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INFORMACIÓN
Titulo original: The Happiest Day In The Life Of Olli Mäki

Año Producción: 2016

Nacionalidad: Finlandia, Suecia, Alemania
Duración: 89 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Género: Drama, Deporte
Director: Juho Kuosmanen
Guión: Juho Kuosmanen, Mikko Myllylahti
Fotografía: Jani-Petteri Passi
Música:
FECHAS DE ESTRENO
España: 3 Febrero 2017
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Surtsey films


SINOPSIS

Olli Mäki es un boxeador que se prepara para aspirar a ser el campeón del mundo de su categoría. Todos presagian una carrera llena de triunfos, pero Olli comete el error de enamorarse...

INTÉRPRETES

OONA AIROLA, EERO MILONOFF, JARKKO LAHTI, JOONAS SAARTAMO, JOHN BOSCO JR. 

MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS

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Festivales y premiosPREMIOS Y FESTIVALES

- Festival de Cannes 2016: Mejor película en "Una cierta mirada"
- Premios del Cine Europeo 2016: Discovery Award

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Informacion exclusivaINFORMACIÓN EXCLUSIVA

NOTAS DEL DIRECTOR...
   El talante esencial de THE HAPPIEST DAY IN THE LIFE OF OLLI MÄKI es la luz. Aunque se trata de una historia sobre una crisis existencial y la búsqueda de uno mismo, para la narración es crucial que no revolcarse en el fango, sino volar como una cometa.
  La prosperidad de mi película de graduación, THE PAINTING SELLERS, me colocó en una situación bastante angustiosa después de ganar el primer premio de la selección Cinéfondation del Festival de Cine de Cannes y de que me prometieran, como parte del premio, que mi primer largometraje se estrenaría internacionalmente en la selección oficial del Festival de Cine de Cannes. En Finlandia se me consideraba una “joven promesa”. Recuerdo estar sentado en mi mesa de escritorio, mascullando y pensando en lo que había prometido exactamente y a quién.   Evidentemente, también me pareció muy halagador, pero a medida que pasaba el tiempo, empecé a sentirme más ansioso sobre el hecho de que había gente, que incluso yo ni conocía, que esperaba que yo hiciera cosas para las que no estaba preparado. Me agobié con la idea de cumplir expectativas que comenzaba a sentir profundamente. Era capaz de razonar y darme cuenta de que la carga de mantener a mis clientes satisfechos residía principalmente en mi propia mente, pero aun así, la verdad era que mi creatividad y mi capacidad para emocionarme con la cinematografía habían tocado fondo.
  La idea de THE HAPPIEST DAY IN THE LIFE OF OLLI MÄKI llegó como alivio a esta situación angustiosa. La película está inspirada en una historia real, y Olli Mäki es un boxeador finlandés muy conocido en la actualidad. Nada más comenzar su carrera profesional, Olli tuvo la oportunidad de pelear contra el campeón del mundo de peso pluma en aquel momento, el norteamericano Davey Moore. Entonces, ante un estadio a rebosar, perdió el combate de manera vergonzosa en el segundo round.
  Más adelante, Olli Mäki afirmaría que fue el mejor día de su vida.

ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Cuándo conoció la historia del combate de Olli Mäki y el romance que comenzó con Raija mientras se entrenaba para él? ¿Qué hizo que quisiera hacer una película sobre la historia?...
.- Fue en 2011, cuando conocí a Olli y Raija en Kokkola. Olli está muy enfermo de Alzheimer, pero aún recuerda sus historias del pasado. Me habló de su combate de 1962, y cuando terminó la historia diciendo “Fue el día más feliz de mi vida.”, con una sonrisa en la cara, me sentí obligado a preguntar, con incredulidad, “¿Cómo es posible?”. Entonces me habló de que compró los anillos de compromiso con Raija ese mismo día. Pensé que era una bonita historia, pero demasiado clásica para volver a contarla. Sin embargo, las semanas transcurrían y la historia de Olli permanecía en mi mente. ¿Por qué compró esos anillos ese mismo día? Yo no sé mucho sobre boxeo, pero me parecía evidente que, si uno está preparando un combate de un campeonato del mundo, debería estar concentrado al 100 % en el combate. Debería estar totalmente prohibido comprarse los anillos de compromiso el mismo día. Entonces, a medida que comencé a indagar en la historia de Olli, me di cuenta de que estaba llena de detalles preciosos y una complejidad que la sacaban de la normalidad para convertirla en algo único. La belleza está en el detalle, he escuchado alguna vez.
Pronto me di cuenta de que la historia de Olli no trataba solo sobre perder el combate y ganar el amor. De hecho, no trataba sobre perder y ganar en absoluto, sino sobre encontrar el propio camino hacia la felicidad con independencia de las expectativas del exterior.
El combate y la participación de Olli fueron, en cierto modo, un choque de visiones del mundo: un comunista de una pequeña ciudad de Finlandia, presionado para convertirse en una estrella de la industria del espectáculo norteamericana.

