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TOLKIEN
INFORMACIÓN
Titulo original: Tolkien
Año Producción: 2019
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 111 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Género: Drama, Biografía
Director: Dome Karukoski
Guión: David Gleeson, Stephen Beresford
Fotografía: Lasse Frank Johannessen
Música: Thomas Newman
FECHA DE ESTRENO
España: 14 Junio 2019
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
20Th Century Fox


SINOPSIS

Exploración a través de los años de formación del escritor huérfano en su búsqueda de la amistad, el amor y la inspiración artística en el grupo de inquietos estudiantes del que forma parte. En este contexto se produce el estallido de la Primera Guerra Mundial, que amenaza con destrozar esta “asociación”. Todas estas experiencias inspirarían a Tolkien a escribir sus famosas novelas de la Tierra Media...

INTÉRPRETES

LILY COLLINS, NICHOLAS HOULT, MIMI KEENE, GENEVIEVE O'REILLY, PAM FERRIS, CRAIG ROBERTS, LAURA DONNELLY, DEREK JACOBI, COLM MEANEY, PATRICK GIBSON, ANTHONY BOYLE, TOM GLYNN-CARNEY, HARRY GILBY, TY TENNANT

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   Al igual que una chispa eléctrica, el libro de J.R.R. Tolkien The Hobbit desencadenó por sí solo en la imaginación global un fuego incontrolado que dominó el género de fantasía y aventuras durante el último siglo. El “efecto Tolkien” resuena en todas partes a través de la literatura, el cine y la televisión. En sus relatos y universos nunca antes vistos, los reinos de magos, hobbits, dragones y seres míticos de Tolkien evocan las mejores facetas de la naturaleza humana: nuestra pasión por emprender aventuras, nuestra disposición a sacrificarnos por los demás, nuestra esperanza en que el bien vencerá al mal y la fuerza que obtenemos de la verdadera amistad.
   Ahora, con TOLKIEN, llega la historia de cómo el joven Tolkien se transformó de solitario huérfano en uno de los grandes narradores de todos los tiempos; una historia que en sí misma es un fascinante cuento iluminado con el poder de la imaginación, los lazos de la lealtad y la forja de la determinación, fraguada tanto con el fuego del amor como con el de la guerra.
   La emergente estrella Nicholas Hoult (LA FAVORITA, MAD MAX: FURIA EN LA CARRETERA, X-MEN: APOCALIPSIS) interpreta a John Ronald Reuel Tolkien durante su periodo de formación como estudiante, y también romántico joven y soldado, mucho antes de que publicara The Hobbit en 1937. Criado por una devota e imaginativa madre que murió trágicamente cuando John tenía solo 12 años, Tolkien se vio abandonado a su suerte y tuvo que labrarse su propio e incierto camino. Todo cambia cuando funda una sociedad secreta junto a sus compañeros de estudio, artistas jóvenes, marginados y rebeldes que se unen entre sí con el deseo de cambiar el mundo. En ellos Tolkien encuentra amigos leales que le mantendrán a flote a través de los tiempos oscuros de la guerra y le darán la confianza para, a pesar de su azarosa relación, ir tras el objeto de su amor al que tiene prohibido ver, y asimismo le inspiran para escribir épicas historias que nadie más que Tolkien podría haber alumbrado.
   El director de TOLKIEN Dome Karukoski desea trasladar su idea de un recorrido por la naturaleza en bruto de la inventiva mente del joven Tolkien. “He sido fan de Tolkien desde que tenía 12 años, así que lo más importante para mí es reflejar en esta película todas las emociones que yo tenía leyendo sus libros”, afirma Karukoski. “TOLKIEN es una mágica historia de amor y amistad. Es la historia de un niño huérfano que descubre el compañerismo, va a la guerra y conoce a la única mujer que amará durante toda la eternidad. Al mismo tiempo, la película trata sobre cómo Tolkien, en su genialidad creativa, podría haberse inspirado en todas y cada una de estas cosas reales —amistad, guerra y amor— para concebir sus increíblemente vivos mundos de fantasía”.
   Hoult disfrutó mucho de poder conocer un aspecto de Tolkien con el que nunca antes se había topado: “Aunque me han encantado las novelas de Tolkien desde que era niño, no sabía nada sobre esta primera época de su vida, que es tan interesante y reveladora. No sabía nada de sus pérdidas, ni de sus tragedias personales en el amor y en la guerra, ni sobre esas amistades fundacionales que tanto significaron para él. Ni tampoco que encontró un gran amor que le fue vedado y de su lucha por recuperarlo. Me encantó el enfoque que dio Dome a la historia, la idea de que a través de cada una de esas experiencias luminosas y oscuras, Tolkien adquirió la voz para crear las historias por las que ahora sentimos más pasión que nunca”.

