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AÑOS DE SEQUÍA
INFORMACIÓN
Titulo original: The Dry
Año Producción: 2021
Nacionalidad: Australia, EE.UU.
Duración: 117 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Thriller
Director: Robert Connolly
Guión: Harry Cripps, Robert Connolly, Samantha Strauss. Basados en la novela escrita por Jane Harper
Fotografía: Stefan Duscio
Música: Peter Raeburn
FECHA DE ESTRENO
España: 19 Noviembre 2021
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Paramount Pictures


SINOPSIS

Cuando, tras una ausencia de más de veinte años, el agente federal Aaron Falk vuelve a su pueblo natal, devastado por la pertinaz sequía, para asistir al funeral de su amigo de la infancia, a quien se acusa de haber matado a su esposa e hijo antes de quitarse la vida, reabre una vieja herida -- la muerte, pendiente de resolver desde hace décadas, de una quinceañera...

INTÉRPRETES

ERIC BANA, GENEVIEVE O'REILLY, KEIR O'DONNELL, JOHN POLSON, JULIA BLAKE, BRUCE SPENCE, WILLIAM ZAPPA, MATT NABLE, JAMES FRECHEVILLE, JEREMY LINDSAY TAYLOR, JOE KLOCEK, BEBE BETTENCOURT, CLAUDE SCOTT-MITCHELL, SAM CORLETT

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GÉNESIS DE LA PELÍCULA...
   La andadura del proyecto para adaptar el éxito editorial internacional AÑOS DE SEQUÍA, de Jane Harper, tuvo comienzo incluso antes de que la estimada novela llegase a las estanterías. Los editores de la novelista sugirieron a los productores que la obra original, que había ganado el Premio Literario Victorian Premier para obras originales no publicadas, podría convertirse en una espléndida película.
  La prolífica productora australiana Bruna Papandrea, conocida por haber llevado a las pantallas de televisión de todo el mundo la popular novela de Liane Moriarty Big Little Lies, se hizo con los derechos, que estaban gestionados por la misma empresa que representaba a Moriarty.
  Poco después, Papandrea fundó la productora Made Up Stories, con el compromiso de narrar historias valiéndose de un abanico de brillantes artistas y distinguidas voces femeninas, delante y detrás de la cámara.
  Después de saborear las mieles del éxito con proyectos como Gone Girl, Wild y Big Little Lies, Papandrea estaba entusiasmada ante la oportunidad de llevar otra historia de una mujer novelista a la gran pantalla. En palabras de Papandrea: “Era su primera novela; Es una historia asombrosa, y es una historia que me emociona mucho poder narrar, teniendo en cuenta que cada vez apreciamos con más claridad de qué manera ha afectado el clima a estos pueblos de Australia.” También le encantó la trama de misterio. “Me dejó absolutamente sorprendida” continúa Papandrea. “Por lo general, suelo ver venir la trama, pero en esta ocasión no fui capaz de anticiparme. La lectura del libro me absorbió por completo, y después se convirtió en un enorme éxito acaparador de galardones. Tenía la impresión de que existía un voraz apetito por ver cómo podían cobrar vida personajes de este estilo.”
  La productora Jodi Matterson recibió la llamada de un amigo del sector editorial que había leído el libro antes de su lanzamiento, para sugerirle que tratase de hacerse con los derechos cinematográficos. Matterson dice: “El día de su publicación, lo leí de un tirón por la noche, y me encantó. Llamé inmediatamente para interesarme por los derechos, pero ya estaban adjudicados.” Matterson recuerda que llamó a Papandrea para decirle “¡Tienes que dejar alguna cosa para que los demás puedan hacer algo!” Matterson posteriormente se llevó una gran alegría cuando el proyecto recorrió su curso y acabó formando equipo con Papandrea para crear Made Up Stories poco después.
  El productor Steve Hutensky de Made Up Stories coincide en la sensación que tuvo al leer el “destacable” libro de Harper: “Es uno de esos libros de suspense que te atrapa de principio a fin. Nos lo imaginamos como una película desde el primer momento.” Continúa: “Jane es una novelista con una narrativa extraordinaria, que enseguida capta tu atención. Como cualquier buena novela de misterio, es una lectura adictiva, que engancha desde la primera página. Quieres saber qué va a pasar a continuación. Y la suya es una voz verdaderamente especial, capaz de tocar la fibra de los lectores no sólo en Australia, sino en todo el mundo.”
