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RITICA
Por: PACO CASADO
Dos parejas de amigos se reencuentran, escuchan música, hablan, leen, se vuelven a encontrar, comen, filosofan, juegan al ping-pong, pasean... eso es agrandes rasgos el argumento de 'Tenéis que venir a verla' (2022).
La historia comienza en el Café Central de Madrid en el que un par de parejas, Elena y Daniel y Susana y Guillermo, toman unas copas mientras escuchan al pianista Chano Domínguez en un concierto de jazz, en el que interpreta la estupenda pieza que compuso durante la pandemia titulada Limbo, que es una bonita forma de empezar.
Después hablan del tiempo que hace que no se ven, casi un año, Susana les confiesa su embarazo e invita a la otra pareja a visitar su nueva casa en un pueblo cercano al que se tarda media hora en llegar en el tren de cercanías, y pasar el día juntos.
Transcurren seis meses después de aquel primer encuentro y van a visitar la casa comen y charlan sobre el libro que la pareja visitante está leyendo titulado Has de cambiar tu vida, de Peter Sloterdijk en el que se filosofa sobre todo, la vida, la sociedad, etc.
Después juegan al ping-pong y pasean por los alrededores y ahí se acaba la historia, a lo que se le añade una coda falsa con los técnicos del rodaje con las cámaras al hombro.
La verdad es que hoy día se hace una película de cualquier cosa, pero muchas veces se olvidan los guionistas de contar realmente una historia, divertida o dramática, pero con algo que decir, pero aquí se trata simplemente de un doble encuentro de dos parejas, primero en el café y seis meses después en la casa, pero sin nada que decir que interese realmente al espectador en el corto plazo de una hora, que tal como está el precio de las entradas actualmente, en realidad a tono de como está todo.
El título tiene un doble sentido el de ir a conocer la nueva casa y el de asistir al cine a ver este film.
Acudir al cine es algo a lo que se resisten cada vez más los espectadores actuales tras la pandemia, ya que durante la misma se han habituado a la comodidad de las plataformas para ver el cine, cuando en realidad donde hay que verlo es en la gran pantalla de la sala de cine y no en la pequeña de la televisión.
De fondo en dos ocasiones se oye la voz en off de Olvido García Valdés leyendo un fragmento de alguno de sus poemas.
Jonás Trueba, hijo de Fernando Trueba, no tiene medida a la hora de hacer una película que igual dura 220 minutos como Quién lo impide (2021) que exponía la transformación de la juventud actual ante el futuro o Tenéis que venir a verla que dura tan sólo 65 minutos, sobre estas dos maduras parejas que rondan los cuarenta que al parecer no tienen problemas.
Ciertamente que Jonás Trueba rueda bien, sin complicaciones, a base de plano fijo, a veces excesivo en duración, plano contra plano y otras la cámara en movimiento, las menos.
Afortunadamente los actores le responden cuando de aguantar el plano se trata, mejor las chicas que ellos, un cine que por lo general va en contra casi siempre del cine comercial.
Hemos de confesar que apenas conocemos sus cintas ya que no tienen una gran difusión y otras no llegan a todo el territorio nacional.
Cuenta esta vez con tres de sus actores habituales Itsaso Arana, Francesco Carril y Vito Sanz y aquí se incorpora Irene Escolar, que están bien para lo que son sus personajes.
El film competirá en el Festival de Karlovy Vary en Julio.
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