EL TOLKIEN QUE NADIE CONOCE...
  La vida de Tolkien distaba mucho en sus inicios de la de los excepcionales personajes que creó en sus famosas novelas. Al dramaturgo y guionista irlandés David Gleeson le fascinó la historia del propio Tolkien como joven que emprende una heroica búsqueda. Al igual que adoraba las encumbradas fábulas de The Hobbit y El señor de los anillos, Gleeson también se sintió conmovido por la profundamente humana historia de cómo Tolkien llegó a la mayoría de edad contra todo pronóstico; y cómo se vio impelido a escribir esas imperecederas historias gracias, en parte, a su determinación por crear y vivir al máximo.
   Tolkien perdió a su padre cuando todavía era un niño, y entonces fue arrancado de su Sudáfrica natal y conducido a una Inglaterra que no había visto nunca por su querida pero enferma madre, que murió de diabetes con tan solo 36 años, en una época anterior al descubrimiento de la insulina. A los 12 años de edad, John y su hermano Hilary eran huérfanos y pobres, sin embargo, Tolkien desafiaba tales circunstancias a cada instante. Pronto se hizo evidente que John tenía excepcionales dones, incluyendo una rara destreza para inventarse idiomas, crear mitologías y concebir criaturas imaginarias tanto en palabras como en dibujos. Ese genio le proporcionó la oportunidad de matricularse en la prestigiosa King Edward’s School de Birmingham, donde su floreciente vida de fantasía comenzó realmente a explosionar, gracias a la mejor clase de estímulo: un círculo de fieles amigos que le animaban constantemente a ir más allá y con cuyo apoyo siempre podía contar.
   Gleeson encontró todo tan fascinante que mencionó al equipo de Chernin Entertainment que le parecía que la historia tenía verdadero potencial para que alguien escribiera una película sobre Tolkien.
   Esto dio inicio a una intensiva odisea personal de investigación por parte de Gleeson, que profundizó aún más en la propia leyenda de Tolkien, centrando el objetivo en un período transformador: desde la llegada de Tolkien a la King Edward’s School hasta su experiencia –muy cercana a la muerte– en la Batalla del Somme combatiendo en el bando británico durante la Primera Guerra Mundial, que aún sigue siendo uno de los conflictos más sangrientos en la historia militar de Reino Unido, y hasta el inicio de su vida junto a Edith Bratt, que se convertiría, con mucho esfuerzo por parte de Tolkien, en su musa.
   A Gleeson le gustaba especialmente que en un principio Tolkien decidiera aguzar su ingenio narrativo formando parte de una sociedad clandestina de inadaptados adolescentes. En 1911, Tolkien se unió a Robert Gilson, Christopher Wiseman y Geoffrey Smith para crear un club secreto apodado jocosamente The Tea Club and Barrovian Society, para abreviar, TCBS, con el fin de intercambiar sarcásticos comentarios, compartir ideas, debatir sobre todo lo que ocurría en el mundo, dar rienda suelta al poeta que llevaban dentro y apoyarse unos a otros en su eufórica aspiración de llevar su vida con valentía, creatividad y sentido.
   “Me pareció muy revelador descubrir que Tolkien formaba parte de este cuarteto de amigos que conformaban realmente una hermandad”, señala Gleeson. “Todos ellos se alistaron para combatir en la Gran Guerra, así que ahí hubo una verdadera alianza de jóvenes que tuvieron que enfrentarse a un tremendo peligro, que es un tema que se convertiría en un aspecto íntimamente ligado a la sensibilidad de Tolkien. Con el paso del tiempo, Tolkien estaba bastante más interesado en separar su vida personal de su trabajo, y hablaba muy poco sobre aquello, pero ahora es imposible no establecer la conexión”.
   Gleeson también se dejó llevar por la casi shakesperiana historia de amor entre Tolkien y su compañera de orfandad Edith Bratt. Tras un ardiente cortejo basado en su mutuo amor por el arte y por hacer trastadas, su noviazgo casi se fue al traste cuando el tutor de Tolkien, el padre Francis Morgan, prohibió a la enamorada pareja tener incluso contacto visual hasta que Tolkien cumpliera los 21 años. Las cosas podrían haber terminado simplemente así, pero Tolkien se negó a dejar escapar su sueño. “Aquí hubo un gran romance entre dos almas perdidas que fueron separadas justo cuando más se necesitaban, únicamente para volver a reencontrarse y lograr que su relación funcionara”, afirma Gleeson. “Es otra extraordinaria historia en la vida de Tolkien”.
   El guión escrito por Gleeson y Stephen Beresford (PRIDE [ORGULLO]) estaba lleno de energía y humor, y proporcionaba asimismo una sensación de aventura, tanto física como emocional, que no se asocia a menudo con la vida que los literatos tienen tras sus escritorios. Abarcando desde los sueños de su infancia hasta una surrealista visión de Tolkien en la guerra, la historia poseía también una épica sensibilidad que hasta el propio Tolkien podría haber admitido. Los productores de Chernin se mostraron inmediatamente dispuestos a involucrarse en el proyecto.
   “Al descorrer la cortina de los primeros años de la vida de Tolkien, encuentras una historia que escarba en el sitio del que proceden tanto su arte como sus relatos”, señala el productor Kris Thykier, de Archery Pictures. “Para Tolkien, la amistad era una de las cosas más importantes del mundo, y aquí se ve por qué eso se convirtió en algo tan fundamental en su vida y en su obra”.
   El productor David Ready añade: “Todos apoyábamos firmemente la idea de que esta historia necesitaba ser contada. Y nos pareció que podíamos hacerlo de una forma que fuera fiel en espíritu al pasado de Tolkien, pero que también diera lugar a preguntarse una cuestión aún más importante: ¿de dónde emana una imaginación tan increíble? Cuando el filme se inicia con un enfebrecido Tolkien recorriendo las trincheras del Somme en busca de un amigo perdido, sabes inmediatamente que éste no va a ser un biopic convencional. La película comienza con guerra, pero después se transforma en la maravillosa historia de esas hermosas amistades que Tolkien logró cimentar, algo que le ayudó a construirse a sí mismo”.
   El coproductor Dan Finlay señala que el interés de la historia se alejaba mucho de lo que cualquiera hubiera podido esperar. “Trata sobre cosas que todo el mundo encuentra fascinantes, sea quien sea: la amistad, el amor y la pugna entre la luz y la oscuridad”.
   Y comenzó la búsqueda para encontrar a un director con una imaginación visual lo suficientemente excepcional como para encajar todo este material. Los productores entregaron las riendas del proyecto al director Dome Karukoski, cuya cinematografía previa en Finlandia incluye galardonadas películas como TOM OF FINLAND, LA CASA DE LAS MARIPOSAS NEGRAS y LAPLAND ODYSSEY, figurando las dos últimas en la lista oficial de la cinematografía finlandesa como candidatas al Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa. “Cuando observamos la intensa pasión de Dome por contar esta historia, resultó más que evidente que él tenía que estar al timón”, dice Ready sobre la elección. “Su nivel de compromiso engrandeció cada uno de los elementos de la historia. El filme se convirtió en algo muy personal para él”. Una vez que se confirmó a Karukoski como director, la película tuvo luz verde por parte de Fox Searchlight y Thykier se incorporó al proyecto para ayudar a producir el filme en Reino Unido.
   Karukoski conectaba con Tolkien al nivel más profundo, porque él también había crecido sin un padre. Nacido en Chipre de madre finlandesa, Karukoski no conoció a su padre norteamericano hasta los 14 años, así que, instintivamente, era capaz de penetrar en la soledad de Tolkien y entender por qué la comunión y el apoyo que encontró tanto en sus amigos del TCBS como en Edith actuaron sobre él como una especie de hechizo mágico.
   “Aunque yo no soy huérfano como Tolkien, mis primeros años de vida fueron también los de un niño sin padre. Ver a Tolkien como un huérfano abandonado tratando de encontrar su camino, realmente sintonizaba conmigo. Su búsqueda de amigos, de amor y de su propia identidad constituía un eje emocional al que no me pude resistir”, señala.
   Al ser finlandés, Karukoski sentía una especial familiaridad hacia Tolkien, habiendo leído que Tolkien aprendió de forma autodidacta el idioma cuando era estudiante y que tenía en alta estima su cultura. “En Finlandia se piensa que Tolkien es casi ‘nuestro icono’”, afirma Karukoski. “Tolkien, al parecer, estaba cautivado por el finés y por nuestra mitología: el Kalevala. Incluso llegó a escribir su propia versión de la historia de Kullervo, épico relato procedente del Kalevala. Para mí es obvio que Tolkien ha extraído elementos tanto del idioma finlandés como del Kalevala y los ha incorporado en sus propias leyendas.
   Igualmente irresistible era la oportunidad de escarbar en algunos de los territorios más misteriosos del ser humano: ¿cómo pueden ser construidos mundos enteros a partir del absolutamente etéreo e incorpóreo tejido de la memoria, la emoción y la fantasía? Karukoski, sobre todo, no podía esperar a recrear en pantalla la estimulante atmósfera y juvenil algarabía de la sociedad secreta del TCBS. “Es un momento de la vida tan emocionante cuando encuentras amigos como ésos, y yo quería mostrarlo como si fuera la primera gran aventura de Tolkien”, comenta Karukoski. “Tolkien estaba descubriendo la forma de no tener miedo a su imaginación. Esos cuatro jóvenes hacen esa audaz declaración de que van a cambiar el mundo a través del arte; y esa consigna perdurará en Tolkien para siempre”.
   La historia de amor también constituía un gran atractivo, especialmente porque la potente Edith llegaría a inspirar varios de los personajes femeninos de Tolkien más queridos. “Uno de mis primeros enamoramientos cuando era un chaval fue de los personajes de Arwen y Lúthien, las princesas elfas de sus mitologías, que Tolkien dijo que estaban basadas en Edith”, admite Karukoski. “Así que era muy satisfactorio tratar de recrear una princesa elfa en la persona de Edith. Pensé mucho sobre lo puro que su amor debió de haber sido. Ellos tenían algo que realmente todos anhelamos sentir. Sin embargo, lo que diferencia a su historia romántica es que fue lo que le permitió a Tolkien escribir unas leyendas de amor que ahora son eternas”.