  La novelista Jane Harper se entusiasmó al enterarse de que se había vendido la opción de convertir su obra en un guion cinematográfico, especialmente teniendo en cuenta que seguía siendo un original sin publicar. “Era muy al principio; y recibir la llamada en la que me informaron de que Bruna Papandrea estaba interesada en adquirir los derechos fue un momento verdaderamente inesperado y muy emocionante”, dice Harper. “Era algo que ni siquiera se me había ocurrido que fuese a pasar cuando me senté a escribir la obra, pero me emocionó mucho saber que podía llegar a convertirse en realidad.”
  El siguiente paso fue identificar al director adecuado para llevar a la gran pantalla la novela de Harper, y a los productores les encantó que su primera elección, el guionista/director Robert Connolly, se uniese al proyecto en una de las primeras fases del proceso. Papandrea tiene con Connolly una relación que se remonta a mucho tiempo atrás, y afirma que fue el responsable de que consiguiese su primer trabajo como productora, tras recomendarla para que produjese la película de Jonathan Teplitzki Mejor que el sexo, en el año 2000.
  Tanto Papandrea como McPherson lleva muchos años siendo amigos de Connolly y han sido testigos de cómo evolucionaba su carrera con grandes éxitos, como el largometraje aclamado por la crítica Balibo, el éxito de taquilla Aviones de papel y las adaptaciones para televisión The Slap y Barracuda.
  Papandrea afirma: “Soy una gran admiradora de Balibo, y creo que es una película que tiene la misma textura que querríamos para AÑOS DE SEQUÍA - unas sensaciones muy viscerales, absolutamente reales.”
  Connolly recuerda cuándo le habló Papandrea del proyecto: “Me llamó un día y me dijo 'Tengo una obra original sin publicar. Es este libro, va a tener un éxito arrollador. Léelo.' Lo leí esa noche y me dejó boquiabierto. No podía dejar de leer. Llamé inmediatamente a Bruna y le dije: 'Es asombroso'. Y ella me respondió 'Vamos a hacerlo'. Fue así de rápido, fue increíble.”
  Hablando sobre el trabajo con Papandrea y Made Up Stories, Connolly nos dice: “He seguido la increíble carrera de Bruna y el maravilloso trabajo creativo que Made Up Stories ha llevado a cabo, así que tengo la sensación de que soy todo un privilegiado y estoy entusiasmado por el hecho de que se hayan puesto en contacto conmigo para abordar este proyecto.”
  Lo primero que llamó la atención a Connolly acerca del proyecto fue la absorbente naturaleza del libro, pero también se sintió atraído por el marcado carácter australiano de personajes y exteriores. “Para mí,” afirma Connolly, “fue este conjunto de personajes lo que más me llamó la atención, personajes que son minuciosos, detallados y auténticos.”
  Prosigue: “Es adictivo, incita a seguir leyendo. Es muy emocionante. Es una novela de misterio de detectives. Es todo eso. Tiene unos personajes fantásticos. Pero creo que, en última instancia, lo que la distingue tal vez sea que muestra un mundo que interesa a la gente, que es auténtico, visceral y real. Así es Australia; así es la Australia regional. Es un mundo devastado por la sequía, golpeado por el calentamiento global. Y esa es una de las cosas que más me gustan.”
  El escritor Harry Cripps se unió al proyecto para colaborar en la redacción del guion junto a Connolly, mientras que Harper había participado en el proceso de redacción desde el principio. Matterson nos explica: “Era la primera novela de la autora que se adaptaba para la gran pantalla, así que fue maravilloso compartir todo este proceso con ella.” Teniendo en cuenta los recientes acontecimientos trágicos que han tenido lugar en toda Australia, con los incendios del sotobosque y las sequías que han devastado el paisaje, el trabajo de Jane Harper se ha mostrado profético y relevante en todo momento.”
  El proceso ha resultado extraordinariamente emocionante para Harper, que afirma ponderadamente: “Todavía no soy capaz de creérmelo del todo. Recuerdo que cuando estaba escribiendo el libro, sentada en mi mesa, nunca se me pasó por la mente que podría estar en un plató, viendo cómo se rodaba la historia. Es muy emocionante ver cómo se interpreta en tres dimensiones y ver que las decisiones que tomé respecto de nombres o diálogos o localizaciones se trasladan a la realidad.”
