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SPENCEER
INFORMACIÓN
Titulo original: Spencer
Año Producción: 2021
Nacionalidad: Inglaterra, Alemania, Chile
Duración: 116 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Drama
Director: Pablo Larraín
Guión: Steven Knight
Fotografía: Claire Mathon
Música: Johnny Greenwood
FECHA DE ESTRENO
España: 19 Noviembre 2021
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Diamond Films


SINOPSIS

Lo que debería ser un maravilloso respiro navideño con sus hijos en la finca de Sandringham, en cambio, se convierte en una sucesión de obligaciones no deseadas. Mientras tanto, el Príncipe Carlos de Inglaterra está retozando abiertamente con Camilla Parker-Bowles, lo que obliga a Diana a interpretar el papel implacable de la amada y fiel esposa delante de los paparazzi que siguen cada uno de sus movimientos. ¿Aceptará su posición o se revelará y por fin vivirá su vida tal y como desea?...

INTÉRPRETES

KRISTEN STEWART, TIMOTHY SPALL, SALLY HAWKINS, JACK NIELEN, FREDDIE SPRY, JACK FARTHING, SEAN HARRIS, STELLA GONET, RICHARD SAMMEL, ELIZABETH BERRINGTON, LORE STEFANEK, AMY MANSON, JAMES HARKNESS, LAURA BENSON, WENDY PATTERSON, JOHN KEOGH

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NOTAS DEL DIRECTOR...
    Todos crecimos entendiendo lo que es un cuento de hadas, pero Diana Spencer cambió para siempre el paradigma y los iconos idealizados que crean la cultura pop. Ésta es la historia de una princesa que decidió no convertirse en reina, sino que eligió construir su propia identidad. Es un cuento de hadas al revés. Siempre me ha sorprendido mucho su decisión y pensé que debía haber sido muy difícil. Ese es el corazón de la película. Quería explorar el proceso de Diana, mientras ella oscila entre la duda y la determinación, haciendo finalmente una apuesta por la libertad, no solo para ella sino también para sus hijos. Fue una decisión que definiría su legado: uno de honestidad y humanidad que, hasta día de hoy, no tiene precedentes.
  Realizar 'Jackie' (2016) hizo que me interesara aún más por descubrir y revelar las personalidades íntimas de las mujeres que cambiaron el siglo XX. Tanto Diana como Jackie construyeron su identidad por sí mismas, no necesariamente en relación con los hombres con los que estaban casadas. Ambas entendieron cómo utilizar los medios de comunicación de su época para transmitir ciertas versiones de sí mismas al mundo exterior, aunque lo hicieron de maneras muy diferentes.
  Cuando Diana decide dejar a Carlos, la familia y la vida que llevaba, es una decisión que toma por sí misma, al darse cuenta de que su propia identidad le importa más que la de la familia real o la nación. Pero no hay holgazanería en esta decisión, lo hace porque lo necesita. Vive en un entorno que la aplasta, la minimiza, por lo que debe protegerse a sí misma y proteger a sus hijos. El proceso de Diana, entre la duda y la determinación, durante un período muy condensado, las vacaciones de Navidad en Sandringham, puede que sea solo un pequeño vistazo a su vida, pero puede decir mucho más que eso. Es toda una vida reflejada en unos días.
  Se ha escrito mucho sobre Diana, en periódicos, libros y revistas. Las historias son infinitas: algunas pueden probarse, otras no. Hicimos una extensa investigación sobre ella, las tradiciones navideñas de la Casa Real y las anécdotas de fantasmas en Sandringham. Sin embargo, la familia real es notoriamente discreta. Pueden aparecer públicamente en algunas ocasiones, pero llega un momento en que las puertas se cierran y, una vez que lo hacen, no sabes qué está pasando detrás de ellas. Eso deja mucho espacio a la ficción; ese fue nuestro trabajo. Nuestra intención no fue hacer un docudrama, queríamos crear algo tomando elementos reales y luego usar nuestra imaginación para contar la vida de una mujer con las herramientas del cine. Por eso el cine es tan fantástico: siempre hay espacio para la imaginación.