SER TOLKIEN...
  Para sacar a Tolkien de las páginas de la Historia y proporcionarle una vida tangible y actual, los realizadores necesitaban a dos actores diferentes; y ambos tenían que ser capaces de permitir al espectador ver dentro del engranaje, en pleno movimiento, de la imaginación de Tolkien. La búsqueda del Tolkien adulto condujo a uno de los más prometedores actores de los últimos años: Nicholas Hoult, que se dio a conocer por primera vez como actor infantil en la película UN NIÑO GRANDE y cuya exitosa carrera ha continuado interpretando personajes como Bestia en la saga X-MEN, el inolvidablemente intenso Nux en MAD MAX: FURIA EN LA CARRETERA y, más recientemente, el extravagante Harley en LA FAVORITA.
   Karukoski vio enseguida algo del Tolkien que había leído en Hoult. “Lo primero que me suscitó interés en Nicholas fue su inteligencia”, señala Karukoski. “Nick es extraordinariamente listo, algo que necesitas ser para interpretar a un genio como Tolkien. Lo segundo fue que es muy bromista, también una cualidad de Tolkien, que era famoso por salir vestido de caballero medieval para asustar a la gente ¡en Oxford! Nick encarnaba eso a la perfección. Hoult pasó meses preparándose, incluso practicando la manera de ilustrar de Tolkien, mientras estaba sentado en la silla de maquillaje para actuar en X-MEN. Finalmente, Nick es un actor que siempre está dispuesto a repetir tomas una y otra vez, aportando algo diferente en cada ocasión. Nunca deja de buscar lo que es mejor para la escena”.
   Aunque a Hoult le fascinaba Tolkien desde sus propias incursiones en la Tierra Media cuando era niño, Hoult señala que fue Karukoski quien le despertó la curiosidad por escarbar en la imaginación de Tolkien tanto como en las partes desconocidas de su vida. “El apasionante entusiasmo de Dome le convertía en el tipo ideal para contar esta historia de perseverancia, así como encontrar tu propia voz. No creo haber conocido a nadie que sea una fuerza de la naturaleza de la magnitud de Dome”, comenta Hoult. “Fue un gran honor interpretar a Tolkien de una manera que nadie ha visto”.
   Hoult se zambulló de cabeza en la investigación, leyendo todo lo que pudo encontrar sobre Tolkien, pero buscando también la forma de hacer suyo el papel. “Leí todas las biografías, escuché las grabaciones que Tolkien realizó en su madurez y revisé todas sus fotografías”, dice Hoult. “Y cuanto más aprendes sobre Tolkien, más te sorprendes de todos sus logros e ideas. Aun así, como actor tienes que aceptar el hecho de que cuando interpretas a una persona real, únicamente puedes interpretar a una especie de fantasma de esa persona. No puedes imitarla, así que intentas capturar algo de su esencia vital”.
   Para Hoult, una buena parte de esa esencia era la lealtad de Tolkien hacia los chicos del TCBS, que se convirtieron en una especie de familia “auto-creada” cuando precisamente él necesitaba una. “Tolkien se sentía tan conectado con los miembros del TCBS porque todos ellos eran igual de creativos que él, bien en poesía, en música o en pintura, y también compartían esa especie de afición irreverente por las travesuras. Eran el tipo de amigos capaces de obligarse unos a otros y animarse entre ellos para ir mucho más allá. Y en aquel momento, Tolkien no tenía a nadie más así”, declara Hoult.
   Es por eso por lo que también el mantra del TCBS de Helheimr tenía tanto poder para Tolkien. Para Hoult, Helheimr se convirtió asimismo en una inspiración para transmitir la tenacidad de Tolkien y su rechazo a perder la esperanza de conservar lo que Edith y él tenían juntos. Hoult señala, “Yo creo que Tolkien vio en Edith a una inquebrantable superviviente igual que él. Pero también creo que hicieron locuras y se divirtieron mucho juntos. Su relación solo se volvió más excitante porque tenía que ser secreta y ambos tuvieron que pasarlas muy canutas para poder estar juntos”.
   Mientras que Hoult interpreta al joven Tolkien en la edad adulta, es el principiante Harry Gilby quien interpreta al Tolkien adolescente. Karukoski dice de Gilby: “Cuando vi por primera vez a Harry, me sorprendió el hecho de que es casi tan alto como Nick, y mira e incluso anda igual que Nick. También transmitía esa sensación de pura inocencia que yo quería captar en Tolkien en su etapa mucho más joven. Me pareció que Harry sacaba esa cualidad juguetona e infantil que Tolkien siempre mantuvo viva en su interior”.
   “Harry es un joven actor muy brillante”, añade Hoult. “Fue genial trabajar con él, y pasamos mucho tiempo juntos, aprendiendo a reflejar el uno en el otro nuestros mutuos movimientos y gestos”.
   Gilby ve a los amigos de Tolkien como un bote salvavidas que logró ponerle a salvo en tiempos oscuros. “Yo creo que el TCBS se convirtió en una manera de evadirse del dolor por la pérdida de su madre”, observa Gilby. “El hecho de tener la válvula de escape del TCBS para divertirse, gastar bromas, hablar sobre arte y literatura y cambiar el mundo, le devolvió la felicidad”.