  Matterson dice que, aunque todos los proyectos cinematográficos son procesos de gran duración, AÑOS DE SEQUÍA cristalizó muy rápidamente, y los productores siguen maravillados ante la rapidez con la que consiguieron que la película entrase en fase de producción. Concluye: “Creo que se debe en gran medida a que el libro había tenido un gran éxito y a que al público le había entusiasmado; había un gran deseo de que se trasladase a la gran pantalla.”
  Continúa: “Hemos recibido un increíble apoyo, tanto del gobierno de Victoria como del gobierno federal, para poder rodar esta película. En particular, Film Victoria despejó todos los obstáculos para asegurarse de que la película se rodaba en Victoria. Para nosotros fue muy importante que los exteriores de la película estuviesen en el lugar en el que está ambientada la novela y poder mostrar ese nivel de autenticidad, porque se trata de una historia que ha enamorado al público, y de un personaje que ha enamorado al público. Y Film Victoria ha tenido un comportamiento increíble a lo largo de todo el proyecto; el apoyo que nos prestaron para que el rodaje tuviese lugar en las localizaciones de la historia fue un elemento esencial de que pudiésemos rodar en la región de Cimera, que es donde hicimos la película. Puedo decir con total sinceridad que sin Film Victoria y sin Screen Australia, la película no habría sido posible.”
  Connolly está de acuerdo: “Sin Screen Australia, no hay industria cinematográfica australiana. Su trabajo a lo largo de muchos años ha tenido una repercusión que es imposible de valorar, y no creo que sea algo que podamos dar por descontado. Y también ha sido así respecto del público australiano; las grandes películas australianas que han tenido enormes audiencias y que tanto hemos disfrutado, han contado con ese fantástico apoyo. Es dinero de los contribuyentes, así que, mi opinión como cineasta, es que es importante narrar historias australianas a los australianos.”
  Papandrea añade: “Hemos hecho la película con una independencia increíble y, además de nuestros fantásticos socios públicos que han financiado la película, también hemos tenido inversores privados maravillosos que, lo mismo que yo, eran grandes admiradores de la novela y de Rob y Eric, y que se unieron al proyecto para que pudiésemos llegar a la meta.”

EL REPARTO...
  El primer debate del equipo de producción giró en torno a quien debería interpretar al protagonista de AÑOS DE SEQUÍA, Aaron Falk. AÑOS DE SEQUÍA sigue a Falk, un agente federal que vive en Melbourne, a su retorno al pequeño pueblo de Kiewarra, del que partió, en misteriosas circunstancias, hace más de veinte años. Falk vuelve a su pueblo natal para asistir al funeral de su amigo de la infancia, Luke Hadler, que supuestamente ha matado a su mujer y a su hijo antes de quitarse la vida.
  El director Robert Connolly había trabajado con el reconocido actor australiano Eric Bana hacía más de diez años, como productor de Romulus, mi padre, y los dos comparten una oficina en Melbourne, donde frecuentemente comentaban ideas.
  Connolly nos dice: “Eric compartía nuestra pasión por el libro de Jane Harper y estuvo inmediatamente dispuesto a interpretar el papel de Aaron Falk. Para hacer una película como AÑOS DE SEQUÍA, que se basa en un gran éxito editorial a escala mundial, y que además es una novela de misterio detectivesca, hace falta una gran estrella cinematográfica. Necesitas a alguien que sirva de ancla para mantener unida en una pieza toda la película, alguien que sea el motor de cada una de las escenas. La película, como todos los grandes clásicos, y podríamos remontarnos hasta Chinatown, dependía de este 'personaje'. Nosotros sabíamos que Eric aportaría la capacidad de interpretar este tipo de transición visceral, muscular, que experimenta Falk, y que además podría combinarla con una bella sensibilidad humanista.
  Connolly le habló a Bana sobre su siguiente proyecto durante una comida, y Bana se sintió inmediatamente atraído por la idea. “Siempre buscábamos cosas en las que poder colaborar”, dice Connolly, “y esto fue un verdadero regalo para los dos: por fin teníamos algo que podíamos hacer juntos.”
  Bana había oído hablar de la novela de Jane Harper AÑOS DE SEQUÍA por primera vez a su mujer, una voraz lectora, de quien suele decir que “siempre va dos pasos por delante de mí”. Afirma: “Mi mujer había leído el libro, junto con un grupo de amigas, y le había encantado, y me dijo que tenía que leerlo porque lo más probable era que algún día hicieran una película con esa novela.”