  Por supuesto, para una película basada en personajes reales como ésta, los actores son de suma importancia. Una buena relación entre la actriz principal, la cámara y yo fue clave para construir un personaje que todo el mundo cree que ya conoce.
  Kristen Stewart es una de las grandes actrices de la actualidad. Ella está donde está ahora porque tiene algo muy importante en el cine, que es el misterio. Kristen puede ser muchas cosas; puede ser muy misteriosa, muy frágil y, en última instancia, también muy fuerte, que es lo que necesitábamos. La combinación de esos elementos me hizo pensar en ella. La forma en que respondió al guion y cómo se acercó al personaje fue algo hermoso de ver. Creó algo sorprendente e intrigante al mismo tiempo. Como cineasta, cuando tienes a alguien que puede sostener un peso tan dramático y narrativo solo con la mirada, tienes a una protagonista que puede brindar lo que esperas. Ella es una fuerza de la naturaleza.
  Para construir el personaje de Diana, no solo queríamos crear una imagen replicada de ella, sino usar el cine y sus herramientas, como el tiempo, el espacio y el silencio, para crear un mundo interno que lograra el equilibrio adecuado entre el misterio y la fragilidad de su carácter. Ambos aspectos de su personalidad son muy visibles en las escenas que tienen elementos sobrenaturales. Mi idea no era desviarme hacia lo paranormal o absurdo, sino reflejar una vida interior. Todo lo que Diana ve es un reflejo de sus recuerdos, sus miedos y sus deseos, e incluso sus ilusiones. Estos elementos toman algo que está sucediendo en su interior y muestran una vulnerabilidad que es muy hermosa.

SOBRE LA PRODUCCIÓN...
  Pablo Larraín y su hermano Juan de Dios dirigen Fabula, una productora muy exitosa en Chile. Fabula siempre ha trabajado a escala internacional y trabajó con Jonas Dornbach en Komplizen en Alemania. Produjeron juntos ‘Una mujer fantástica’, película galardonada con un Óscar. Juan y Pablo recurrieron al productor británico Paul Webster de Shoebox Films con la idea de filmar una película sobre un tema muy británico, la princesa Diana. Los tres productores decidieron asociarse y trabajar en forma conjunta.
  ¿Quién escribiría el guion? Larraín tenía solo un nombre en mente: Steven Knight. Webster trabajaba con Knight desde hacía mucho tiempo.
Juan de Dios Larraín agrega: «Siempre nos gustó el trabajo de Steve. Por eso, colaborar con él fue muy importante para nosotros. Al no ser británicos, necesitábamos a alguien que tuviera ese origen pero con una visión universal, sobre todo con respecto a las mujeres. El primer borrador de Steve fue admirable, enseguida logramos lo que queríamos, de inmediato».
  «No quería escribir una película biográfica; había muchas trampas y dificultades. Sino que quería tomar una fotografía de ella, como hicieron muchos fotógrafos. Quería aislar un par de días que ilustraban su vida», explica Steven Knight.
  Recuerda haber visto el funeral de Diana desde Canadá, donde vivía por motivos laborales en 1997.
«Lo que vi fue algo que no era típico de los británicos. Una explosión de dolor extremo expresado abiertamente», manifestó Knight. «Desde entonces, a menudo me he preguntado sobre el efecto que tenía en los británicos y en las personas de todo el mundo. No estaba preocupado por esto, era solo una pregunta que me hacía. ¿Quién fue esta mujer que produjo este efecto?».
  Cuando Knight y Larraín comenzaron a trabajar en la idea de la película, Larraín sintió alivio al saber que Knight no iba a escribir otra película biográfica.
  «Decidimos ambientarla en Navidad y en Sandringham y contar la historia de cómo deja a la familia. Una vez que tuvimos el tiempo, el lugar y el motivo, tuvimos el puntapié inicial para nuestra película», expresa Larraín.