En el pensamiento popular, ¿Olli Mäki es considerado un héroe o un fracaso nacional?...
.- Si no es un héroe nacional, al menos es un héroe para la clase trabajadora. En términos generales, está considerado uno de los mejores boxeadores que han salido de Finlandia. Tras su derrota con Davey Moore, Olli Mäki siguió boxeando hasta 1973, ganó el Campeonato de Europa en 1964, por lo que tuvo buenos combates y dejó un legado que, en parte, borró de la conciencia nacional el recuerdo de su gran derrota en 1962.
Algunas personas afirman que Olli Mäki no fue lo suficientemente ambicioso y no tenía la personalidad adecuada para convertirse en un gran boxeador, que era demasiado amable y “un buen chico”. Un ejemplo de lo que le llevó a tener esa fama es que Olli nunca quiso noquear a sus oponentes. Él pensaba que no había razón para ello si el combate ya parecía ganado. Por lo tanto, a veces, las mismas cosas que te convierten en una persona mejor no son las que te elevan a la cima de tu deporte.

¿Cuál es su relación con el verdadero Olli Mäki hoy en día? ¿Se implicó él en la película?...
.- Me he visto varias veces con Olli y Raija desde entonces.
Por desgracia, Olli está gravemente enfermo, tanto que no es plenamente consciente de la película. Raija es una persona maravillosa y ha sido de gran ayuda para nosotros. Durante el rodaje, nos visitaron en varias ocasiones, y de hecho se les ve en la película, en la última escena. Los verdaderos Olli y Raija aprueban nuestros personajes y nuestra Raija ficticia pregunta: ¿Crees que seremos como ellos? ¿Te refieres a ancianos? Sí, y felices. Claro que lo seremos, dice Olli, interpretado por Jarkko Lahti.

