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NOTAS DEL DIRECTOR...
Me gusta pensar cada película que hacemos como si fuera una casa, un lugar que construimos con el espectador. No se trata tanto de elaborar una trama o un argumento, sino de crear un espacio en el que poder convivir y compartir cosas. El título "Tenéis que venir a verla", es una literalización de esa idea.
Es también un diálogo dentro de la película, cuando uno de los personajes insiste a una pareja de amigos en que vengan a visitar su nueva casa; pero bajo esa leve premisa, no hacemos otra cosa que ofrecer la película en sí misma: sencilla, quizá ligera, algo triste pero también cómica.
El verbo "venir" implica un desplazamiento que considero importante: ir al cine se ha convertido en un pequeño acto de resistencia, un gesto poético, un salto de fe; y a la vez sigue siendo una forma tranquila de conversación, por eso aquí se habla mucho por momentos, pero también se escucha.
Diría que es una película sobre la escucha. Diría que es una película sobre la escucha en la que además suena mucha música: creaciones de Chano Domínguez, Bill Frisell, Grégoire Mairet o Bill Callagan venían sonando en mi cabeza antes del rodaje y hemos acabado haciendo la puesta en escena y el montaje a partir de ellas.
También la lectura de "Has de cambiar tu vida", un libro inagotable de Peter Sloterdijk, acabó colándose con ironía, casi como una provocación. A la poeta Olvido García Valdés esta película le debe muchas cosas, pero fueron unas anotaciones suyas las que revelaron el sentido más profundo de lo que pretendíamos filmar.
"A veces me ecometen crisis de irrealidad", escribe. "No de identidad, sino de irrealida, no quién soy, sino si estoy. ¿Dónde vivimos? (El plural acoge a muchos, pero solos). No dónde se nos ve, se nos encuentra, sino donde nos sentimos vivir".
"Tenéis que venir a verla" está hecha desde esa misma pregunta, a partir de nuestra propia crisis de irrealidad, pero con la alegría de reencontrarnos, seguir haciendo cine juntos y poder compartirlo.
Confiando en que le cine es también el lugar donde nos sentimos vivir.