  «Muchas luchas personales e internas que representamos en la película son imaginadas o supuestas. Principalmente, quería que la historia fuera, en esencia, la historia de una familia reunida para Navidad, en la cual todos los conflictos y quejas se magnifican. Quería imaginar que, más allá de los atributos, la Familia Real es simplemente una familia», explica Knight.
  Para esta investigación, Knight habló con las personas que estaban en Sandringham, donde se produjeron los hechos en el momento en que sucedieron.
  «No leí ningún material porque no quería que lo que se sabe afectara al relato», manifiesta. «Espero que la película muestre los lugares a los que las cámaras indiscretas de los paparazzi nunca llegaron y que comencemos a imaginarnos en su situación».
  Con el director chileno Pablo Larraín, la directora francesa de fotografía Claire Mathon, la actriz estadounidense Kristen Stewart, más productores y un equipo técnico de Chile, Alemania y el Reino Unido, Spencer fue una producción con un equipo internacional tanto delante como detrás de cámara.
  «Conociendo el trabajo de Pablo, sabía que, en manos de un maestro como él, íbamos a lograr un punto de vista completamente distinto sobre una institución con la que estábamos muy familiarizados», recuerda el productor Paul Webster. «Me encantaba la idea de que trabajara un director chileno y mirara nuestra sociedad británica y la presentara de una forma que tal vez nosotros no podríamos ver».
  Obtener financiación independiente para la película fue un desafío. Hubo varios estudios interesados en el proyecto, pero se decidió mantener el control y quedarnos en el asiento del conductor para manejar mejor la película en la dirección deseada. Esto significó una producción trilateral entre Komplizen Film (Alemania), Fabula Films (Chile) y Shoebox Productions (Reino Unido). FilmNation se hizo cargo de las ventas mundiales y logró ventas importantes en Cannes 2020 antes del rodaje.
  Sin embargo, obtener financiación en el Reino Unido fue difícil por cuestiones vinculadas con la atención de los medios. Por eso, se decidió rodar la mayoría de la película en Alemania, donde fue posible encontrar localizaciones adecuadas y financiar una parte considerable del presupuesto. El rodaje se realizó entre enero y marzo del 2021 en Alemania y luego se trasladaron a Norfolk en el Reino Unido para el último tramo.
  El productor alemán Jonas Dornbach declaró: «Estamos muy agradecidos por el apoyo de nuestros distribuidores en todo el mundo, nuestros socios y fundadores que han demostrado un gran compromiso en estos tiempos extraordinarios. Durante el año pasado, no solo tuvimos que enfrentar las consecuencias del Brexit, también de una pandemia mundial. No obstante, aquí estamos, con una película independiente realizada para la gran pantalla sobre la declaración de independencia de una mujer icónica. Más entusiasmados, no podríamos estar».

SOBRE EL CASTING...
  Según Larraín, él sabía que Kristen Stewart era la persona perfecta para el papel de Diana.
«Es increíble la confianza que tuvo Pablo en mi casting», recuerda Stewart. «Sin siquiera hablar conmigo o hacerme leer algo, sabía que podía hacerlo».
  Afortunadamente para Larraín, Stewart aceptó el desafío y da más detalles sobre por qué todo los actores deberían desafiarse a sí mismos.
«Fue una tarea increíblemente ambiciosa. No quería ser alguien que no quisiera el desafío», añade Stewart. «Trabajo como actriz hace mucho tiempo y quería ver si podía subir a la cima de la montaña, por así decirlo. Pensé que, como actriz, si no intentas hacer eso, ¿para qué eres actriz?
  Stewart sintió que llegó a conocer a Diana mediante todo lo que investigó y halló también similitudes con su vida con las que se pudo identificar.
«Me sentí totalmente fuera de control en ciertos períodos de mi vida y eso es un factor determinante en su vida. Debió haber sido consciente de que las personas siempre la estaban observando y yo experimenté eso, sé lo que se siente», aclara Stewart. «Cuando llegué a entenderla y construí una relación con ella mediante todo lo que investigué, no pude creer lo fácil que me resultó quererla».
