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NOTAS DEL DIRECTOR...
Un día un amigo mío me invito a su casa en los Pirineos. Era una autentica mansión, enorme, fantástica. Pasamos la noche de cháchara, divirtiéndonos imaginando cosas que podían ocurrir en aquel sitio. La casa estaba en medio de la nada a kilómetros del primer pueblo. Solitaria. Así que se me ocurrió una historia que podría ocurrir allí. Mi amigo, entusiasmado con lo que le contaba, me sugirió de hacer un filme. Yo le dije que aquel tipo de historias pertenecían a las llamadas películas de SERIE B, o lo que es lo mismo, películas de bajo presupuesto, de género (terror, ciencia ficción, westerns...), que servían de relleno a los grandes estrenos, naturalmente en la época en la que los cines hacían dobles sesiones.
En algunas ocasiones los filmes de serie B, eran mas interesantes y divertidos que los que se suponían eran los estrenos buenos, de clase A. Con el tiempo estas peliculitas de serie B, se fueron convirtiendo en objeto de culto, y grandes directores actuales les hacían un sentido homenaje, como Quentin Tarantino por ejemplo. Claro que sus películas tenían presupuestos de Clase A. Muchos directores famosos se iniciaron en aquellas películas pequeñas de poca producción (casi siempre con la marca de Roger Corman, el rey de las Series B): James Cameron, Martin Scorsese, Jonathan Demne e incluso Steven Spielberg. Pero estamos hablando de EEUU donde una película de poco presupuesto equivalía a dos nuestras de Gran Presupuesto. Luego aparecieron artistas que intentaron crear una industria de serie B en nuestro país. Paul Naschy, Jesús Franco son las cabezas más visibles de aquel intento... Pero los intelectuales, que todo lo fastidian, vinieron a aguar la fiesta y decidieron que el cine tenía que ser serio... Y lentamente estas pequeñas joyas (quizás no era buenas películas pero cumplían su doble cometido: distraer y mantener la industria), fueron desapareciendo de las pantallas y se convirtieron en piezas rebuscadísimas en los estantes de los vídeo-clubs de todo el mundo.
Animado por mi amigo recogí el reto y escribí el guión. Lo pasé a dos compañeros de profesión Jesús Liedo y Toni Badimon. Estos se animaron y nos vimos con mi amigo, que estaba dispuesto a convertirse en productor.
Hemos tirado adelante el proyecto y después de pensar en muchos títulos nos hemos quedado con el más lógico: serie B. Ya que el film es sobre todo un homenaje a aquellas películas sencillas, hechas con más pasión que dinero y con más imaginación que medios, que tanto nos sorprendieron y divirtieron en sus días. Si conseguimos algo parecido estaremos más que satisfechos.
Mi "alter ego" Richard Vogue reclama ser el artífice de este "retorno" a las andadas. Y, naturalmente ante un "autor" que parió títulos como "No me toques el pito que me irrito" o "Sueca bixesual necesita semental", no podía negarme.
La película está construida mediante los elementos más clásicos del cine de género, suspense, terror y todo sazonado con esa mirada irónica e incluso divertida que suelen tener este tipo de filmes.
No se proponen historias paralelas ni subtramas a la principal. El objetivo es que el hilo central de la historia esté presente durante toda la proyección de la película y atrape al público sin otras distracciones.
La historia se plantea en tiempo casi real. Solo la primera escena – que permite conocer rápidamente el contenido de la película – y su final se representan momentos distintos de la historia.
La fotografía es el principal elemento al servicio del género cinematográfico que se propone.
También el editaje o montaje del film se propone ser “distinto” dándole un aire más moderno, utilizando todas las posibilidades que ofrece la edición en digital.