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SINOPSIS
Tras la caída de un carrito de la compra una salchicha y sus amigos terminan por aventurarse en un peligroso viaje a través de un supermercado para intentar volver a su lugar de origen...
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Seth Rogen y Evan Goldberg son los cerebros responsables de algunas de las comedias más disparatadas, imaginativas y desternillantes del mundo, desde “Supersalidos” a “Superfumados”, o “Juerga hasta el fin” y “The Interview (Una loca entrevista)”. Ahora, se meten en el mundo de la animación para la producción de Columbia Pictures y Annapurna Pictures LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS, la primera comedia de animación generada por ordenador para adultos del mundo, sobre un grupo de productos de supermercado que emprende una búsqueda para descubrir la verdad sobre su existencia y lo que realmente sucede cuando los eligen para abandonar la tienda.
“Hay una antigua tradición en el cine de animación, sobre todo en el generado por ordenador, sobre la vida secreta de las cosas que nos rodean”, explica Goldberg. “Hemos visto coches, hemos visto juguetes... nos encantan todas esas películas. Y acabamos dándonos cuenta de que había una versión tremendamente divertida de ese tema con la vida secreta de la comida”.
“Es una versión muy extraña del viaje del héroe”, prosigue Rogen. “Más que ninguna otra de nuestras películas, permite utilizar esa estructura del marginado que siente la llamada para liberar a las masas de sus ataduras. Podíamos hacer una película con esas ideas increíblemente estructurales y, al mismo tiempo, suceden un montón de cosas complemente disparatadas”.
La idea de la película surgió en 2008, como uno de los tres primeros proyectos de Point Grey. Tenían el proyecto que acabaría convirtiéndose en “Juerga hasta el fin”, la comedia de éxito que recaudó más de 100 millones de dólares, el proyecto que acabaría convirtiéndose en “50/50”, la comedia dramática alabada por la crítica, y en tercer lugar LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS, la divertidísima película de animación sobre la picante vida de nuestra comida.
“El concepto del filme era: ‘¿Y si las salchichas pudieran vivir su sueño de meterse en un panecillo?’”, aporta el productor ejecutivo Kyle Hunter, que coescribió el guion con Ariel Shaffir, Seth Rogen y Evan Goldberg.
“Trata sobre una salchicha, Frank, que está enamorada de un panecillo llamado Brenda”, prosigue Shaffir. “Creen que los van a ‘elegir’ para abandonar juntos la tienda, y salir de la tienda es su versión de lo que creen que es el cielo. Pero entonces Frank oye por casualidad a un producto que ha estado realmente fuera de la tienda, y asegura que no es lo que todo el mundo cree, en realidad es terrible, más parecido a ir al infierno. Se caen del carro de la compra, en lugar de ser elegidos, y Frank emprende un viaje para descubrir la verdad de lo que realmente sucede”.
Hunter dice que, aunque el propio argumento estaba cargado de chistes, también intentaron que el estilo, el tono, la estructura y la forma del guion transmitieran humor. “Nos fijamos en algunas de nuestra películas de animación favoritas y les dimos un giro verdaderamente subversivo”, afirma. “Queríamos que tuviera el aspecto y el aire de las películas de animación que conocemos, pero con personajes que dijeran cosas horribles”.
Hunter y Shaffir realizaron también su propia labor de documentación. “Fuimos a un supermercado, nos dimos una vuelta los dos juntos, comentando ‘¿Podríamos usar esto? ¡¿Y qué tal eso?!”, recuerda Shaffir.
En un primer momento, Rogen contactó con Conrad Vernon para que dirigiera la película a finales de 2009. Vernon había dirigido recientemente el éxito de animación “Monstruos contra alienígenas”, en el que Rogen había puesto voz a uno de los personajes principales. “Seth me llamó un día inesperadamente”, recuerda. “Me hizo sentarme y me preguntó: ‘¿Qué te parecería hacer una película de animación para adultos?’. Y es algo que he querido hacer desde que tenía 13 años y vi el tráiler de la película ‘Heavy Metal’. Solamente he tenido que esperar 30 años para que me ofrecieran la oportunidad de hacerlo”.
Vernon decidió fichar como codirector a Greg Tiernan, copropietario junto a su mujer y productora, Nicole Stinn, de Nitrogen Studios, el estudio de animación de Vancouver en el que se realizó LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS. “Conrad y yo trabajamos juntos hace años en la cinta de Ralph Bakshi ‘Cool World (Una rubia entre dos mundos)’, que es una especie de pseudopelícula para adultos, aunque solo era para mayores de 13 años”, explica Tiernan.