  Steward trabajó con William Conacher, coach de dialecto, para perfeccionar el acento de Diana, una parte fundamental en el proceso para convertirse en ella.
  «Hay instrucciones que William desarrolló durante su carrera que facilitan la creación de sonidos totalmente nuevos para nuestros músculos», manifiesta Stewart.
  Si bien es una persona a la que no le lleva mucho tiempo para preparar los papeles que va a interpretar, en este caso, Stewart sabía que necesitaba tiempo para investigar y estudiar el acento de Diana.
  «La observé y la escuché mucho y recuerdo que ciertas cosas que dijo me afectaron mucho y me pusieron la piel de gallina», comenta Stewart. «Tenía una forma de hablar informal pero increíblemente intensa, serena y muy atractiva».
  Kristen emprendió un viaje a la profundidad del alma de Diana y adoptó no solo su voz y sus gestos, sino sus defectos y virtudes. «Su investigación fue meticulosa y el resultado habla por sí solo», comenta Knight.

  La princesa Diana fue un Icono de la moda en todo el mundo. Ante el desafío de plasmar eso en la pantalla, la producción recurrió a la diseñadora de vestuario Jacqueline Durran, quien ganó muchos premios Óscar. La iconografía del estilo de vestir de Diana fue solo una de las cosas que le atrajo a Durran.
  «La ropa de Diana era muy interesante, era paralela a su historia, pero no la explicaba», aclara Durran. «Es increíble cómo aumentó su número de seguidores y cómo continuó haciéndolo durante 25 años desde su muerte».
  Durran tuvo que enfrentar una gran dificultad en su investigación inicial sobre la princesa: había demasiadas fotos de referencia.
«Nunca conocí a alguien con tantas fotografías como Diana. Podría haber continuado buscando interminablemente y no haber repetido una sola foto de referencia», recuerda Durran.
  Para la primera reunión con Larraín, compró un tablero de inspiración con fotos del estilo de vestir de Diana durante el transcurso de los años.
«El tablero era un abanico de conjuntos. Usaba casi todos los colores. Evitaba muy pocos y, a menudo, lucía colores brillantes», continúa Durran. «Se dice que las mujeres de la familia real se sienten obligadas a ser vistas por el público. Por eso, usan colores brillantes, lo cual podría haber sido su intención. Lo resolvió con mucha astucia si apuntaba a eso. Lo llevó a otro nivel».
  Desde esa primera reunión con Larraín, el color se convirtió en un aspecto fundamental del diseño de vestuario.
«Diana siempre fue una versión más brillante que su entorno», comenta Durran. «Si las paredes eran rojo oscuro, Diana lucía rojo brillante. Si la realeza usaba verde, ella llevaba verde bosque. Siempre se destacaba y hacía declaraciones».
  Durran colaboró con el diseñador de producción Guy Hendrix Dyas para asegurarse de que esta idea se transmitiera en todo el diseño general también.
  «Al abordar esta historia tan especial, tuvimos la firme convicción de que estábamos hablando de Diana en primer plano todo el tiempo y que los otros personajes estaban en un segundo plano, en torno a ella», añade Durran.
  Teniendo esto en cuenta, Hendrix Dyas y Durran crearon una paleta de colores similares para el vestuario de los personajes secundarios.
«Hablamos sobre los colores de la habitación y cómo cierta vestimenta funcionaba en ese contexto y, en cierta manera, era el telón de fondo de ella, como un set», explica Durran.
  Desde su primera reunión, una fotografía les llamó la atención tanto a Durran como a Larraín. Una imagen de Diana con una falda escocesa blanca y negra y un jersey rojo de cuello alto, tomada mientras dejaba a sus hijos en el colegio. «Fue nuestro punto de partida para todo. Era un estilo muy poderoso para una mujer moderna», recuerda Durran. «Y se convirtió en el estilo de Diana en la película».
  El rojo se transformó en un color recurrente en la película: no solo en el conjunto con el jersey de cuello alto, sino en el abrigo que usa para ir a la iglesia en Navidad. Estas dos prendas son las favoritas de Larraín.