¿Cómo reunió al reparto? ¿Y utilizó alguna técnica específica en plató?...
.- Para mí, el casting es la base del trabajo del director. Hicimos un casting enorme para esta película, pero finalmente, para los tres personajes principales, terminamos utilizando los que yo tenía en mente desde el principio. Creo que este grupo tiene el mismo tipo de dinámica que las personas de la película o al menos fue muy fácil ver cómo se convertían en ellas.
Eero Milonoff (personaje de Elis Ask, entrenador de Olli Mäki) es un famoso actor finlandés. Yo no le conocía personalmente antes de esta película, pero estoy encantado de haber trabajado con él. Él es de Helsinki y tiene más experiencia que Oona o Jarkko, que interpretaron a Raija y Olli. Eero es un actor realmente entregado. Me llamaba unas dos veces al día para hablar de esto o aquello. Y en los últimos días de la búsqueda de localizaciones, estuvo allí con nosotros todo el tiempo. Eero es suficientemente inteligente para saber que el tiempo que pasas con el equipo te ayuda a hacer bien tu trabajo más adelante. No se trata solo de ensayar tu propio papel. Poco a poco, también consigues saber qué tipo de talante o forma de ver la vida se encuentra detrás de la cámara, y es más fácil adaptarse a ello cuando lo sabes.
Oona Airola (Raija Jänkä) es protagonista en su primer papel cinematográfico. Es una actriz con un gran sentido del humor y muy carismática. Antes vendía entradas en la taquilla del teatro, y creo que ella era más interesante que las obras que allí se interpretaban. Oona trabajó arduamente para lograr dar la sensación de que no está actuando en absoluto. En las críticas de cine, con demasiada frecuencia, las interpretaciones masculinas se consideran resultado de la entrega y el trabajo, y las interpretaciones femeninas se perciben como un don natural, como si las actrices no hicieran nada, sino que simplemente tienen buena presencia. Sin embargo, le puedo asegurar que el papel de Oona se creó a partir de inteligencia y mucho trabajo. Para ella no fue fácil tener una presencia natural siendo su primera vez, pero hizo un magnífico trabajo.
Jarkko Lahti (Olli Mäki) ha actuado mucho en teatro, pero este es su primer gran papel en un largometraje. Jarkko procede de Kokkola, como Olli Mäki. Al igual que Oona y Eero es un actor muy entregado. Empezó a boxear desde el mismo momento en que le dije que estaba pensando en hacer una película sobre Olli Mäki y que él podría formar parte de ella. Además, tuvo dos combates amateur y durante el rodaje perdió mucho peso. Evidentemente, resulta muy importante tener estas experiencias a la hora de preparar este tipo de papel tan físico, pero creo que tan importante como perder peso es la capacidad para perder la coraza que te separa de la cámara. Sobre el escenario, tu posición como actor es distinta, puedes controlar todo el escenario; sin embargo, en el cine ocurre lo contrario. Jarkko se preparó para este papel durante varios años, y creo que lo hizo a la perfección.
Jarkko y yo somos de la misma calle, y solíamos ir juntos caminando al colegio. En una ocasión, le lancé una bola de nieve y él me golpeó en la cabeza con una bomba de bicicleta de metal. Veinte años más tarde, le pedí que interpretara un papel en mi cortometraje The Citizens, que incluía una escena en que tenía que pelearse con un tipo mucho más grande que él. Y unos cuantos años después, le pedí que interpretase este papel de boxeador vencido. Creo que ya me he vengado.
Se trata de una película basada en los personajes. Comenzamos desarrollando la puesta en escena con los actores, y después pensamos en las motivaciones y posibilidades de mover la cámara y cambiar algo en caso necesario. Rodamos las escenas utilizando planos largos, desde el principio hasta el final y un poco más, y lo hicimos pocas veces con lentes diferentes.
Normalmente, no solemos hacer pick-ups. Y no nos preocupamos demasiado por los errores. Es fundamental trabajar sin miedo a equivocarse porque, de lo contrario, terminas tomando decisiones monótonas.
Yo no tengo instrucciones firmes para los actores. Se trata más de ir dando forma al ambiente sobre la marcha en la dirección adecuada. Perdiendo un poco el aspecto controlador, se consiguen bonitos detalles y sorpresas, y la escena se mantiene viva.

¿Por qué y en qué punto decidió rodar la película, ambientada en 1962, en blanco y negro y en 16mm?...
.- Dos meses antes del rodaje. Probamos numerosos materiales diferentes, cinta y digital, pero fue este, Kodak Tri-X, el que tenía la textura adecuada. Es blanco y negro reversible, un material muy característico. No es solo el aspecto que tiene, sino la sensación que da. Todo lo que se rueda con esta cinta adopta un aire de principios de los sesenta. Tras echar un vistazo a las pruebas, la decisión era fácil. Pensamos que con este material, la película trasladaría al público a los años sesenta, y que no necesitaríamos destacar el periodo con primeros planos de objetos distintivos, coches o peinados en el plató.
Tuvimos que pedir todas las existencias que había en Europa y todo lo que tenían en los Estados Unidos, y finalmente Kodak tuvo que fabricar algunas más. Creo que no estaba hecho para ser un clásico para largometrajes. Se utilizaba en las noticias en los años sesenta y setenta.

¿Por qué hizo que el combate real del campeonato, y el boxeo en general, ocuparan un espacio tan pequeño en la película?...
.- Queríamos centrarnos en lo que se encuentra oculto. La película trata más del backstage que del escenario. Yo quería mostrar el boxeo solo como una parte de la vida diaria, y no elevarlo a algo simbólico o superior a las demás escenas. Eso va de la mano con lo que aborda la película.
Por otro lado, cuando sabes que 'Rocky 7' se está haciendo a la vez, puedes estar seguro de que ellos se van a centrar en las escenas de lucha, por lo que tú eres libre para centrarte en el contacto visual y las escenas de vuelo de cometas.
Vi muchísimas películas de boxeo y algunas de ellas casi consiguieron que quisiera cambiar el tema de mi película, pero también hay otras buenas. Junto con mi director de fotografía, vimos clásicos del cine de realidad de los sesenta, y estos se convirtieron básicamente en nuestra referencia visual.