EL MUNDO REAL DE TOLKIEN...
   Para la realización del filme, Karukoski se rodeó de un equipo extraordinariamente creativo que incluía al director de fotografía Lasse Frank, que también filmó el filme de Karukoski TOM OF FINLAND, el diseñador de producción Grant Montgomery (serie de televisión “Peaky Blinders”), la diseñadora de vestuario Colleen Kelsall (LOS PUENTES DE MADISON), el montador Harri Ylönen (TOM OF FINLAND) y el compositor, nominado al Oscar en catorce ocasiones, Thomas Newman (EL PUENTE DE LOS ESPÍAS).
   En el eje central de TOLKIEN se halla la manera en que el mundo material que nos rodea —desde un retorcido y viejo árbol hasta una casa de labranza, incluso la opinión confrontada con un amigo o una amante— puede desencadenar la imaginación más irracional y evocadora. Aunque deseaba explorar cómo funcionaba esa especie de encantamiento, Dome Karukoski sabía que primero tenía que crear para Tolkien una realidad perfilada hasta el mínimo detalle. Solo entonces el director podría superponer las inquietantes sombras y deslumbrantes visiones que podrían llegar a ser los cimientos de lo que más tarde podría dar forma a la Tierra Media.
   Desde el principio, Karukoski consideró el mundo de la naturaleza, los recuerdos de la infancia, los horrores de la guerra y las maravillas de una pacífica vida hogareña –lo que debieron de ser las mayores influencias en la literatura de Tolkien– como los bloques de construcción del filme a nivel visual. También contempló la película como dividida en tres tipos diferentes de estética visual: los días de escuela de Tolkien están cargados de color e inocencia; después, la guerra acarrea una turbulenta oscuridad; y, finalmente, Tolkien emerge con la nueva luz y la serenidad que le proporciona la vida familiar.
   El director de fotografía Lasse Frank tuvo la idea de que la cámara pareciera inseparable de Tolkien. “La cámara siempre se mueve al ritmo de Tolkien y de sus emociones. De manera que, si Tolkien está sentado y en paz, la cámara se posa. Si Tolkien se mueve o tiene el ánimo agitado, la cámara amplifica o reproduce esa sensación con movimiento. No todas las localizaciones nos lo permitían, pero eso suministraba una experiencia muy cercana tanto a nuestros actores como a nuestro personaje principal”, explica el director.
   Los sets también necesitaban producir la sensación de que en ellos había vida, real pero ligeramente onírica, la forma en que un escritor en ciernes podría ver el mundo, una tarea que recayó en el diseñador de producción Grant Montgomery. “Mi aproximación al filme fue el de una carta de amor a Tolkien y a todas las cosas que eran importantes para él”, afirma.
   Aunque la película comienza en el campo de batalla, pronto se produce el cambio a la casa donde vivió de pequeño Tolkien en Sarehole, que era clave para fijar el tono de su infancia. “Sarehole sirvió posteriormente de inspiración para la Comarca, así que era un sitio realmente importante. Tolkien adoró siempre los árboles de aquel lugar”, señala Karukoski. “Realmente queríamos infundir la idea de que, en la mente de Tolkien, esos árboles tenían vida propia”.
   La labor de investigación archivística ayudó a Montgomery a recrear la pensión de la señora Faulkner, donde Tolkien conoce a Edith, proveyéndola de una atmósfera de refugio y remanso de paz. “Era una enorme casa de la época eduardiana que probablemente no había sido redecorada en veinte años. El ambiente del lugar era muy oscuro porque a la señora Faulkner le atraía el resurgimiento del medievalismo y el gótico, referencias visuales que también resuenan en la obra de Tolkien, con todos esos dragones, caballeros, magia y fantasía”, dice Montgomery.
Como las bombas de la Segunda Guerra Mundial habían destruido en gran parte el Birmingham de principios de siglo, producción recurrió a la ciudad de Liverpool, que todavía conserva algunos elementos arquitectónicos anteriores a la Primera Guerra Mundial. Allí recrearon la librería Barrow’s –con su tentador salón de té que atrae al club TCBS a reunirse allí– recurriendo al St. George’s Hall, un distintivo edificio del siglo XIX de estilo neoclásico.
   El Grand Hotel, donde Tolkien y Edith lanzaban terrones de azúcar a los sombreros de los huéspedes, fue recreado en el Ayuntamiento de Liverpool, incorporando tonos dorados. “Yo quería darle al hotel un aire de riqueza y ensueño, con el fin de hacer sentir que vienes de la oscuridad de la casa de la señora Faulkner y llegas a esta auténtica sensación de luz”, explica Montgomery.
   El set de la King Edward’s School, recreado en el victoriano edificio del Ayuntamiento de Rochdale, en Mánchester, estaba revestido de deliciosos detalles góticos.
   Para rodar las escenas correspondientes a Oxford, Karukoski pensaba que solo serviría la localización real. “Oxford no era solamente donde estaba centrada toda la vida intelectual de Tolkien, también fue donde Edith y él formaron su familia. El hecho de estar allí produjo en todos nosotros una sensación mágica”, afirma el director.
   Esa misma mezcla de precisión histórica y vitalidad se buscó también en el vestuario. “Estos jóvenes estaban tan llenos de vida que yo no quería ropa de época que pudiera despojarles de eso”, dice Karukoski. “Quería un vestuario que tuviera una fluidez actual, y Colleen encontró formas maravillosas de hacerlo. También me enamoró la idea de Colleen de colorear los vestidos y trajes utilizando la misma paleta de colores que Tolkien empleó en las ilustraciones que realizó a lo largo de su vida”.
   En cuanto leyó el guion, la diseñadora de vestuario Colleen Kelsall supo que tenía mucho trabajo por delante. “Es una historia que se desarrolla en cuatro épocas distintas y con elementos que abarcan desde la guerra hasta la fantasía”, señala. “Así que comenzamos con una exhaustiva labor de investigación y a partir de ahí tratamos de verter todo lo que habíamos aprendido en las personalidades de estos maravillosos personajes”.
   Tolkien, incluso en su etapa de marginado, destaca siempre por su forma de vestir. “Eso fue una idea fantástica que tuvo Colleen”, señala Nicholas Hoult. “En la escuela, Tolkien siempre va bien vestido, como era habitual en la época, pero no tan bien como los demás chicos, así que te das cuenta de la diferencia. Después, en su vida posterior, su atuendo tiene elementos de tonos más terrosos y naturales”.
   Aunque el mantra de Kelsall era mantener la sensación de que todo era accesible y contemporáneo, admite que era fácil volverse bastante “friki” con el montón de “sabiduría popular” sobre Tolkien que producción puso a su disposición. No pudieron resistirse a incluir algunos huevos de Pascua para los apasionados fans. “Incluso añadimos detalles a alguna de las armaduras de caballero que se ven en pantalla, reflejando los intereses de Tolkien en los idiomas, la poesía y la religión”, afirma Kelsall. “La mayoría de la gente no se dará cuenta, pero nos proporcionó una gran satisfacción poner el espíritu de Tolkien en absolutamente todo”.
   Completando el equipo de realización se halla el compositor, nominado al Oscar catorce veces, Thomas Newman, que ha creado bandas sonoras para películas como EL PUENTE DE LOS ESPÍAS, SKYFALL, WALL-E y AMERICAN BEAUTY. Karukoski dice de trabajar con Newman, “Desde que tenía 12 años, he escuchado en mi cabeza el universo de Tolkien y la Tierra Media de una manera muy concreta. El etéreo y mitológico paisaje sonoro que Newman ha sentido perfectamente en muchas ocasiones. Trabajamos en la música durante casi un año y empezamos incluso antes de que él hubiera visionado el primer montaje. Ver a este maestro crear sonidos con instrumentos que no había visto en mi vida fue una experiencia que nunca olvidaré. Era pura magia”.