  Una prenda especial que costó mucho conseguir fue la chaqueta del padre de Diana, que tenía que parecer como si hubiera estado en un espantapájaros durante los últimos 20 años. Fue a Hendrix Dyas a quien se le ocurrió la idea de que fuera una chaqueta Barbour y encontró una en color rojo, a diferencia de la tradicional chaqueta verde. Al equipo le preocupaba que la chaqueta verde, que es más clásica, no se reconociera fácilmente. Además, permitió que Diana se destacara, una vez más, durante la importante escena de caza en la que el resto de la familia está vestida de verde.
  Es imposible que Durran hable mejor de Stewart durante el proceso de prueba, ya que comenta: «No tengo suficientes palabras de elogio. Fue una estupenda colaboradora y actriz con quien trabajar. La forma en que abordó el personaje de Diana y respondió al vestuario fue increíble. Hacía que el vestuario significara algo».
  Según Larraín, las pruebas de vestuario son uno de sus recuerdos favoritos de la producción y son momentos en que el personaje de Diana realmente cobraba vida.
  «Fue uno de los procesos más increíbles con Kristen y Jacqueline. Estaba muy nervioso porque Diana fue un icono de la moda, todo lo que usó es un momento de la historia de la moda», recuerda Larraín.
  Stewart se enamoró tanto del vestuario que se llevó algunas prendas a su casa al finalizar la producción. Su look favorito es, según agrega: «Me encantó el vestido de Chanel de alta costura. Para mí, era la imagen de la película, una princesa que gritaba en una cena de Navidad enfundada en un ornamentado vestido de fiesta. Probablemente, Diana no usó un vestido de fiesta para la cena de Navidad, pero era muy importante mostrar a esta mujer quebrada que comenzó a gritar y correr por todo el palacio. Me encantó ese vestido y me gusta aún más cómo lo destruimos lentamente caminando por Park House con las ratas y el polvo. Cuando lleva puesto ese vestido, vive el momento más catártico y liberador».
  Habiendo trabajado con Durran muchas veces antes, Webster sabía que era capaz de crear un momento glamuroso en la película y cree que lo hizo con su trabajo en SPENCER.
  «Jacqueline vistió la película como sabía que lo haría, de una manera lúdica pero fiel. Con un poco de suerte, provocará otra revolución en la moda, como lo hizo con el vestido verde de Keira Knightley en ‘Expiación, más allá de la pasión’.
  Con respecto a la maquilladora y peluquera Wakana Yoshihara, SPENCER no fue la primera película sobre Diana en la que trabajó. Antes había trabajado en ‘Diana’, protagonizada por Naomi Watts.
  Cuando abordó por primera vez el diseño del peinado para SPENCER, Yoshihara le sacó el jugo al detalle del que William había estado trabajando en el guion durante 11 años. En consecuencia, le presentó a Larraín el estilo de cabello corto de Diana de 1994. No obstante, ni Larraín ni Yoshihara pensaron que el peinado le quedaría bien a Stewart o a la historia que querían contar. En cambio, recurrieron a una fotografía de referencia de Diana en Arabia Saudita en 1986 como punto de partida para la peluca de Stewart.
  «Era un estilo de cabello corto masculino y nosotros queríamos un estilo que hiciera a Diana más femenina y frágil», recuerda Yoshihara. «No queríamos que Kristen se pareciera a Diana, sino que queríamos encontrar a Diana en Kristen, de manera que buscamos algo que le viniera bien a su rostro y a su versión del personaje».
  Como trabajaron durante la cuarentena por la COVID 19 con la prohibición de viajar, Yoshihara y Durran pudieron asistir solo a la primera prueba de vestuario juntas. En esa prueba, Yoshihara se quedó asombrada por el trabajo de Durran.
  «Realmente admiro el trabajo de Jacqueline, pero cuando vi por primera vez a Kristen con su vestuario, fue mucho más maravilloso de lo que esperaba», recuerda Yoshihara. «Le dije a Jacqueline que empezara a preparar su discurso para el Óscar».
