región de Bavaria en Alemania.
  “He trabajado en el desarrollo de REINA CRISTINA durante un largo tiempo. He visitado muchos países, innumerables locaciones, castillos, iglesias y catedrales.
  Siempre digo que podría trabajar como un guía de castillos europeos, ríe Kaurismaki. Cuando finalmente llegué al castillo de Turku, me dije que las visitas habían terminado, ya que esta locación era la ideal para el rodaje. Tenía todo lo que necesitábamos y podíamos concentrar el rodaje en un solo castillo, Más aún, la catedral era perfecta.” “La actual Catedral de Estocolmo ha cambiado tantas veces que tiene ahora un estilo diferente al original. Turku es uno de los pocos castillos que tiene el aspecto de la época. Y por cierto pertenece a mi país de origen. Por lo que recibimos apoyo de la ciudad de Turku y de la Comisión de Cine  de Finlandia Oeste, que fue muy importante para la producción. Nos recibieron calurosamente y nos ayudaron a que sucediera.”
  Una rara coincidencia aunque proveniente de la rumorología: según se comenta, Cristina fue concebida en el castillo de Turku. “Me sentí muy bien rodando allí.”, termina Kaurismaki.

  Durante su estreno mundial en el Festival du Films du Monde en Montreal 2015, el film de Mika Kaurismaki obtuvo dos importantes galardones.
  Por un lado, Malin Buska recibió el Premio a la Mejor Actriz por su interpretación de la Reina Cristina de Suecia y por otro lado la película recibió el Premio del Público al film más Popular del certamen.
  El periódico canadiense La Presse subrayó que  “por momentos REINA CRISTINA es un film épico tradicional, con un magnífico vestuario, cabalgatas y escenas de esgrima, pero lo que rompe el molde es la interpretación de Malin Buska de Cristina, su aplomo, su energía, su apariencia varonil, su curiosidad intelectual, su comunicación con el filósofo Descartes y el hecho que ese pensamiento directo y desafiante se transforme en realidad en el corazón de la historia y en el centro mismo de la película.”
  Por su parte, Malin Buska declaró que “la oportunidad de elaborar el personaje otorgándole el poder personal e intelectual de la Reina fue un desafío que pude hacer realidad. En verdad  que fue un regalo para mí compartir la trayectoria del personaje con los espectadores y me ha conmocionado su reacción y la atracción que han sentido con la psicología de la misma Reina.