TOLKIEN Y LA GRAN GUERRA...
   La película TOLKIEN comienza en un mundo de fuego y ceniza muy espeluznante, que podría haberse extraído de una oscura fantasía, pero es de hecho el campo de batalla francés de la Primera Guerra Mundial. En medio de la embravecida batalla del Somme, donde tantos prometedores jóvenes entregarán su vida, Tolkien camina tambaleándose a través de un laberinto de desoladas y nebulosas trincheras, en una bruma febril, buscando a un amigo. Es un punto de partida apropiado no solo para sumergirse en el tema central del filme que es la amistad, sino también porque pocos sucesos tendrían más impacto sobre Tolkien que la inconcebiblemente vasta destrucción de seres humanos y pérdidas personales de la Primera Guerra Mundial.
   La llamada Gran Guerra fue la devastadora introducción del mundo a la guerra industrial, plagada de muchos nuevos tipos de explosivos, ametralladoras y armas químicas capaces de causar un enorme número de víctimas, lo cual no se había visto nunca antes en toda la historia de la humanidad. Unos 10 millones de soldados, incluyendo una cifra tan abrumadora como la de 700.000 correspondientes a las fuerzas armadas británicas, perdieron la vida en la guerra, y el propio Tolkien expresaba en sus cartas sus dudas respecto a si sobreviviría para volver a casa con Edith.
   No obstante, incluso en el paisaje infernal de las trincheras, la imaginación de Tolkien estaba trabajando, ya que, alumbrado por una vela, empezó a escribir notas sobre algunos de los personajes que se convertirían en la columna vertebral de las leyendas que crearía posteriormente. Tolkien siempre dejó claro que los eventos puntuales de la saga de El señor de los anillos, tal y como están escritos, no pretendían relacionarse con sucesos específicos de ninguna guerra. Pero sus experiencias en la Primera Guerra Mundial, y la pérdida de buenos amigos, le impactaron muchísimo.
   Para penetrar en los profundos vínculos que existen entre la guerra y la obra de Tolkien, Karukoski se planteó como objetivo dotar a las escenas bélicas de un estilo sobrenatural, como la tristemente célebre “tierra de nadie” de la batalla del Somme, que al mezclarse con las agitadas fantasías y alucinaciones de Tolkien se transforma en algo mítico. “En aquel tiempo, Tolkien tenía a la muerte muy cerca”, señala Karukoski. “En esos momentos, la imaginación toma a menudo el control y las catacumbas más oscuras aparecen en el interior de tu mente. Tolkien debió de sentir eso. Experimentó el miedo y la oscuridad. Yo creo que precisamente el hecho de observar el mal y la oscuridad es la emoción que extrajo de la guerra. Mi intención era trasladar eso a la historia”.
   Para entender esa realidad, Grant Montgomery se sumergió de lleno en la fotografía realizada en las trincheras, así como en relatos de primera mano. Aunque las imágenes del Somme son en blanco y negro, Montgomery supo que las trincheras estaban tan envenenadas con agentes químicos que el aire tenía un tono amarillo, mientras que el agua se volvía roja debido al óxido, lo que utilizó para producir un efecto escalofriante. “Los colores tenían que ser muy surrealistas”, afirma, “lo cual cinematográficamente funciona porque en nuestra película mostramos a Tolkien teniendo descarnadas alucinaciones”.
   Durante un periodo de diez semanas, el equipo de producción se dedicó a cavar un laberinto de trincheras a lo largo de más de 6 hectáreas ubicadas en la campiña de Cheshire, al sur de Manchester, luego salpicó el paisaje con árboles de policarbonato de casi 10 metros de altura, sometidos a un proceso para parecer quemados, llenos de agujeros causados por proyectiles y acicalados con ramas cubiertas de ratas que intentan escapar del gas mortal que ascendía desde abajo. Cuando comenzó el rodaje, la naturaleza desencadenó una lluvia inusualmente intensa, incrementando la autenticidad. “La lluvia hizo más difícil trabajar, pero también replicaba un poco cómo era la situación para los soldados en las trincheras; llenos de barro hasta los tobillos”, dice Montgomery.
   Karukoski recuerda: “Todo el mundo estaba muy emocionado cuando empezamos el rodaje en las trincheras, pero a la segunda semana, ¡todos estaban como locos por terminar! La gente estaba cansada y exhausta porque las condiciones hacían la experiencia muy real. Lo que Grant y su equipo fueron capaces de conseguir fue, simplemente, espectacular”.
   El realismo del entorno también contribuyó a evocar la necesidad de Tolkien de seguir manteniendo la esperanza en reencontrarse con sus queridos amigos. Hoult recuerda que durante la escena en la que Tolkien lee una carta de Geoffrey Smith, uno de los miembros del TCBS, “Tanto Dome como yo empezamos a llorar. Nos sentíamos muy comprometidos con los personajes”.
   Aunque Tolkien fue evacuado debido a su grave enfermedad, le llevaría años reponerse y asimilar todo lo que había pasado. En aquel momento, fue Edith quien le ayudó a recuperarse, no solo recobrando las alegrías de la vida cotidiana, sino también reavivando su pasión creativa. Lo que surgió de su pluma después de ese tiempo de dolor y reconciliación seguiría volviendo a esas dualidades que había experimentado: valor y miedo, amor y pérdida, paz y guerra, los poderes oscuros del mal y la luz de la amistad.
   Karukoski resume: “La creación de la Tierra Media le llevó a J.R.R. Tolkien casi toda su vida, pero todo se inició con su amor por las historias de la infancia, luego se desarrolló a través de sus amistades en el TCBS y se hizo aún más profundo por la depravación de la guerra. Con la lógica de un artista, Tolkien hizo de todo eso una aventura de amor, amistad y creación”.

LA SOCIEDAD SECRETA DE TOLKIEN...
  El primer encuentro de Tolkien con todo lo que puede significar la amistad comienza cuando llega a la King Edward’s School como un retraído y solitario novato. Las cosas dan rápidamente un vuelco cuando Tolkien empieza a juntarse con tres compañeros, que se convertirán en los más inusuales e inseparables amigos: Robert Gilson, Geoffrey Smith y Christopher Wiseman. Juntos, formarán el Tea Club and Barrovian Society, llamado así por su respectiva pasión por tomar sorbitos de té furtivamente en la biblioteca escolar o en el cercano salón de té Barrow’s. Con todos sus miembros armados con un agudo ingenio y un deseo de dejar su huella en el mundo, el TCBS proporcionará a cada uno de estos parias un lugar donde expresar quiénes son realmente. En la intimidad del TCBS, compartirán “todo bajo el sol”, como le dijo Wiseman a un entrevistador en 1987. “Eso fue lo que nos unió”.