  Según Stewart, sabía que la calidad de su actuación podría verse afectada por una mala peluca.
«He tenido experiencias terribles con pelucas, siempre sentí que me cubrían por completo de alguna manera», explica Stewart. «Wakana tenía tanto talento que la peluca era perfecta, incluso cuando estaba más floja o húmeda, lo cual era muy importante porque hasta el peinado de Diana se convirtió en un símbolo».

LA BÚSQUEDA DE SANDRINGHAM...
  Preocupados por el hecho de que rodar en el Reino Unido iba a significar estar bajo mucho escrutinio y la atención no deseada de los medios, la producción decidió rodar la película en Alemania. Eligieron dos localizaciones principales de Schlosshotel Kronberg para la mayoría de las escenas que transcurren dentro de Sandringham y Schloss Nordkirchen para las escenas exteriores y algunas interiores restantes.
  Para Stewart, estar rodeada de un equipo de trabajo mayormente internacional fue un alivio.
«Filmar en Alemania fue bueno para mí», acota Stewart. «Tuve suerte de no estar rodeada de un equipo de trabajo inglés que evaluara mi acento. Me sacó un cierto grado de autoconciencia».
  De acuerdo con Hendrix Dyas, el mayor riesgo que asumieron fue el uso de Schloss Nordkirchen.
«Todos saben cómo es el Palacio de Buckingham, pero no necesariamente cómo es Sandringham, aunque no es difícil de averiguar», añade Hendrix Dyas. «Pudimos experimentar un poco más y no sentirnos tan limitados. Fue un rompecabezas. Hubo que encajar las piezas de arquitectura y de las escenas interiores en términos del período de tiempo con el estilo de arquitectura», recuerda Hendrix.
  Las localizaciones se decidieron sobre la base de las emociones del entorno, en vez de la recisión histórica. «Para mí, fue muy emocionante. Podríamos haber abordado el tema de una manera muy técnica y analítica, pero me gustó mucho que no lo hayamos hecho de una manera tradicional», continúa Hendrix Dyas.
  Cuando Larraín y la directora de fotografía Claire Mathon se acercaron a Hendrix Dyas con la sugerencia de que un mantel fuera rojo en vez de blanco, él se dio cuenta de que la película iba a ser menos tradicional.
  «Tomamos muchas decisiones extrañamente peligrosas. Siempre me motivaron a que ampliara el uso del color y a que fuera más arriesgado», recuerda.
  Al no sentirse limitado por la precisión histórica, se pudo utilizar Kronberg, una de las locaciones favoritas de Hendrix Dyas.
«Tenía un suelo extraordinario, con hermosas incrustaciones en color blanco y negro», recuerda. «Una vez que retiramos el tapete, creamos un lugar icónico del palacio, que no está relacionado con el verdadero Sandringham, pero se transformó en nuestro propio Sandringham».
  Según Hendrix Dyas, cuando estuvieron listos todos los sets, se dio cuenta de que faltaba un elemento clave. «Es probable que, con toda sinceridad, yo sea la persona que menos interactúa con los actores», añade Hendrix Dyas. «En el caso de esta película, tuve la extraña sensación de que, si no estaba Kristen en el set, el equipo no estaba completo. Esto no me había pasado en ninguna otra película en la que trabajé».
  Para Yoshihara, el compromiso de Hendrix Dyas con su trabajo no pasó inadvertido. «Nunca había visto a un diseñador de producción tan involucrado», recuerda. «Siempre estaba presente asegurándose de que todo estuviera bien. Realmente le importaba lo que se estaba rodando».
  «Nunca estuve en una película tan hermosa y comprometida», concluye Stewart. «Mi vestuario, el peinado y el set; se ocuparon de todos los detalles con ternura».

SOBRE EL RODAJE...
  En cuanto al trabajo con Larraín, Stewart sintió que su actuación estaba segura en sus manos.