  A Bana le encantó el libro y vio el potencial para hacer una gran obra cinematográfica, y recuerda que en su primera conversación con Connolly, “hubo un momento en el que nos miramos el uno al otro, nos leímos la mente, y dijimos ' ¿no tendríamos que hacer esto juntos?' ¡Prácticamente no le dejé escapatoria y tuvo que elegirme para el papel [de Falk]!”
  “Aunque es una película de suspense, me pareció que era evocadora y que tenía bastantes características cinematográficas, y Rob tenía unas impresiones muy similares”, dice Bana. “Pensé que ofrecía una concepción muy realista del paisaje y que el personaje de Falk tenía un gran potencial. Me encantó en la novela, y me pareció que podríamos ampliarlo y utilizar la textura emotiva del cine para desarrollar su historia personal.”
Bana no sólo se unió al proyecto para interpretar al protagonista Falk, sino también como productor junto a Connolly. Según la productora Jodi Matterson, “Eric ha sido un socio importantísimo en este proyecto. Eric participó muy activamente en el desarrollo de la historia, en las decisiones sobre el lugar en el que íbamos a rodar la película y sobre la forma en que íbamos a rodar la película. ¡Hasta se animó a conducir el autobús!”.
  Matterson añade que, aunque Bana se entregó al cien por cien a sus tareas de producción, lo más interesante y emocionante fue su trabajo delante de la cámara. “Aporta una gran profundidad a su personaje, y nos regala una interpretación absolutamente impresionante.”
  La productora Bruna Papandrea es una gran admiradora del trabajo de Bana desde hace años y sabía que llevaba mucho tiempo sin volver a Australia a trabajar: 12 años desde Romulus, mi padre. Para Papandrea, “Falk tenía que ser una persona que te hiciese sentir una gran empatía, pero que también te hiciese dudar. Eric es capaz de interpretar esa complejidad que resulta esencial para el personaje”.
  La autora Jane Harper se entusiasmó al enterarse de que Bana había sido elegido para interpretar a su protagonista, Aaron Falk, a través de cuyos ojos se nos presenta la novela. “Eric Bana es un fantástico actor australiano y capta perfectamente el espíritu de Falk, de la forma que los lectores habían llegado a esperar”, dice Harper. “Es el tipo de persona que te va ganando, a quien quieres seguir a lo largo de toda esta peripecia, y es todo un tesoro nacional australiano, así que, ¿qué más se puede pedir?”
  A continuación, los productores centraron su atención en seleccionar a la intérprete de la amiga de la infancia de Falk, Gretchen, una madre soltera que se quedó en Kiewarra mucho después de que Falk se marchara, y con la que vuelve a conectar a su vuelta.
  Tanto Robert Connolly como Bruna Papandrea habían visto actuar a la actriz irlandesa-australiana Genevieve O'Reilly en los escenarios de Londres, en la obra de Sam Mendes The Ferryman, y pensaban que tenía un talento increíble. Connolly también había seguido su trabajo en televisión, en la serie Tin Star, junto a Tim Roth, y en la serie de ABC Glitch, e incluso había seguido su trabajo desde sus tiempos de estudiante en NIDA.
  La productora Jodi Matterson estaba ilusionada ante la vuelta de O'Reilly a Australia para interpretar el papel de Gretchen. “Había pasado sus años de formación en Australia, aunque fuese irlandesa, y ahora vivía en el Reino Unido, así que cuando volvió para trabajar con nosotros nos ilusionamos, porque es una actriz de gran calibre y ha hecho un gran trabajo a escala internacional. Se adueña por completo del personaje y hay una verdadera autenticidad en la forma en que lo interpreta.”
  Connolly no podría estar más feliz con la elección de O'Reilly, y se muestra entusiasmado con las aportaciones que hizo para el personaje. “No tenía la más mínima intención de mostrarla como si fuese una víctima. Es una madre soltera, pero está viviendo por su cuenta en el campo y dirige una explotación. Gretchen se quedó, mientras que Falk se iba, pero yo no quería que la película diese a entender que no debería haberse quedado. Se ha hecho una vida para sí misma. Tiene sus propios planes, y tiene una fortaleza de carácter que cobra vida propia.”