Tiernan, de origen irlandés, sostiene que el proyecto despertó su interés no solo porque era divertido, sino también porque era una oportunidad de trabajar en una cinta de animación para adultos, un género que tiene mucha más presencia en el resto del mundo que en Estados Unidos, donde la animación es un género considerado fundamentalmente familiar. “A los creadores de ‘South Park’ les ha ido evidentemente muy bien, pero nadie más lo ha hecho a gran escala, y no hay razón para ello. En Europa y Asia, hay una actitud mucho más despreocupada hacia la animación, y ya he trabajado antes en proyectos de animación para adultos, pero ninguno de ellos vio la luz del día en Norteamérica”.
El equipo de Point Grey le planteó entonces el proyecto a Megan Ellison, de Annapurna Pictures, que se incorporó al mismo para hacerlo realidad, y Annapurna se asoció con Columbia Pictures como cofinanciador y distribuidor. “Aceptó proporcionarnos el presupuesto necesario para elaborar una prueba de concepto”, aporta el productor ejecutivo James Weaver como detalle sobre los entresijos del proyecto.
“No realizamos presentación alguna del proyecto, ofrecimos directamente la película”, comenta Goldberg. “Nos gastamos nuestro propio dinero, y Megan también aportó bastante dinero propio, antes de que hubiera un compromiso de distribución, porque todos creíamos mucho en el proyecto y estábamos deseando hacerlo. Pudimos venderlo una vez contamos con un guion, directores, estudio de animación y reparto”.
Weaver asegura que, aunque la película es decididamente para mayores y brinda lo que los espectadores adultos buscan en una comedia, LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS también es más que un único chiste. “Ofrece todo lo que los espectadores adoran de la animación: tiene verdadero corazón y personajes inolvidables”, apunta. “Simplemente le añadimos un envoltorio superdivertido para adultos”.
Como la película está ambientada en un supermercado, los actores principales interpretan a los típicos productos que se venden allí. Seth Rogen, Jonah Hill y Michael Cera hacen de salchichas (Frank, Carl y Barry, respectivamente); Kristen Wiig hace de Brenda, un panecillo; Salma Hayek hace de Teresa, un taco; Danny McBride hace de Mostaza Miel (salsa de mostaza con miel); Edward Norton hace de Sammy, un bagel (rosca de pan); David Krumholtz hace de Lavash (un pan plano de origen armenio); Bill Hader hace de Aguardiente; Craig Robinson hace de Gachas (sémola de maíz); Nick Kroll hace de Ducha Vaginal, James Franco y Paul Rudd interpretan a seres humanos: Franco hace de Drogata y Rudd de Darren, un dependiente de la tienda.
Frank encabeza la búsqueda de la comida. “Frank anda en busca de la verdad”, explica Hunter. “Todas las demás salchichas de su paquete creen que lo que hay más allá de esas puertas es el cielo y él es el único que se cuestiona las cosas. Cuando se da cuenta de que algo huele a chamusquina, es cuando empieza su viaje”.
Kristen Wiig interpreta a Brenda, el panecillo de los sueños de Frank. “El personaje de Brenda quedó definido en la primera sesión de grabación”, recuerda Shaffir. “Teníamos una idea general, pero entonces Kristen empezó a improvisar un poco y a contar chistes malos. Y así fue como nos dimos cuenta: ‘Oh, Brenda es una bromista, que se cree más graciosa de lo que verdaderamente es’. Nos pusimos a reescribir el personaje a partir de lo que había hecho ella y adquirió un carácter completamente distinto. Fue genial”.
El viaje de Frank se pone en marcha cuando Mostaza Miel descubre el pastel de lo que verdaderamente sucede fuera de la tienda. “Mostaza Miel es un personaje tipo veterano de guerra sureño”, explica Weaver. “Danny McBride lo interpreta a la perfección”.
Jonah Hill y Michael Cera se unen a la diversión como salchichas que acompañan a Frank en el mismo paquete. Hill interpreta a Carl, “un amigo de Frank que le brinda todo su apoyo, aunque acaba falleciendo”, comenta Weaver.
Cera, por otro lado, es Barry: “Es el que sufre la mayor transformación”, comenta Hunter. “Empieza siendo sumiso, dejándose llevar, pero a lo largo del viaje descubre su propia fuerza interior. Es el que consigue salir de la tienda y descubrir la verdad de la peor forma imaginable”.
Edward Norton pone voz a Sammy Bagel, Jr., tras haberse pedido el papel desde el principio y negarse a permitir que se lo ofrecieran a nadie más. “Edward fue una de las primeras personas a las que le hablamos del proyecto y perdió un poco la cabeza por él”, aporta Goldberg. “Se obsesionó rápidamente”.
Norton también hizo un poco de director de casting, según Rogen y Goldberg, ya que fue fundamental para conseguir fichar a Salma Hayek. “La verdad es que no la conocíamos, yo había estado una vez en una cena con ella”, recuerda Goldberg. “Vino y se esforzó tanto como el que más. Estaba literalmente sudando en la cabina de tanto saltar. Es fácil entender por qué es una estrella con tanto éxito, lo da todo”.