PATRICK GIBSON Y ALBIE MARBER INTERPRETANDO A "ROBERT GILSON"...
   El carismático showman del TCBS es Robert Gilson, que aspira a convertirse en pintor. Gilson también resulta que es el hijo del director de la escuela, lo que le proporciona tanto poder como desesperación, dado que la clamorosa verdad es que su padre, que dirige la institución con puño de hierro, exige más a Robert que a cualquier otro chico.
   Asumiendo el papel del joven Gilson se halla Patrick Gibson, conocido por sus trabajos en las series “Los Tudor” y “The OA”. Gibson dice que lo que une a los miembros del TCBS es “la voluntad de sentir la mayor cantidad posible de increíbles y hermosas experiencias de la vida”. Habiendo crecido y pasado toda su vida en el provinciano Birmingham, Robert definitivamente tiene ese sentimiento de que ahí fuera hay todo un mundo por explorar”.
   Aunque puede que sea el líder natural del grupo, Gibson también observa, “En realidad, mi personaje lucha en silencio por adquirir confianza en sí mismo. Trata constantemente de estar a la altura de las extraordinariamente altas expectativas de su padre, así que simula ser una persona fuerte para encubrir las dudas que siente interiormente”.
   Interpretando al personaje de Robert en su etapa más juvenil se encuentra el actor Albie Marber, que ha aparecido recientemente en la serie “Outlander”. Marber señala que el joven Gilson al principio se muestra escéptico acerca de dejar que Tolkien se una a sus filas. “Cuando Tolkien llega, en cierto modo, perturba al grupo inicialmente. Yo creo que lo que les llega a gustar de él es que es muy abierto y que comienza a extraer de todos cosas realmente buenas”, dice Marber.
   Gibson describe la experiencia de compartir personaje con Marber, “Albie y yo pasamos mucho tiempo juntos inventando sutiles gestos que ambos podíamos realizar. Fue realmente genial ver cómo esos chavales fueron creando esa dinámica grupal con vistas al TCBS en el que posteriormente nos pudimos involucrar”.

ANTHONY BOYLE Y ADAM BREGMAN INTERPRETANDO A "GEOFFREY SMITH"...
   El alma sensible del TCBS se encuentra en Geoffrey Smith, un poeta de talento precoz y dramaturgo en proceso de desarrollo, cuya familia se niega a aceptar su pasión por la escritura. Interpretando al joven Smith se halla Anthony Boyle, un actor norirlandés conocido por interpretar a Scorpius Malfoy en las versiones del West End y de Broadway de la obra de teatro “Harry Potter and the Cursed Child”, por la que fue nominado al premio Olivier y al Tony. Boyle señala que Geoffrey se identifica con Tolkien mucho más que los otros. “Yo creo que su propio sentimiento de aislamiento le permite a Geoffrey sentir también la soledad, y ese es el motivo por el que confraterniza tanto con Tolkien; sabe que esa amistad puede ser un auténtico faro de luz en la oscuridad”.
   Puede que Smith no sea huérfano como Tolkien, pero su poesía le ha distanciado enormemente de su familia. Sólo posteriormente, la madre de Geoffrey (interpretada por Genevieve O’Reilly) llegará a vislumbrar la profundidad de su compromiso. “La relación con su madre es muy difícil. Ahí hay amor, pero no saben cómo hablar el uno con el otro”, observa Boyle. “Verdaderamente me conmovió saber que Tolkien, tras finalizar la guerra, se esforzó muchísimo en publicar la poesía de Geoffrey”.
   Al igual que los demás, Boyle pasó un tiempo trabajando con su homólogo más joven, interpretado por Adam Bregman, quien recientemente ha encarnado a Pablito Picasso en la serie de televisión “Genius”. “Adam es un actor brillante, así que observarle me aportó mucho a la hora de incorporar al personaje formas de hablar y de moverse”, afirma Boyle.

TOM GLYNN-CARNEY Y TY TENNANT INTERPRETANDO A "CHRISTOPHER WISEMAN"...
   El miembro más cándido del TCBS es el ocurrente Christopher Wiseman, que ya exhibe grandes dotes como prometedor compositor de música clásica. Puede que Wiseman no tenga ningún filtro a la hora de expresar su opinión, pero en el fondo subyace un joven enfrentado a su propia confusión interna.
   “Todos somos muy diferentes en términos de lo que aportamos al grupo”, señala Tom Glynn-Carney, conocido por su papel en la película DUNKERQUE, que interpreta al joven Christopher. “Christopher es el único que dice lo que piensa sin tener en cuenta las consecuencias. Y eso le mete en algunos problemas. Sin embargo, yo creo que también Christopher cree que el TCBS saca lo mejor de él”.
   Wiseman y Tolkien desarrollan una amistad tremendamente competitiva que rebosa emotividad, repleta también de lacerante ingenio y honestidad. “Yo creo que Tolkien al principio se siente amenazado por Christopher”, dice Hoult. “Él es ya un compositor con trabajo publicado, así que eso le fastidia un poco a Tolkien. Christopher siempre está presionando para ir un poco más lejos, lo cual provoca en Tolkien tanto ira como temor, algo a lo que tiene que enfrentarse”.
   Glynn-Carney añade, “Esa especie de combate que se establece entre Tolkien y Christopher en realidad va construyendo un inmenso respeto entre ambos. La verdad es que uno admira mucho el talento del otro”.
   Interpretando al Christopher más joven se halla el recién llegado Ty Tennant, que recuerda que la primera vez que se reunió con Gilby, Bregman y Marber, se produjo una química entre ellos que nadie podía haber previsto. “En tan solo un instante, todos congeniamos”, señala Ty. “Todos supimos inmediatamente que iba a funcionar porque bromeamos entre nosotros y se estableció una charla realmente divertida. Y vimos que esa confraternidad también se extendió entre los actores más mayores”.