  El director prosigue: “Genevieve aportó a la película rasgos que me sorprendieron, momentos en los que yo probablemente habría optado por un tono más suave, mientras que ella aporta un elemento más robusto, insinuante. También me encanta la amistad que junto a Eric han creado para Gretchen y Falk. Hay una dinámica fantástica: Se sienten atraídos el uno por el otro, hay una posibilidad de que surja algo, pero también son amigos del alma que se han reunido y que tienen un pasado juntos.”
  Hablando de su coprotagonista O'Reilly, Bana afirma: “Tiene una gran luz y energía en su interior, y es asombroso observarlo, porque es como si tuviese que ahogar esa luz interior para interpretar algunos momentos de Gretchen, mientras que en otras ocasiones se puede apreciar en la auténtica versión desinhibida, pizpireta, algo enigmática, de Gretchen que sale de su interior, y en la chispa que salta entre Falk y ella. Es una actriz maravillosa, tiene una técnica increíble, pero en el plano emocional es verdaderamente abierta, verdaderamente inteligente, es una auténtica delicia trabajar con ella.”
  O'Reilly dice que Bana tenía “un estoicismo natural que resultaba perfecto para Falk”. Prosigue: “Es un actor que aporta una extraordinaria profesionalidad acumulada a lo largo de su celebrada y brillante carrera, pero, además, aporta una gran profundidad y una fortaleza tranquila a Falk, algo que proviene de su interior.”
  O'Reilly se sintió atraída por la intrigante narrativa de Jane Harper, y la historia de misterio, el quién hizo qué, le resultó verdaderamente cautivadora. También podía percibir el espíritu australiano en los personajes, dice. “Me imaginé el pueblo lleno de personas, lleno de vida, podía ver todos los personajes.”
  Uno de los personajes para los que resultó más difícil seleccionar al intérprete, según el director Robert Connolly, fue el del policía recién llegado al pequeño pueblo, el sargento Greg Raco. A la productora Bruna Papandrea se le ocurrió como candidato Keir O'Donnell después de conocerle mientras trabajaba con su esposa, la directora de fotografía Polly Morgan, en Lucy in the Sky.
  “Keir O'Donnell es el australiano sorpresa”, dice la productora Jodi Matterson. “Nació en Australia, y tiene un padre australiano, pero ha vivido prácticamente toda la vida en Estados Unidos. A la hora de elegir al intérprete para este personaje tratamos de huir de lo convencional, y nos esforzamos por seleccionar rostros que no apareciesen en todas las películas o series de televisión australianas. Es algo en lo que colaboramos muy estrechamente con Jane Norris, nuestra fantástica directora de reparto. Así que cuando surgió su nombre, fue muy emocionante, porque nadie sabía que este tipo era australiano, y su acento australiano es absolutamente perfecto.
  Connolly dice: “Todavía no me creo que encontrásemos a Keir O'Donnell. Su interpretación es asombrosa. Me encanta que haya podido hacerlo. Me encantó el personaje que interpretó en Fargo, y su prueba de pantalla me dejó con la boca abierta. De hecho, recuerdo que se la mostré a Eric y que los dos nos miramos y dijimos '¡Ya lo tenemos!'.”
  Sobre el trabajo con O'Donnell para dar vida a Raco en la pantalla, Connolly dice: “Hay un tipo de películas de parejas de policías con personalidades muy divergentes y, a causa de ese género, hay un montón de clichés y de tópicos que hay que evitar. Con lo que trabajamos Keir y yo fue con la idea de que estaba sufriendo síndrome de estrés postraumático después de haber descubierto los cadáveres de la familia asesinada, y que ese síndrome se manifestaba en todos los aspectos de su personalidad. Y cuando conocemos a su esposa, Rita, interpretada por la maravillosa Miranda Tapsell, vemos que los dos están luchando contra el sufrimiento que le genera este trauma, y vemos que ella siente compasión por su marido y el trauma al que tiene que enfrentarse. Keir no ha intentado darle un tono heroico. Se ha esforzado mucho, mucho, para que fuese real.”
  O'Donnell afirma: “Rob y yo coincidimos instantáneamente con la concepción del personaje de Raco y con su forma de encajar en el mundo. Rob hablaba sobre el ritmo que quería darle a la película, sus opiniones sobre el entorno y el ambiente general de la película, y supe inmediatamente que era algo en lo que quería participar. Volver [a Australia] ha sido una auténtica gozada; Había vuelto varias veces, pero llevaba mucho tiempo queriendo participar en un proyecto aquí, y esta ha sido la ocasión.