David Krumholtz interpreta a una especie de némesis de Sammy, Lavash. “David Krumholtz lleva ligado a este proyecto prácticamente desde el principio”, aporta Hunter. “Dio forma a su personaje con nosotros durante unos seis o siete años tal vez, estaba en todas las mesas italianas que hicimos. Quería interpretar este papel, lo vivía. Y es seguramente la persona más graciosa que he visto en mi vida”.
Bill Hader, que ha puesto voz a innumerables personajes de películas de animación, interpreta a Aguardiente. “Es todo un maestro en estas cosas”, afirma Goldberg. “Es uno de los personajes más extraños que jamás he visto”, opina Rogen, “y luego a los animadores se les ocurrieron todos esos gestos con las manos”.
Nick Kroll acabaría grabando su papel de Ducha dos veces. “Nick interpretó originalmente el personaje con un acento de petimetre shakesperiano”, recuerda Vernon, aunque esa dirección no acababa de funcionar. “Parecía que estuviera en otra película”, prosigue. “Nick estuvo de acuerdo, así que volvió y, en una increíble sesión de cuatro horas, volvió a empezar desde el principio y rehízo todo el guion”.
Goldberg dice que elegir a Nick Kroll no solo fue algo inspirado, sino que es una inspiración que ya se había producido antes. “Antes de esta película, Nick ya contaba con dos créditos en IMDB de un personaje llamado ‘Ducha’”, explica Goldberg. “Nosotros le proporcionamos el tercero”.
Craig Robinson interpreta a Gachas, y aporta a su personaje lo que Shaffir describe como la “actitud tranquila y enrollada” del actor.
Por último, James Franco interpreta a un personaje humano, Drogata. “Creo que la gente va a ver la película y no se va a dar cuenta de que es él, de igual modo que no reconocerán a Edward Norton como Bagel”, opina Hunter. “Franco fue el primer actor en grabar su papel y fue una auténtica locura. Salió muy bien”.
Mientras los actores grababan sus líneas de diálogo, las videocámaras estaban en marcha. “Se hizo específicamente para los animadores, para que pudieran intentar reflejar al máximo posible la interpretación del actor”, explica Tiernan. “Nos fijamos en sus rostros, se puede ver cómo les brillan los ojos cuando están haciendo algo divertido; les salen toda clase de expresiones y tics faciales, y los animadores toman todo eso e intentan incorporarlo a la actuación de los personajes. Seth incluso nos preguntó una vez si habíamos estudiado grabaciones suyas para obtener expresiones para Frank, porque, dijo: ‘Eso me recuerda a mí’”.
Al crear la comedia para adultos, definir lo que Vernon califica de “la línea del buen gusto” supuso una discusión constante. “La línea no dejaba de moverse de un lado a otro”, comenta. “Unas veces la cruzábamos y otras no llegábamos suficientemente lejos”.
Pero, señala Tiernan, forzar los límites de lo posible resultó algo natural porque, para un animador, eso es justo lo que hacen. “En la animación, siempre quieres llegar más lejos, ya sea con la historia, o con la ejecución de la animación, porque siempre es más fácil dar un paso atrás”, explica Tiernan. “Teníamos eso muy arraigado desde el primer día en que empezamos en el mundo de la animación. No te censures, porque ya se encargarán los demás de hacerlo por ti”.
Aun así, como directores, tenían que ser responsables de asegurarse de que, a fin de cuentas, la película ofreciera una experiencia cinematográfica amena. “Tuvimos que tener mucho cuidado para que la película no se limitara simplemente a escandalizar”, sostiene Tiernan. “Esa no fue nunca la intención, se suponía que debía tener personalidad, sentimiento y ofrecer una gran historia. Podíamos ir tan lejos como quisiéramos, pero siempre teníamos que preguntarnos: ‘Vale, ¿esto tiene gracia? ¿Qué aporta a la historia?’”.
Uno de los aspectos que el equipo responsable del proyecto decidió llevar al límite fue el diseño del personaje de Brenda. “Todos estallaron a carcajadas la primera vez que vieron el diseño”, comenta Vernon. “Nuestro diseñador de personajes, Craig Kellman, plantó esa boca vertical ahí, no es de los que se corte. Se lo llevé junto con otros diseños más a Seth y Evan y se pusieron a ojearlos, ‘mola, mola, mola’… y entonces se pusieron a reír y a exclamar ‘Oh, Dios mío’. Al final, hubo un momento en que nos preguntamos, ¿de verdad deberíamos hacerlo? ¿Podrá la gente conectar con ella si tiene una boca vertical? Y Megan Ellison dijo: ‘Si no le dejáis la boca vertical, no pienso hacer la película’”.