LA PRINCESA ELFA DE TOLKIEN: EDITH BRATT...
   Incluso habiendo encontrado compañerismo, solidaridad y aventura con el TCBS, Tolkien también halló inesperados intereses comunes en una residente de la pensión de la señora Faulkner, Edith Ann Bratt, una joven y prometedora estudiante de piano. Tres años mayor que Tolkien, Edith era solamente una interesante compañera de piso, al principio. No obstante, en 1909 se enamoraron, lo que llevó a Tolkien a una de sus primeras y más importantes misiones. Cuando el tutor de Tolkien, el padre Francis Morgan, decidió que Edith estaba alejando la mente de Tolkien de sus tareas escolares, les prohibió seguir con su relación. Sin embargo, incluso cuando Edith se comprometió con otro hombre, Tolkien siguió soñando con volver a estar con ella.
   “Tolkien y Edith se profesaban tanto amor y tenían una conexión tan profunda que eso nunca podría haber sido destruido”, dice la actriz Lily Collins, que interpreta a este personaje tan esencial. “El uno era la válvula de escape del otro, pero también eran su respectiva realidad”.
   Entre los recientes trabajos de Collins destacan los filmes LA EXCEPCIÓN A LA REGLA, OKJA y la inminente adaptación de la BBC, en formato miniserie, de “Los miserables”. Al principio, fue su semejanza con la verdadera Edith lo que llamó la atención de Karukoski. “Se parecen muchísimo; es algo asombroso”, dice el director. “Y posteriormente observé que Lily tiene esa misma energía interior que me parece que Edith debió de tener. Hay tanta variedad de texturas en sus emociones que puedes entender por qué el joven Tolkien quedó tan prendado de ella”.
   El productor Kris Thykier señala, “Todos creemos que Nick Hoult se está convirtiendo en uno de los mejores actores de su generación; y entonces encontramos la pareja perfecta en Lily Collins, que, básicamente, está esplendorosa interpretando a Edith. Juntos en pantalla desprenden un enorme magnetismo. Lograban transmitir esa sensación de dos almas perdidas que se encuentran y que forjan un vínculo que será eterno”.
   Hoult dice que la química entre ambos surgió orgánicamente desde el primer día. “Lily aportó tanto coraje, inteligencia y elegancia al personaje de Edith que toda esa energía que se desprende de ella se puede sentir”, manifiesta.
   Cuando Collins conoció a Karukoski, su nivel de entusiasmo se incrementó, al darse cuenta de que el director pretendía crear algo mucho más imaginativo que una convencional historia sobre la juventud de Tolkien. “Vi que lo que Dome quería era coger lo que bien podría haber sido un simple drama de época y darle completamente la vuelta, con el fin de hacer algo muchísimo más creativo y humano. Tanto su actitud como sus ideas eran realmente contagiosas”, señala la actriz.
   Para ir tan lejos como ella sabía que Karukoski quería que fuera, Collins emprendió la búsqueda de tantas remembranzas personales de Edith como le fue posible. “Una de las cosas que me impactaron fue el hecho de que ella y Tolkien iban efectivamente a sitios lujosos y se dedicaban a lanzar terrones de azúcar a los sombreros de la gente. Eso me dio alguna idea sobre la chispa y el descaro que debió de tener Edith” señala Collins.
   Con respecto a por qué Edith se sintió atraída por ese joven que realmente aún no había logrado nada en la vida, Collins señala, “Creo que se enamoró de sus historias. Tolkien le proporcionaba una evasión creativa que creo que ella llevaba anhelando mucho tiempo. A ambos les encantaba desaparecer en sus mundos de fantasía. Asimismo, creo que Tolkien comprendía muy bien quién era Edith realmente. Sabía lo que era ser una persona impulsiva y creativa, pero creo que ella contribuyó a expandir su mente”.
   Para Collins, el romance cobró vida de forma tan visceral en pantalla, en parte, porque ella y Hoult comparten una ética de trabajo muy similar. “Nick es uno de los seres humanos más amables y sensatos que he conocido nunca”, afirma. “También muestra una extrema dedicación hacia su oficio, un interés en hacer todo lo que puede para interpretar mejor a su personaje, al tiempo que también disfruta mucho de la experiencia. Nick era siempre muy inspirador y extraordinariamente positivo. Si tú decidías que tenías que ir a por algo, allí estaba él, yendo a por eso contigo”.
   La película TOLKIEN visita uno de los episodios más emotivos del romance que Tolkien y Edith mantendrán de por vida: cuando Tolkien espió a Edith bailando en una arboleda de cicutas, lo que provocó en él su visión de la creación de Lúthien, la princesa elfa que sacrifica su inmortalidad por el mortal Beren. Tolkien escribió en aquel momento: “No la llamé Edith Lúthien, pero ella fue mi fuente de inspiración de la historia que con el tiempo se convirtió en la parte principal de El Silmarillion. “Fue concebida por primera vez en el claro de un pequeño bosque lleno de cicutas…, en esos días su pelo era negro, su piel clara, sus ojos, los más brillantes que hayas visto…”
   Karukoski encontró emocionante recrear ese momento de euforia de la vida real que tuvo su reflejo en la ficción de Tolkien. “En esa escena se muestran juntos dos de los más grandes amores y motivos de inspiración de Tolkien: la naturaleza y Edith”, resume.
   Además, TOLKIEN presenta a otros dos consumados actores interpretando al tutor y al mentor de Tolkien: Colm Meaney y sir Derek Jacobi, que interpreta al padre Francis Morgan, el sacerdote que se convirtió en su tutor tras la muerte de su madre, y el profesor Joseph Wright, el brillante filólogo de Oxford que finalmente le acogió bajo su protección cuando Tolkien empezó a explorar el mundo del lenguaje.
   Meaney, nominado a un Globo de Oro por la película CAFÉ IRLANDÉS, que es también conocido por su personaje de Miles O’Brien en la serie “Star Trek: The Next Generation”, dice que el guion destacaba sobre los que habitualmente recibe. “Yo no estaba muy familiarizado con los primeros años de la vida de Tolkien, así que solamente eso me resultaba enormemente interesante. Pero también me pareció que todos los personajes, incluido el del padre Morgan, eran muy humanos y de tres dimensiones”.
   Los antecedentes del padre Morgan en la vida real le producían curiosidad a Meaney. “Era una persona bastante fascinante que se convirtió en amigo de Mabel Tolkien así como en su mentor cuando ella se convirtió al catolicismo. Por ese motivo, el padre Morgan se involucró plenamente en el cuidado de sus dos hijos”, explica. “De muchas maneras, el padre Morgan ejerció una influencia enormemente positiva sobre Tolkien. Y, lo que es más importante, le alentó a adquirir una sólida formación, consciente de que para un chico sin recursos ni familia ir a la universidad era extremadamente importante”.
   El padre Morgan, sin embargo, casi se convierte en un obstáculo para Tolkien al intentar truncar lo que será una de sus mayores influencias de su vida y su obra: su amor por Edith. “Me imagino que Morgan se alarmó bastante al ver que un jovencísimo Tolkien se estaba distrayendo de sus estudios por una mujer mayor que él, así que creyó que su deber era intervenir”, señala Meaney. “Afortunadamente, posteriormente se dio cuenta de que Edith era una persona maravillosa y así se lo admitió a Tolkien, diciéndole ‘tenías razón en ir tras ella y yo estaba equivocado’, lo cual, para un sacerdote de aquella época, era realmente bastante generoso por su parte”.
   Derek Jacobi, considerado uno de los grandes actores del teatro de nuestro tiempo, así como ganador de los premios Tony, Olivier y Emmy, aporta la necesaria combinación de intelecto y excentricidad al personaje del profesor Joseph Wright, el mentor de Tolkien. Jacobi admite que nunca ha leído a Tolkien, pero, aun así, el guion le pareció “una historia realmente estupenda”.
   “Wright era un hombre que se había hecho a sí mismo”, señala Jacobi. “Era analfabeto en su temprana adolescencia, aprendió a leer de forma autodidacta y llegó a convertirse en un eminente profesor de la Universidad de Oxford”.
   En la película, la primera vez que Wright se encuentra con Tolkien es en una desmandada y alcohólica fiesta del campus. Cuando Tolkien empieza a despotricar en un lenguaje inventado, pero inteligentemente construido, Wright no puede –a pesar de su enojo– dejar de admitir que podría haber algo especial en ese insolente estudiante. “Resulta que ambos son almas gemelas”, observa Jacobi, “con un mutuo amor por los significados, los sentimientos, la poesía y el poder de las palabras. Para Tolkien, el profesor Wright es el otro ser humano de su vida que comparte su pasión por el lenguaje, y yo creo que simplemente saber eso le estimula enormemente”.