  No hay nada más australiano que esto.”
El coprotagonista Eric Bana afirma de O'Donnell: “Aporta un elemento de misterio a Raco, la noción de que está fuera de lugar, y creo que es fantástico, porque siempre que evitamos los estereotipos ayudamos a los personajes. Su forma de interpretar a Raco tiene algo que lo diferencia de lo que esperaríamos de un policía rural, pero a la vez es absolutamente creíble.”
  Completando el elenco de protagonistas está el importante papel de director del Instituto Scott Whitlam. A la hora de decidir los intérpretes de muchos de los papeles principales, los productores querían encontrar rostros que el público llevase tiempo sin ver, a fin de sorprender a la audiencia. “Teníamos una impresionante agente de reparto, Jane Norris, que creo que es una de las mejores del país”, dice la productora Bruna Papandrea. “Personas que tal vez no se supiera que eran australianas, que tal vez no hayan trabajado en el país, ese fue el proceso que seguimos con mucho de nuestros actores: Genevieve O’Reilly, Keir O’Donnell.”
  “Uno de los conceptos de selección de reparto más emocionantes que surgió de nuestras conversaciones con Jane Norris, en el intento de no seleccionar a los sospechosos habituales del cine y la televisión australianos, fue la idea de John Polson”, dice la productora Jodi Matterson. “John Polson es un actor estupendo, que estuvo muy solicitado hace muchos años, y que posteriormente se trasladó al extranjero donde ha tenido una gran carrera como director.”
  El director Robert Connolly, que había trabajado con Polson 20 años antes en la película The Boys, de Rowan Woods, le propuso la idea a Papandrea, que también era buena amiga de Polson. “Podría decirse que entre los dos le obligamos a volver al otro lado de la cámara”, dice Papandrea.
  “No puedo creerme la suerte que he tenido de volver a trabajar con John Polson”, dice Connolly “Era algo que llevaba tiempo pensando: tengo que meterle en algún proyecto.” Continúa afirmando que era esencial contar con alguien que pudiese sacar a la luz la complejidad del personaje: Un profesor de ciudad que se había mudado al campo con su joven esposa, esforzándose en abordar la vida en un pueblo pequeño y el calor, la tragedia que asolaba al pueblo y al Instituto en el que enseñaba. “John fue toda una sorpresa. Resultó maravilloso observar su vuelta y su interpretación del personaje de Scott Whitlam”.
  Matterson dice: “Estaba increíblemente nervioso su primer día, es indudable que los nervios estaban ahí, pero era como si nunca hubiese dejado de hacerlo. Y el papel que interpreta es muy difícil, pero lo ha hecho prestando gran atención a los detalles, los matices, con pinceladas de tristeza y patetismo. Es un actor destacable, y espero que siga actuando.”
  Polson había oído hablar sobre el libro y el éxito que había tenido en Australia y a escala internacional, y se unió al proyecto después de que su íntima amiga Papandrea empezase a hacerle sugerencias cuando quedaban a cenar o a tomar copas. “No me lo tome muy en serio, llevaba bastante tiempo sin actuar, pero ella no dejaba de mencionarlo, y Rob tampoco dejaba de mencionarlo”, dice Polson. “Me dijeron muy en serio que querían que considerase este papel, el papel de director del Instituto, algo que fue muy divertida, porque a mí me expulsaron del Instituto un poquito antes de lo previsto, aunque, por otra parte, a esas alturas había pasado mucho tiempo en la oficina del director, así que sabía de qué iba el papel. Digamos que ese fue mi punto de partida. Me enviaron el guion y me encantó, tanto el guion como el papel.”
  Eric Bana, que interpreta al protagonista Aaron Falk en la película, añade: “John aporta todo lo que es al personaje de Whitlam. Cuando Rob me comentó que estaba hablando con John para que interpretase a Scott Whitlam, se me iluminó el rostro con una sonrisa de oreja a oreja. Era uno de esos casos en los que, si John hubiese decidido que no iba a interpretar el papel de Whitlam, no habría imaginado a ningún otro actor en ese personaje. Es un poco excéntrico, sin dejar de ser 'lo de todos los días'. Resulta muy complicado casar esas dos cosas. Tiene una increíble capacidad para lograr que observarle sea una delicia; Creo que es un actor verdaderamente enigmático.”

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