Por divertida que sea la película, los directores también quisieron dotarla de una gran escala. “Queríamos hacer la película lo más grandiosa, cinematográfica y gloriosa posible”, afirma Vernon. “No solo ofrece un contraste maravilloso con el tema que trata, sino que queríamos que la gente sintiera que tenía que verla en el cine”.
Con esa idea presente, los directores se inspiraron no solo en otras cintas de animación, sino en películas épicas de acción real anteriores. “Nuestra idea en todo momento era hacer como si fuera una película de acción real que simplemente resulta que está animada”, aporta Tiernan. “Más allá de Conrad y yo, todos los demás implicados en sacar adelante el proyecto no tenían experiencia alguna en animación. Abordaron el proyecto desde la perspectiva del cine de acción real, lo que resultó muy refrescante para nosotros”.
Vernon continúa explicando, en cuanto a las fuentes de inspiración del equipo creativo: “Para el pasillo mexicano, fuimos directamente a Sergio Leone, ‘El bueno, el feo y el malo’, ‘La muerte tenía un precio’, ‘Hasta que llegó su hora’... nos fijamos en cómo esas películas resultaban grandiosas y cinematográficas. Nos fijamos en las viejas películas de kung fu de Jackie Chan, porque están todas maravillosamente rodadas. Y, por supuesto, ‘Salvar al soldado Ryan’ era algo evidente. Todo lo que usamos, intentamos tomarlo como referencia desde un punto de vista de escala cinematográfica, de visión grandiosa”.
Uno de los retos que planteaba LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS fue que los animadores pudieran ofrecer una película de animación por ordenador con un aspecto, una calidad y un aire comparable al de cualquier otra película de animación del mercado, pero que al mismo tiempo fuera factible dentro de la realidad económica de una comedia para adultos. “En la mayor parte de las películas de animación, si algo no funciona, pueden volver atrás y volver a animarlo, pueden cambiarlo sin más”, explica Goldberg. “En un primer momento, el plan era que no podíamos hacer eso, teníamos que dejarlo todo muy bien atado en el guion. Y aun así no conseguimos cumplirlo del todo”.
Así que los animadores encontraron formas para que funcionara. “Todos los personajes son tarros y cajas, no hay mucho pelo, que lleva mucho tiempo”, señala Vernon. “No hay que hacer mucho para animar estas cosas de forma creíble. Hay cientos de productos en las estanterías, así que nos aseguramos de que nuestros modelos se pudieran ampliar de escala, y que pudiéramos usar tal vez ocho modelos distintos para 500 personajes diferentes. Esa clase de decisiones nos dieron algo de margen para poder volver atrás y realizar retoques. Y nadie lo diría, tenemos amigos que son animadores y, al ver la película, nos preguntan: ‘¿Cómo diablos conseguís semejante calidad con el presupuesto que tenéis?’. Y la respuesta es el estudio de Greg, Nitrogen”.
Otra forma más que tiene LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS de rendir homenaje a las cintas de animación que la precedieron fue fichar a Alan Menken para que cocompusiera (junto a Christopher Lennertz) la banda sonora del filme y escribiera la música de una canción. Menken, que ha ganado ocho Óscar y ha estado nominado 19 veces, ha aportado música memorable a clásicos familiares como “La sirenita”, “La bella y la bestia”, “Aladdin”, “Hércules”, “Encantada: La historia de Giselle” y “Enredados”.
¿Y ahora le llega el turno a LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS? Tal vez no sea una elección tan disparatada como pudiera parecer; al fin y al cabo, Menken (junto con su difunto socio, Howard Ashman) también fue responsable del clásico subversivo “La pequeña tienda de los horrores”.
“La verdad es que nos ofreció varias canciones distintas”, recuerda Vernon. “Fue increíble, la cantidad de canciones que nos dio, todas ellas estupendas, por cierto. Y entonces, estábamos escuchando una de ellas y dijimos: ‘Esta es’. Por una palabra: añoranza. Parecía como si estuvieran cantando sobre algo que añoraban, se puede sentir que, en lo más profundo de su ser, están entusiasmados de poder salir algún día por esas puertas”.
La letra para la melodía de Menken fue escrita por el nominado al premio Tony y al Óscar Glenn Slater, junto con Rogen, Goldberg, Shaffir y Hunter.
“La canción es una especie de oración que perfila su sistema de creencias”, explica Rogen. “La comida canta esta canción cada mañana para reafirmar la idea de que es bueno que los elijan. Luego resulta que el aguardiente y los demás productos no perecederos compusieron la canción, porque se sentían sumamente desanimados por la verdad y no creían poder hacer nada para cambiarla”.