«Como actriz que trabaja con un director, no te gusta pensar que se están perdiendo lo que haces», explica Stewart. «Pablo no tenía que decir mucho porque estaba presente y observaba de una manera increíble. Sabía que me estaban mirando desde todos los ángulos. Si había algo que no parecía verosímil o no tenía la misma fuerza, me encaminaba».
  Larraín cometna «La dirección que le dio Claire usando muy poco contraste hizo que la película pareciera una acuarela, lo cual no creo que hubiéramos logrado digitalmente».
  Trabajar con Larraín y Mathon le dio a Stewart una gran seguridad en algunas de las escenas más intensas. Como detalla Stewart: «Realmente tuve suerte. En los momentos que me parecieron más difíciles, sentí la presencia de Pablo y Claire como un sistema de contención enorme. Me presté al proceso sabiendo que me ayudarían si algo salía mal. Casi me dejé llevar por eso sabiendo que Diana no tuvo esa sensación».
  «Tuve que crear una intimidad con Kristen, respirar con ella y vivir la película con ella. La cámara y yo estuvimos muy cerca de ella. A veces, sentía que era ella en la escena», comenta Mathon.
  «No sentí que era una gran experiencia cinematográfica, sino íntima», añade Stewart. «Nunca sentí que había más público, salvo Pablo y Claire».
«Pablo creó una realidad en torno a Diana que se magnificó hasta alcanzar el grado justo», continúa Knight. «Un mundo en el que la paranoia, el miedo y la falta de autoconfianza hacen que una Navidad familiar se transforme en un aterrador suplicio».
  Trabajar con Stewart fue una experiencia gratificante para Larraín al igual que para todo el equipo.
«Kristen inspiró a todo el equipo e hizo que creyeran en la película. Es bueno sentirse inspirado por una actriz que interpreta un rol con semejante complejidad. Trabajar con ella fue fabuloso, aprendí mucho de ella».
  El compositor Jonny Greenwood se unió a la película a principios del proceso y, a diferencia de muchos compositores, comenzó a trabajar en la música durante el rodaje.
  «Jonny no solo proviene de una banda que determinó la historia reciente de la cultura popular, sino que compuso las canciones cinematográficas más intrigantes y hermosas», manifiesta Larraín.
  «Me puse sentí muy contento y conmovido cuando me enteré de que él iba a componer la música», continúa Larraín. «Estaba muy intimidado porque soy un gran fan. Radiohead dio tres conciertos en Chile y yo fui a los tres. Estoy muy feliz de haber trabajado con un músico tan maravilloso».
  Greenwood usó dos tipos de música: una más barroca que podría asociarse con la familia real y música jazz más lúdica.
«Jonny fue increíblemente creativo e inteligente para hallar la forma de combinar y mezclar los estilos que generaron algo valioso y único», expresa Larraín. «La música jazz fue para los momentos en que ella estaba sola y la música barroca para las escenas familiares».
  Tener lista parte de la música mientras filmaban le permitió a Larraín ponerla durante las escenas para crear la idea de movimiento.
«De verdad definió la forma en que movíamos la cámara», aclara Larraín. «Aportó una energía muy específica al set y definió la atmósfera y el tono de la película».
  Según Stewart, desde el momento en que comienza la película, entran en juego las expectativas que la gente podría tener sobre una película basada en un tema tan picante como la decisión de Diana de dejar la familia real.
  Es una historia de supervivencia. Es una mujer que se ahoga y se revuelve y, finalmente, llega a la orilla y logra coger la primera bocanada de aire», describe Stewart. «Después termina la película y no sabes nada más sobre ella como mujer. La película sufre una pérdida increíble cuando termina».
Para Stewart, filmar SPENCER fue una experiencia que nunca olvidará y se lo atribuye a Larraín por crear el equipo perfecto para que esta película cobre vida.
  «Esta experiencia me cambió. Yo no era más que materia prima sin editar y me llenó de una confianza que no tenía», explica Steward. «Quería que todos sintieran eso también, que podían hacer cualquier cosa. Íbamos al set todos los días y quería cuidar de todos. Quería que todos se sintieran muy conectados y felices y que se esforzaran mutuamente por proteger a Diana».

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