¿Cree que a veces la industria del cine se asemeja al mundo del boxeo profesional?...
.- Sin duda. Cuanto más dinero necesitas, más manos tienes que apretar. Creo que una de las razones por las que hay tantas películas sobre boxeo es que ambos mundos se parecen. Por supuesto, el boxeo es un deporte muy cinematográfico, pero como director, también es fácil ponerte en el lugar del protagonista. Al fin y al cabo, estás solo en el cuadrilátero y siempre existe la posibilidad de que te golpeen con fuerza.
Resulta imposible dirigir algo que no entiendes. Y yo no sé mucho sobre boxeo, pero fue fácil para mí comprender a nuestro protagonista en las situaciones en que se encontraba. Yo mismo he estado en esas situaciones, apretando manos y prometiendo cosas que no debería haber prometido.
Desde mi perspectiva personal, esta película trata tanto de realización de cine como de boxeo a partes iguales. Me pareció que con este tipo de disposición, sería fácil trabajar a través de las mismas emociones que experimentaba como director de cine. Y podría obtener un plano más amplio y sonreír amablemente ante mis propias crisis existenciales. Pero esta es solo una opinión personal, no es algo cifrado en la película que el público supuestamente tenga que descubrir. Espero que todo el mundo haga sus propias reflexiones.

Su película recrea claramente el ambiente de principios de los sesenta, pero más allá de la nostalgia, hay una energía y perspectiva modernas. ¿Cómo navegó entre la obra de época y el cine contemporáneo?...
.- Yo nunca quise hacer una película de época, y tampoco nos tentaba demasiado la nostalgia. La idea fue siempre hacer una película contemporánea que pareciera una película antigua. Los clásicos fueron de gran ayuda. Quisimos que parecieran los años sesenta sin tener que destacarlo en exceso nosotros mismos. Rodamos todo lo posible en exteriores, y la feria fue nuestra única escena de estudio.
El diseño de producción, el vestuario y el maquillaje fueron auténticos de los sesenta, pero prestamos atención a no resaltar nada en demasía. Los extras se vistieron de manera más parecida al estilo real de los sesenta y nuestros personajes principales fueron un poco más intemporales. Una vez preparado el escenario y las cámaras en funcionamiento, estábamos rodando una película contemporánea. Nuestras referencias fueron más los documentales que la ficción.

¿Olli Mäki le interesó como figura que no encaja claramente en el estereotipo de macho de un boxeador?...
.- Las contradicciones siempre son interesantes. Joyce Carol Oates escribió en su ensayo Del boxeo: “El boxeo es una celebración de la religión perdida de la masculinidad, tanto más contundente por estar perdida”. Nosotros jugamos bastante con esto.
Me gustaba la idea de contar con el personaje principal equivocado en el documental que hacen en la película. Es gracioso que estén intentando convertir en un héroe convencional del boxeo a este hombre sensible y pequeño que se siente incómodo cuando le graban.
De esta situación de “hombre equivocado en el lugar equivocado” se desprende mucha comedia, y fue divertido jugar con la imagen habitual del boxeador en oposición a las emociones íntimas de Olli. El personaje de Olli era perfecto para eso. Además, supuso un reto retratar a un personaje principal que en realidad solo quiere que le dejen solo. No obstante, a final no estamos siguiendo el cambio de Olli, sino esperando a que siga siendo como es.

En su opinión, ¿qué pueden contarnos la película y la historia de Olli Mäki sobre la vida, la cultura o la sociedad de nuestros días?...
.- Siempre es bueno pararse a pensar que lo que cuenta es la meta final. Estamos rodeados por publicidad que anuncia el éxito, pero antes deberíamos descubrir lo que entendemos por éxito.
Creo que en los sesenta había cosas excepcionales que se han convertido en elementos cotidianos. La prisa por alcanzar el “éxito”, conseguir publicidad e historias en torno a la imagen pública de la gente no son cosas reservadas solo a celebridades en la actualidad.
Vivimos en un mundo competitivo. Al menos, en Finlandia la gente parece estar muy preocupada sobre lo que piensan los demás, y siempre aparecemos en titulares cuando hemos quedado bien en las estadísticas.
La competencia es esencial en el deporte, me encanta, pero en lo cotidiano está destruyendo la belleza de la vida.

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