J.R.R. TOLKIEN: LOS HECHOS...
-- John Ronald Reuel Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, antiguo Estado Libre de Orange, Sudáfrica, de padres ingleses: el banquero Arthur Tolkien y su esposa Mabel.

-- Cuando Tolkien tenía tres años, viajó hasta Inglaterra junto a su madre y su hermano Hilary para visitar a la familia. Trágicamente, mientras estaban allí, su padre murió en Sudáfrica debido a una fiebre reumática. Sin ingresos propios, Mabel y sus hijos se vieron obligados a vivir con la familia de ella en Birmingham.

-- En 1896, Mabel, John Ronald y Hilary se trasladaron a la pequeña aldea rural de Sarehole, un pueblito con un molino situado cerca de Worcestershire, en las campiñas del condado de West Midlands. Esta zona, de extraordinaria belleza natural, inspiraría más tarde el condado de El Hobbit, así como otras aldeas en la literatura de Tolkien. También pasó tiempo en la granja de su tía Jane, llamada Bag End, un nombre utilizado después para denominar la casa de Bilbo Bolsón. Mabel educó en casa a John Ronald y Hilary, compartiendo con ellos su propia pasión por los idiomas, las historias, las plantas y los árboles.


-- Alrededor de 1901, Mabel reubicó a la familia en el suburbio de King’s Heath, en la ciudad de Birmingham, concretamente, en una casa contigua a una vía de trenes. Tolkien consiguió enseguida una beca para estudiar en la King Edward’s School (una escuela masculina fundada por el rey Eduardo en 1552), ubicada en el distrito de Edgbaston, en Birmingham.

-- En 1904, Mabel murió a los 36 años debido a una complicación aguda de la diabetes (dos décadas antes del descubrimiento de la insulina). Con tan solo 12 años, Tolkien se había quedado completamente huérfano. Al padre Francis Morgan, consejero religioso y buen amigo de Mabel, se le asignó el papel de tutor de los dos jóvenes hermanos Tolkien, con la misión de supervisar sus finanzas y su educación hasta la edad adulta.

-- En 1911, Tolkien formó el TCBS (Tea Club and Barrovian Society) junto a sus compañeros de estudio y buenos amigos Robert Gilson, Geoffrey Smith y Christopher Wiseman. Llamado así en honor al Barrow’s, la tienda cercana a su escuela donde disfrutaban de té, pasteles, libros y debates intelectuales, el club se convirtió para cada uno de ellos en un refugio donde explorar sus aspiraciones artísticas.

--Tolkien conoció a Edith Bratt a los 16 años, cuando su hermano y él fueron a vivir a la pensión donde ella residía. Huérfana también, Edith, de 19 años, por entonces estaba estudiando para convertirse en concertista de piano.


--Tolkien y Edith se enamoraron e iniciaron una relación, pero cuando el padre Morgan vio que el rendimiento académico de Tolkien empezó a decaer, les prohibió volver a verse hasta que Tolkien cumpliera 21 años, dejando a Tolkien con el corazón roto.

-- En octubre de 1911, Tolkien comenzó sus estudios en el Exeter College de Oxford. Inicialmente, estudió Literatura Clásica, pero se pasó a Filología Inglesa y Literatura en 1913. En 1915, se graduó con matrícula de honor en Exeter.

-- En su vigésimo primer cumpleaños, Tolkien escribió a Edith proponiéndole matrimonio, enterándose entonces de que ya estaba comprometida, convencida de que nunca volvería a tener noticias de él. En enero de 1913, Tolkien y Edith se encontraron en la estación de tren de Cheltenham, donde ella accedió a casarse con él. Tres años más tarde, ambos, por fin, tuvieron su boda.

--Tolkien se alistó para servir en la Primera Guerra Mundial en 1915. Fue enviado a las trincheras en junio de 1916 formando parte de la 74ª Brigada, 25ª División, y en julio de ese mismo año ya se encontraba inmerso en la batalla del Somme. Tras enfermar debido a la denominada fiebre de las trincheras, en el otoño de 1916 fue evacuado, regresando a Inglaterra, donde más tarde supo que la mayoría de su batallón fue completamente aniquilado en las siguientes contiendas.

-- Dos de los buenos amigos de Tolkien y miembros del TCBS, Robert Gilson y Geoffrey Smith, murieron en la guerra.


--Tras una larga recuperación y el nacimiento de su primer hijo con Edith, Tolkien logró su primer trabajo en la vida civil como etimólogo para el Oxford English Dictionary. Posteriormente, se convirtió en el profesor más joven contratado por la Universidad de Leeds. Regresó a Oxford en 1925 como profesor de la cátedra Rawlinson and Bosworth de anglosajón.

-- En 1937, Tolkien publicó El Hobbit, logrando una amplia aprobación de la crítica. En 1954 y 1955, publicó los tres volúmenes de El señor de los anillos, que se convertiría en una de las novelas más populares de todos los tiempos –leída por millones de lectores en casi todos los idiomas– y en una permanente influencia sobre la cultura popular desde entonces.

--Tolkien y Edith tuvieron cuatro hijos y su amor perduró durante el resto de sus vidas. Edith falleció en 1971 a los 82 años. Sobre su tumba en el cementerio de Oxford, Tolkien inscribió el nombre Lúthien, la denomi nación que dio a la cautivadora princesa elfa que sacrifica su inmortalidad por amor en la Tierra Media.

--Tolkien murió el 2 de septiembre de 1973 a los 81 años. Inscrito en su lápida bajo su nombre figura Beren, el mortal por el que Lúthien sacrificó tanto.

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